Una interesante noticia aparecida en Neocatecumenali.
A veces, por casualidad o porque Dios quiere, nos topamos con información que ayuda a comprender mejor al Argüello de los orígenes.
Es el caso de un libro escrito en italiano, cuyo autor, Nadir Martello, habla de todo menos de Argüello: es la autobiografía de un ex miembro de la congregación de los Siervos de la Iglesia de Don Dino Torreggiani. Sin embargo, dedica un capítulo a un tal Chico Arguelo, alguien a quien se describe como "artista y escritor de cantos espirituales" que en 1967 fue a predicar durante los ejercicios espirituales realizados al final del año escolar en Ventoso, una aldea de Scandiano, en Emilia Romaña.
Don Dino con puntillitas |
Para empezar la fecha es sorprendente, pues en el CNC se dice que Argüello llegó a Italia en julio de 1968.
¿Equivocación o falsedad?
¿Estuvo uno muy sensible en las chabolas de Palomeras, “a los pies de los pobres” hasta que un obispo lo mandó para Roma o sucedió que se escapó de las chabolas y dejó atrás a todos sus “amigos” quinquis y demás en cuanto pudo?
Este libro apunta a la segunda opción. Si bien, en los Siervos de la Iglesia, el sensible no encontró la acogida que esperaba para sus ocurrencias y tuvo que esperar a que llegase otra oportunidad, al año siguiente. Segunda oportunidad que el sensible achaca al mismo Dino Torreggiani, aunque da la impresión de que la segunda vez don Dino se esfuerza mucho por mantener a los españoles lejos de los Siervos de Jesús. Es decir, da la impresión de que hizo cuanto pudo por sacudírselos de encima.
El sensible lo cuenta así: «Era el año 1968, hacia la mitad del mes de junio, cuando Carmen, un sacerdote de Sevilla y yo llegamos a Roma, llamados por monseñor Dino Torregiani, fundador de los Siervos de la Iglesia. Él nos había escuchado las catequesis en Avila y había insistido para que fuésemos a Roma. Fuimos con él a visitar al arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, quien nos dio una carta de recomendación para el vicario del Papa, cardenal Angelo Dell'Acqua.
En Roma, el pobre don Dino, ya anciano y tan santo, nos acompañó de párroco en párroco, sirviéndonos de intérprete, en el intento de convencer a algunos de ellos sobre la necesidad de abrir en las parroquias un camino posbautismal de evangelización para tanta gente que se había alejado de la Iglesia».
Llama la atención que el autor explica en su libro que Chico Arguelo había formado en España un par de comunidades de gente de clase media-alta. ¿Qué? A la “comunidad” de las chabolas no se puede referir, y la de San Frontis en Zamora tampoco responde a esa descripción.
En fin, imaginativo que salió Chico, como con lo de su importante premio internacional de pintura.
El caso es que por motivos desconocidos, don Dino lleva a los Siervos a un artista con labia pero sin conocimientos de teología y sin otro aval que el haber montado dos recientes comunidades de gente medio pudiente para que dé un curso bíblico de tres meses de duración a un grupo seleccionado de entre 25 y 30 personas.
Es decir, el Chico Arguelo del libro les soltó las kikotesis de inicio a esos elegidos. Y la cantidad de tales elegidos da idea de que don Dino limitó la audiencia al mínimo posible de una comunidad. Alguna razón tendría para no querer que la kikonoticia llegase a cuantos más oídos mejor.
El caso es que tras los tres meses de formación intensiva, los elegidos tenían derecho a continuar su instrucción durante ¡tres años más!
Quien sabe si esa instrucción posterior era a razón de una vez al trimestre con viajes pagados por los alumnos, porque a la misma vez Kiko estaba, según él, en el Borghetto Latino de Roma.
Y aún hay más, pues Martello afirma que «al final de los tres años de estudios bíblicos fue seleccionado un miembro como GUÍA».
¿Guía de quiénes? ¿Guía para llevarlos adónde?
Como era de esperar, la misión encomendada por Chico fue la de seleccionar a otro grupo de elegidos a los que guiar al nuevo conocimiento aprendido por el antes guiado y ahora también, pero además con cargo de guía de otros.
Es decir, el guía fue el equivalente primero del actual responsable, el grupo de seleccionados el equivalente de la comunidad y la materia de estudio fueron los dichos de Chico durante aquellos tres años de adoctrinamiento a cuotas.
El autor da más datos: por indicación del guía, durante la semana, cada grupo de elegidos tenía una paraliturgia doméstica y el sábado, en la parroquia, la Eucaristía.
Otro detalle que cuenta Martello es que ni Chico ni su amiga Carmencita hablaban italiano cuando aparecieron en 1967. Así que es dudoso que nadie sacase algo en claro de sus charlas dadas íntegramente en español. Pese a lo cual el autor explica que las charlas se centraban en la resurrección y la redención, pero no a la manera catequética (no a la manera del Catecismo), sino empleando los relatos y personajes de la Biblia como canal conductor, en suma, como cuentos contados a niños en los que el villano siempre es derrotado por el héroe legendario, aun a costa de grandes sufrimientos.
Martello dedica poco espacio al contenido de las charlas de Chico, pese a que asegura que lo apuntaba todo, lo que le fascinó fue el continente: la forma de llevarse a la audiencia a su terreno con historietas, paseos de un lado a otro, voces, gestos. A esto, a la puesta en escena es a lo que el autor dedica más espacio.
Pero Martello también cuenta que la llegada de Chico y Carmencita provocó revuelo debido a las preguntas, tendenciosas cuando no cínicas, que ellos planteaban a los elegidos:
«¿Es necesario estar en un instituto secular para ser un verdadero cristiano? Y si es así, ¿por qué? Si no, ¿de qué sirve el instituto? ¿Qué significa ser sacerdote o laico? ¿No son mejores los que están fuera de la Iglesia que los de dentro?».
Al acabar el año, cinco miembros de los Siervos de la Iglesia dejaron el Instituto. ¡Buen trabajo, Chico!
Martello atribuye los abandonos al «NUEVO PROCESO QUE ROMPE EL ESCUDO PROTECTOR DE LA VIEJA FE». Según él entendió al charlatán español, este proceso era a nivel de toda la Iglesia y era inevitable y necesario para acrisolar la fe verdadera, pero también reconoce que Don Dino Torreggiani siempre estuvo en contra de la ocurrencia de despreciar la fe de los demás considerándola “religiosidad natural” y en contra de la pretensión de que solo los que escuchaban a Chico podían adquirir la fe verdadera.
Esto explica que don Dino Torreggiani se apartase de Chico y compañía en cuanto vio la ocasión.
El autor habla de otro sacerdote que acudía a las charlas: don Alberto Altana, pero dice que se dormía plácidamente en cada sesión. Martello lo achaca no a falta de interés ni a aburrimiento, sino a que debía de tomar alguna medicación.
También menciona a un laico, Ugolini, que en lugar de hacer caso a Chico dedicaba las charlas a rezar el rosario, como un religioso natural cualquiera. De hecho, en 1973 fue ordenado sacerdote y no abandonó el Instituto.
La biografía de Nadir Martello en línea es escasa. Emigró a Australia hace más de tres décadas, dejó el Instituto, se casó y tuvo hijos. Se declara "católico de nacimiento", pero muy cercano a la fe ortodoxa oriental.
En
suma, Chico Arguelo debilitó la fe de unos cuantos. Resistieron los de la VIEJA FE, que no aceptaron el NUEVO PROCESO DE ROMPIMIENTO de la IGLESIA.
Leo este blog desde el año 2013. A veces más, otras menos. Cuando tenía problemas en el Camino con los catequistas siempre venía aquí como refugio. Desde 2020 vengo cada día. Nunca he dejado un comentario digno, bien sé que mis ex catequistas leen estas entradas. Terminé el Camino y me marché de él, pero no lo hice solo, tres hermanos más me acompañaron.
ResponderEliminarNo vamos a conseguir nada, pero tienen una denuncia en el obispado. Les han llamado y pedido explicaciones por los maltratos recibidos a varias comunidades. Han negado cosas, otras dijeron la verdad. A esos catequistas en concreto les apartaron de su parroquia y les enviaron de misión a otra, pero siguen haciendo el mal.
Cada cosa que leo aquí es cierta, todas. Las he vivido en persona o las han vivido otros hermanos.
Estas fechas de esta entrada cuadran con algo que me dijeron, que era el padre Pío quien les llamó falsos profetas. Ellos decían que Kiko no había visto al padre Pío, pero si llegaron antes del 68 sí supo de ellos y sus maquinaciones.
Me sobrepasa tanta maldad, y me sobrepasa cómo Dios va aclarando poco a poco. Me recuerda a la cita del trigo y la cizaña, pues solo Dios sabe el motivo por el que aún no les arrancó.
Kiko:
ResponderEliminar«¿Es necesario estar en un instituto secular para ser un verdadero cristiano? Y si es así, ¿por qué? Si no, ¿de qué sirve el instituto? ¿Qué significa ser sacerdote o laico? ¿No son mejores los que están fuera de la Iglesia que los de dentro?».
Es así con este tipo de preguntas e intervenciones cargadas de cizaña como Kiko Argüello inicia el sectarismo de su invento, generando la división y la desobediencia a la Iglesia Católica, fue el inicio del cáncer, fue la forma como empezó a poner dentro de la Iglesia huevos podridos, lo más cínico es que se vale y usa a la misma Iglesia Católica para hacer su trabajito.
Llama mucho la atención como desde un principio este tío transmite a la gente el contenido de la Biblia pero dejando de lado y rechazando el Catecismo de la Iglesia Católica, este tío inicia con su propio método, como los evangélicos protestantes. Cuando oigo hablar a Kiko o a sus kikotistas no veo ni una diferencia con los pastores de las sectas conocidas.
ResponderEliminarPoco a poco, van manifestándose todas las mentiras que rodean al Maicito y a su invento. Ésta entrada deja en evidencia que todo lo que ha contado de los comienzos, es otra trola o medio verdad, manipulada a su antojo ( hay un comentario que deja ver que el tipo era un genio de la manipulación) y estamos hablando de los primerísimos años, de aquellos en los que un artista fracasado, que a duras penas gana un concurso juvenil en el límite de la edad para presentarse y que él convierte en algo de "fama mundial", comienza a hacer de la manipulación de la gente, su medio de vida.
ResponderEliminarCreo que el que todas estas cosas surjan en vida del tipo, es un paso hacia su desenmascare, puesto que una vez fallecido, la maquinaria Kika tratará de elevarlo a los altares antes incluso que a la Difunta.
Lázaro
Leyendo este libro nos damos cuenta de cuales son las 2 armas para combatir el camino:
ResponderEliminarLas obras de caridad como hizo el sacerdote que prefirio' no seguir chico.
La segunda arma es rezar el Santo Rosario, como hizo Ugolini que "en lugar de hacer caso a Chico dedicaba las charlas a rezar el rosario, como un religioso natural cualquiera. De hecho, en 1973 fue ordenado sacerdote y no abandonó el Instituto."
De hecho si vemos las sectas tienen mucho éxito, mucho lujo, pomposidad, dinero, grandes edificaciones etc etc, y sectas así existen cientos de ellas, ¿por qué no podría existir una más infiltrada en la Iglesia Católica??,
ResponderEliminarPor ejemplo mirad a los testigos de Jehova, es una de las sectas que más mueve $$$, están por todo el mundo, también alardean estética, glamour, cientos de edificaciones pomposas, instrumentos, miles de seguidores que van a por las casas y a por las calles de a dos, seguidores vestidos también con corbata, trajes elegantes etc! y están sectas llevan existiendo más de cien años.
El calvinismo es más antiguo y por ahí sigue.
EliminarEntonces, que un error se prolongue en el tiempo ¿significa que Dios lo quiere? Ni mucho menos, solo significa que el enemigo existe y actúa.
Pero no prevalecerá, y sus hijos fracasarán con él.