Oración del presidente
Padre nuestro
Bendición
Monición al silencio
Se acuestan en silencio hasta las Laudes de la
mañana siguiente.
Más tarde, Kiko dice a los catequistas presentes
que deberían haber leído la última parte de Lc. 12, de la que se habla en la
monición.
Los responsables de las comunidades proporcionan a
los catequistas la lista de su comunidad para que los catequistas formen grupos
para el cuestionario de la mañana siguiente (separados esposas y maridos, hijos
y padres, etc., para tener más libertad en el cuestionario).»
Absurdo total,
porque luego el escrute se hace ante esos mismos que han sido apartados “para
tener más libertad”.
«SÁBADO POR LA MAÑANA
LAUDES
Salmos del día con sus consiguientes tres cantos.
El tercer canto del siervo de Yahvé dice: “Me has
abierto el oído para que pueda escuchar como un discípulo”.
Sabéis que ser catecúmenos significa tener el oído
abierto. Hasta ahora habéis estado en el pre-catecumenado, un tiempo en el que
la Iglesia no reconocía en vosotros que tuvieseis el oído abierto.»
Falso,
jamás la Iglesia me dijo que tuviese el oído cerrado, ni mucho menos que para
abrirlo hubiera que escuchar, lo que es imposible al oído cerrado, un
kikokumenado completo.
«Entrar en el catecumenado significa tener tu oído
abierto no porque ahora escuchas la palabra, sino porque significa algo mucho
más importante: haber entendido que Dios habla con nosotros a través de la
historia y por lo tanto no murmuráis ya más de vuestra vida.
El que no tiene el oído abierto, murmura contra
Dios, porque le culpa de los hechos que no le gustan; como murmuraba el pueblo de Israel en el desierto.»
Como
murmura Kiko de tantos “que le persiguen”, de los obispos endemoniados que le hostigan,
de los curas cuya fe no interesa a nadie, de quienes no le obedecen… Va a ser
que tiene el oído cerrado y no reconoce a Dios en los acontecimientos que le
incomodan.
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El
cristianismo de templo no existe. Pero el kikismo de salón (uterino, por
supuesto), sí. Y es totalmente contrario al Espíritu abierto de la Escritura.
«Todos los Salmos dirán lo contrario: "No
quisiste sacrificio ni expiación, por eso me has abierto el oído, así que le
dije: 'Aquí vengo para hacer tu voluntad'". Esto es lo que Jesucristo quiere decir.
Dice el Señor: "¿Qué me importan vuestros cantos,
vuestras liturgias, vuestras asambleas santas? ¿vuestros altares y sacrificios
que me importan, si después tenéis las manos llenas de inmundicia, sucias, si
sois ladrones, egoístas, malos?"»
Una vez
más, el recurso a la cita falsa. A ver esta vez como la pifia Moni intentando
defender lo indefendible.
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Este tipo
no tiene ni idea de lo que es una religión. Porque todas ellas buscan dar
respuesta al ansia de trascendencia y de inmortalidad del ser humano. Y eso es
algo que nada tiene que ver con la comodidad.
«Ninguna religión es una alienación: todas las
religiones sirven para las cosas prácticas, para sanar a los enfermos, para ayudar
a las fuerzas superiores del hombre;si no sirven para esto, ¿para qué sirven? Si vas a un pueblo africano, te dirán que en su
religión tienen una ayuda inmensa, que sin su religión no podrían responder a
los grandes fenómenos de desastres, enfermedades, muerte, pero con la religión
tienen una forma de comunión, de koinonia, con la naturaleza, con los terremotos, con tantas cosas… pero
el cristianismo supera a la religión. La religión es sólo una fase: importante, pero simple, egoísta: la religión me sirve a mí.»
Debe ser
que para algunos tipos hacer a Dios responsable de los terremotos les es de una
utilidad personal que lo flipo en colores. Menuda sarta de tontadas.
«Ser catecúmenos, quiero decir, es haber superado cierta
etapa, comprender que no estamos aquí sólo para resolver los problemas de
felicidad o infelicidad.Dios te ha llamado, como a Abraham, con lo que más anhelaba,
pero después tendrá que cambiar esta proyección de sí mismo, Dios tendrá que
purificarlo para conducirle a la promesa, al pueblo, exactamente lo que el
Señor hará con nosotros.
Cantemos al Señor para que abra nuestros oídos. Las Laudes se hacen cantando juntos con Jesucristo: los salmos son la oración que Él hace al Padre a través de la Iglesia. Cristo es nuestro líder y nosotros somos Su pueblo, Su cuerpo, y Él en medio de nosotros eleva este canto.»
y mientras tanto, mi familia en las con vivencias de principio de curso, como si aquello fuera algo religioso y gozoso. Pobres engañados...
ResponderEliminarTu familia será un signo de contradicción para que te conviertas y creas en el Evangelio.
ResponderEliminardi que si, noni, no estoy convertido ni creo en el evangelio, que sabras tu...
Eliminar¿Y la tuya, noni? ¿De qué es signo la tuya?
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