Segundo escrutinio (X)

«Monición al canto: "He esperado en el Señor"

Cantaremos: "He esperado en el Señor". Lo cantamos junto con Jesucristo, es Él quien lo canta por nosotros. Él ha esperado en su Padre, ha esperado: "Y Él hacia mí se ha inclinado, ha escuchado mi grito, me ha sacado de la fosa de la muerte". De hecho, en nosotros se cumple y nos "ha sacado del fango de la ciénaga". El pecado es como un pantano y el hombre no puede salir, se queda atrapado, pegado, no puede liberarse, se siente hundido: hay gente que nunca se libera.»

Los neocatecúmenos, sin ir más lejos, que no pueden dejar de hacer el mal que no quieren y de ser los “pedores” de todos.

«"Me has sacado del fango de la ciénaga y has puesto mis pies sobre la roca", no sobre algo pegajoso, sinuoso, siempre dudoso: será verdad, será algo serio, estaré en la verdad o no, siempre con esta no-felicidad en lo profundo del espíritu del hombre, porque donde se da el secreto de la felicidad es en lo profundo del espíritu del hombre.

Hay gente alienada consigo misma que nunca toca este trasfondo de sí mismo que es el espíritu del hombre. Sabéis que todos seremos juzgados en la rectitud del corazón, en la  sinceridad profunda de la intención, en donde el espíritu humano, donde se da la fe; la fe es que el Espíritu de Cristo resucitado testifica a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.»

Eso es algo inalcanzable para quienes pasan su vida juzgando a su prójimo, que es Cristo. Y para muestra del juicio severo contra el prójimo, el siguiente párrafo.

«En el fondo, el kerygma, la catequesis, quiere tocar este fondo. Mucha gente vive periféricamente, nunca han descubierto que tienen un espíritu, creen que sólo tienen un cuerpo que cuando hace calor suda, cuando tiene sed bebe, cuando se aburre va al cine, cuando no se siente amado quiere hacer el amor, etc., sólo así y sólo piensa en pasarlo bien y si para pasarlo bien necesita dinero quiere ganar dinero, y busca trabajo y si no te gusta quiere uno mejor, y si se le antoja una chica se va con la chica, así, a este nivel, no se dan cuenta de que tienen un espíritu.

Y después suele descubrir que no es feliz, que no sabe lo que le pasa y luego cuando no se siente bien pagado en el trabajo lo deja, se siente destruido interiormente; después si la chica no va como él piensa se siente enojado, además tiene otros problemas con sus padres... Él creía que su problema se resolvía así: pero no basta con irse de casa porque su madre le pone la cabeza así de grande. No basta, no basta con irse de casa porque la mujer no te contenta... No es suficiente decir que la felicidad es una utopía... Descubrir este Espíritu, hermanos, y decir: "Aquí está mi pie sobre la roca, sobre Jesucristo, ha hecho seguros mis pasos, en un camino de salvación". En este salmo de nuevo repite "no quisiste sacrificios ni oblación, por eso me has abierto el oído..."

Entonces, como Dios no quería sacrificios, que una persona vaya al templo y haga ritos -hay personas que tienen un sentido de la religión así, que de la misma manera que Dios creó la naturaleza, así que 6 días trabajan para ellas y entonces el domingo tienen que trabajar para Dios- esto Dios  no lo acepta.»

¡Cómo no iba a estar Donki al tanto de lo que Dios acepta y de lo que no acepta!

«Por eso: "Me has abierto el oído, no has querido víctima por la culpa", no acepta el cordero, ni sacrificios para reparar la culpa, por eso he dicho: "Aquí vengo a hacer Tu voluntad". Cantamos esto, hermanos.

Monición al canto: El sembrador.

Ahora haremos el canto de "El sembrador". Veremos que esta mañana todo está centrado en la Palabra de shema. La palabra shema es una palabra hebrea que significa "Escucha": "Escucha Israel, el Señor tu Dios es el único Señor, amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con todo tu alma".

Para Israel alma significa vida, con todo lo que tú eres, en el espíritu del hombre, donde el hombre no quiere perderse a sí mismo; con toda su fuerza significa con todo su trabajo. Vemos que esto que es el centro del Antiguo Testamento se ha cumplido perfectamente en Jesucristo, e incluso aquí en esta palabra sucede esto.

Es decir, quien escucha... Las bienaventuranzas son terribles ante el Evangelio, ante el anuncio... Aquellos que escuchan sin comprender, sin saber, porque se revuelven contra sí mismos, contra la historia: no entienden, no quieren entender, no quieren escuchar, son la semilla que cae en el camino, porque tienen el corazón lleno de murmuración. Murmurar significa juzgar; y murmura del otro y está juzgando las cosas malas del otro porque no se soporta a sí mismo, su vida, lo que le ha sucedido, los hijos que tiene, la esposa insoportable que tiene, el trabajo; ama la vida y lo que no entiende, no quiere entender, no lo acepta: ¡claro! Porque comprender a Dios significa aceptar la propia historia, entonces mejor ponerse en una posición de rechazo total y decir: "No entiendo, no entiendo nada, no comprendo nada. Estoy en la confusión más completa". ¿Quién dice esto ha resuelto algo?

Entonces, a estos, la palabra, la semilla cae y se la llevan los gorriones porque no entró en la tierra, no se filtró en la tierra, no penetró en el hombre, la palabra está ahí. Esta es la primera tentación, la del corazón: "Ama a Dios con todo tu corazón". Otro caso es aquel que cae entre las piedras: son los que dan la bienvenida a la palabra, pero no hay tierra. Son los que acogen la palabra en una convivencia, como os digo a vosotros, porque le gusta, porque la palabra es bella, se proclama la palabra con fuerza y quien la predica parece que cree verdaderamente, pero luego toma de la palabra sólo lo que le gusta, sólo lo que lo construye, porque toda su vida está centrada en su paz, en pasarlo bien. En tanto que la comunidad te va bien, te ayuda, te construye, te resuelve los problemas, todo va bien y tú estás dispuesto. Pero cuando aquí dentro se arriesga la vida, cuando llega la persecución por culpa del Evangelio, viene a descubrir que "¡Ah, no! ¡No estoy allí!" Entonces se entiende: la parte que cae en las piedras son aquellos... es decir, "Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma" significa con toda la vida, dar la vida, por el amor suyo, arriesgarse por esto.

La tercera: "Amar a Dios con todas las fuerzas, con todo el dinero, con todo el trabajo", cuando dice el Señor: "las espinas", ¿qué son? Son quienes escuchan la palabra, la escuchan con alegría, pero después las preocupaciones de la vida, la riqueza la asfixian, está claro. El shema es un escrutinio. Jesucristo fue puesto ante este escrutinio; incluso Jesús dice: "La Palabra es un escrutinio, es donde se ve a las personas".»

Ya estamos con citas falsas. ¿No es así, Moni?

«Bueno, hermanos, esto nos ayuda a no murmurar en el corazón, a no tener una piedra en lugar de corazón, sin tierra; ni ser espinas que sofocan la palabra por los problemas del trabajo, por los problemas de la vida... Sino que seamos la tierra donde Jesucristo pueda crecer en nosotros hasta llegar a germinar, a su naturaleza.

Oración del presidente (en pie)»