sábado, 24 de noviembre de 2018

Control mental. ¿Algo que ver con el Camino Neocatecumenal? (VII)



La congelación

Después de que alguien ha sido quebrado y adoctrinado en el nuevo sistema de creencias, debe ser reconstruido como el «nuevo hombre» (o la «nueva mujer»). Se le debe dar un nuevo propósito en la vida y nuevas actividades que consolidarán su nueva identidad.

La primera y más importante tarea de la «nueva» persona es denigrar su anterior personalidad. Lo peor que le puede pasar a la persona es actuar como él mismo. La memoria del individuo se distorsiona, minimizando las cosas buenas del pasado y exagerando los pecados, los fallos, las heridas y la culpa. Los talentos especiales, los intereses particulares, las aficiones, los amigos y la familia deben ser abandonados si entran en contradicción con el compromiso hecho a la causa. La confesión se convierte en otro medio para purgar el pasado e integrarse en la secta.

Durante la fase de congelación se modela el método primario para proporcionar la nueva información.

Los nuevos miembros forman pareja con los antiguos, que se encargan de enseñarle los entresijos. El «hijo espiritual» es instruido para que imite en todo al «Padre espiritual». Esta técnica cubre también otros varios propósitos. Mantiene al miembro «antiguo» en la buena senda al tiempo que gratifica su ego, y estimula las ansias del nuevo miembro de convertirse en un modelo  respetado para poder él también entrenar a los miembros más jóvenes.
El grupo es ahora la «verdadera» familia del miembro; cualquier otra es sólo su vieja familia «física».

Para acelerar la congelación de un individuo, algunas sectas le dan un nombre nuevo. Muchas le cambian su forma de vestir, el peinado, y todo aquello que pueda recordarle el pasado. Como ya he mencionado, muchas veces los miembros deben aprender a hablar una jerga distintiva o lenguaje simplificado de la secta.

Por lo general se ejerce gran presión sobre el nuevo miembro para que entregue sus ahorros y demás posesiones. Esto persigue un doble propósito, además de enriquecer a la secta. Donar los ahorros de toda una vida congela al individuo en el nuevo sistema de creencias. Sería demasiado doloroso admitir el error, y también consigue que la supervivencia económica en el mundo exterior parezca mucho más difícil en caso de que la persona piense alguna vez en abandonar la secta.

Puede que al nuevo miembro (tal vez seminarista) se le traslade a algún lugar lejos de su vecindario y de sus fuentes de influencia, incluso en una nueva ciudad donde no ha estado jamás y donde no conoce a nadie. Esto fortalece aún más la dependencia total respecto a las figuras autoritarias de la secta.

Es típico que al nuevo miembro se le asignen tareas de proselitismo tan pronto como sea posible. Las investigaciones realizadas en psicología social demuestran que nada afirma tan rápidamente las nuevas creencias como intentar convencer a otros para que las acepten. Buscar nuevos adeptos cristaliza la identidad construida por la secta en un plazo muy breve.

Después de unas cuantas semanas de proselitismo en el mundo exterior, el miembro es, por lo general, reenviado a nuevas sesiones de adoctrinamiento. Este ciclo puede repetirse docenas de veces en el transcurso de los años (justo así son los envíos de dos en dos por ciudades desconocidas que hace el CNC).

Cuando el novicio ya ha pasado el tiempo suficiente con los miembros «antiguos», llega por fin el día en que se puede confiar en él para que entrene a otros recién llegados. De esta manera, la víctima se convierte en victimario, con lo que se perpetúa el sistema destructivo.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Control mental. ¿Algo que ver con el Camino Neocatecumenal? (VI)



El cambio

El cambio consiste en imponer una nueva identidad personal -una nueva serie de comportamientos, pensamientos y emociones- para llenar el vacío dejado por la desaparición de la identidad anterior. El adoctrinamiento de esta nueva personalidad se realiza tanto formal (en encuentros y rituales) como informalmente (en compañía de otros miembros, con lecturas y audiciones de grabaciones y vídeos). Muchas de las técnicas utilizadas en la fase de descongelación son también aplicadas en ésta.

La repetición, la monotonía y el ritmo: he aquí las tres adormecedoras cadencias hipnóticas a través de las cuales se realiza normalmente el adoctrinamiento. Los datos se repiten una y otra vez. Si los conferenciantes tienen una preparación más seria, varían en algo sus charlas para mantener la atención, pero el mensaje es siempre el mismo.

Durante la fase de «cambio», todas estas repeticiones se centran en unos cuantos temas básicos. Se les dice a los novicios lo malo que es el mundo, y que los no iluminados no saben cómo arreglarlo. Esto es así porque la gente común carece del nuevo «entendimiento» que ha traído el líder. El líder es la única esperanza para conseguir una felicidad duradera. A los reclutas les dicen: «Tu personalidad es la que te impide experimentar plenamente la nueva verdad». Tus "viejos conceptos" son los que te mantienen sujeto. Tu mente "racional" te impide acercarte a este fantástico progreso. Ríndete. Déjate ir. Ten fe».

Los comportamientos se moldean al principio de forma sutil, después con más determinación. El material que servirá para construir la nueva identidad se suministra gradualmente, pieza a pieza, y sólo se aumenta el ritmo cuando se considera que el sujeto está preparado para asimilarlo. La regla elemental es: «Dile sólo lo que pueda aceptar». Cuando yo era conferenciante de los Moonies, a menudo discutía las tácticas a emplear con los otros conferenciantes. Para racionalizar nuestras manipulaciones utilizábamos la siguiente analogía: «Tú no le darías a un bebé trozos de filete, ¿no es cierto?
Tienes que alimentarle con algo que pueda digerir, como las papillas».

Las sesiones formales de adoctrinamiento pueden ser muy monótonas y rítmicas: una forma de inducir estados hipnóticos. Resulta bastante corriente que la gente se duerma durante estos programas. Cuando yo era conferenciante de la secta, reprendía a las personas cuando se dormían y las hacía sentirse culpables, pero de hecho significaba que estaban respondiendo bien a la hipnosis. Más adelante aprendí que la hipnosis es algo habitual en muchas sectas. Aun cuando se ponga a echar una cabezada, la persona permanece más o menos atenta a la información y es afectada por ésta, al estar sus defensas intelectuales normales con la guardia baja.

Otra técnica muy eficaz para el cambio es la «experiencia espiritual» inducida, que a menudo se consigue de manera por completo artificial. Su amigo más íntimo en el grupo se encarga de recoger toda la información privada del recluta y se la pasa en secreto a los líderes. Más tarde, esta información se utiliza de improviso para crear una «experiencia». Tal vez semanas después, en otra ciudad, un líder entrevista al recluta y le habla de pronto del suicidio de su hermano. Como sabe que no ha hablado de ello con nadie de este nuevo lugar, el recluta piensa que el líder ha leído sus pensamientos o que ha sido informado directamente desde el mundo de los espíritus. Se siente sobrecogido y pide perdón por no ser mejor hermano.

Una técnica bastante común en las sectas religiosas consiste en pedirle a sus adeptos que le pregunten a Dios qué quiere Él que hagan. Les exhortan a que estudien y recen para llegar a conocer la voluntad de Dios. Siempre se insinúa que unirse al grupo es lo que Dios quiere, y que abandonar el grupo es traicionar su voluntad. Claro que si una persona le dice al líder de la secta que Dios le ha indicado que debe abandonar, tal deseo no será aceptado como válido.

Tal vez la persuasión más poderosa es la ejercida por los otros miembros de la secta. Para una persona normal, hablar con un adepto adoctrinado es toda una experiencia. Es muy probable que usted no haya conocido jamás a nadie, amigo o familiar, que esté tan absolutamente convencido de saber qué es lo mejor para usted. Un buen adepto jamás acepta un no por respuesta, porque ha sido adoctrinado para creer que si usted no se adhiere, el culpable es él. Esto genera una gran presión sobre el adepto para que triunfe.

Cuando uno está completamente rodeado por esta gente, la psicología del grupo desempeña un papel muy importante en el proceso de «cambio». Se organiza adrede a los individuos en pequeños grupos específicos (preparciones, domésticas, garantes...).

Pero el proceso de cambio engloba mucho más que la obediencia a las figuras autoritarias de la secta. Incluye las numerosas sesiones de «participación» con los miembros de base, en las cuales se confiesan los antiguos pecados, se narran los triunfos del presente y se fomenta el sentimiento de comunidad. Estas sesiones de grupo son muy eficaces para inculcar la adhesión, porque el grupo refuerza con energía ciertos comportamientos mediante efusivas alabanzas y reconocimientos, al tiempo que castiga las ideas y comportamientos ajenos al grupo con un silencio helado.

Cuando la persona ha «cambiado», está lista para el siguiente paso.

martes, 20 de noviembre de 2018

Segundo escrutinio (LXXXI)



«Recuerdo que en un "Cursillo de cristianidad" una cosa me quedó muy grabada y fue que, durante la primera meditación, detrás del sacerdote que hablaba, había un enorme Cristo crucificado. Era muy temprano y había suficiente luz para verlo muy bien.»
Atención. El que va diciendo que no existía el arte sacro hasta que llegó el con sus churros, resulta que tuvo una gran revelación mirando un Cristo que estaba allí durante la primera meditación (luego debió de irse a otro lado, el Cristo, digo).
«No recuerdo nada del discurso del sacerdote, pero recuerdo haber sentido dentro de mí que algo me decía que solo mirando a Cristo crucificado... algo me decía: "Esa es la verdad: amar así, esta es la única verdad". ¿Qué quiero decirte con esto? Mirando a ese Cristo entendí que nunca habría podido amarlo así. Solo Dios puede amar así. Después de mucho tiempo, esa reunión fue una luz para mí que me invitaba a apoyarme en Él, en Aquel que me dice: "Yo no puedo haber muerto en vano; mi muerte también te ha servido a ti. Mi muerte también fue por ti. Me entregué a la muerte para mostrarte que te amo, que te acepto como eres, que te amo. No tengo ningún disgusto de acercarme a ti, aunque hayas sido un pecador, un egoísta, un lujurioso, un soberbio: toda la gente siempre te han apartado. Yo te invito, Yo te quiero, te amo, no temo acercarme a ti. Pero no es suficiente: me he hecho hombre y me convertí en esclavo, me convertí en pecador por amor a ti, me he hecho Yo mismo pecador, he sido considerado un pecador por otros; no tengas miedo de sentirte pecador, te entiendo perfectamente: tienes miedo de los demás, incluso cuando vas a confesar elaboras una historieta para justificarte, tienes miedo de que no te entiendan, tienes miedo, tratas de disculparte de alguna manera; te entiendo perfectamente". El Señor nos ha amado, nos ama profundamente.»
Si además de soltar herejías puedes hacer como que es Cristo mismo quien habla a través tuyo, ¿por qué no hacerlo? El fin del control mental justifica cualquier medio.
«Volviendo a Jacob, quería deciros que en este escrutinio es Dios quien está luchando contra vosotros, es Dios quien siempre ha luchado.»
Ejemplo del uso del nombre de Dios en falso. Porque cuando el kikotista hurga en la intimidad de una persona, allí no está Dios, al contrario, quien está frotándose las pezuñas es el enemigo.
«La fe es un combate. Dios se involucra con nosotros en un combate que dura por siempre, del cual el catecumenado es una etapa que quiere haceros ver cuál es la proyección del camino del cristianismo. Este combate tiene como objetivo crecer y destruir dentro de nosotros al hombre viejo y crear en nosotros una nueva realidad. Es terriblemente monstruoso para mí encontrarme un cierto tipo de cristianos que ya no esperan nada, que no tienen una tensión, una dinámica, debido a la vida religiosa que han hecho o por lo que sea, no tienen una dinámica de crecimiento: son cristianos y ya es suficiente.»
Monstruoso ser cristiano, claro. No como los kikos, que jamás se convierten y jamás alcanzan la meta.
«San Pablo habla, incluso a los cristianos, de llegar a la cabeza de gracia en gracia. Debemos alcanzar una medida, una estatura de Cristo: esta estatura en la que somos para el mundo sacramento de salvación. Porque el cristiano es en función del mundo, no en función de salvar su alma, no en función de salvar su vida: todo eso son historias.»
Ya sabes: lo de la salvación son historietas, aquí lo único que cuenta es hacer lo que su sensibilidad disponga.
«O nosotros salvamos el mundo o aquí no se salva nadie»
Ejemplo de humildad superlativa: la salvación la administra Kiko con sus manitas (recuérdense los 8 principios del Dr. Lifton, por favor)
«…porque Jesucristo ha venido a llevarse el mundo con él. Ha dejado a la Iglesia como sal de la tierra y la envía con una misión profética para el mundo. Esta misión profética lo es por la iluminación que la Iglesia debe realizar en cada realidad que Dios está haciendo con cada hombre. Por eso el Señor lo hace contigo. La diferencia entre tú y un pagano que no está en la Iglesia es que tú tienes iluminada tu realidad. Tú sabes, tienes el don, el Espíritu profético, conoces tu realidad mientras que el otro está ciego sobre su realidad.»
Traducción: la diferencia es que el kiko va a juzgar la realidad de cualquiera que se le ponga delante, sin ninguna iluminación, porque el juicio nunca es iluminación.
«Donde quiera que veas la obra del Señor y conozcas el porqué profundo de las cosas, la razón profunda de cada acontecimiento para poder interpretarlo proféticamente, dar una interpretación real, auténtica y la única verdadera acerca de la vida de los hermanos; el otro hombre, el hombre de la calle está ciego. No ha cesado de condenarse, amargarse y odiarse.»
Me recuerda a un kiko cualquiera: Soy lo pedor, un burgués, un soberbio, un adúltero, un violento, mi mujer me destruye, mis hijos son insoportables… Y no voy a cambiar porque diosito me quiere así (lo que viene bien para explotar el sentimiento de culpa).
«Frente a los acontecimientos que no sabe por qué le suceden, sigue culpando siempre a los demás: el Estado, la política, la sociedad, el trabajo, la esposa, los hijos; todos tienen la culpa. Siempre debe encontrar un chivo expiatorio para poner contra el muro y fusilarlo para que todo cambie. Esto es lo que piensa este hombre porque no tiene otra solución, porque está absolutamente ciego a su propia realidad.»
Los kikos siempre usan como chivo expiatorio a los judas, los rebotados y la persecución que solo existe en sus cabecitas huecas. Porque están ciegos a su realidad.
«Pero el Señor te está formando ahora; Él te enviará como sal y tú tienes una misión profética, como una misión sacerdotal. Más adelante veremos qué significa ser sacerdotes para el mundo. Para esta misión profética el Señor debe iluminar tu realidad. Tienes que ser profeta de ti mismo, debes saber por qué te suceden ciertas cosas y por qué no te suceden otras y por qué te casaste con esa mujer que es así, o con ese esposo, o porque tienes un hijo así; lo debes saber.»
Y se vuelven lelos y empiezan a buscar explicaciones a por qué el autobús se ha retrasado 3 minutos, por qué se han quemado las lentejas, por qué ha llovido cuando la ropa estaba tendida, por qué ha pisado una caca de perro… Como los supersticiosos que creen que un gato negro da mala suerte.
«No es posible que digas: "Será casualidad...". No es verdad. Dios no te ha llamado a esto, a ser un ladrillo, a una vida que no tiene sabor. Dios te ha llamado a salvar al mundo con la Palabra de Dios que ya se está haciendo carne en tu existencia, pero por esta razón el Señor debe prepararte, formarte, y muchas cosas te sucederán en función del mundo. Ah! ¡Pero yo no quiero esto! Si para que yo aprenda, para poder tener esta sabiduría, debo quedarme cojo, ¡no lo quiero! El hecho es que tienes que volverte cojo, de lo contrario nunca entenderás nada, es el único modo para que comprendas que Dios existe verdaderamente y que tú realmente no eres Dios, que tú no puedes apoyarte en ti mismo, para que aprendas a apoyarte verdaderamente en este Dios a quien conoces de oídas, como dice Job. Job es un hombre que ha sido destruido y que, al final, dice: "Señor, antes te conocía de oídas, pero ahora te han visto mis ojos". Tú tienes que conocerlo, tienes que verlo con tus propios ojos, tienes que experimentarlo realmente, ver que realmente existe, tienes que experimentar lo que significa apoyarte sobre la roca y pasar el río. Tienes que experimentar como tú, antes, no podías pasar el Yaboq porque tenías miedo y ahora, apoyándote en Jesucristo, casi sin esfuerzo, superado el primer momento de angustia, de miedo, pasas y no mueres.» 
El problema de los kikos es que ellos no se apoyan en la roca, sino en la comunidad. Y por eso no superan la angustia ni el miedo.
«Pasas a través del fuego y no te quemas, como los tres jóvenes en el horno, y lo experimentarás.»
 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Otra fundación del Camino, no de la Iglesia



La noticia llegó al blog gracias a Francisco García: el Camino Neocatecumenal cuenta desde el 6 de Noviembre de 2018 con otra fundación más.

No es la primera, tiene unas cuantas. Tampoco es la primera que preside Don Rafael Tomás Gómez de Salazar, que parece ser persona que se dedica precisamente a figurar de presidente o de patrono o de lo que toque. Figura en la fundación Familia de Nazaret, en la Fundación Elisa Hernández-Seminario Redemptoris Mater de Callao (Perú), en la Fundación Hernández Barrera-Domus Galileae… Y a saber en cuantas más.

Decoración de una de las fundaciones
Lo que sí sé es que la del Perú y la de Galilea recibieron dotación de la herencia de Elisa Hernández, hermana de Carmen. Nada menos que 52.352,08 euros cada una de ellas. Y que las tres mencionadas tiene su sede social en el mismo sitio, en la casa-museo de los horrores de la calle Blasco de Garay.

La nueva fundación se llama Fundación Obra Artística Kiko Argüello, casualmente no tiene su sede en la casa de los pintarrajos en las paredes sino en otro lugar de Madrid y su dotación inicial es más modesta, 30.000 euros surgidos de no se dice donde… aunque no es difícil suponerlo.

Bueno. Alguien podría pensar: ¿y qué si hay gente a quien le gusta o cree que hay mérito en los churros de Kikos? A otros les gusta el heavy metal, otros son fan de las historias de terror. Hay gustos para todo.

Ya. Lo llamativo es que es una fundación del Camino y para el Camino.

Me explico. La Iglesia es una grandísima mecenas de arte sacro y tiene museos y fundaciones específicas. Pero sus museos y sus fundaciones no admiten cualquier cosa. El arte es arte y los churros son churros.

Eso es todo.

En otras palabras, cuando hay alguien muy sensible (ironía on) que no admite que lo que exuda no sea extraordinario, el hecho de que quienes verdaderamente entienden de arte no le den el menor crédito conduce a que, en su veleidad pretenciosa, se monte un auto-monumento a su ego.

No le queda otra. Quiero decir, los verdaderos artistas jamás le han dado crédito, por lo tanto tiene que conformarse con que se lo den sus leales captados.

Pobrecito, con lo sensible que es, que disgusto tendrá.