RITO DE ENTRADA AL CATECUMENADO
Monición a la primera lectura.
«En la liturgia que celebraremos juntos
esta noche, leeremos tres lecturas y una, muy breve, al final. Veremos ampliamente
el Antiguo Testamento: el libro de Génesis. No os asustéis porque ampliamente no
significa lo que estáis imaginando.»
A Kiko, ese ser tan sensible, le gusta apropiarse de
la palabra liturgia. Pero el Papa - https://cruxsancta.blogspot.com/2013/02/el-legado-de-benedicto-xvi-al-camino.html-
ya le hizo saber que no se aprobaría ninguna innovación en la liturgia de la
Iglesia, que es una sola y que los ritos pseudo-mágico-místicos del CNC no son
ni pueden ser litúrgicos.
«Estaba pensando cómo se encarna
verdaderamente esta Palabra de Dios y también cómo esta Palabra del Antiguo Testamento
se cumple entera en nosotros hoy. Dios ha hecho un catecumenado, un camino de
preparación: el Antiguo Testamento. Es verdaderamente maravilloso ver cómo nosotros
caminamos en el Génesis, en el Éxodo; cómo esta obra que Dios ha realizado está
abriendo un camino en medio de nosotros para que Jesucristo pueda venir a tomar
verdaderamente posesión de nuestra vida.»
En el CNC parecen tener la impresión de que diosito
Jesús es tan blandito y débil que sólo gracias a ellos puede venir a tomar
chupitos o posesiones o lo que toque.
«Leeremos primero una lectura del
Génesis. Si alguno de vosotros tiene miedo, está angustiado o algo así, que
escuche como empieza: "No temas, Abraham". Es maravilloso. Dios
conoce a cada uno por su nombre y esta noche llamará por su nombre a cada uno
de nosotros. Abraham es llamado por su nombre; Dios ha elegido a una persona
con su propio nombre, tal como lo ha hecho con nosotros. E aunque Dios lo
ha
preferido, aunque él ha escuchado pronunciar su propio nombre por la voz de
Dios mismo, sin embargo, esta voz lo ha puesto en un camino lleno de riesgos:
llega un momento, como quizás muchos de nosotros estamos experimentando, que
después de cuatro años nos parece que el camino no lleva a ninguna parte.»
Quienes así piensan, aciertan de pleno. En el CNC
todavía están esperando que uno solo de ellos se convierta y alcance la adultez
en la fe. Pero sólo dan vueltas y vueltas en la cinta de Moebius sin llegar a
ninguna parte.
«Por esta razón, en este momento
Dios nos dará con esta Palabra, hoy, esta noche, en esta noche, Dios nos dará
la garantía de que el camino que ha abierto delante de nosotros conduce a algo
mucho más grande de lo que podamos imaginar.»
Siempre a mano el recurso de usar a Dios, de pretender
hablar en nombre de Dios. Muy útil para convencer a quienes no sabe que Dios
está en su Iglesia y no en uno que desprecia a esas parroquias que no salvan
(dicho kikil).
«También Abraham a veces piensa que
tal vez su descendencia pueda venir de Israel y piensa: "¿Qué me
darás?" Como tal vez lo estemos pensando nosotros también. Porque nos hemos
hecho proyectos sobre lo que queremos: que Dios nos dé precisamente lo que
imaginamos. Pero sin duda lo que Dios nos dará sobrepasará infinitamente a nuestros
proyectos. Nos lo dará en nuestra propia carne mortal, no en un alma que vuela
hacia la inmortalidad... en nuestra carne mortal crea la resurrección y la vida.
Es Jesucristo quien se encarna en nuestra realidad y resucita nuestra vida,
esta vida del hombre. Y esta alianza la realiza en nosotros.
Primera lectura: Génesis 15, 1-11.
17-21.
Monición al canto de respuesta de la
primera lectura:
Esta celebración es una Palabra que
Dios le está dando a cada uno de vosotros personalmente.Tú eres Abraham, ahora. Esta
Palabra que acabamos de escuchar es una Palabra que se cumple en nosotros, ya
que la descendencia de Abraham es Jesucristo. Él ha
hecho un pueblo más numeroso que las estrellas del cielo. Y
nosotros somos del pueblo de Abraham, estamos entrando en este pueblo.»
En el kikismo no se es hijo de Abraham por ser
creyente, ni por el Bautismo, no, sólo son hijos de Abraham los que pasan el
segundo escruticio. ¡Y dicen que no son sectarios!
«¡Qué estúpido fue Abraham,
podríamos pensar, por creer en algo imposible para el hombre!Antes
que nada, Dios le hizo
dejar a su familia, le habló; tuvo
que renunciar a sus afectos en una época en la que nadie podía caminar solo,
en la que había que caminar con un clan, así como en la actualidad, en el
desierto que hay que caminar en caravana, porque si estas solo estás a merced
de los bandidos, de los tuaregs, del ataque.»
Menuda película se monta el pollo. Abraham, que era
nómada, no deja nada atrás, se va con todas sus cosas, con su familia, con sus
bienes, con sus criados, con sus ganados… Y se va por los caminos trillados y
transitados por todos los nómadas, no busca un bosque para perderse en él.
«Dios lo invita a arriesgarse: tuvo
que hacer un gran esfuerzo. Es un
riesgo dejar la seguridad de la tribu, de los familiares. Tiene
que empezar a caminar y sin saber a dónde irá. Entonces
resulta que después de todo esto, Dios se queda en silencio, ya no habla. Pasan los años y... nada. Mira, tú estás en este
momento del camino. Dios
te ha hecho caminar, tal vez con menos riesgo que los de Abraham, te ha hecho
caminar durante cuatro años y tal vez, para muchos de vosotros, Dios se ha
quedado callado, no aparece de nuevo después de haberlo visto en alguna
catequesis.»
Un dogma del kikismo es que a Dios sólo se le puede
encontrar en las kikotesis. Os recuerdo - https://cruxsancta.blogspot.com/2018/06/segundo-escrutinio-li.html-
que su humildad kikísima ha decretado que todos erais unos politeístas antes de
entrar en el CNC.
«Has seguido caminando por la misma
rutina de siempre, haciendo las mismas cosas. En este
punto del camino, Dios se vuelve a aparecer a Abraham. En
este momento, cuando Abraham comienza a tener miedo, Dios aparece diciéndole:
"No temas". Tú eres Abraham. En
este punto, cuando también tengas miedo, Dios te dice: "No temas,
Abraham".
Puedes decirme: "Me prometiste
la felicidad y no la veo por ningún lado; me prometiste muchas cosas, durante
la catequesis... que sería cristiano, tal y tal... y ahora no veo nada; no
entiendo esto, no me lo explico, cada vez que me siento más egoísta, me gustan
más y más las chicas, o los chicos, cada vez veo que no soporto mi historia
cuando no es como yo quiero. ¿Cómo puede pasar esto?". "Te haré padre
de los pueblos; mira el cielo -y Abraham es tan estúpido que mira el cielo-
haré de ti un pueblo más numeroso que todas las estrellas que ves". Y
Abraham lo creyó. Abraham creyó que Dios podía cumplir lo que había prometido.
"Abraham cree y esto fue reputado como justicia". Esto fue suficiente
para que Dios lo eligiera.
Por tanto, esta Palabra te invita a
no dudar de lo que Dios te promete. ¿Qué te promete Dios? Darte la Tierra
Prometida, introducirte en la Iglesia, permitirte entrar en el Reino de Dios.
Una tierra maravillosa, una tierra que hoy pertenece a pueblos como los gebuseos,
los amorreos...: los siete pecados capitales; una tierra dominada por la
envidia, el orgullo, la ira. Siete naciones te cierran el paso a esta tierra: la
ira, la envidia, la gula, la lujuria, la soberbia, la pereza, la avaricia. Te cierran
el acceso; todos están bien equipados con sus armas y no te dejan entrar. Estás
a punto de entrar y eres un envidioso, y los envidiosos no pueden entrar; estás
a punto de entrar y la lujuria no te deja, etc. Pero el Señor ha prometido que te
entregará a estas siete naciones que hoy son mucho más poderosas que tú. Él
mismo los aniquilará, sin un esfuerzo de tu parte.»
Tal vez sea por eso de no mover un dedo para vencer a
los pecados, sino esperar a que desaparezcan mágicamente que llegados al tercer
escruticio te siguen preguntando por los mismos siete pecados, para que digas cuales
de ellos te siguen derrotando, pero eso sí, no muevas ni un dedo para combatir.
«¿Pero cómo puedo saber que esto es
verdad? "Haré una alianza contigo". Pero
observad cómo en esta alianza Dios no permite que Abraham pase por en medio de
los animales partidos. Dios
es el único que pasa, porque esta alianza se basa en el poder de Dios.
Hoy el Señor hará una alianza
contigo por medio de este rito. Y
el que jura será Dios. Es
Dios quien pone la sangre de su Hijo como garantía de esta alianza. A
ti sólo te pide, para hacer esta alianza, fiarte de Él. Confía en Él y no en tus
fuerzas. Renunciaréis
a Satanás no en tus fuerzas sino confiando en Él que te ama.»
¡Cuánta falsedad junta! Primero, en un rito no
litúrgico, no está Dios. Segundo, si fuese un rito litúrgico, sería para toda
la Iglesia, no para unos pocos reunidos a puerta cerrada. Tercero, cuando Dios
hace una alianza, no pide nada; pero cuando la hacen unos kikotistas te ponen
delante un cesto para que eches en él todos tus bienes. Es decir, te lo piden
TODO.
«Responderemos a esta palabra
cantando "Abraham", diciendo con Abraham: "Señor, no pases, te
ruego, sin detenerte". No
pases sin agarrarme. Tú
estás pasando por esta celebración y yo no estoy sentado aquí por casualidad. Si
Tú te has detenido, si te preocupas tanto por mí, es por algún motivo.»
Canto: "Abraham"