Tostón de inicio de curso 2023-24 (XII)

 

Tras los salmos, es la caducada Ascen quien presenta la lectura (Ap 12, 1-17).

Según Ascen la civilización actual ha dejado de ser humana. Se conoce que en otras épocas todo estaba bien, épocas idílicas cuando la esclavitud era normal y legal, cuando no existía la jubilación ni falta que hacía, porque pocos vivían tanto, cuando era usual que las mujeres murieran de parto o de postparto y también era corriente que de seis hijos o más solo sobreviviesen dos, cuando la mutilación era moral… ¡Qué tiempos aquellos!

No como estos, que son los tiempos de una civilización transhumanista, dice Ascen.

«Vemos cómo el mundo, con este transhumanismo que ya vivimos, está tocando profundamente a la civilización y al hombre, y está traspasando el límite, los límites de la dignidad humana: los científicos están haciendo cosas sin control y no sabemos a dónde pueda ir este transhumanismo».

¿Por qué te proyectas, Ascen? ¿Es que no te fías de Dios? ¿Acaso no predicáis vosotros que todo lo que sucede es porque Él lo quiere? Pues será que Dios quiere lo que estén haciendo esos científicos.

«Lo ideal es que la tecnología, la ciencia sea para el bien del hombre, pero bajo esta premisa entra todo lo que estamos viviendo, que es pavoroso. Por ejemplo: el cambio de sexo de los menores; si uno es libre y puede hacer lo que considere mejor para su bien, entra en esta situación aterradora de la sociedad y sobre todo que tantos desastres está provocando en las familias, entre los adolescentes. Si uno puede utilizar todo para su “bien”, si Dios no existe y es él quien decide qué es lo mejor, nos encontramos con estas situaciones aterradoras».

Por supuesto Ascen ha de recurrir a un asunto espinoso (uno solo) para defender que el presente (todo, entero) es terrorífico. Pero para mí es peor el drama de la mutilación genital femenina, por ejemplo, que es un tema que no importa nada a los jefazos del CNC.

¿Idolatría?

Y a continuación, una vez decretado que hay que combatir contra la realidad social actual, Ascen se lanza a lo de siempre: Carmen que soltó la gran tontería de que la mujer es la fábrica de la vida, Carmen que predijo que el demonio iría contra la mujer, Carmen por aquí y por allá.

«La mujer con esta manzana del poder, de la independencia, del deseo de ser independientes han cambiado el mejor trabajo que es tener un hijo, educar a un hijo, formar un hombre para la sociedad, por ir a trabajar, por tener poder social».

Lo dice una que cambió “el mejor trabajo” por irse a kikotizar por ahí y tener poder sobre unos pobres adeptos.

Y además no es correcto. Llevo más de media vida en un ambiente laboral, y la inmensa mayoría de las trabajadoras se casan, tienen hijos y compaginan profesión y familia. Será porque no están kikotizadas.

«Hoy nos encontramos con este desastre de familias que no aguantan más. Estos días escuché que hay un nuevo tipo de familia llamada DINK, acrónimo en inglés de “double income no kids”, que indica dos solteros sin hijos y con dos sueldos. Nueva tipología de familia: sin hijos y con dos sueldos. Tiene mucho éxito entre gente con estudios, diplomados, con buena situación económica y que se juntan sobre todo para viajar, para pasar la vida: el axioma es no tener hijos».

Seguro que Ascen los conoce a todos para afirmar con contundencia que ni ellos ni ellas quieren tener hijos… O habrá usado la bola de cristal.

Pero a continuación suelta algo que contradice de forma radical y brutal la presunta oposición a tener hijos:

«La consecuencia de esto es el útero de alquiler, la explotación de la mujer y muchas cosas de la bioética, muchos hijos que los padres ricos quieren y no sabemos a dónde va esta ciencia sin ética».

¿En qué quedamos, Ascen? ¿Las parejas quieren hijos o no? ¿Lo terrorífico es ser familia DINK o es haber acudido a un vientre de alquiler porque quieres un hijo? ¿O ni siquiera entiendes que lo primero es contradictorio con lo segundo?

Pues esta secre que no se entera pretende que su mensaje es para que otros entiendan lo que pasa en el mundo:

«Todo esto para entender dónde estamos, qué estamos viviendo: el cambio de sexo -que conocemos todos-, pero nuestros jóvenes, que son débiles, caen en estas trampas, en este malestar en el que se encuentran los adolescentes es muy fácil pensar que la solución es cambiar de sexo, el porcentaje de chicos ha crecido exponencialmente de un modo increíble».

¡Alucinante! Conozco y reconozco que la vida de los hijos del CNC es dura, sobre todo si sus progenitores son de los que ponen a la comunidad primero y a los hijos los consideran ídolos a los que hay que combatir, pero si así entiendo que nadie pueda pensar que la solución a la sensación de que los padres no lo quieren, que solo quieren a la comunidad, sea cambiar de sexo… ¿Para qué? ¿Para poder ir al seminario si eres chica o para ir de chacha salmoneta si eres chico?

«Por eso es bueno todo lo que hacemos por los jóvenes».

Y acto seguido Ascen reparte instrucciones sobre la necesidad de hacer que los chicos vayan a las perekikaciones veraniegas. Así que los pobres hijos ahora no solo están obligados a caminar, también están obligados a veranear en Kikónides. Y los padrinos, donde los adultos toman nota de todo lo que digan los chicos, y si no hablan es peor, porque informan a los padres para que tomen medidas duras contra el “demonio mudo”… A lo mejor por eso tantos piensan que la solución a todo es pedir un cambio de sexo que haga que los padres lo repudien por imposible.

América fue descubierta por los osos, como todos saben

Entonces (esto lo llaman monición a una lectura, no se olvide), Ascen relata otro cuento de ciencia-micción:

«Este movimiento WOKE, que quiere cambiar la historia -en España es muy fuerte: España no descubrió América y no ha hecho nada-. Quieren que la historia de España comience en el siglo pasado. Un movimiento que viene de la ONU y llegará a todas las naciones, que quiere hacer desaparecer la fe, la Iglesia: en el fondo hay un ataque contra la Iglesia y la civilización cristiana».

Y una vez señalado el anticristo con el dedo del acusador, Ascen decide que lo mejor es que ellos dispongan cuál es la historia “real” para contársela a los chicos. Pero para que la treta sea eficaz, hay que cercenar el acceso de los chicos a la gran red:

«Todo lo que hacemos por los jóvenes es bueno porque están expuestos a muchos peligros. Especialmente aquellos que hacen el cambio de sexo, cuando lees el testimonio -puedes encontrar muchos en internet- muchos dicen que comenzaron con internet, viendo la propaganda de cambio de sexo».

Yo uso el ordenador a diario, y el móvil, y nunca me ha saltado publicidad sobre cambio de sexo. Sospecho que hay que buscarla exprofeso, pero Ascen prefiere demonizar la tecnología.

«El peligro que acecha a un menor a través de un móvil es grandísimo, porque detrás del móvil hay muchos que están dispuestos a "matar" a adolescentes y niños. No sólo la pornografía sino que también existen estos peligros. Las estadísticas dicen que la pornografía ha aumentado y que ha bajado la edad de los niños que empiezan a verla. ¿Cómo podemos defendernos? ¿Qué podemos hacer? No le des un arma a alguien que se pueda matar. No le des un teléfono móvil a un niño o menor de edad. Esto es difícil, pero los padres deben conocer estos peligros, los padres que le den un teléfono a un niño o un adolescente deben poner filtros. Y siempre hay que controlarlo».

Si alguna vez hubiese sido verdad la leyenda de que los jóvenes neocatecumenales no fornicaban ni bebían ni se drogaban ni veían porno queda claro que en el presente no es así. De lo contrario no habría ningún problema en que tuviesen móvil ni habría que controlarlos siempre.

A continuación, consciente de que lo que pide es un imposible además de absurdo, puesto que cada vez más los ordenadores son necesarios en las aulas, Ascen se apresura a contar el bulo de que no se sabe quienes en no se sabe qué perekikación quitaron los móviles a sus hijos, y todos contentísimos sin móvil y sabiendo que sus padres lo revisarían como si fuese un calcetín. Y posiblemente borrarían lo que les diese la gana. ¡Qué alegría!

Para acabar la monición, Ascen recuerda a los sufridos padres que su obligación (pero en su libertad, eh) no solo consiste en controlar los móviles, cercenar las RR.SS. de los hijos, vigilar y censurar a sus amistades, obligarles a caminar, forzarles a ir y hablar en garantes y arrastrarlos a las perekikaciones, además tienen que retomar lo de las laudes del domingo, porque los jefazos se han enterado de que hay algunos que no lo practican. Y no cabe duda de que esos tales son los culpables de que los hijos del CNC salgan rana:

«Debemos decir a los padres -tantas cosas dependen de los padres- que hagan bien las laudes del domingo, que hablen a los hijos con la verdad. Algunos no las hacen y esto es un gran daño para los niños».

Lo más dañino para los niños es tener unos padres kikotizados.