Publicidad del Camino Neocatecumanal - Pascua 2017 (I)

Por deferencia de los colegas italianos, he tenido ocasión de comparar la versión española del mitin publicitario de Pascua 2017 con la versión italiana. El primero dice ser una versión “corregida” de lo que Kiko largó por la boquita el 7 de abril en Santa Catalina Labouré, mitin en el que inexplicablemente no estuvo presente ningún representante del obispo ni de la Conferencia Episcopal Española; el mamotreto italiano, que procede de lo que se escuchó en 9 de abril en el RM de Roma, no dice haber sido corregido, pero sí detalla que en la sesión de Roma estuvo presente un único obispo, el de Aviñón.

Como es tradición, en ambas ocasiones arranca el mitin publicitario del Camino con el consabido yo-me-mí-conmigo-para mí-siempre yo:

El gato no se hace el sufriente

«¡Ánimo chicos! Como sabéis vengo de un viaje apostólico que hemos hecho en América comenzando en Canadá, en Montreal, donde hemos tenido un encuentro con las comunidades de Canadá; después hemos pasado a EE.UU., a Baltimore; después a Denver; de allí a S. Juan de Puerto Rico, que era una de las pocas naciones que no conocíamos; de S. Juan de Puerto Rico hemos ido a Santo Domingo; de allí a Managua, Nicaragua; y de Managua a Caracas; a Méjico. Ocho naciones. Os hemos preparado un pequeño resumen de catorce minutos.»

Nota aclaratoria: Canadá, EE.UU., México, Puerto Rico (estado asociado a EE.UU.), República Dominicana, Nicaragua y Venezuela dan un total de siete naciones. Obviamente el octavo país, cuyo nombre se omite, fue Kikónides.

«Después, sabéis que hemos hecho un fresco enorme en la iglesia del Redemptoris Mater de Roma. Y quisiera haceros un regalo; también un video de ocho minutos sobre este fresco.»

Que traducido del kikoleño al español viene a ser: como no le dejan destrozar más templos cristianos, se tiene que conformar con deformar la estética de los RM.

«Espero que el Señor me ayude. Ha sido un itinerario muy fatigoso y estaba mal físicamente porque estaba exhausto. Después me dio el mal de altura, en Denver, y no podía dormir porque está a más de mil metros de altura y estuve toda la noche sin dormir, sentado en la cama, que no podía respirar. No obstante todo, después resulta que en Caracas, nos obligaron a hacer el encuentro por la mañana, por la seguridad. Y estuve tres horas a pleno sol, de las 12 a las 14 con el sol de Caribe.»

Aclaración metafíkika: No hay error en las tres horas transcurridas de 12 a 14, porque justo a las 13 se paró el sol durante una hora.

«¡Os podéis imaginar! ¡Se me quemó la cara! Quemaduras de 2º grado, no podía dormir.»

Efecto solar

Explicación científica: quemadura de 2º grado es la que afecta tanto a la epidermis como a la dermis. Y si se produce en la cara, es de visita obligada al médico. En suma, no sabe lo que dice o no le importa saber que lo que dice es falso. Otra observación: en el original no corregido italiano, en presencia del obispo, no presume de quemaduras de 2º grado en ninguna parte del cuerpo.

«O sea, que he predicado el evangelio crucificado, siempre sufriendo; en cada encuentro antes tenía que sufrir. Pues bueno, no hay más remedio que aceptarlo y ofrecerlo al Señor.»

Fíjate, hace lo mismo que los despreciados moralistas buenecitos de misa de 12 que ofrecen al Señor sus sufrimientos.

«De todas maneras, los hermanos nos han dicho que ha sido maravilloso. Podéis ver la cantidad de hermanos: 20 mil en un sitio; 25 mil en otro. O sea que fue maravillosa la presencia del Señor. Y los catequistas nos han dicho que los hermanos han estado muy contentos. Y sobre todo un fruto muy grande es, que muchos hermanos que habían dejado el Camino, han venido a este encuentro y todos se han incorporado al Camino de nuevo.»

No por casualidad, ni uno solo se ha incorporado a la Iglesia.

A continuación, el yo-me-mí-conmigo cambia de rumbo para exponer la nueva teoría de que la Iglesia necesita ser salvada; pues si bien en el mamotreto de inicio de curso gritaba a la asamblea que las parroquias no se salvan ni son importantes, que lo importante es el hombre, ahora resulta que es vital salvar a la Iglesia y que lo único que puede salvarla es “su” arte; así que no será Dios, ni los Sacramentos los que salven nada, sino las feas y monótonas pinturas siempre iguales de un ególatra que pone a otros a pintar “en su nombre” y que se arroga a sí mismo el derecho a ser el único que firma lo pintado.

«Habéis visto que yo sobre los iconos de oriente he aplicado toda la pintura moderna de Matisse, Braque, Picasso, etc. O sea, que he dado vigor a los iconos, tienen otra textura y fuerza… Esperemos que lo pueda inaugurar el Santo Padre.

Esto sí es una obra de arte de Dios

Pero quisiera haceros un regalo, como recuerdo de esto (los seminaristas, que en el Camino están para hacer de camareros y de chicos de los recados, reparten una estampita del “kikono” salvador), os regalo esto por una razón: porque Dios me ha inspirado muchísimo el rostro de Cristo y aquí he puesto un escrito aquí que dice: «Solo una nueva estética salvará a la Iglesia». Veis esta estética. La Iglesia católica no tenía imágenes. Apenas tenemos las imágenes de Semana Santa, que son esculturas del barroco, etc.»

No importa que sea mentira, no importa que la imaginería cristiana sea espectacular y abundantísima. Los loritos del Camino repetirán que es inexistente la imaginería católica. Por cierto, en la versión italiana, obispo presente, no arenga a la asamblea con el cuento de que es él por medio de sus pintarrajos quien lo va a salvar todo.

«Hoy no hay imágenes que expresen el contenido de nuestra fe. Y aquí delante he puesto toda la Corona mistérica, son todos los misterios de nuestra Salvación, todos. Son dieciséis: la segunda venida de Cristo; y abajo está la Santa Trinidad y S. Pedro y S. Pablo. Y aquí he puesto: «Solo una nueva estética salvará a la Iglesia». Y digo: «Las imágenes de esta “corona mistérica” quieren incidir en lo más profundo del espíritu del fiel que la contempla. Tienen como fin ayudar al hombre a elevarse hasta Dios».

«Estas pinturas actúan en el alma del cristiano como en la Transfiguración, donde los apóstoles percibieron el resplandor de la luz divina sobre el monte Tabor.»

Sí, igualito, igualito… sólo que a mí me dan dolor de ojos por lo feas y contrahechas que son.

«Habéis visto qué aplicados han sido mis discípulos, lo han hecho casi todo ellos. Yo he hecho el rostro de Cristo, el Pantocrátor, el rostro de la Trinidad; he hecho lo más difícil, que a ellos les cuesta más. Y luego he hecho una cosa importantísima que es: firmar. Decía Carmen: este manda los chicos a pintar y luego va él y firma. ¡Tendrá cara!»

No sólo tiene cara, es que es una falsedad y una estafa.