Conferencia Episcopal Española:
«El ayuno se practica el miércoles de ceniza y el viernes santo, y la abstinencia ambos días y todos los viernes de cuaresma».
«El ayuno que ha de guardarse el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, consiste en no hacer sino una sola comida al día; pero no se prohíbe tomar algo de alimento a la mañana y a la noche, guardando las legítimas costumbres respecto a la cantidad y calidad de los alimentos» (21 noviembre 1986, «Boletín de la Conferencia Episcopal», n. 16, 1987, págs. 155 y 156).
«La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años».
El ayuno de alimento no es opcional en la Iglesia, pero solo es dos días al año, porque si algo se repite de forma rutinaria, pierde su sentido. La Iglesia ordena ayunar en recuerdo de los cuarenta días de Jesús en el desierto.
Pero como madre sabia no exige lo imposible. Sus hijos no pueden retirarse durante cuarenta días a la soledad de un desierto, no pueden detener su actividad durante cuarenta días, así que el ayuno se adapta a las circunstancias y la edad de cada uno.
Pero el kikismo no sigue las normas de la Iglesia, sino los caprichos de uno muy sensible que carga sobre los demás pesados fardos que él ni con un dedo quiere mover.
Por eso, Ascen la caducada “invita” desde hace varios años a someter a un ayuno absurdo a cuantos están en la órbita del kikismo, sin importar edad ni circunstancias. Y además a hacerlo todos los viernes de Cuaresma.
Omite el miércoles de Ceniza, que jamás ha tenido importancia en el CNC y, en cambio, se inventa un ayuno irregular y abusivo todos los viernes del tiempo cuaresmal. Y además, en un rasgo típico de los grupos coercitivos y manipuladores, presenta el abuso como una grandísima idea sin la cual ni se transmite la fe a los hijos ni se prepara uno debidamente para la gran Pascua.
«Ese amor tan grande que han tenido Kiko y Carmen por la familia, por poder transmitir la fe a los hijos, por traer a los hijos a la Pascua, por prepararlos para la Pascua. En todo esto tuvieron ideas geniales, como la idea genial de invitar a la familia a comer los viernes sólo pan y agua, mientras se habla de algún personaje de las Escrituras o de un santo. Esto es muy importante para preparar a los niños para la Pascua. No perdáis este regalo, animo a las familias a hacer este ayuno familiar» (Tostón publicitario de Cuaresmas 2024).
Un rasgo del kikismo es que jamás se invita a ofrecer por nadie los actos penitenciales. Además, ni por asomo se propone a los pobres captados emplear el tiempo de ayuno en rezar a Dios, no, mejor que hablen, que empleen el tiempo en transmitir las consignas del sensible, que hay que asegurarse de que los niños las memoricen bien.
Y esto no es lo único:
«El año que viene tendremos que venir a Roma para el Jubileo. Por eso os invitamos a hacer algo más sencillo, quizás llevarlos a lugares donde duerman en el suelo» (Tostón publicitario de Cuaresmas 2024).
¿Quién obligará a esta pobre gente a que tengan que ir a Roma para el Jubileo? ¿Será que no saben que se puede ganar sin abandonar el país? ¿Será que quieren abrumar a alguien haciendo mucho multo y mucho alboroto?
¿Qué tiene que ver el Jubileo con la práctica de dormir en el suelo? ¿Será que el kikismo no entiende que el Jubileo es mucho más que un acto penitencial? ¿Será que no entienden las indulgencias?
Si esto decía el año pasado, este año no iba a ser muy diferente. Primero Ascen menciona a Carmen, como para dar a entender que es la finada Carmen y su alta categoría superior la que ha determinado lo que es correcto que los neocatecúmenos hagan en Cuaresma y a continuación, sin el menor respeto a lo que decreta la Iglesia, dispone:
«Es bueno enseñar a los niños a morir un poco, a sacrificarse, a morir un poco. Esto es especialmente importante los viernes de Cuaresma: el ayuno a pan y agua que hacemos en familia: es un sufrimiento, quizás los niños dicen: “Tengo hambre”, pero así aprenden un poco a morir, no confiando en las propias fuerzas, sino empezando a mirar a Cristo crucificado» (Tostón publicitario en Cuaresma 2025).
Un disparate de principio a fin. ¿Qué tiene de bueno que los niños aprendan a “morir un poco”? ¿Hay que maltratarlos con ayunos absurdos para que aprendan?
Ascen no propone enseñar a los niños a rezar ni a ofrecer sacrificios por otros, sino solo hacerles pasar hambre para morir un poco, al parecer persuadida de que solo así, en la debilidad física, se acercarán a Dios. ¿Será que el método de trasmisión de la fe neokiko es un fracaso y hay que recurrir al maltrato en busca de resultados?
Insisto una vez más: la Iglesia jerárquica debería tomar medidas, porque las “invitaciones” que hace Ascen a los neocatecumenales sobre cómo actuar con sus hijos no solo son ajenas a la tradición de la Iglesia, es que además huelen a maltrato infantil.
Nunca entendí por qué el camino neocatecumenal hace todo diferente a como lo hace la Iglesia Católica ; contradicen a los Sacerdotes Diocesanos, contradicen el Catecismo de la Iglesia Católica, interpretan las Sagradas Escrituras de una forma diferente, practican la bibliomancia, al Obispo solo lo invitan a cenorras, mariscada, whisky y tabaco, y si el Párroco Diocesano los corrige lo amenazan con llevarse las comunidades.
ResponderEliminarPues lo más probable es que el párroco se quedara como a perro que le quitan las pulgas. Algunos puede que estén kikotizados, pero otros no los tragan. El obispo es quien tenía que poner orden y hacer que se cumpla lo que Benedicto XVI le dijo a san kikos, claro que si lo hace, lo trasladan pronto por orden de los katekistas, que siempre tienen alguien que los ayude a kikotizar al obispo
EliminarProfesora Ana Kowalski Bianchi:
ResponderEliminarSi un padre, pudiendo, no le da de comer a un hijo, está cometiendo un delito.
Si la Iglesia supiera que, el Camino la usa para blanquear dinero en paraísos fiscales, otro gallo cantaría. Al Papa le dan buena cara, pero le desobedecen y tienen a Sita abriendo puertas en san Pedro a cambio de unas cajas de chocolates; si los obispos supieran lo mal que hablsn de ellos cuando se marchan; si los párrocos supieran que son usados y se ríen de ellos después. Si supieran... Imagino que no deben saber, porque si no, no se entiende tanto desorden permitido en las parroquias. Esos párrocos, ¿no ven cómo sufren algunos hermanos? ¿No ven las herejías? Si saben y callan es porque recogen mucho dinero de esas comunidades, y cenas, por no decir los viajes pagados. La Iglesia debería hacer algo, no se puede permitir tanta muerte.
ResponderEliminarSe burlan si ayunas, si rezas el Vía Crucis, si hablas de santos. Son un caballo de Troya envuelto de algodón de azúcar.
Pocos párrocos son valientes para no acogerles o echarles con todo su circo.
¿A la Iglesia no le importan las víctimas?
La catedral de la Almudena tiene la capilla del Santísimo llena de las obras de Rupnik, ¿qué ha pasado con él? Ya lo sabemos. Tiene las pinturas de Kiko, ¿cuándo saldrá a la luz sus maldades? El arzobispo que dejó hacer semejante porquería, se lució.
Claro que sabrán, si no todo una gran parte.
ResponderEliminarMe imagino harán suyo aquello de: "llámame perro pero dame pan".
Empiezo a plantearme si poner la crucecita en la declaración de la renta.
Una pregunta, los padres que obligan a sus hijos a caminar desde los trece años en una comunidad donde se sacan todo tipo de trapos sucios, y les obligan a sufrir escrutinios devastadores por parte de unos "katekistas", ¿son maltratadores?
ResponderEliminarSí, someter a un hijo desde los trece años a una comunidad donde se expongan públicamente sus errores, se le obligue a pasar por escrutinios que pueden ser emocionalmente devastadores y se le imponga una carga psicológica que no está en condiciones de manejar, puede considerarse una forma de maltrato emocional.
EliminarEl maltrato infantil no es solo físico; también incluye el abuso emocional, que ocurre cuando se somete a un menor a humillaciones, control excesivo, miedo o presión psicológica desproporcionada. Obligar a un niño o adolescente a vivir en un entorno donde su dignidad se vea constantemente vulnerada, sin su consentimiento y sin herramientas para defenderse, puede afectar gravemente su autoestima, su desarrollo psicológico y su capacidad de confiar en los demás.
Los padres tienen la responsabilidad de guiar a sus hijos en la fe, pero siempre respetando su dignidad, su libertad y su bienestar emocional. Cualquier forma de coerción o imposición extrema que cause daño emocional o psicológico no es compatible con un verdadero camino de fe, que debe ser vivido en la verdad y en el amor de Cristo.
Psicológicamente si lo es...
EliminarEntonces la duda es si la Iglesia sabe lo que hace al no impedir esos abusos en las parroquias por parte de una "realidad" allí alojada.
EliminarMe parce que también es un maltrato de tipo físico, según lo que he vivido cuando era joven.
EliminarVivíamos a una hora en coche de la parroquia (en París); hacía que las noches de comunidad me iba a dormir muy tarde, y ademas me sentía enferma en el coche. Todo eso y las largas horas en la silla eran como una tortura para mí.
Dos o tres veces por semana no es anodino en los años de cole, y seguro que tenía un impacto en la salud y en los estudios. Y eso sin hablar del lado emocional y psicologico que habéis evocado.
Hoy no podría imaginar someter a mis hijos a tales cosas... con mi marido hemos dejado el camino hace dos años, justo antes de los trece años de nuestro hijo mayor.
Gracias a Dios
El evangelio de hoy, viene que no pintado a esta entrada, y al CNC En general.
ResponderEliminar"En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltec"ido».
Me parce que también es un maltrato físico, según lo que he vivido cuando era joven.
ResponderEliminarMe cansaba rapidamente, y como vivíamos lejos de la parroquia (en Paris), las noches de comunidad me hacían acostarme muy tarde... ademas me sentia enferma en el coche, y todo eso era como una tortura para mí... dos o tres veces por semana no es anodino y seguro que impactaba la salud y los estudios.
Hoy no podría someter a mis hijos a tales cosas, y eso es sin hablar del lado psicologico y emocional que habéis evocado.
Con mi marido hemos dejado el camino hace dos años, justo antes de los 13 años de nuestro hijo major.
Gracias à Dios.
Lo importante no es dejar el camino si no abandonar la Iglesia. Encuentra tu lugar en la Iglesia, por el bien de tu matrimonio y de tus hijos, que no está la sociedad (mundo, demonio y carne) para mucho.
EliminarLo siento, he escrito mi comentario dos veces porque no aparecía...no estoy acostumbrada
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