lunes, 22 de abril de 2024

Anuncio publicitario. Pascua 2024 (VI)

 

Hay un detalle curioso en este anuncio publicitario: se ningunea la causa carmelitana de categoría superior. Nadie comenta ningún mega milagro supercalifragilístico para alentar y provocar la admiración de la audiencia, qué se le va a hacer. Pero sí se menta a Carmen, aunque sea para atribuirle una presunta visión profética de pacotilla, como cuando Kiko dice:

«Carmen lo repitió muchas veces con valentía: la serpiente persigue a la mujer».

Poca vista demostró Carmen. La serpiente odia a toda la humanidad, no persigue a la mujer y deja en paz al hombre, sino que enzarza a unos contra otros y convierte el compañerismo ideado por Dios en enfrentamiento.

Pero siguen las tonterías:

«Toda mujer está llamada a ser virgen, esposa y madre. La virginidad, el matrimonio y la maternidad son tres realidades atacadas por la sociedad actual».

La virginidad no es solo para mujeres, el matrimonio es imposible si no participa también un hombre y no hay maternidad sin paternidad. ¿Se entiende? Todavía más claro: todo hombre está llamado a ser virgen, esposo y padre. ¿O acaso ellos están llamados a otro estado?

Intento explicarlo una vez más: «Creó Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra» (Gn 1, 27-28). Dios los crea iguales, hombre y mujer con la misma misión, con la misma llamada, con el mismo encargo. No llama a la mujer a ser virgen, esposa y madre y a él a no ser virgen, esposo ni padre, sino que les da a los dos el mismo cometido.

Y no hace ningún bien ni a hombres ni a mujeres que un falso profeta pretenda dar lecciones erradas al respecto.

Bueno, pues este que tanto yerra pretende guiar a otros; o mejor dicho, pretende que otros salgan a captar incautos:

«¿Cómo es posible que estemos tan tranquilos? ¿Cómo es posible que no estemos dispuestos a anunciar el Evangelio en el tiempo de Pascua? Por eso os invitamos, durante la cincuentena pascual, a anunciar el Evangelio en las plazas durante tres domingos. Siempre vuelves feliz. ¡Ánimo! ¡No tengas miedo! Si al final alguien está interesado, lo invitas a caminar con la última comunidad».

Ya está dando las últimas disposiciones, las últimas órdenes, porque alguno dirá que todo es en tu libertad, pero ya habéis visto lo que pasa cuando alguien intenta actualizar las trasnochadas kikotesis: que sale Ascen a soltar la perogrullada de que es imprescindibles recitarlas de memorieta porque si no, no funcionan. Es decir, de libertad nada, los kikotistas no son libres para actualizar nada, solo han de ser loros y al que no le guste, que se largue… libérrimamente, claro.

Pues del mismo modo, lo de alargar artificialmente la vigilia para no dormir en toda la noche no es una opción, es un mandato kikil.

«La vigilia pascual celebra con toda su fuerza este kerigma, con una noche entera de espera que es imagen de la vida humana que está en tinieblas; en espera del amanecer escatológico; bautizando a nuestros hijos; destruyendo el cuerpo del pecado en el agua del bautismo; haciendo que nuestros hijos, por la gracia del bautismo, alcancen a ser hijos de Dios; y nosotros con nuestros hijos, renunciando al demonio en la Noche Santa, para ser de nuevo atraídos  por la resurrección de Cristo; y con Cristo toda la Iglesia se siente atraída y pasa de la muerte a la vida, del egoísmo al amor. En esa noche Dios nos hace crecer en caridad y gracia.

¿Cómo podemos llevar esta fiesta a la gente? Cristo ha vencido a la muerte, por eso no podemos estar tristes. Dios se ha comprometido en la historia del hombre a pasar en la noche de Pascua. Vemos esto en Egipto, salvando a un pueblo de la esclavitud. Esa noche Dios se comprometió y es un memorial para la eternidad».

Dos observaciones.

Una, la kikotina se ha demostrado inútil contra la tristeza, hay muchísimos neocatecumenales con una tristeza existencial tremenda.

Dos, dudo que la confusión de Kiko no sea intencionada. La Noche Santa no es la de la salida de Egipto, sino la de la resurrección de Jesús. Es mucho más importante lo segundo, por eso el único memorial para la eternidad que tienen los cristianos es la Pascua de Resurrección.

«Veo la maravilla del Concilio Vaticano II; el Camino no podría existir sin él. El Concilio ha querido recuperar el valor de los sacramentos, dejando que los sacramentos hablen con su propio lenguaje: no es lo mismo un baño en agua que unas gotas de agua en la cabeza; no es lo mismo comer pan que comer una hostia; no es lo mismo beber vino que no beberlo: el vino es esencial; tanto es así que sin vino no puede haber Eucaristía».

El sacerdote es esencial, pero la asamblea no lo es. El agua es esencial, su cantidad no lo es. El pan y el vino son esenciales, pero de nuevo su tamaño y cantidad no, porque por poco que haya de agua, pan o vino lo que importa es la presencia de Dios y la transustanciación en el caso de la Eucaristía.

Kiko, como un idólatra, lo que hace es otorgar cualidades magikikas a la materia en lugar de poner a Dios en el centro.

Y el desvarío solo va a más:

«Carmen, viendo la importancia del vino, preguntó una vez a Juan Pablo II cómo se podía dar el cáliz a toda la Iglesia. El pan es empezar a salir de la esclavitud. Pero el pueblo de Israel, después de cruzar el mar Rojo, experimenta la teofanía del Sinaí, la alianza con el Señor que les da los mandamientos sellados con su sangre».

¿Mandamientos sellados con SU sangre en el Sinaí? Quizá en algún universo paralelo.

En cuanto a la ocurrencia de Carmen, está claro que San Juan Pablo, que sabía bastante más que ella, la desestimó, por más que Kiko siga gastando saliva para convencer a su audiencia de que solo si hay vino hay Sacramento, y solo con vino pueden vencer las acechanzas del demonio y amar al otro, para lo cual no duda en tergiversar un sermón de San Juan Crisóstomo.

Y más instrucciones que solo sirven para apartar a los neocatecumenales de la vida parroquial, para que en lugar de ir a los oficios de Semana Santa, se recluyan tras puertas cerradas a practicar kikadas:

«El Jueves Santo es importante el signo del “lavado de pies”, viviendo un momento de oración con el Sermón de la Cena. San Ambrosio ponía este signo en referencia al bautismo, al pecado original que deja una carga. Aunque hayamos sido bautizados, tenemos un talón de Aquiles; el demonio nos ataca por el talón: no aceptamos ser humillados por nuestros hermanos.

Por eso es importante que no solo el presbítero, que es signo explícito de Cristo que lava nuestros pecados, se humilla, se hace siervo, sino también nosotros que nos ponemos al servicio de nuestros hermanos, lavando sus pies, crucificándonos por los demás, tomando sobre nosotros sus pecados».

La kikada de lavarle un pie a otro jamás ha servido para que un neocatecumenal cargue con el pecado de nadie, pues no otorga poder para cargar con nada, pero Kiko le atribuye un poder magikiko y así induce a los incautos a idolatrar ciertos actos, como los judíos con los novilunios.

A continuación se refiere al Viernes Santo. En otra entrada dejé escrito que el mandato kikil es convertir la adoración a la cruz de Cristo es una pantomima en la que quien adora la cruz lo que hace es aceptar magikikamente su cruz personal. Aquí lo dice el propio Kiko:

«El Viernes Santo un signo muy importante es la adoración de la cruz. Besar la cruz significa aceptar que la cruz es el camino luminoso de nuestra salvación. Cualquiera que rechace la cruz no es cristiano».

Y por fin acaba el rollo, con un último mensaje tan deprimente como todo lo precedente:

«Tenemos nuestros sufrimientos. Con Él podemos sufrir un poco en esta Pascua y convertirnos todos de verdad».

Aunque solo fuera uno, ojalá se convirtiese algún neocatecumenal.

 

11 comentarios:

  1. "lavando sus pies, crucificándonos por los demás, tomando sobre nosotros sus pecados».

    ¡Qué hilarante! ¿Un kiko tomando sobre sí los pekikados de otro? ¡Me troncho!

    Al contrario, lavar los pies a otro, en kikónides significa "me caes gordo, no te soporto y no hago otra cosa que juzgarte, por eso me veo en la obligación de limpiar mis sentimientos en el agua con la que te lavaré los pies, a ver si así te detesto un poco menos".

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  2. "Con Él podemos sufrir un poco en esta Pascua y convertirnos todos de verdad».

    Cincuenta años llevan pagando a plazos mensuales una conversión que sigue sin llegar. ¡Qué cara les está saliendo!

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  3. Aquí os dejo un enlace de la casa de vuestros sueños. Fijaros bien en la "amplitud" de las habitaciones.
    https://www.idealista.com/inmueble/103658682/

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    1. Cuántos kikolarres se celebrarían en esa casa.

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    2. Dice en anunciante:

      Encantadora Casa de Pueblo Emblemática del Año 1945 con Fachada Original y Protegida.
      Esta joya arquitectónica, construida en 1945, presenta una fachada original perfectamente conservada, destacando su carácter emblemático y protegido. La propiedad, ubicada en un entorno histórico, se erige como un lienzo en blanco para aquellos que buscan crear su hogar ideal
      .

      La verdad, como lienzo en blanco va a ser que no, más bien como lienzo pintarrajeado.

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    3. Será joya arquitectónica, pero nunca pictórica. No imagino que haya alguien con estómago para hacerse con ella, salvo que sea un kikólatra.

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    4. Raro que se venda y que no haya nadie del Camino que la haya heredado, ni hijos, ni hermanos de comunidad...

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    5. Es que son muchos más los que se van que los que quedan.

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  4. Los que entren a vivir a esa casa, si son católicos, deberían llevar un sacerdote para hacerla un exorcismo. Solo Dios sabe los demonios que habitan allí después de tantos akelarres celebrados por esa secta herética.

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  5. Y, esa casa, qué era, ¿unos salones parroquiales?, ¿una casa para convivencias?

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    1. Una guardería, tal vez. Ya sabes que a los hijos y nietos hay que adoctrinarlos desde que aprenden a hablar.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.