«¿Qué significa Jesús de Nazaret en
la cruz? Significa que todos nosotros tenemos, como dije antes, una ley, un yo,
un ser creado y un hombre que es lo que hemos acumulado a través de nuestra
experiencia y nuestros estudios. Y este hombre tiene ya una idea de lo que debe
ser la familia, de cómo debe ser la casa, limpia y en su lugar, una idea de
cómo debe ser la relación con los hijos, de cómo debe ser la política, una idea
de todo, absolutamente todo. Tieneuna proyección, una idea: busco
constantemente la verdad, que se realice mi verdad, lo que creo que es la
verdad, y me paso la vida diciendo: "Ten cuidado, no arrojes las cenizas
allí..." a mi marido, "¿Por qué vienes tan tarde? ¡No se puede vivir
contigo!" Pero también el marido tiene su idea. En nombre de nuestra ley,
nos pasamos la vida juzgando constantemente a los demás porque creemos que lo
que se necesita es hacer justicia.»
Está
describiendo Kikónides y al lelo que tiene un familiar abogado.
«"¡Debemos hacer justicia!"
Debemos vivir en la realidad... ¡claro! Tienes tu idea de la verdad. Todos
tienen la suya y cada vez que esta verdad se cae, la verdad que tú proyectas,
sufres muchísimo. Cada vez que ves cómo tu esposa trata a los niños y no estás
de acuerdo, sufres muchísimo. Sientes que quieres derrotarla porque, ¡la muy testaruda!,
no se da cuenta de que no se puede seguir así. Y cada vez que ves a otra
persona haciendo algo que no puedes tolerar, no lo soportas.
Esta verdad que posees es el
producto atávico de tu familia, de lo que has visto hacer a tu padre y a tu
madre, de tus hermanos... de muchas cosas, de lo que quieras..., de lo que has
estudiado, lo que has visto, lo que has proyectado.»
No hay desvarío kikótico en el que no se sostenga una cosa y su contraria. En el episodio XXV se afirmaba que nadie era hasta que la sociedad no le confería el ser, y esa concesión no se otorgaba hasta que no estudiaba, trabajaba, cotizaba y no sé cuantos requisitos más. Y ahora resulta que sin hacer nada de eso ya tiene un ser atávico. Lo dicho: una cosa y su contraria. Y las dos falsas.
No hay desvarío kikótico en el que no se sostenga una cosa y su contraria. En el episodio XXV se afirmaba que nadie era hasta que la sociedad no le confería el ser, y esa concesión no se otorgaba hasta que no estudiaba, trabajaba, cotizaba y no sé cuantos requisitos más. Y ahora resulta que sin hacer nada de eso ya tiene un ser atávico. Lo dicho: una cosa y su contraria. Y las dos falsas.
«Pero en cierto momento Cristo viene
a ti en una predicación y la fe viene de este anuncio e imagina que pasas toda
la vida juzgando, y como consecuencia de esto sufres muchísimo. Jesús viene a demostrarte
que Él es la verdad. Él no viene a juzgar a nadie.»
Por
eso los kikotistas se empeñan en ser ellos quienes juzguen a todo quisque.
«Se dejó matar por el pecado del
otro. En cambio, nosotros nos pasamos la vida juzgando en nombre de nuestra
ley; en definitiva, queremos afirmar nuestra justicia porque no nos sentimos
amados. ¿Por qué no me ama si trato de cumplir la ley desde que me levanto hasta
que me acuesto? ¿Por qué no me ama si cumplo la ley y en cambio ama a los
que no la cumplen?
Lo importante en todo esto es solo
una cosa: que Dios ha mostrado en Jesucristo qué es el amor, qué es la verdad.
Y la verdad es este Siervo de Yahvé crucificado, que no ha protestado, que como
oveja muda ante los esquiladores ha entrado en la muerte, que se ha dejado
destruir por el pecado de los demás. Te invito a contemplarlo. En este Cristo,
con esta actitud, Dios ha amado a todos los hombres y ha dado su vida. Dios ha
muerto en Cristo por ti, por tus pecados; para mostrarte a ti qué es la verdad.
Dios, el Padre, ha resucitado a Jesús de Nazaret, lo ha resucitado de entre los
muertos y ha mostrado cuál es la única verdad. Esto es el Amor. Porque la
Verdad es el Amor, y no hay otra verdad: el resto será pasado por el fuego.
Como había muchos itinerantes que
predicaban por amor al dinero, y como los itinerantes no ganaban, la gente les
daba dinero...»
Había y hay. Que en Kikónides se sabe mucho de vivir del cuento de la itinerancia.
«Entonces San Pablo dice: "Estos predican por interés: ¡que prediquen! Estoy contento, al menos, de que se predique a Cristo, lo hagan o no por interés. De todos modos, os diré una cosa: veremos sobre qué fundamento están edificados, porque si están en Cristo, entonces la construcción se sostendrá, pero si no, ¡no! Porque nada resiste si no está edificado sobre esta piedra angular, porque todo será pasado por el fuego".»
Una vez más, el recurso a la cita falsa. En esta ocasión como preámbulo a sus verdaderas intenciones:
Había y hay. Que en Kikónides se sabe mucho de vivir del cuento de la itinerancia.
«Entonces San Pablo dice: "Estos predican por interés: ¡que prediquen! Estoy contento, al menos, de que se predique a Cristo, lo hagan o no por interés. De todos modos, os diré una cosa: veremos sobre qué fundamento están edificados, porque si están en Cristo, entonces la construcción se sostendrá, pero si no, ¡no! Porque nada resiste si no está edificado sobre esta piedra angular, porque todo será pasado por el fuego".»
Una vez más, el recurso a la cita falsa. En esta ocasión como preámbulo a sus verdaderas intenciones:
«Con el anuncio de Cristo, con la
proclamación de Cristo, se anuncia la condena. También debo anunciar un juicio
que viene sobre vosotros en este escrutinio.»
Hace
un momento decía que no había juicio. O mejor dicho que Cristo no venía a
juzgar, cuando la realidad es que es el único que puede juzgar. Ahora
llanamente revela que su intención es usurpar el lugar del único juez.
«Porque si no estoy diciendo estupideces,
si yo estoy diciendo la verdad, si Cristo es la única verdad, si esta actitud
es la única verdad, entonces conviértete, hermano, porque vas muy mal, y si
mañana llega el fin del mundo, atento que no te den una paliza, porque con la medida
con que has medido a otros serás medido, hasta el último céntimo. Y esto es
Palabra de Dios. Si por casualidad no continúas creyendo que la verdad es ese
"dios" que te has construido a tu medida, de manga ancha, rollizo,
con las cejas depiladas...»
Ese
ídolo tragón, gandul, que nunca ha trabajado, que le encanta regalarse
mariscadas con el esfuerzo de otros, que presume de jet privado…
«Que ese Dios no es la verdad. Que ese
Dios no existe. Lo siento mucho por ti. El Dios que existe es el Dios que está
en la Iglesia. Y Cristo le dice a su Iglesia: "Lo que ates en la tierra
también será atado en el cielo". No creáis que si no dejáis pasar a un
tipo, se pueda decir: Bueno...
Dios no es el de San Pedro, ni el
de Kiko, ni el del otro... ¡Atención! "Lo que ates en esta tierra será
atado en el cielo". Solo podéis acceder a Dios a través de la puerta de
Cristo; y a Cristo se accede a través de la Iglesia que es su imagen y que es
su cuerpo en la tierra.»
Y Kikónides no es la Iglesia, el CNC no es la Iglesia y su obeso gurú no tiene potestad para atar ni desatar nada.
«Nadie se puede construir un Dios a su medida, como le apetezca, bueno, malo, pequeño, grande, un poco severo... No, amigo mío. Por eso, cuando S. Pablo predica al rey Agripa, este queda aterrado, porque le predica que la verdad es lo contrario de lo que hace el rey, que siempre trata de vivir de otra manera, que ama de otra manera. No pudo seguir escuchando porque la predicación del Kerygma del cristianismo llama también la condena de nuestra vida, nos llama a dejarnos juzgar por la Cruz de Cristo, si lo miras levantado: -"Mirarán al que traspasaron" - porque hay que mirar... Haces bien en mirarlo crucificado. Cuando Moisés levanta la serpiente en el desierto, ordena a todos que lo miren. Sabemos que en el cristianismo, lo dice San Juan: "mirarán a quien traspasaron". Hay que mirar hacia este Cristo. Por esto nos gusta tener un Cristo en la iglesia. Se debe mirar y contemplarlo: ver que esta imagen es la imagen de la verdad, una imagen de Dios, del amor que Dios ha tenido por ti.»
¿Por eso les gusta esconder la cruz cuando agasajan a los queridos hermanos judñios? ¿Para que no miren, no vean y no se conviertan?
«Pero te das cuenta de
que no puedes imitar esa imagen, que eres absolutamente lo opuesto a ella; que
realmente no puedes amar así y que Dios te lo hace ver constantemente en la
comunidad.»Y Kikónides no es la Iglesia, el CNC no es la Iglesia y su obeso gurú no tiene potestad para atar ni desatar nada.
«Nadie se puede construir un Dios a su medida, como le apetezca, bueno, malo, pequeño, grande, un poco severo... No, amigo mío. Por eso, cuando S. Pablo predica al rey Agripa, este queda aterrado, porque le predica que la verdad es lo contrario de lo que hace el rey, que siempre trata de vivir de otra manera, que ama de otra manera. No pudo seguir escuchando porque la predicación del Kerygma del cristianismo llama también la condena de nuestra vida, nos llama a dejarnos juzgar por la Cruz de Cristo, si lo miras levantado: -"Mirarán al que traspasaron" - porque hay que mirar... Haces bien en mirarlo crucificado. Cuando Moisés levanta la serpiente en el desierto, ordena a todos que lo miren. Sabemos que en el cristianismo, lo dice San Juan: "mirarán a quien traspasaron". Hay que mirar hacia este Cristo. Por esto nos gusta tener un Cristo en la iglesia. Se debe mirar y contemplarlo: ver que esta imagen es la imagen de la verdad, una imagen de Dios, del amor que Dios ha tenido por ti.»
¿Por eso les gusta esconder la cruz cuando agasajan a los queridos hermanos judñios? ¿Para que no miren, no vean y no se conviertan?
Pues si diosito sólo te lo hace ver en la comunidad y no en la vida real: con la familia, con los compañeros, en el trabajo, en el supermercado, en el atasco, practicando algún deporte... entonces te aconsejo que dejes esa nefasta comunidad que no es para ti y no te preocupes en lo más mínimo. La vida es mucho más que la comunidad.
«No amas así y al mismo tiempo ni
siquiera puedes remediarlo con el esfuerzo. Nadie puede ser el Siervo de Yahvé
simplemente porque decide serlo. Lo primero es dejarse juzgar por este Cristo y
reconocer verdaderamente que sois pecadores, es decir, dejarse sumergir en esta
cruz de Jesús; entonces apoyándoos en este Jesús que ha sido rescatado de la
muerte y resucitado, que ha sido constituido Señor, Kyrios, Sumo Sacerdote que
intercede por nosotros y al que podemos orar, en el que podemos pedir al Padre
en su Nombre, una nueva conciencia. San Pedro dice que el Bautismo no es lavar
la suciedad del cuerpo, sino entrar en el agua invocando el poder de Dios que ha
sido dado a Jesús, pidiéndole a Dios un nuevo ser, una nueva naturaleza. Y esta
nueva naturaleza viene de lo alto.»
"cómo debe ser la casa, limpia"
ResponderEliminarkiko y su odio al orden y limpieza en el hogar, mejor un hogar con paredes sucias llenas de garabatos como tenía su habitación de adolescente.
"Ten cuidado, no arrojes las cenizas allí" de nuevo su odio hacia la mujer y la limpieza, se ve que kiko fumaba en casa de sus padres y tiraba la ceniza por doquier.
"Esta verdad que posees es el producto atávico de tu familia, de lo que has visto hacer a tu padre y a tu madre, de tus hermanos..."
Kiko haciendo alarde de sus conocimientos de psicología feudiana de andar por casa, ni una sola referencia a las virtudes y al pecado, pero mucho justificar que hacemos las cosas porque la vida nos ha hecho así para luego llegar a la tesis de que dios nos perdona sin arrepentimiento porque comprende nuestros traumas infantiles de los cuales no podemos escapar de ningún modo. Calvinismo puro.
"Cristo viene a ti en una predicación y la fe viene de este anuncio"
Por supuesto, de la boca de kiko y sus soporíficas reuniones en sillas de plastico transparente viene jesucristo, nada de que venga por la oracion, comunion o la adoración al santísimo sacramento ante el altar.
De todas formas, qué bodrio de predicación, qué basura de catequesis y qué rollo de kerigma. No se parece en nada a la Doctrina Católica. De la boca de ese hombre sólo salen herejías y disparates. Nada de estimulo a la santidad, a las virtudes, a la conversion, al amor de Dios...
ResponderEliminarPorque lo que predica es el kikigma, a sí mismo y a su cueva de fariseos.
ResponderEliminarel kikismo es algo asi como escuchar a un niño disertar de teología.
ResponderEliminarEl infantilismo e incultura de kiko se ve en sus charlas. Cualquiera que haya leido algún libro religioso se da cuenta de lo ridiculo que es kiko con sus ideas de andar por casa sobre la religion.
Kiko, como gran hereje, usurpa el nombre de jesus para justificar que le adoren sus borregos kikiles.
"a Cristo se accede a través de la Iglesia que es su imagen y que es su cuerpo en la tierra.»
ResponderEliminarLa Iglesia es sobre la tierra "la semilla y el comienzo del Reino de Dios" (Lumen Gentium 5) y ciertamente Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo (Jn. 15, 4-5, Jn. 6,56, LG 7) y Templo del Espíritu Santo (1 Cor 6,19; San Agustín sermón 267, 4). Pero lo de "imagen" no lo he encontrado por ningún sitio
Qué gracioso. La Iglesia siempre se autodefinió como el Reino de Dios, y ahora es solamente una semilla y el comienzo. Esto no es cierto. Miren por favor las enciclicas papales del siglo XIX y principio del XX, y verán que el Reino de Dios se identifica con la Iglesia, y no es una mera semilla, sacramento, etc. como nos quieren hacer creer ahora. Esto tiene que ver con el malhadado ecumenismo, que por lo que se ve, no sirve más que para producir confusión, y hacer que cada vez haya menos católicos.
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