sábado, 18 de mayo de 2024

La autoridad en el Camino

 

Ya que ha salido el tema de la falta del consideración en el Camino hacia los sacerdotes, esta entrada recopila cuanto hay en el estatuto del CNC (ECN) sobre la misión y la autoridad del Obispo.


Dice el ECN que el Camino ha de realizarse «bajo la dirección del Obispo diocesano y con la guía del equipo responsable internacional o del equipo responsable delegado» (art. 2.1); que es un instrumento al servicio de los obispos (arts. 1.2, 22.2 y 24.1); que el neocatecumenado también es instrumento al servicio de los obispos (art. 5.1); que el Camino se ofrece al obispo para la formación de seminaristas (art. 18.2); que el obispo es garante de la auténtica interpretación de la Biblia (art. 9.2); y que los neocatecúmenos son iniciados en la fidelidad al sucesor de Pedro y al obispo (art. 20.3), que es algo que yo no he vivido jamás, pese a haber acabado el CNC y llevado licores de contrabando a la domus Galilaeae.

Las relaciones del obispo con los responsables del Camino se regulan en el ECN de la siguiente manera.

El equipo responsable internacional, generosamente, ofrece los bienes de su fundación al obispo (art. 3.1). Este ofrecimiento no es delegable por ninguna de las dos partes, no puede hacerlo un responsable local ni puede abrir la diócesis un párroco.

De aquí se deduce que los obispos japoneses estaban perfectamente legitimados a ordenar al CNC que dejase de incordiar en sus diócesis. No correspondía a nadie más que a ellos tomar tal decisión. En consecuencia, aquellos que ocultan la presencia de gérmenes neocatecumenales en las diócesis japonesas incumplen el ECN.

Por otra parte, las relaciones con el obispo diocesano que ya abrió el Camino (art. 3.5) sí pueden ser mantenidas por un equipo responsable delegado (nacional, regional o diocesano).

Si se erige RM, entonces el equipo internacional presenta al obispo diocesano candidatos a rector y demás superiores y educadores del seminario (art. 18.4), pero es el obispo quien los nombra, faltaría más. Sin embargo, no deja de ser peculiar y hasta sospechoso que sea un equipo dominado por laicos quienes dispongan los candidatos.

Se reservan al obispo ciertos ritos de cara a la galería (para que las fotografías tengan más empaque): la entrega de la Biblia en las catequesis iniciales (art. 9.2), la presidencia de los ritos paralitúrgicos de los pasos (art. 26.4), la presidencia de la Vigilia Pascual de fin del neocatecumenado (art. 21.2) y el envío de familias en misión (art. 33.2). Es decir, el papel del obispo es el de figurante en las fotos, pero nada se le cuenta y nada puede opinar al respecto de lo que haga o deshaga el CNC.

Incluso la comunicación del bautismo de los catecúmenos (art. 25.1) es una mera formalidad informativa. Son los kikotistas, en contra del Derecho de la Iglesia, quienes deciden quienes son aptos para recibir el bautismo.

Hay otra privación de derecho al obispo: no puede nombrar, confirmar ni destituir al equipo responsable delegado aunque sea de nivel diocesano (es  competencia del equipo responsable internacional). Así que si deja entrar al CNC en su diócesis, se encontrará con un equipo al que no puede enmendar y que solo responde a las demandas del equipo responsable internacional.

Avisado queda.

Por desgracia, aunque el obispo es quien autoriza el Camino en su diócesis (art. 26.1), hay en el ECN una trampa para saltarse la autoridad del obispo: En el artículo 17.3 se habla de que los Ordinarios diocesanos pidan la formación de comunidades. Una cosa, por tanto, es que el obispo autorice el Camino en su diócesis y otra que el Ordinario diocesano (obispo, vicario general, vicario episcopal) solicite el desembarco del CNC.

Las contadas competencias concretas del obispo respecto al CNC son: dar su acuerdo a la puesta en marcha y guía del centro neocatecumenal diocesano (art. 30.1); pedir familias en misión para su diócesis (art. 33.1); otorgar licencia expresa a un clérigo diocesano (presbítero o diácono) para itinerar (art. 32), si bien se asegura que los deberes asignados por el obispo al clérigo son prioritarios a su participación en el Camino (art. 5.2); acoger un clérigo itinerante de otra diócesis; ser informado si quien itinera en su diócesis decide dejar la itinerancia (art. 31.4); asegurar la colaboración entre el centro neocatecumenal diocesano y la Curia diocesana (art. 26.6) y dos más que por su interés desarrollo a continuación.

Es competencia del obispo autorizar la Eucaristía dominical de las comunidades (art. 13.2). Es decir, el hecho de tener al CNC en la diócesis no significa que el obispo no pueda prohibir las misas en las que no se siguen fielmente los libros litúrgicos. Al contrario, debería hacerlo, debería ejercer de obispo con los díscolos.

Además, el obispo debe procurar una razonable continuidad en las parroquias con presencia del Camino (art. 26.3). Por tanto, el obispo debe velar para que la llegada del CNC a una parroquia no altere drásticamente la estética de esta, no perjudique a otras pastorales ya establecidas, no limite los espacios celebrativos y de reunión de las demás pastorales y grupos, no altere negativamente la vida de la parroquia. Y hay ocasiones en que velar y preservar la parroquia implica mandar lejos a algún presbikiko demasiado entusiasta u obediente a su kikotista o prohibir las kikotizaciones a fin de que no aumente el número de comunidades.

Hay también un punto chistoso, que es que el obispo puede pedir el servicio del Camino para «la formación cristiana» de los seminaristas (art. 18.2). No sé yo dónde se podría encontrar un profesor necatecúmeno capaz de dar formación cristiana, puesto que el mismo Mario Pezzi aseguró sin rubor que él se ordenó sin saber de doctrina cristiana.

Lo chistoso se transforma en pitorreo cuando sucede que los alumnos encargados al CNC estarían obligados a hacer el Camino hasta su ordenación presbiteral.

Y luego está la trampa de los RR.MM. Sobre el papel, el obispo retiene plena autoridad sobre el destino de los presbíteros, pero si se niega a darles licencia para misionar para el Camino, el equipo responsable internacional, en un arranque de sensibilidad, puede dejar tirado el seminario. Lo que demuestra que el objetivo siempre ha sido que los presbis de los RR.MM. sirvan al CNC, no a la Iglesia.

 

12 comentarios:

  1. No obstante y viendo los últimos acontecimientos al respecto de los seminarios RM, muchos me temo que les van a integrar en los seminarios diocesanos y ahí no les va a quedar más remedio que someterse a los dictámenes del obispado en cuanto a formación, pues si bien es cierto que hasta ahora comparten una formación común, también es cierto que dentro de los RM se imparte una formación específica aleccionadora y zombificante para mayor gloria del Amo

    Tiempo al tiempo, ya que los caminos del Señor no siempre son los caminos del hombre.

    Lázaro

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    1. Me parece que entre los obispos ha quedado claro el mensaje de que en el Vaticano no gustan los semivacíos R.M.

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  2. Ya era hora que los supuestos "sacerdotes" del camino neocatecumenale empezarán a recibir una formación Católica, ojalá que esto sea cierto para que esos supuestos sacerdotes (Kiko sacerdotes) dejen de esparcir los graves errores doctrinales y dogmáticos del camino neocatecumenale

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  3. Todos los seminarios del RM, reciben la misma "formación" que los Diocesanos, puesto que la reciben juntos. Lo único que los diferencia es el régimen de vida.
    Los RM viven en "su seminario" con una régimen de vida muy especial y siempre insertados en una comunidad de la ciudad.
    Pero la formación reciba es es la misma, salvo algún "curso" intensivo no lectivo.

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    1. Para ser preciso y respetuoso con la verdad, todos los seminarios RM, reciben además de la misma "formación" que los Diocesanos, una deformación adicional a cargo de kikotistas laicos, rector y demás cargos del seminario.
      De modo que no solo el régimen de vida diferencia a los RR. MM. de los demás diocesanos, también se diferencian en que los primeros preparan a los chicos para ser sumisos a los laicos y a poner al cnc por encima del obispo.

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    2. En los Seminarios RM los chicos neocatecumenales reciben una formación judeo-luterana-kikiana

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  4. Lo peor es que los seminaristas neocatecumenales vienen corrompidos con todas más mañas antiCatolicas aprendidas en sus comunidades de origen.

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  5. Somos testigos de todas las anomalías de los kikocuras, estos supuestos sacerdotes "católicos" le son obedientes primero a Kiko y a los laicos catequistas antes que al Obispo de la zona, esto es algo lamentable y al mismo tiempo patético, con el agravante que los hermanos de las comunidades siguen los nefastos ejemplos de sus kikocuras.

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  6. Los kikos bajo el nombre de "Cooperadores de la Verdad" están en un colegio de Valencia y nos estan discriminando a los miembros de otras parroquias.

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  7. Y los Cooperadores de la Verdad destruyeron a su vez al los Escolapios porque se marcharon bastantes, ya que no podían hacer lo que querían. Están en el colegio, pero también en parroquias.
    Una pena.

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    1. Pero este es un colegio concertado, pagado por todos. ¿Un colegio concertado dominado por kikos? donde se discrimina e invita a irse a gente de otras parroquias, religiones... Desde luego no es lo que aparenta por fuera. Y es muy grave, ya que es un colegio concertado.

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    2. Quizá se podría hacer algo denunciándolo al Ministerio de Educación, si no, mucho me temo que seguirán cometiéndose esas irregularidades.

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