jueves, 13 de septiembre de 2018

¿El dios neocatecumenal quiere que tengas cáncer?


27 de julio de 2018

Hola a todos:

Soy Sergio R. C., tengo 41 años, estoy casado con María y tenemos cinco hijos: Isabel, Pablo, Inés, Ana y Miguel. Vivo mi fe en la 3ª comunidad neocatecumenal de la parroquia de San Juan de Mirasierra de Madrid, España.

Escribo esta segunda carta porque estoy recibiendo muchos mensajes tras la primera del día 11 y que copio a continuación. Esa primera carta estaba dirigida a los chicos de la pastoral de posconfirmación de la que soy catequista junto con mi mujer, figura denominada padrinos porque acompañamos en una maduración y profundización en la fe de un grupo de jóvenes a los que llamamos ahijados. La carta se leyó en una convivencia y al hacerse pública comenzó a distribuirse, lo cual ha animado a más gente a rezar por mi.

En la carta hablaba de unos resultados sobre una biopsia pendiente de darme el médico para confirmar si había tenido una recaída en el linfoma T angioinmunoblástico que padezco. Finalmente, el día 23, tuvimos los resultados de la biopsia confirmando nuestras peores sospechas: el linfoma ha vuelto a aparecer, la médula la tengo muy pobre y vacía, y la situación está muy complicada porque no me pueden dar más quimio y hay muy pocos tratamientos que mi cuerpo pueda aguantar.

Hace dos días, los hematólogos de mi hospital y el de otro, me confirmaron que la mejor opción de tratamiento es un ensayo clínico pero en ninguno de los dos hospitales tenían nada que pueda servir para mi linfoma porque se trata de uno muy poco común. Los médicos me animaron a seguir yendo a otros hospitales a ver si en alguno tienen algún ensayo clínico que pueda servir para mi enfermedad.

En la actualidad, estamos visitando varios hospitales a ver si encontramos tratamiento para mi enfermedad y, en su caso, que me lo puedan administrar en el estado que se encuentra mi médula. En palabras del médico, si no recibo tratamiento esto tendrá un final triste y relativamente rápido.

Esta situación tan delicada, mi mujer y yo lo estamos viviendo con bastante tranquilidad. Tenemos una Paz que sólo viene de Dios. Estamos viviendo un tiempo humanamente muy duro, con sufrimiento, pero con una Paz dada por la comunión de los santos porque hay una innumerable cantidad de personas que están rezando por mi. La Paz no te quita el sufrimiento, pero sabemos que Dios está detrás de nuestra historia y que es Él quien conduce nuestras vidas, así que sólo nos cabe confiar en su voluntad, la cual será lo mejor para nosotros y nuestros hijos.

Resultará extraño y difícil de entender para muchas personas, pero ante esta situación de gran incertidumbre y de posible muerte, sólo me sale del corazón AGRADECIMIENTO a Dios. Cuando pienso en la posibilidad de morirme me entristezco al pensar en la separación de mi familia, especialmente de mis cinco hijos y de mi mujer, pero en el fondo del corazón tengo un enorme agradecimiento por todo lo que digo a continuación:

I. Agradezco a Dios, el haberle conocido. No me refiero a conocerle de oídas, sino tener experiencia de su existencia y su amor en mi vida. Cuando Dios actúa hay que querer verle, y conmigo Él se ha esforzado mucho en que yo le vea. Por ello, siempre lo he dicho: me siento el hijo preferido y mimado de Dios.

II. Agradezco a Dios la vida que me ha dado hasta ahora. El solo hecho de haber vivido es para agradecerlo. Le agradezco la infancia feliz que he tenido, la juventud y madurez llena de experiencias buenas. Le agradezco el poder haber vivido una vida muy intensa, en la que siempre me he entregado al cien por cien y por ello he pasado por dos roturas de rodilla jugando al fútbol, una cornada en el cuello por una vaquilla,… Le agradezco a Dios el haberme dado un corazón abierto a los demás y, en casi todo momento, inocente con el que no veía la maldad de los demás. Estoy convencido de que mi vida, incluidas las enfermedades, es una vida envidiable que a mucha gente le gustaría poder haber vivido. Es una vida en la he hecho muchas cosas, en la que he amado mucho y me he sentido muy querido por todos los que han estado a mi alrededor.

III. Agradezco a Dios el matrimonio que tengo y la mujer con la que estoy casado. Hemos tenido nuestras discusiones como todos, pero siempre hemos estado de acuerdo en lo importante, hemos compartido la misma fe y nos queremos con locura, es el amor de mi vida. Como nos dijo un amigo: “mucha gente cambiaría la mitad de su vida por tener cinco minutos del amor que os tenéis tu mujer y tú”.

IV. Agradezco a Dios los hijos que nos ha regalado, y no lo digo porque sea su padre, sino porque son unos buenos hijos, con un corazón bueno y están muy cerca de Dios. Son unos hijos que tienen sus momentos revoltosos, como cualquier niño, pero son chicos sensibles al sufrimiento ajeno, que ayudan a los demás y que tienen una sensibilidad especial en todo lo referente a Dios. Para hacerse una idea, hace poco uno de ellos le dijo a María que no nos preocupásemos porque Dios no nos daría nada que no fuese bueno para nosotros.

V. Agradezco a Dios los padres y los dos hermanos que tengo. Gracias a ellos he conocido a Dios y, en gran medida, soy la persona que soy ahora. Son personas que no he escogido, me las ha puesto Dios en la vida, y me he sentido querido. También lo agradezco porque gracias a ellos Dios me ha preservado de mucho mal.

VI. Agradezco a Dios el resto de familia que me ha dado, de amigos y conocidos que han pasado por mi vida. Resulta difícil que a alguien le ocurra, pero estoy en contacto con todas las personas que he ido conociendo en mi vida (desde mi infancia en el colegio, vecinos de mis lugares de residencia, universidad, primer trabajo, trabajo actual, parroquias por las que he vivido mi fe, etc.), muchos rezan por mi y todos me están apoyando y ayudando. Pocas personas pueden sentirse tan queridas.

VII. Agradezco a Dios todo lo que me ha pasado en la vida, incluidas aquellas cosas que pueden ser vistas y vividas como cosas malas y dolorosas, pero gracias a ellas me he acercado a Dios y ahí es donde me he sentido más querido por Él y donde nos hemos encontrado los dos. Es un misterio que resulta difícil de explicar, pero que sólo lo conoce bien el que lo vive, y yo tengo esa suerte.

VIII. Agradezco a Dios la gran multitud de personas que rezan por mi en todo el mundo. Como dice un tío mío: “Después del Papa no hay nadie más rezado que tú”. Todas estas personas se están sacrificando por mi, lo cual no merezco. En mis oraciones rezo por ellos para que Dios les dé el ciento por uno por todo lo que hacen.

Esta situación no sabemos como acabará. Evidentemente yo voy a luchar por curarme e intentaré por todos los medios recibir algún medicamento que por lo menos pueda contener la enfermedad lo más posible para poder vivir lo más que pueda.

Pero si por un casual Dios quisiera llamarme y llevarme con Él al cielo, es para estar alegres. Es para estar contentos principalmente por dos motivos. El primero es porque el cielo es nuestro objetivo y con lo rezado que estoy y el purgatorio que estoy viviendo, estoy convencido que iré directo al cielo. Aún así, agradecería se ofreciesen muchas misas por mí.

El segundo motivo por el que habría que estar alegres es porque todos tendrías un intercesor en el cielo. Soy una persona que no paro de insistir hasta que consigo lo que quiero, en palabras de mis padres soy como una gotera. Así pues, sólo tendrías que pedir mi intercesión para que me pusiese a trabajar en vuestra ayuda. Si hubiese un patrón para las personas pesadas, ese sería yo. Así que ¡ánimo!

Ha habido personas que no me conocían y han leído la primera carta, pero que les gustaría verme para saber por quién están rezando. Dado que eso es muy difícil, adjunto una foto y de esta forma me ubiquen mejor.

Esta carta es para contar lo que estoy viviendo ahora mismo, compartir mi testimonio, alegrar a quien se encuentre triste y no vea sentido en su vida, y para animar a rezar a los que ya lo hacen y a quienes aún no han empezado o lo dejaron hace tiempo. Así ganamos todos.

Por favor, rezad por mí, mi mujer y mis hijos para que Dios nos siga dando su Paz y sosteniéndonos en todo este combate, que no sólo es físico sino también espiritual. Y, por supuesto, también por mi curación.

Recordad: ¡¡¡¡Dios no se equivoca!!!! por muy duras que parezcan las pruebas.

Muchas gracias a todos y sed buenos.
La Paz.
Sergio

11 de julio de 2018

Hola a todos, ahijados y padrinos:

Soy Sergio y creo que no necesito mucha presentación dado que todos o casi todos me conocéis y estáis rezando por mi desde hace mucho tiempo.

Como sabéis, soy uno de los padrinos de la pastoral, pero no he podido ir a la convivencia porque estoy enfermo con un cáncer desde enero. Me encantaría estar allí con todos vosotros, de hecho tenía tantas ganas que desde septiembre del año pasado me estaba poniendo en forma para meteros mucha caña en esta convivencia… y para que no me dejarais atrás en las marchas. Pero Dios quiere otras cosas que a veces no son fáciles de entender, y de eso es lo que os quiero hablar: de la voluntad de Dios en cada uno de nosotros.

Cuando hablamos de la voluntad de Dios, es fácil comentarlo en la teoría y muchas veces difícil explicarlo con una experiencia personal, pero tenemos la suerte para esta convivencia que Dios quiere que yo esté enfermo y os pueda dar mi testimonio.

Los que estuvisteis el año pasado, no sé si os acordáis pero me tocó dar mi testimonio a las 5 de la mañana antes del camino a la Eucaristía y de rezar el rosario. Os hablé de la voluntad de Dios en la vida de Abraham, también en la mía y de cómo Dios nos pone en camino hacia un destino desconocido para nosotros.

En esta ocasión Dios ha querido que vuelva a estar enfermo, me quiere llevar por un camino de sufrimiento físico del que no sabemos cuál será el final. Pero igual que a mí me tiene sufriendo en esta enfermedad, que es una situación tan difícil, a cada uno de vosotros también os tiene en otros sufrimientos. A lo mejor no son enfermedades en las que os juguéis la vida, o sí, pero todos pasamos tarde o temprano por sufrimientos: algunos tenéis unos hermanos que os hacen la vida imposible, unos compañeros de clase que se ríen de vosotros, un profesor insoportable en el colegio, unos padres que más de una vez habríais deseado cambiarlos por otros más comprensivos que os dejasen hacer lo que os gustaría, hasta en alguna ocasión seguro asistir a la pastoral de padrinos os ha hecho sufrir…
Todos esos sufrimientos los permite Dios porque nos quiere, quiere acercarse a nosotros, quiere estar con nosotros, quiere que nos acerquemos a Él: nos quiere en un camino del que no sabemos el destino.

Seguro que os habéis preguntado ¿y por qué me pasa esto a mí?, ¿y por qué tengo estos padres tan pesados e insoportables y no son como los de mi amigo al que le dejan hacer de todo? ¿y por qué mis padres no tienen más dinero y me pueden comprar más cosas y llevarme de vacaciones como a mis amigos? ¿y por qué la gente se ríe de mí cuando hablo? ¿y por qué tengo este problema, esta enfermedad, soy más bajito que los demás, más gordito o menos guapa?

Yo también me lo he preguntado muchas veces, pero hay una cosa muy importante que he aprendido en este camino de sufrimiento en el que Dios me ha puesto a mí y a toda mi familia y es que la pregunta la estaba haciendo mal. En lugar de ¿por qué? he aprendido que debo preguntar ¿para qué?
Cada uno de nosotros debemos preguntar ¿para qué?, ¿Dios, qué quieres de mi? Y en la oración escuchar a Dios para saber cuál es su voluntad.

Llevo pasándolo muy mal físicamente desde enero, desde que me dijeron que volvía a tener el cáncer. Pero no os creáis que es fácil, que esto está siendo una cruz muy grande, vivo un combate espiritual diario en el que todos los días le pido a Dios aceptar su voluntad sin saber qué es lo que quiere de mí y sin saber cómo va a terminar todo esto.

En este tiempo, Dios me está haciendo muchos regalos, pero el más importante de todos es que mi amor a Él ha aumentado mucho y que estoy aprendiendo a saber para qué ha permitido esta enfermedad que es muy difícil de entender.

Dios ha querido que con esta enfermedad le ayude en la redención, que sea corredentor con Él. ¿Sabéis lo que eso significa? Suena muy raro, pero es tan sencillo y tan importante como que Dios me ha dado una enfermedad, una cruz enorme, un sufrimiento grandísimo para que le ayude a salvar almas para el cielo y le ayude a convertir a los pecadores y alejados de la Iglesia. Y os preguntaréis “¿y cómo se hace eso? ¡venga Sergio, no flipes! Pues os lo voy a explicar de una forma muy sencilla. Imaginaos que un día robas en una tienda, te pilla la policía, te llevan ante el juez y el juez dice; “o pagas lo robado más una multa de un millón de euros o te vas a la cárcel hasta que tengas 70 años”. Como no tienes ese dinero, te condenan a pasar el resto de tu vida encerrado en una habitación pequeña, sin ventana y comiendo siempre lo mismo, pero justo cuando te están llevando aparece un hombre que no conoces y dice: “yo pagaré lo robado por Juan, Ignacio, Isabel, Ana, Elena, Miguel, Ángel, Miriam, Pablo… y su multa de un millón de euros”. Imaginaos cómo de contentos os pondrías y os preguntaríais que por qué un desconocido ha pagado las consecuencias de todo el mal que has provocado.

Pues bien, a mi Dios me está pidiendo que sea ese hombre desconocido que paga las consecuencias del mal que han provocado otras personas. Cuando cada uno de nosotros pecamos, eso tiene una consecuencia en los demás; cuando yo me peleo con mi hermano lo que consigo es provocar una serie de malas reacciones en los demás que se enrabieten y se pelean con otros e incluso que comentan otros pecados. Todo eso tiene unas consecuencias malas que habrá que reparar. Pues ahí es donde entro yo con mi sufrimiento.

Lo que estoy haciendo con estos sufrimientos, es decirle a Dios: “Dios mío, ya que yo estoy sufriendo mucho sin haberlo buscado, coge mis dolores, mi cruz y utilízala para pagar las deudas y las condenas de aquellos que ya han pecado. Coge mi sufrimiento y salva todas esas almas de las personas que no te han conocido o que están pecando y perdónales esa multa que tienen pagar por el mal que han hecho, ya la pago yo por anticipado.”

Un cura muy amigo mío me ha dicho que a veces Dios permite grandes sufrimientos a algunas personas porque quiere utilizarlas para salvar almas y que a mí Dios me ha escogido para esto. Me dice que lo que tengo que hacer es aceptar y querer hacer su voluntad, lo cual al principio me ha costado mucho entenderlo y querer hacerlo porque es muy duro no saber si te vas a curar o no, es muy duro ver cómo toda mi familia está sufriendo pensando que me voy a morir, es muy duro ver que tus hijos lloran porque hay muchas incertidumbres en este camino en el que Dios nos ha puesto y del que no sabemos el final. Pero llevo mucho tiempo que ya he aceptado hacer lo que Dios quiere, y no os podéis imaginar lo feliz que soy, no os podéis imaginar lo tranquilo que vivo cada día, disfrutando cada instante, cada minuto de la vida, aunque no os voy a engañar: no me apetece nada estar enfermo, tener dolores, sufrir… Pero este sacerdote amigo mío me lo explicó muy claro: estamos hechos para el cielo, aquí en la tierra, en esta vida, estamos de paso y lo importante es llegar al cielo y me ha dicho que con todo ese sufrimiento que estoy ofreciendo y del que no veo sus consecuencias, que llegaré un día al cielo y que en las puertas del cielo habrá mucha gente esperándome para darme un abrazo y decirme “gracias

Sergio porque has ofrecido tus dolores y gracias a ello yo me he salvado de ir al infierno”. ¡No os podéis imaginar lo que eso me ha consolado! Lo que eso me ha animado a seguir ofreciendo mis sufrimientos.

Sin embargo, no os creáis que lo que os digo sólo se verá en el cielo, ya hay muchos milagros que se están dando ahora y sé de alguno de ellos. El primero es que muchos de vosotros estáis rezando y pidiéndole a Dios como nunca lo habíais hecho. Otro milagro es que muchos conocidos míos que llevaban muchos años sin rezar lo están haciendo diariamente, pero el mayor de todos es que personas que conozco y no creen en Dios también están rezando por mi. ¿Os lo imagináis que esas personas se convierten, se acercan a Dios, sólo porque yo me he puesto muy enfermo y sin que yo haya hecho nada más que ofrecer?

Este es ahora mi camino en el que Dios me quiere, esta es mi vida ahora mismo. Una vida en la que no hago lo que más me gustaría hacer, como estar con vosotros en la convivencia, sino que hago lo que Dios me pide ahora.

Pensad ahora vosotros qué es lo que Dios quiere de cada uno. ¿En qué situación estáis cada uno? ¿Qué es lo que os hace sufrir? ¿Cuál es tu cruz que crees que te impide ser feliz? Pues bien, preguntaos para qué Dios permite todo eso y qué es lo que quiere de vosotros. A lo mejor es simplemente para que deis un ejemplo cristiano delante de otros que no conocen a Dios, a lo mejor sin necesidad de decir palabras, simplemente con vuestro comportamiento.

Ahora mismo, mira a tu derecha, a la izquierda, delante y también detrás ¿te has fijado a quienes tienes al lado? Pues responde a esta pregunta ¿en qué les has ayudado hoy a cada uno de ellos? ¿Te has fijado si hay algo que les hace sufrir en lo que le puedas echar una mano o serle de consuelo? Dios nos pone personas en nuestro camino, como a Abraham, y ¿nosotros qué hacemos? A lo mejor sólo tenéis que ofrecer vuestros sufrimientos por ellos…

Cada uno tiene que buscar la respuesta en la voluntad de Dios y así podréis vivir felices aún a pesar de todo lo que os hace sufrir.

Que sepáis que también estoy ofreciendo mis sufrimientos por la pastoral de padrinos, por esta convivencia, para que tengáis un encuentro con Dios, y por supuesto y en especial, ¡¡¡¡lo ofrezco por mis ahijados!!!!

Os quiero a todos y rezo por vosotros.

Seguid rezando por mí porque este viernes me dirán si ha reaparecido en cáncer y si tenemos que volver a empezar con más medicaciones algo más fuertes.

Recordad: ¡¡Dios no se equivoca!!

Unidos en la oración. La Paz.
Sergio

29 comentarios:

  1. El cancer es una enfermedad que no deseo a nadie, es algo terrible, tanto para la persona que padece como para los familiares y amigos. Una verdadera lastima para el señor Sergio.

    Poniendo de lado la enfermedad, y todo la pena que pueda causar, es completamente detestable la manera en que escribe, se contradice en cada oracion y con una superioridad que lo unico que hace es utilizar la enfermedad para vanagloriarse y decir que otros tendrian envidia de lo que tiene y de lo que le pasa. Realmente la neoprogramacion es aberrante, tanto que algo tan triste como el cancer se puede utilizar para gloria del cnc. Aberrante

    Christian py

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    1. El aberrante eres tu religioso de misa de 12.

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    2. Porque soy aberrante?

      Porque doy mi opinion en cuanto a un sistema determinado de lavado de cerebro? o porque solo lo dices tú desde el anonimato?

      Christian py

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    3. El caso, según la neopedagogía, es que si Sergio tiene cáncer (lo que es muy lamentable) ello es prueba de que es un soberbio. Os recuerdo las palabras exactas de su sensibilidad sobre el tema:

      "Mira, ¡considerate el último y el peor de todos! No sea que te llegue algo muy grave, que te va a venir para salvarte porque eres tan soberbio que te tiene que vernir algo muy grave, no solamente un cáncer, algo peor quizás."

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    4. "Mira, ¡considerate el último y el peor de todos! No sea que te llegue algo muy grave, que te va a venir para salvarte porque eres tan soberbio que te tiene que vernir algo muy grave, no solamente un cáncer, algo peor quizás.

      sin embargo kiko sigue sin cancer, y cualquier vicisitud de la vida se la achaca a otros con rabia, y unas simples magulladuras en las manos por coger ladrillos ya las considera equiparables a las llagas de jesucristo.

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  2. Angel de Dios: y tu familia carnal? y tus parientes? ¿te acuerdas de ellos? Hay hay hayyyyyyyyyyy.

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  3. AHHHH pero eso si, si alguien que haya dejado el k-mino se llega a enfermar o le pasa algo, ahhh eso es un castigo de Dios por haber abandonado, si para eso sirven los acontesimientos trajicos, si estás dentro del cnc es una bendicion y te convierte en santo automatiko, pero si estás fuera sirve para dar miedo a los de dentro. Espantoso

    Christian py

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  4. ¡Qué triste debe ser eso de "vivir la fe" en una comunidad! Con lo bonito que sería vivir la fe en la familia, en el hogar, en la Iglesia entera y el pobre se ve reducido a tener que vivirla en esa cosa que llama la comunidad.

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  5. Venga que estos religiosos de Cruxsancta se escandalizan del sufrimiento. se nota su religiosidad y su alejamiento del Resucitado.

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    1. El primero que se escandaliza del sufrimiento es tu gurú que se cree un mesías.
      Por eso tu gurú considera que el cielo es en esta tierra, lleno de dinero, gastos y lujos, segun tu gurú gastar dinero esta bien y es lo que te da la dignidad.

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  6. Deseo que Sergio se recupere del cáncer físico, pero sobre todo que se recupere del kamino que es el peor cáncer, porque ataca al alma...
    Cuando eso ocurra, Dios lo quiera, recuperará la humildad perdida y dejara de ser como el fariseo del Evangelio en sus plegarias para parecerse mas al publicano, y así si vivirá su enfermedad en cristiano porque Dios le justificará.
    Es acojonante que se vea directamente en el cielo, porque él lo vale...
    Mucha pena me da este hombre porque cree que realmente vive la Fe de Cristo.

    En Cristo
    Aurora

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    1. Muy fuerte el comentario.
      Rebosas por todos los poros cercanía, solidaridad, empatía, amor... eres todo un ejemplo para los seguidores del blog.

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    2. ¿Por qué, si no es kika? Precisamente son los idólatras de kk quienes practican un inmenso amor, solidaridad, empatía, pero todo desde la más absoluta hipocresía y falsedad, sintiéndose y declarándose siempre mejores que el otro, que es Cristo.

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    3. Esperpento, lo tuyo no tiene otro nombre.

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    4. El auténtico cristiano lo que hace es despreciar su enfermedad, porque sabe que eso ES UNA TONTERÍA COMPARADO CON VIVIR ETERNAMENTE EN EL INFIERNO.

      Por eso el sufrimiento mundano le desprecia, y tan sólo le preocupa si ganará o no ganará el cielo.

      En cambio en el kamino desprecian públicamente el sufrimiento (internamente quien sabe si lo aguantan), y predican a los cuatro vientos que van a ganar el cielo sí o sí, y eso les consuela.


      Ahí está la diferencia entre la fé en jesucristo, y la fé en un loco.

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  7. A pesar de la compasión y empatía que se puede sentir por esta persona enferma, de la solidaridad en el sufrimiento y el dolor y con todo el respeto debido hay que señalar algunos errores en su carta:

    Entiendo que lo que menos necesita una persona enferma es, además, entrar en una depresión, cosa bastante fácil de hacer, pero de ahí a prácticamente considerarse salvado por el dolor padecido… ¡No sé! Pero me parece una afirmación excesiva. También la de asumir el rol de corredentor.

    Comprendo lo que dice san Pablo: Los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Pero de ahí a interceder por los demás y asumir el papel de canonizado en vida, me parece que la cosa va muy lejos.

    En buena onda, a esas, sus dos cartas, le faltó un poco de pulimento. Todos estamos en situación parecida, conscientes de que “morir tenemos”, pero eso no hace a unos más santos que a otros.

    La foto con la reliquia del Padre Pio se me hace tan de religiosos naturales, de beatorros de misa de 12, que le luce como a un burro un sombrero.

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    1. al cielo no se entra sin sufrir, eso decia padre pio.
      Pero no se entra al cielo por tener una dolorosa enfermedad común.

      En cuanto a la reliquia del padre pio... no se puede decir alegremente que ese hombre tenga un guante de pío, ESO HAY QUE DEMOSTRARLO¡¡¡

      me parece que es una falsa reliquia pero bueno...

      mas que ponerse supuestas reliquias de santos, que haga como el padre pío REZAR EL ROSARIO CONSTANTEMENTE DESDE QUE SE LEVANTA HASTA QUE SE ACUESTA.

      lo peor de todo es que ese pobre kiko desconoce que un simple ayuno es capaz de curar un cancer, pero claro, en el camino les enseñan que la vida es una fiesta constante y que hay que bailar y comer copiosamente comida digna ( cuanto más cara mas digna).

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  8. Siento mucha empatía y ternura hacia Sergio, pero no estoy de acuerdo con algunos de sus pensamientos. Se ve, a través de sus cartas, el adoctrinamiento tan agudo que ha recibido de parte del CN.

    Primero: Dios no manda el cáncer ni es su voluntad. A quien le toca, le ha tocado. Otra cosa es que Él lo permite, como permite todo cuanto nos sucede en la vida. La enfermedad, el sufrimiento y la muerte forman parte de la vida y son consecuencias del pecado de Adán.

    Segundo: Si bien nuestros sufrimientos aceptados y ofrecidos tienen carácter expiatorio tanto para sí mismos como para los demás, eso no significa que nos ponga de forma inmediata en la santidad y en el cielo. Veo en él cierta presunción y arrogancia, y mucha falta de humildad.

    Los Santos no actuaron así. Siempre se sintieron pecadores, una completa nada, incapaces de todo lo bueno, y ni mucho menos se pusieron la etiqueta de ser co-redentores.

    Rezaremos para que se recupere y salga de ello. Nadie estamos fuera de esta enfermedad, o de otras.

    Y quiero matizar lo que dice Christian Py: que ninguna enfermedad es una bendición dentro del CN, y tampoco una maldición fuera de del mismo.

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    1. Buen día estimado anónimo 14 de septiembre de 2018, 4:16

      Quiero comentarte nada más que soy testigo en muchas ocasiones donde los katekas ponen de ejemplo y de santos en vida a muchos que padecen enfermedades dentro del cnc, y también soy testigo de muchisisisimas veces que las desgracia que les ocurre a la gente que sale, ya sea enfermedad, accidentes, perdida de trabajo, tragedia de cualquier índole que pasa a cualquiera, es tomado de ejemplo y dicen que por que salió del cnc les va así, porque no quisieron obedecer, y lanzan incluso profecías sobre la vida de los demás. Simple y sencillo.

      Christian py

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    2. quien esta en el kamino, se santifica si sufre por cualquier cosa comun.

      quien no está en el camino, dios le castiga con cualquier sufrimeinto común.

      ahi tenemos a karmen, unamujer que sufrió psicológicamente toda la vida, y por ello la consideran santa.

      o otra chica del kamino, que muríó asesinada a manos de un famoso violador -asesino, y se han empeñado en beatificarla.


      pues no, SANTO ES QUIEN DESPUES DE UNA PROFUNDA Y LARGA INVESTIGACION ( MUCHAS VECES DE AÑOS O DÉCADAS), SE PRUEBA QUE TENÍA UNA VIDA CRISTIANA EJEMPLAR.

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  9. Pues sí, la verdad es que desde el deseo y la oración para que pueda recuperarse, y desde la experiencia vivida al respecto de la cercanía de la muerte, he de decir que ese «lenguaje Neokatecumenal»(que me decía la impresentable de mi katekista que había que ir adoptando a medida que se avanza), es el que echa por tierra, para mí su experiencia.

    Me recuerda mucho, muchísimo, a aquel intento de beatificación de aquella chica del Kamino, desgraciada víctima mortal de un violador, a la que se quería elevar a los altares porque "no se habia resistido" a su agresor, despreciando con tal afirmación al resto de mujeres en similares circunstancias, como si el resto, resistiéndose o no, hubiesen sido menos santas...

    Pido, no obstante a Dios, que pueda recuperarse (por Gracia de Dios y no por milagro de ser del Kamino) y si no, que le conceda (como se pide en la oración de Completas) una Muerte Santa.

    Lázaro.

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  10. Yo creo que cuando habla de la voluntad de Dios con respecto al cáncer se refiere a que entra 'dentro' de su voluntad, es decir, en la historia que Dios tenía preparada para él pasaba por tener esta enfermedad, al menos así lo entiendo yo.

    Es cierto que el lenguaje puede ser demasiado beatifico, por decirlo de alguna manera, aunque yo no dude de que efectivamente Dios le esté dando paz y sosiego para sobrellevarlo, he visto a mucha gente con cáncer terminal bendiciendo a Dios y aceptando su muerte, creo que la gracia de Dios aparece para acompañarnos en esos momentos.

    Lo que no me parece tan aceptable es la difusión de la carta, a mí me llegó este verano también, yo creo que es un testimonio que debería de haberse quedado en su círculo cercano, es que hasta lo he visto publicado en portales de internet. No sé, es mi opinión, a mí desde luego no me gustaría hacer tan público algo tan íntimo.

    Saludos, Raquel

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    1. Pero el proselitismo es lo que manda, aunque se trate de hacer pública la enfermedad terminal de uno de los adeptos.

      Lo mismo hacen cuando se trata de ocho cesáreas (o las que sean) practicadas a una misma madre, o cuando proclaman sin vergüenza las dificultades o la supuesta precariedad de una familia en misión (que, por otra parte, ha decidido esa misión voluntariamemte, no es obligación) o cuando a kk le faltaba el aliento y casi se desmoronaba al subir una colina en uno de sus shows, durante la gira promocional en las Américas.

      Todo propaganda, todo "y yo más, y yo más todavía". Sufrimiento a la carta en el reino de la cantidad.

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  11. Patético y lamentable que este hombre en el umbral de la muerte siga trepado en el tren del mame. Pobres de sus hijos. Una pena.

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  12. Oído ayer a un presbítero del CNC durante la homilía: "Dios nos manda cruces"

    En efecto, esta entrada no es un invento de Cruxsancta

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  13. Hola a todos:

    Soy Sergio, el que escribió las cartas, y gracias a Dios aún sigo vivo.
    Siento que las cartas las hayáis leído porque está claro que no iban dirigidas a vosotros. Pero aún más, siento que os molesten tanto.
    Es la primera vez que veo este blog y lo único que veo es resentimiento contra el Camino Neocatecumenal. Sólo dedicáis vuestros esfuerzos en decir sandeces y cosas contrarias a la verdad y al catecismo de la iglesia católica.
    Os recomiendo aprovechar vuestro tiempo y esfuerzo en hacer cosas positivas en lugar de criticar a un enfermo y de si tiene o no fe. Si alguno tiene intención de conocerme que lo haga y luego que critique con conocimiento de causa, pero que me critiquen por dos cartas...
    Podría rebatir todo lo que decís con el Catecismo y con lo que dice el Papa, pero no hay más ciego que el que no quiere oír.
    Rezaré por vosotros.

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    1. Te aconsejo que te apliques tu medicina. ¿O no te das cuenta de que rezumas resentimiento contra quien no te baila el agua? Solo dedicas tus esfuerzos en decir sandeces y cosas contrarias a unos amadísimos hermanos tuyos a los que no conoces de nada. Y esos a los que no conoces, ya tu sabes, son Cristo.

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    2. “Soy Sergio, el que escribió las cartas, y gracias a Dios aún sigo vivo.”

      Bien por ti.

      “Siento que las cartas las hayáis leído porque está claro que no iban dirigidas a vosotros. Pero aún más, siento que os molesten tanto.”

      Si las cartas están disponibles en internet, es evidente que están dirigidas a todo el mundo. En todo caso, lo que molesta no son las cartas, sino las ínfulas de excepcionalismo y de cristianitos de élite que ustedes mismos se dan.


      “Es la primera vez que veo este blog y lo único que veo es resentimiento contra el Camino Neocatecumenal. Sólo dedicáis vuestros esfuerzos en decir sandeces y cosas contrarias a la verdad y al catecismo de la iglesia católica.”

      Si es la primera vez que ves el blog, dudo que tus acusaciones de resentimientos tengan base. Lo mismo con tu última parte del párrafo, estaría bien que si vas a llamar mentiroso a alguien, señales donde están las mentiras.

      “Podría rebatir todo lo que decís con el Catecismo y con lo que dice el Papa, pero no hay más ciego que el que no quiere oír.”

      Kikónides, el planeta donde los ciegos que no oyen y los sordos que no ven se dedican a rebatir con el catecismo y con lo que dice el Papa.

      “Rezaré por vosotros.”

      Ah, ok.

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    3. Hola, Sergio

      Me alegro mucho de que sigas vivo. Me gustaría que estuvieras vivo en todos los sentidos, pero el ansia que muestras por decir mal de personas a las que no conoces de nada -ni tan siquiera de dos cartas- me hace pensar que tú no eres hijo de la luz, sino del acusador.

      Por cierto, el acusador se conoce de pe a pa la Biblia y sospecho que el catecismo, también. Pero lo usa para el mal. Ya sabes, mal-decir, mal-meter, mal-hacer...

      Recuerdos a tu suegro.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.