Según los estudiosos, el antiguo catecumenado duraba dos o tres años. En 1988, Juan Pablo II, en una visita a las comunidades asentadas en la parroquia de Santa María Goretti sugería que siete años era tiempo de sobra. Es posible que la cifra fuese consecuencia de que la primera comunidad neocatecumenal en dicha parroquia había terminado el itinerario en quince años. Es decir, el Papa estaba sugiriendo que se redujera la duración a la mitad.
Sin embargo, los iniciadores aseguraron que esta duración se debía a la carencia de una práctica consolidada y auguraban una reducción de su duración:
«Todavía estamos en una fase de gestación. Yo digo también: cuando se ha hecho el túnel que ha atravesado los Alpes, ¿cuántos años han tardado? Muchos. Y ahora, cuando ya está hecho, ¿en cuánto tiempo se pasa? En poco tiempo. Estamos en la fase de abrir el Camino; una vez que ya esté cimentado, experimentado y comprendido, durará menos» (Kiko demostrando su nula predisposición a ser profeta. Convivencia con obispos de América, 1992).
En esa misma convivencia, Carmen Hernández hablaba de caminos largos como los cuarenta años de Israel en el desierto, figura bíblica luego muy repetida por los loros bien entrenados, que desconocen o olvidan dos hechos muy concretos:
1. que son magnitudes referidas a la historia de un pueblo, no de una persona
2. que los israelitas deambularon cuarenta años para que esa generación, la que había salido de Egipto, no entrase en la Tierra Prometida, para que muriera sin pisarla.
En consecuencia, el tiempo laaaaaargo y la mención al periplo de Israel por el desierto no es de buen augurio si la meta es la Tierra Prometida, máxime cuando los hechos no han confirmado la previsión de abreviar el itinerario neocatecumenal, sino todo lo contrario, ha devenido en cadena perpetua.
La primera comunidad en terminar el neocatecumenado fue la afincada en la parroquia de Mártires Canadienses, de Roma, que empleó quince años (1968-1983). La ubicada en Santa Francesca Cabrini, de Roma, tardó también quince años (1969-1984). La primera comunidad ocupante de La Paloma, de Madrid (la que no duda en destruir otra comunidad para tapar el pecado de un hijo suyo), invirtió dieciocho años (1970-1988). La primera de Andalucía, ocupante de la parroquia de la Sagrada Familia de Sevilla, tardó veintisiete años (1969-1996). La primera de la diócesis de Huelva, en Ntra. Sra. del Reposo, de Valverde del Camino, llegó tras veintiocho años (1974-2002).
Y aquí si cabe y aplica la referencia a los cuarenta años dando vueltas por el desierto del Sinaí: los miembros de las comunidades son condenados a dar vueltas y vueltas una y otra vez sin pisar jamás la Tierra Prometida de la verdadera conversión de corazón, de la adultez de la fe. Morirán sin conocerla.
En 1996, el párroco de San Martín de Salamanca sentenciaba que el neocatecumenado era «excesivamente largo» y reiteraba que «cuando muchas comunidades han llegado al fin del Camino, se constata que, haciendo uso de la experiencia, los pasos y las etapas pueden abreviarse sin que sufra menoscabo el espíritu y la riqueza del Camino. En esto no hay ley ni se puede imponer por ley, pero pensamos que la comunidad desde el principio puede caminar a un ritmo más rápido y, posiblemente más eficiente».
Los ECN fijan: dos meses
de catequesis kikotesis iniciales (art. 9); unos dos años de la primera
etapa de la primera fase (art. 19.1.1.a); otros dos años de la segunda etapa de
la primera fase (arts. 19.1.2.a y 24.3); un tiempo de duración indeterminada en
la segunda fase (art. 20); y nada se dice acerca de la duración de la tercera
fase (art. 21).
La justificación a esta inconcreción se remite al RICA (nota 80), que ya se demostró que el neocatecumenado no sigue ni respeta. La nota asegura que la duración depende de la gracia de Dios y de varias circunstancias que no se señalan (porque no sería procedente dejar constancia de que depende del parecer de unos seglares deformados y transformados en loros).
Según el RICA, las variadas circunstancias a tener en cuenta, sin que quepa ninguna más, son: «de la organización de todo el catecumenado, del número de catequistas, diáconos y sacerdotes, de la cooperación de cada catecúmeno, de los medios necesarios para acudir a la clase del catecumenado y permanecer en él, y finalmente, de la ayuda de la comunidad local». Y atribuye al obispo «determinar el tiempo y ordenar la disciplina de los catecúmenos».
En el texto citado del RICA hay elementos para ayudar a concretar y abreviar la duración del neocatecumenado.
En primer lugar, la organización del neocatecumenado se halla en las orientaciones para los equipos de kikotistas, que jamás ha sido objeto de aprobación, que es el que sugiere la lista de temas a tratar en las celebraciones semanales de la Palabra durante el recorrido neocatecumenal. Por ejemplo, el elenco de figuras bíblicas a que se refiere el artículo 19.2, los artículos del Símbolo apostólico, las peticiones del Padrenuestro y los temas mariológicos de que habla el artículo 20, así como diversos pasajes del Sermón de la Montaña aludidos en el artículo 21.1.
Esto puede dar idea de la
duración de cada etapa y cada fase según la organización del neocatecumenado.
Pero se interponen otros obstáculos. El número de catequistas kikotistas
es la circunstancia más relevante que puede impedir, por desgana o acumulación
de trabajo, el que se aborde el paso a otra etapa.
En cuanto a la cooperación del neocatecúmeno, la posibilidad de que se le suba a una comunidad más avanzada debido a su alto grado de cooperación y, así, que reduzca la duración del neocatecumenado no ha sucedido nunca. Al contrario, lo usual es que haya fusión de comunidades y que los más antiguos repitan una y otra vez los mismos temas, pasos y kikolatrías.
Además, en un itinerario tan prolongado, que se dice formativo pero es deformativo, han de tenerse en cuenta factores psicológicos.
En primer lugar, hay que distinguir la situación de cada neocatecúmeno. No será la misma la actitud de un joven que la de un fiel que por la edad de comienzo tiene pocas probabilidades de terminar el recorrido.
En segundo lugar, la gradual instrucción en los ejercicios de piedad (art. 14.4) para quienes ya los practicasen no es pedagógica, pues es un error exigir el abandono de tales prácticas para su posterior reasunción años más tarde, cuando toque según el itinerario kikolátrico. Y el error es mayor cuando se trata de personas que, por su edad, es poco probable que alcancen ese momento posterior.
En tercer lugar, los sentimientos de pertenencia eclesial (cf. art. 6.3) habrían de fomentarse sin aguardar la aparición de la pequeña comunidad cristiana madura, que es algo que jamás aparece (y al ejemplo -malo- de La Paloma me remito). Debería ser obvio para los iniciadores que los neocatecúmenos no están exentos de los deberes canónicos, los actos (asambleas, reuniones, celebraciones, colectas) convocados en la parroquia y en la diócesis para todos, la integridad del año litúrgico (los neocatecumenales son muy dados al olvido de la Misa parroquial en días festivos no dominicales), etc. Lo contrario sería excluirlos de la disciplina y vida ordinarias de la Iglesia.
Quizá sea ese el objetivo del enemigo con el neocatecumenado.
Tengo un amigo que lo ha acabado que dice que el Camino acaba en una rotonda ;-D
ResponderEliminarPuedo suponer que se refiere a que se dan vueltas y más vueltas, como el burro en la noria, pero sin avanzar en nada.
EliminarEl camino neocatecumenal dura toda la vida, y la razón es muy simple, desde las primeras kikotesis os dicen una y otra vez una de las peores novedades del camino: "este camino es para pecadores, no vengais acá a hacer propósitos y esfuerzos para convertiros, este camino no es para caridades y esas cositas de viejas rezanderas; ya Dios os dará la conversión cuando él lo vea bien"
ResponderEliminarEn esta zona la primera comunidad tardó en terminar el camino 38 años, para saber que al final todos seguían ufanandose de ser pecadores y que Dios los quería así, dando vueltas como un trompo sobre su mismo eje, por supuesto aquellos que aún quedaban vivos después de 38 años y después de mil fusiones de comunidad en comunidad.
ResponderEliminarQuién les da autoridad a los catequistas del cn para que amenacen a los Párrocos con sacar a las comunidades de sus Parroquias si estos no se ciñen a las indicaciones que ellos les den?. Estoy seguro que los Párrocos deben obedecer a la Iglesia Católica, al Papa y al Obispo, no a unos supuestos catequistas laicos.
ResponderEliminarPeor cuando el Párroco es un kikosacerdote lleno de las mañas y de los inventos del camino. Estos kikosacerdotes no obedecen a nadie más que no sean Kiko y sus catequistas.
EliminarPresupongo que la autoridad se la da el dinero, si se desprenden de todo por pobres que sean, los pocos que se quedan, pues reporta muchísimo dinero a párrocos que no se menean las narices para que su iglesia sea autosuficiente, luego por otra parte está que forman a clérigos en sus propios seminarios que ellos mantienen cortados bajo sus patrones, con lo cual la rueda sigue engranada
EliminarPero ya se va viendo que muchos Sacerdotes no dejan manipular por esos laicos del camino y les están cerrando las puertas, no voy a apoyar a un grupo anti/Iglesia..... decía un Sacerdote con pantalones bien puestos!
ResponderEliminarLos testigos de Jehova también tienen muchos seguidores, manejan mucho dinero, van a sus celebraciones con trajes de etiqueta, con trajes de noche y corbata, están desde los años 1.870 y sin embargo también son una secta que trae engañados a muchos. Un extracto de lo que se creen los testigos de Jehova: (Se consideran a sí mismos una restitución del cristianismo primitivo, creencias que se basan en su entendimiento e interpretación de la Biblia), muy similar a cierto grupo que asegura también ser la restitución del catecumenado primitivo, grupo que también le da su propia interpretación a la Biblia, totalmente diferente a la interpretación que le da la Iglesia Católica.
ResponderEliminarLa intimidación, el terror y el pánico que siembran los catequistas del camino para que los odedezcan a ellos antes que al Párroco y al Obispo del lugar es una intimidación y un miedo sembrado a través de una de sus muchas frases de cajón "nosotros venimos de parte de Dios, si no nos obedeceis estas desobedeciendo a Dios"
ResponderEliminarEn una ocasión oyendo a un equipo de kikotistas del camino era tal la arrogancia, la soberbia y la altivez de esa gente que llegaron a decir que ellos no se equivocaban y que si se equivocaban era porque el Espíritu Santo quería que así fuera; esas lumbreras no lo expresan abiertamente pero en el fondo los pobres están convencidisimos que tienen el don de la infalibilidad, don que ni siquiera los Papas se lo atribuyen. Al oír a esa gente uno no se sabe que sentir, si indignación o risa.
ResponderEliminarUn sacerdote rector de un Redentoris Mater e hijo de un super-catequista dijo en una homilía que a los catequistas hay que obedecerles aunque se equivoquen. Ojito
ResponderEliminarQue horror 🙄
EliminarUn error que el presbikiko repite como lorito bien amaestrado, porque es Kiko quien dice que si el kikotista se equivoca no pasa nada, que ya diosito se encargará de arreglarlo todo a quienes practiquen la obediencia sin razonamiento.
EliminarYo duré 16 años dándole vueltas a la piedra del molino, atado al yugo del miedo y de la sumisión, 'crucificando la razón'. No sé cómo me fue posible llegar a ese terrible estado. Gracias a Dios que me ha liberado y me ha vuelto a acoger en la verdadera Iglesia Católica.
ResponderEliminarYo entré en el Kkamino allá por principios de los 90 y mi komu llevaba un par de años ya caminando...el año pasado "terminaron" y fueron ( fue mi esposa, claro, que sigue al pie de Kiko) al misterioso viajecito, del que no he visto ni fotos, pues según ella, les dijeron que "no podían enseñarlas"...
ResponderEliminarTodo un periplo saca-dineros de 30 años, para acaba peor de lo que eras...por suerte yo me fui en 2008 tras negarme a hacer el paripé de lo del credo.
Lázaro.
El número de personas heridas por el Camino es innumerable. Yo diría unas diez veces en proporción a los que están dentro y contentos (y si quitamos lo de contentos, la proporción es aún mayor). Me dicen fuentes informadas que el Vaticano prepara una visita apostólica. No sé si yo lo veré...
ResponderEliminarNosotros terminamos el Camino en 2021, fuimos al viaje, hicimos lo del Corpus, y en octubre de 2022 nos fusionaron. Bajamos al Padrenuestro. Mi marido dijo que no estaba de acuerdo y nos marchamos. Con nosotros marchaharon otros tres hermanos. A casa llaman (aún lo hacen) hermanos sufriendo mucho por la fusión, bolsas de dinero, diezmos extras y escrutinios de nuevo.
ResponderEliminarAhora los catequistas sufren, nos contó un hermano, porque el párroco (no camina y no defendió nada jamás) no les deja hacer y quizá van a la calle. Vi a mi marido llorar al colgar el teléfono. Alegría porque hemos sido muy maltratados.
Pablo y María, Madrid.
Tu marido tuvo y tiene razón. Terminado el itinerario, ningún kikotista, ni siquiera el equipo kikinerante internacional, tiene autoridad sobre la comunidad ex-neocatecumenal, por lo que hacer que retrocedáis y repitáis parte del camino es un abuso.
EliminarEs una pena que los párrocos no conozcan el estatuto y no adviertan lo que son abusos de poder.
Habrá una entrada sobre ello en breve.
Cuando te escrutan para ver si eres digno de la túnica, te dicen que jamás volverán, no más escrutes, a caminar solos. Pero mienten, porque te hacen retroceder como si no hubieras terminado. Otra vez te preguntan si Dios es tu Padre, ¡pués claro, ya lo dije hace cinco, seis o siete años! Y otra vez ritos, catequesis, más ritos y calderos. Cuando vuelvas a terminar, ¿impondrán la túnica? Es un despropósito.
EliminarAquí el párroco nos acojía por el diezmo, cenas, comidas, viajes gratis, pero debe ser que, no deben darle lo suficiente y se ha cansado, y ahora les desprecia. Hemos sufrido mucho, pero cuando vi a Pablo llorar de alegría porque quizá les eche, entendí que mi marido había sufrido mucho que callaba. Nos costó mucho marcharnos, queríamos mucho a los hermanos, imagino que ese amor se ha devuelto llamándonos aunque sea para decir que sufren por los catequistas o los hermanos nuevos, que, son jóvenes de casi 30 y 40 hijos de padres del Camino.
Dios escucha nuestro dolor y el de muchos más. Si les echan, abrazaré a mi marido y lloraré con él, pero me abrazaré más a Dios porque al abandonar creí que las cpsas malas que nos pasaron fue por marcharnos, tal y como nos anunciaron.
Leeremos esa entrada, la esperamos. Gracias.
María.
Y más diezmos y más diezmos, y más humillaciones y más maltratos!!, Porque ese es el "amor" en el camino, el amor al. otro que es Cristo
EliminarIncreíble anónimo 9:24 ; hay muchos casos terribles como ese, aparentemente terminan el camino, jamás ninguna comunidad se mezcla en la Parroquia como os lo dicen al principio, los devuelven y a reiniciar de nuevo... habiendo terminado el camino. Esta es la prueba que el camino neocatecumenal es un camino que no va a ninguna parte ni a ningún fin. El único fin de esa gente es trompetean y ufanatse de: somos los más pecadores de los pecadores y Dios nos quiere así, la conversión nos vendrá cuando Dios lo vea bien.
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