miércoles, 11 de septiembre de 2024

La historia imaginaria de Kiko (II)

 

Antes de nada otro par de frases kikiles del mismo kikotreto (14º día de las kikotesis iniciales, subrayado y mayúsculas en el original, el resaltado en amarillo es mío):

«Nosotros creemos que Dios dictó la Biblia porque quiere hablar y decir cosas a la gente. … Por lo tanto, lo primero que debes aclarar: Dios no ha escrito nada, como Jesucristo no dejó nada por escrito. …

DIOS NO HA ESCRITO NADA, LO QUE DIOS HA HECHO FUNDAMENTALMENTE ES ACTUAR, DARSE A CONOCER OPERANDO. Este libro no contiene verdades intelectuales, sino que se refiere sobre todo a las maravillas que Dios ha hecho en la historia de la humanidad para salvar a los hombres».

Patinazo sobre patinazo se le llama a esto.

El “nosotros” inicial debe referirse al triunvirato y sus amigos, pero no representa a la Iglesia. La Iglesia Católica sostiene desde sus inicios que DIOS ES EL AUTOR DE LA BIBLIA.

AUTOR.

Porque la mano material que escribía no actuaba por su cuenta, sino bajo la inspiración del mismo Dios.

Sostiene también la Iglesia que, en consecuencia, todo lo que está escrito en la Biblia es verdad, verdad intelectual, verdad inteligible. De ahí el tesón de la Iglesia en sostener que el ser humano procede de una única pareja primigenia, Adán y Eva, por más que la teoría de la evolución de las especies no contemple esa posibilidad. Pero la Biblia, cuyo autor es Dios, dice que la humanidad procede de un solo varón y una sola hembra. Y Dios no se equivoca ni miente ni engaña.

Es más, la Iglesia sostiene de siempre que todo lo que pone la Biblia es verdad histórica cuando refiere hechos históricos.

Por eso, para la Iglesia era de importancia vital determinar, con la ayuda del Espíritu Santo, qué textos eran los que tenían a Dios por autor. Es decir, los canonistas, quienes determinaron el canon bíblico, se tomaron muy muy en serio su tarea. Ni despreciaron libros solo por que estuvieran escritos en griego ni aceptaron cualquier texto escrito en arameo o hebreo, sino que el criterio más importante para determinar si un texto entraba o no en el canon era la vida de Jesús.

Aquellos textos que Jesús emplea para enseñar, para contestar a fariseos, escribas o doctores, para oponerse a Satanás (que también conoce la escritura, como Kiko), para demostrar que las profecías hablan de Él… Esos son los primeros textos que entran en el canon. Y, por supuesto, entran en el canon, como libros históricos, los Evangelios y los hechos de los apóstoles. Y las cartas escritas por los discípulos directos de Jesús, y las de Pablo porque éste fue reconocido por Pedro como apóstol.

Ahora bien, la Iglesia dice que toda la Biblia habla de Dios y que de toda ella es autor Dios, por lo que su contenido es Palabra de Dios, lo que nunca jamás ha dicho ni dirá es que la biblia sea Dios. Un cristiano no adora la biblia, no se postra ante ella, no la pone sobre el sagrario.

Kiko, que siempre confunde, lía y trastoca de mala forma, tira del comienzo del Evangelio de san Juan: «La Palabra era Dios», para sostener que en la biblia está Dios: «son libros que Israel mismo ha escrito y ha conservado porque los ha reconocido inspirados, porque ha visto que Dios está en esos libros».

Y en otro sitio del mismo mamotreto grita a voz en cuello: «ESTA ES LA PALABRA, ESTO ES EL MISMO CRISTO JESÚS».

Dios está en el Sagrario. Y no precisamente en forma de piedra, como se burlaba Carmen: «si Jesucristo hubiera querido la Eucaristía para alojarse allí, se hubiera hecho presente en una piedra que no se estropea». La Biblia es obra de Dios, que es su autor, pero no es Dios, la Biblia no es su cuerpo ni su persona, es su mensaje, su voz. Es su palabra, sí, pero Dios es más que su palabra. Dios no está contenido en la Biblia.

Es tan obvio... Y sin embargo, Kiko lía a los neocatecumenales de tal forma que algunos acaban prosternándose ante un libro. No tiene nada de raro, puesto que Kiko les dice que es la palabra leída o, mejor, escuchada, la que obra milagros:

«ESTA PALABRA TIENE EL PODER DE GENERAR UNA NUEVA CRIATURA EN QUIEN LA ACOGE Y LA GUARDA. TIENE EL PODER DE CUMPLIR Y HACER REALIDAD LO QUE ANUNCIA EN QUIENES CREEN EN ELLA.

Esta es la misma palabra que dice el ángel a María. María aceptó la palabra y la palabra tenía el poder para llevar a su cumplimiento lo que prometía».

NO.

Dios es el único que tiene poder para generar una criatura nueva. María concibió por obra del Espíritu Santo, no por el poder del mensaje transmitido por el arcángel.

A los pobres neocatecúmenos Kiko les hace los sesos agua. Tanto que algunos parecen pensar que los libros sagrados de los judíos son exactamente iguales a la Biblia cristiana, parecen desconocer las apabullantes diferencias.

 

5 comentarios:

  1. Cosas que me gustaría ver y escuchar en el Atolladero
    1. Hablen más de Jesucristo y menos de Kiko. El sr Arguello no es ningún santo, de hecho es hasta ególatra, mal predicador y un astuto que convence a obispos de ser una especie de bienhechor. Lo cierto es que Francisco Arguello es un mal para la Iglesia que él dice amar. Ha criado una raza de víboras individualistas que solamente se preocupan de su “formación cristiana”. Formación que promueve círculos de poder entre laicos.
    2. Ayuden a los pobres. Muy fácil hablar de amor fraternal pero jamás escucharás a ningún kikotista invitar a una jornada para ayudar a los pobres. El “tuve hambre y me diste de beber” y todo el resto de dicho texto parece que no les importa mucho.
    3. No se vanaglorien del pecado. Es común escuchar a los “patitas negras” y similares decir sus pecados como si fueran medallas de honor.
    4. Más humildad. El kikomino peca de proclamarse el “más serio”, el “mejor” grupo de la Iglesia Católica. Jamás los carismáticos, cursillistas, focolares etc, dicen que son los “mejores” o “más serios”. El Kikomino peca de soberbia grupal.
    5. Dejen la obsesión con la Liturgia de las Horas. Son largas, no somos monjes. Está bien, es la oración de la Iglesia, pero una oración simple también funciona. Déjenla opcional.
    6. No jueguen con la Liturgia. Por eso Kiko le agarró rabieta al Papa Benedicto (q.e.p.d) cuando fue amonestado. Cambia la bella liturgia católica por mero capricho.
    7. Dejen a los hombres solteros en paz. El seminario no es para todo hombre. Tampoco el matrimonio. Irónico que un solterón los dirija pero les incomodan los hombres solteros de edad adulta en comunidades.
    8. Respeten la vida privada, especialmente la vida matrimonial. Revelar intimidades no es bueno. Es solo alimentar la máquina de comidilla entre comunidades. Es común escuchar las “telenovelas kikos” entre comunidades murmurando divorcios, adulterios, fornicaciones y demás hechos relacionados a parejas y a personas engañadas por la maquinaria Kiko.
    9. Participen de la vida parroquial pero no para un paso nada más. Es común como participan de catequistas de confirmación o primera comunión pero lo hacen para cumplir un paso no por amor a la parroquia que los acoge.
    10. Acepten que no todo el mundo tiene que pensar igual. Imponen las “arguelladas” en sus comunidades. El derecho a disentir no existe porque es una “rebelión” es “un juicio temerario”, pero en cambio les encanta criticar al que no piensa como ustedes.
    11. Pidan perdón por sus errores. Hablan mucho del perdón pero solamente se lo dan a los de su grupito. Los que se salen somos los parias, somos los malos. Los Legionarios de Cristo pidieron perdón por Maciel. El Papa Francisco pidió perdón por los abusos de sacerdotes.
    Ustedes destruyen gente y jamás piden ni siquiera perdón a los miles de ex kikos que han destruido en sus comunidades. Eso sería lo cristiano, eso sería lo correcto.

    Sé que esto es una utopía, no cambiarán pero sería buen que lo consideraran, más que nada por la salud mental de muchos de ustedes y miles que han estado en sus filas y se han retirado hartos de las manipulaciones.

    Eliseo Marcucci
    Ex responsable

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    1. Este comentario resume todo lo que pienso yo del camino. Me ha costado mucho dejarlo. Lamentablemente, después de 25 años he abierto los ojos y me he dado cuenta que he perdido el tiempo.
      Elizabeth

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    2. Otros hemos estado mucho menos tiempo, pero seguimos acarreando las consecuencias por tener familiares directos metidos ahí desde hace décadas.

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  2. Leer a Kiko es como leer a Lutero

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  3. Se cumple la profecia de las 2 iglesias.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.