miércoles, 25 de septiembre de 2024

Errores carmelitanos

 

El mamotreto de las kikotesis iniciales (día 14), contiene un discurso carmelitano que, según pretende ella, desvela y descubre a los vulgares mortales el proceso por el que se escribieron los libros de la Biblia.

No otros, sino los canónicos que componen la Biblia.

Carmen vigilante por si el obispo equivoca el paso
 

Dice ella, la que pretende tener una sapiencia especial:

«¿Cómo se escribieron estos libros? Con el Nuevo Testamento se entiende mejor. Jesucristo no escribió nada. Los apóstoles después de recibir el Espíritu Santo se lanzan a predicar no cosas concretas o particulares, como pudiera ser la pesca milagrosa, sino que: “Jesucristo ha resucitado de entre los muertos y ahora habla a través de nosotros, que estamos llenos del Espíritu Santo”. Ellos van al eje, al embrión, al núcleo, que es el kerygma.

Ya después este kerygma tendrá una explicación.

Es decir, primero hay un kerygma y luego toda la enseñanza o catecumenado. Por esto los Evangelios van después del kerygma, como resumen de toda la catequización del catecumenado que tenía la Iglesia primitiva».

Para no variar, Carmen yerra con la explicación a por qué los primeros escritos del Nuevo Testamento están fechados en la década de los 60 d.C.

La realidad es que los apóstoles y sus discípulos estaban persuadidos de que la parusía era inminente. Es más, corría el dicho de que el mismo Jesús había asegurado que en cuanto todo estuviese dispuesto en el cielo volvería a por ellos, y más concretamente se aseguraba que Juan, el discípulo amado, no moriría antes de la segunda venida de Jesús.

Esta es la razón por la que la prioridad de los apóstoles era transmitir la Buena Nueva por todo el orbe de la manera más ágil posible, sin pararse a escribir nada.

Solo más tarde, cuando empezaron a morir uno tras otro, muchos de ellos por causas no naturales, decidieron que era preciso preservar el conocimiento histórico que solo ellos, testigos presenciales y amigos personales de Jesús, poseían.

De los cuatro evangelistas, Mateo, el que había sido publicano, y Juan estuvieron con Jesús durante los años de su vida pública; Marcos fue discípulo de Pedro y escribió aquello que Pedro contaba en sus predicaciones, y Lucas fue discípulo de Pablo y se entrevistó con cuantos testigos presenciales de la vida de Jesús pudo localizar, entre ellos María, para escribir su evangelio.

Todos ellos dedicaron su vida primero a la predicación y solo después a la preservación de lo que ellos habían vivido o bien recibido a través de otros testigos presenciales.

Pero la razón para que para ellos escribir fuese secundario, no prioritario, fue principalmente el convencimiento de que la parusía era inminente y solo después, al comprender que en verdad nadie sabía el día ni la hora ni los planes de Dios, y ante la importancia de custodiar fielmente las enseñanzas de Jesús, las pusieron por escrito.

No como un compendio de su predicación, sino como relatos históricos.

Las cartas sí tratan cuestiones doctrinales y dogmáticas, pero tampoco son ni pretendieron ser compendios, se centran en problemas y asuntos concretos de comunidades particulares.

 

El caso es que tras hacer un pan como unas tortas con su teoría sobre la formación del Nuevo Testamento, Carmen la emprende contra en Viejo Testamento:

«Lo más antiguo del Antiguo Testamento es un pasaje del Deuteronomio, que narra: “Mi padre era un arameo errante... El Señor nos sacó de Egipto... y nos dio esta tierra que mana leche y miel”. (Dt. 26,5-9). Después de este núcleo del Antiguo Testamento, habrá toda una explicación, como con el kerygma del Nuevo Testamento. Este es el kerygma del Antiguo Testamento; el credo más primitivo de Israel».

No es del todo descartable que Carmen morase en un universo paralelo en el que ese concreto fragmento del Deuteronomio fuese el primer escrito de todos. Sin embargo, lo que dicen los estudios históricos es que el texto más antiguo es la historia de Job. Ni el génesis, ni Abraham ni la milagrosa huida de Egipto ni la conquista de la tierra prometida, sino la historia de Job.

Qué se le va a hacer si la realidad se empecina en dejar mal a Carmen y su presunción de inventarse un credo para los judíos.

Pues todavía hay más.

«LA PALABRA PRECEDE, ACOMPAÑA Y SOBREPASA SIEMPRE A LA ESCRITURA. HOY EN DÍA ESTÁ VIVO SU ESPÍRITU, EN EL CUAL TOMA VIDA ESTA ESCRITURA. POR LO TANTO UNA ASAMBLEA CRISTIANA QUE PROCLAMA LA ESCRITURA ES SIEMPRE MUCHO MÁS QUE EL LIBRO: ES EL ESPÍRITU QUE LE DA VIDA».

Si esto no es una invitación a la interpretación libre que se hace en el CNC (bajo la excusa de que es el Espíritu quien habla y convierte la escritura en palabra) es que en todas las comunidades se ha malinterpretado a Carmen.

 

4 comentarios:

  1. Vemos candelabros y bailes judíos, ya dirán varios Obispos y Sacerdotes que han estudiado en profundidad esta secta camino neocatecumenal, son un grupo judeo-luterano con con un velo de Catolicismo. Además sumemole todos los inventos y errores de Kiko-carmen-pezzi

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  2. ¿Un nuevo aviso a navegantes?:
    https://infovaticana.com/2024/09/25/purga-del-vaticano-en-el-sodalicio-expulsan-al-arzobispo-jose-antonio-eguren-y-al-periodista-alejandro-bermudez/
    Transcribo un párrafo muy ilustrativo:
    La nota especifica que se trata de casos que guardan relación con ... abusos de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados y abuso espiritual con instumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual.

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  3. Errores carmelitanos?
    para la muestra un botón, y así esta gente neocatecumenal quiere a como de lugar y a la fuerza la canonizacion de la susodicha.
    https://youtu.be/HvzHabxDNrQ

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  4. pero si no estas a favor de las kikonadas entonces haces "juicios temerarios". lavado monumental de cerebelo.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.