Tras el farragoso discurso de la tudelana caducada, Kiko suelta otro rollete sin nada reseñable y a continuación, se supone que para animar a hacer un rato de oración silenciosa, es el presbi Ezequiel (Mario estaba pésimo de ánimo y de analgésicos) quien larga unos cuantos errores manifiestos.
Empieza por recordar la memoria de San Jerónimo, que tradujo las Escrituras al latín en la edición conocida como Vulgata, es decir, “para el pueblo”. Pues pese a la evidencia por él mismo reconocida de que la Iglesia siempre ha procurado poner las Escrituras al alcance de la gente, Ezequiel abraza la consigna kikil y errada de que la Biblia fue arcano hasta el siglo XX:
«Muchas veces repito que uno de los grandes dones que Dios ha dado a la Iglesia a través del Concilio Vaticano II ha sido devolverle la Palabra de Dios. Todo el Medievo, y el mismo Concilio de Trento, es bastante pobre en Palabra de Dios, ricos en teología, si se quiere, pero la vida espiritual de los cristianos no se alimentaba del Libro de la Escritura. (…) El Concilio Vaticano II volvió a poner la Escritura en el centro de la vida de los cristianos, puso este Libro en sus manos, en manos de la Iglesia, del pueblo de Dios».
Ezequiel, razona un poco, si la kikotina te lo permite: ¿Cómo se puede ser “rico en teología” sin conocer la Palabra de Dios? No es posible, pues como decía San Jerónimo, «desconocer la Escritura es desconocer a Cristo». Y quien desconoce a Cristo es paupérrimo en teología.
Pero ya metido de lleno en el mundo alternativo decretado por el CNC, Ezequiel no solo arrincona los Sacramentos para situar la Escritura en el centro de la vida cristiana, lo que es un error, es que además, en un intento de convertir el instrumento inútil en piedra angular, reconoce que el CNC interpreta la Escritura a su bola:
«Nosotros debemos estar inmensamente agradecidos al Camino que durante todos estos años nos ha dado este don, el más grande: abrirnos de año en año, de etapa en etapa, la belleza y la riqueza de la Escritura».
¿Veis? Ezequiel no está agradecido al CVII ni al Magisterio de la Iglesia, sino a los kuentos que recibidos a lo largo de los años y las etapas del CNC.
Quiero pensar que Ezequiel y muchos otros kikotizados no saben lo que dicen, porque si lo supiesen, entonces su cinismo haría parecer un cándido despistado a Diógenes, el que iba por la calle con un farol encendido en busca de “el hombre”.
Comento esto porque solo la ignorancia o el cinismo pueden sostener que la comunidad cristiana solo está en el CNC, cuando precisamente el sentible Kiko anheló la muerte del Papa Benedicto XVI antes que verse obligado a que el CNC se juntase y se sumase a la comunidad cristiana.
Aquí una comunidad |
Ezequiel, cínico o ignorante, lo dice así: «hoy, en el cuestionario, tendremos la oportunidad de reflexionar sobre el otro gran don que el Señor nos da a través del Camino: el don de la comunidad cristiana». Y como ya he expresado arriba, la realidad es muy diferente: el CNC roba a los neocatecumenales el don de la comunidad cristiana.
Lo siguiente es un aldabonazo a los de las primeras comunidades, los que, ingenuamente, confiaban en que ya habían dado bastante: décadas de trípode, de diezmo, de parir hijos para el CNC, de ir de un lado para otro al capricho del sensible, de repetir consignas, de dar espectáculo en las plazas. ¡Pues no ha sido suficiente! El CNC, como cualquier tirano, es insaciable.
«A mí esta convivencia me parece un don enorme, este año en particular, precisamente porque abriéndonos para captar los anuncios que se nos harán, podremos ponernos en camino con una libertad, con una nueva generosidad nueva. Porque veo cómo nosotros, hermanos de las primeras comunidades -lo digo por mí, en primer lugar- tendemos un poco a acomodarnos, a pensar que nos merecemos un poco de descanso. ¡No es verdad! (…)¿Quién podrá llevar a cabo esta misión?»
Lo que traducido significa que las nuevas generaciones no responden y, por tanto, no hay sustitutos.
Cómo comenté en la entrada anterior, el Kkamino es una mentira desde el minuto uno hasta al final, en contra incluso de sus aprobadísimos estatutos. La muestra es que como todo "camino", tiene que tener un principio y un final. Cuando en los 90, no había komus con el itinerario completado, no había mayor preocupación. Recuerdo que en aquellos años yo pregunté por esa circunstancia y me decían, cuando se acaba la comunidad se cierra y se vuelve a la vida de la parroquia...por supuesto eso nunca pasó.
ResponderEliminarLas primeras komus siguen atadas al carro tirando subyugados a una idea que les ha robado todo poder de decisión y por supuesto sin salida, dados los supuestos males que les esperan fuera.
Esa es la verdadera preocupación de los de arriba, que esos primeros kikozombies, salgan y vean la luz ( el mito de la caverna de Platón lo define muy bien) y quieran volver a salvar a los de dentro.
Lázaro.
Si todos esos que han terminado fuesen devueltos a la vida parroquial, el kuervo y sus secuaces, los cefalópodos, kikinerantes, cachorros de kikura y demás ralea, se quedarían con lo puesto. ¿Quién los iba a mantener? Cada vez nacen menos comunidades y, las pocas que nacen, casi solo se mantienen gracias a los "hijitos de" y kikillos en proceso de formación, que todavía no producen bolsas llenas.
EliminarDejar ir a los ya curtidos y cien por ciento kikotizados, sería un suicidio.
Los kikorros están tan alienados y tan equivocados que cuando nos fuimos con mi esposo, gracias a Dios, de esa secta nos preguntaban: Por qué se han ido de la Iglesia y de Jesucristo??
ResponderEliminarEs lamentable y patético ver como para esa gente del camino neocatecumenal la única parte donde esta "dios" es en su secta y además son tan atrevidos e ignorantes que califican a su secta camino neocatecumenal como la única Iglesia.
(ni ellos saben a qué Iglesia se refieren)
Así es, para los neocatecumenales no cuenta para nada la Iglesia Católica y ninguna de sus realidades Apostólicas, ni sus órdenes, ni sus Carismas, ni todos sus movimientos Apostólicos. Ellos se han montado una Iglesia paralela dentro de la Iglesia Católica.... son una perfecta secta muy bien camuflada.
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