Esta entrada,
como reza el título, no tiene nada que ver con el CNC, pero sí con la Iglesia y
es la razón por la que estos días estaré ausente del blog: voy a la
beatificación de un familiar.
Este es el
relato que figura en la web del obispado de Almería:
Queridos
diocesanos:
1. El pasado 7
de noviembre del año en curso de 2016, en el contexto de la Jornada
martirial, leíamos en público el listado de los mártires de Almería que van
a ser beatificados, una vez que así lo ha decretado el Santo Padre y tras años
de estudio de la Causa y pormenorizado examen de la misma. En esta Jornada
comenzábamos a dar noticia de la identidad de los mártires de Almería incluidos
en la Causa «José Álvarez-Benavides y de la Torre y 114 compañeros muertos
en odio a la fe», que serán beatificados en nuestra Iglesia diocesana en
fecha ya cercana, apenas terminen los trabajos de preparación y el despliegue
de la logística que este hecho extraordinario en la historia contemporánea de
nuestra diócesis lleva consigo.
Con fecha del
pasado 15 de junio, en la Carta a los diocesanos «El Papa Francisco manda
promulgar el “Decreto de martirio” de los mártires de Almería»,
comunicaba a la Iglesia diocesana que había terminado el recorrido para la
Beatificación de la Causa de los Mártires de Almería.
Esta causa tiene
su contexto propio en la persecución religiosa que comenzó el año 1934 y se
recrudeció de forma crudelísima durante la guerra civil española de 1936 a
1939, y en cuyo origen —como ha quedado reflejado en el así llamado «Congresso
Peculiare» de la Congregación de las Causas de los Santos, que examinó la
encuesta histórica y el sumario probatorio de los mártires— «se encuentra un
profundo odio contra la Iglesia católica» (Relatio et vota, Roma 2015,
18).
El proceso
ordinario de esta Causa se instruyó en la diócesis de Almería del 11 de abril
de 1995 y 21 de mayo de 1998. La Congregación había concedido el preceptivo nihil
obstat el 8 de julio de 1993 para el formato primero de esta Causa, que
constaba de 93 Siervos de Dios iniciales, candidatos a la beatificación. Sin
embargo, los trabajos de campo y la encuesta llevada a cabo por la Comisión
histórica diocesana, constituida al efecto para investigar los hechos que
justifican la Causa, aconsejaban la incorporación de más de una veintena de
candidatos para su inclusión en la Causa, por haber sufrido la muerte por odio
a la fe con las características propias del martirio. Tras la consulta
realizada a la Congregación romana para las Causas de los Santos, ésta
respondería aceptando la inclusión de los nuevos candidatos con el nihil
obstat preceptivo el 17 de noviembre de 1998.
Una vez
concluido el proceso diocesano en la sesión pública del 26 de febrero al
9 de abril de 1999, la Congregación declaró la validez del mismo; es
decir, haberse realizado sobre los supuestos de martirio y mediante los
procedimientos idóneos, conforme al derecho de la Iglesia y la normativa sobre
las causas de canonización. No obstante, una vez declarada la validez del
proceso diocesano, la Congregación prorrogó el mandato del tribunal diocesano
un tiempo suplementario, con miras a una consolidación testimonial probatoria
suficientemente bien fundada. El tribunal diocesano realizó este trabajo
complementario del 15 de julio al 26 de agosto de 1999. La Congregación nombró
a continuación Relator de la Causa a Mons. José Luis Gutiérrez, quien durante
años ha sido relator de múltiples causas de beatos y santos españoles.
2. Es preciso
distinguir entre caídos de la guerra civil y mártires de la persecución
religiosa por odio a la fe (“in odium fidei”). Los caídos de uno u otro
bando en guerra, fueron muertos en acciones bélicas en legítima defensa de sus
ideas mediante las armas. Defendieron el orden político que creían justo y
sucumbieron en las acciones de guerra o en retaguardia asesinados por sus
enemigos en razón de los principios políticos que defendían. Los mártires, en
cambio, para ser reconocidos como tales por la Iglesia tienen que haber
padecido la muerte por amor a Cristo y al Evangelio, por el hecho de ser
sacerdotes, religiosos o religiosas, cristianos seglares que sin militar en las
acciones bélicas practicaban la fe que profesaban, acudiendo a Misa, rezando el
Rosario, adorando el Santísimo Sacramento como los adoradores nocturnos; por
haber militado en la Acción Católica como cristianos entregados al apostolado
de la Iglesia.
Los siervos
de Dios que van a ser beatificados en razón del martirio sufrido, igual que
los ya beatificados con anterioridad en Roma y Tarragona, y otros en menor
número también en diócesis distintas de España. No son preferidos por la
Iglesia por ser de uno de los bandos enfrentados en la guerra, sino por haber
muerto por amor a Cristo y por su causa. Los mártires no han tomado parte en la
confrontación violenta de los bandos enfrentados, sino que han sido víctimas de
la violencia ejercida contra ellos a causa de su fe. Quienes dieron muerte a
los mártires pudieron hacerlo porque los incluían en un bando, pero les dieron
muerte porque eran aquellos que querían excluir de tener parte en la sociedad
en razón de la fe que profesaban y que los perseguidores pretendían erradicar.
La Iglesia
encomienda a todos los que murieron víctimas de la violencia, porque encomienda
a todos los difuntos a la misericordia de Dios, pero no beatifica ni reconoce
como mártires de la fe a los caídos en guerra, sino a los que murieron por
Cristo en razón de la fe que profesaban. Los mártires fueron perseguidos y
muertos “en odio a la fe” desde los comienzos de la Iglesia, víctimas en
ocasiones de crudelísimas torturas y amputaciones de miembros, actos
acompañados de blasfemias, incitación al abandono de la fe, a la comisión de
actos sacrílegos e impuros, arrastrados a la muerte con mofa de sus creencias
religiosas de las que sus perseguidores pretendían que los mártires renegaran,
incluso con el señuelo de salvarles la vida.
3. Los siervos
de Dios de esta Causa son 95 sacerdotes, uno de los cuales es religioso
franciscano (P. Gabriel Olivares Roda OFM), y 20 son seglares. De éstos, 18 son
varones, y dos mujeres cuyos nombres brillan con luz propia: Emilia Fernández
Rodríguez, la “Canastera de Tíjola”, gitana de raza y mártir del Rosario, de 23
años; y Carmen Godoy Calvache, de 49 años, que padeció una cruel tortura antes
de su muerte.
La Positio
es el término técnico que designa la descripción de los hechos investigados por
la Comisión histórica y por las encuestas diversas de testimonios. Su
elaboración es laboriosa y exige un gran rigor metodológico para llegar a la
verdad de los hechos acaecidos y extraer de los mismos la valoración que
permita considerar con sólida argumentación que los mártires fueron muertos por
su fe. La Positio de los mártires de Almería consta de dos volúmenes:
en el primero se contiene la descripción de los hechos y los datos esenciales
de la causa; en el segundo, muy voluminoso, recoge la documentación y los
testimonios sobre cada uno de los Siervos de Dios, que avalan la descripción
que se ofrece en volumen primero, por lo cual recibe el nombre de Summarium.
La Positio
ha ordenado el estudio de los mártires en 9 grupos que se han confeccionados
por la fecha y el lugar del martirio, según decisión de la Comisión histórica
que realizó la labor de campo y la encuesta testimonial, agrupación que
asimismo fue asumida por el tribunal diocesano. Téngase en cuenta que la
diócesis de Almería era durante la persecución geográficamente mucho más
limitada que la que la configuración geográfica que hoy tiene, coincidente con
la misma extensión de la provincia civil de Almería, por ello algunos de los
sacerdotes pertenecían por entonces a las diócesis de Guadix y Granada, si bien
por ser almerienses y haber muerto en Almería se han incluido en la Causa,
salvo las excepciones que han requerido la autorización de los obispos de
Granada (Mártires de Turón), Zaragoza y Cuenca para aquellos siervos de Dios
que fueron martirizados fuera de la diócesis de Almería.
4. La Positio
se redactó en su día con los trabajos de campo de la encuesta de los testigos y
la investigación de los hechos realizada por la Comisión histórica. Por esto
sólo pudo componerse una vez concluido el proceso diocesano, durante el cual se
programaron y ordenaron las acciones de recogida de datos y conocimiento de los
hechos que pudieran ser susceptibles de ser interpretados razonablemente como
hechos propiamente de martirio a causa de la fe. Sólo después del proceso
diocesano interviene la Congregación para las Causas de los Santos, sin cuyo nihil
obstat no hubiera podido comenzar el proceso diocesano. Concluido este
proceso mediante la sesión solemne de clausura, es enviada a la Congregación el
conjunto documental que acredita el proceso y, una vez examinados los
documentos por los expertos de la Congregación y los resultados del proceso
diocesano, la Congregación declara la validez del mismo, nombra al Relator de
la Causa, que en el caso de los mártires de Almería recayó en la persona de
Mons. José Luis Gutiérrez, y se dio paso a la elaboración de la Positio.
El laborioso
trabajo de confeccionar la Positio se confía al Postulador diocesano,
que en el caso de los mártires de Almería correspondió, por decisión del Obispo
de Almería y la generosa aceptación del propio postulador designado, al
sacerdote de la diócesis de Jaén Rvdo. D. Rafael Higueras Álamo. Como acabamos
de indicar el postulador realizó la labor de redacción de la Positio
ateniéndose a los datos de la Comisión histórica y los resultados de la
encuesta testimonial, y siguió en todo momento las orientaciones del Relator
romano de la Causa.
La misión de
este Relator es la de sacar adelante la Causa juntamente con el Postulador
romano. Este último es distinto del postulador diocesano y durante estos
últimos años ha cambiado varias veces por distintos motivos: primeramente había
sido el profesor de Derecho Canónico Dr. Juan Sánchez y Sánchez, en su
condición de agente de preces del Episcopado Español ante la Santa Sede.
En 2003, una vez entregada la Positio, nombré postulador a D. Rafael
Higueras Álamo, que permaneció algún tiempo a caballo entre Jaén y Roma
ocupándose de nuestra Causa. Después fue postuladora la Señora Silvia Correale,
postuladora de la Causa de virtudes del Cura Valera; y ante el posible
estancamiento de la Causa, consideré prudente cambiar a la postuladora y
nombrar al nuevo agente de preces, una vez jubilado el profesor Juan Sánchez y
Sánchez. Se hizo cargo de la Causa martirial almeriense el nuevo agente de
preces D. Tomás Amable Olano. Estos dos postuladores, sacerdotes operarios
diocesanos, ya fallecieron, de modo que fueron sustituidos por D. Santiago Luis
de Vega Alonso, nuevo agente de preces de los obispos españoles y también
sacerdote operario diocesano.
5. Llegamos así
a la intervención de los teólogos, cuyo trabajo ha consistido en
comprobar la verdad del martirio, desde el punto de vista material y formal.
Desde el primero, el punto de vista material, el martirio requiere que
quienes dieron muerte a los Siervos de Dios (“ex parte persecutorum”) actuaran
“en odio a la fe”. Desde el punto de vista formal: que los
Siervos de Dios hayan vivido su propia muerte como entrega martirial a la
voluntad de Dios y configurados con Cristo (“ex parte victimarum”).
Los votos de
los teólogos son examinados por los miembros de la «Congreso peculiar de la
Congregación de las Causas de los Santos», en la cual toma parte el
Promotor de la Fe en calidad de Presidente, de uno o más notarios-actuarios y
de los consultores teólogos previstos, cuyos votos son sometidos a
examen por el Congreso. En nuestro caso, el número de expertos teólogos en la
materia eran 6 presentes y dos ausentes. Estos últimos enviaron sus votos para
examen del Congreso, que tuvo lugar el 28 de mayo de 2013, bajo la presidencia
del Rvdmo. Mons. Carmelo Pellegrino. La selección aprobatoria de los siervos de
Dios que los convierte en candidatos inmediatos a la beatificación es el filtro
final antes de la intervención de la Comisión de
cardenales. Tras la sesión de esta comisión
el pasado mes de junio, el Santo Padre decidió la publicación del Decreto de
Martirio de 14 de junio de 2016. La Causa reza como «José
Álvarez-Benavides y de la Torre, Deán del Capítulo de la Catedral y 114
compañeros muertos en odio a la fe».
6. El camino
de la beatificación. A partir del decreto de martirio, hemos tomado el
camino de la beatificación. Naturalmente, fijar la fecha de la beatificación
requiere algunas etapas previas.
1º. Exhumación de los restos. La primera es la exhumación de
los restos de los mártires, cuya ubicación no siempre es conocida. De los 115
mártires que han finalizado la Causa, sólo los restos de pocos más de treinta
están localizados en Almería, algunos se hallan depositados en iglesias y
panteones y tumbas de otras provincias. El exhumado y catalogación de reliquias
es delicado y tiene sus propias técnicas. A ello se añaden los permisos de las
autoridades sanitarias y autorizaciones civiles pertinentes conforme a norma.
La comisión canónica constituida a tal efecto por el Obispo diocesano
está formada por un Juez instructor, el Promotor de Justicia, notario (o
notarios), médicos forenses y otros miembros.
2º. Determinación del lugar sagrado o lugares donde será depositada para su
veneración por los fieles la urna de las reliquias de los mártires y fijación
de destinos para los restos de los mártires.
3º. Catalogación de reliquias y su distribución según la mente de la
Iglesia, para lo cual es necesaria la colaboración de una empresa
especializada. Se ha elegido la prestigiosa empresa «Colombo» de Milán, que
asimismo confeccionará la medalla conmemorativa.
4º. Composición del tapiz-cuadro de la beatificación.
5º. Lugar donde se celebrará la misa de beatificación, que lógicamente
requiere la necesaria idoneidad, cumpliendo la normativa civil y canónica para
su normal desarrollo.
7. Estas y
otras acciones requieren previsión y despliegue de una logística acorde con la
naturaleza de tan significativo acontecimiento para la historia de la Iglesia
diocesana. Se trata, en efecto, de un acontecimiento que ha de fortalecer el
testimonio de la fe que los cristianos de hoy estamos llamados a dar en el contexto
de la sociedad de nuestros días. No podemos vivir de la nostalgia de un pasado
que no vuelve, pero tampoco podemos ignorar el pasado que genéticamente da
razón de quiénes somos y a quiénes nos debemos. Del pasado nos viene la tradición
de la fe que da identidad a la Iglesia de Cristo, peregrina en la historia
de los hombres y a su servicio. Del pasado nos ha sido transmito con la fe el
ejemplo que para nosotros representan los mejores discípulos de Cristo: los
mártires que sellaron con su sangre la fe que profesaron, y los santos que
vivieron el seguimiento de Cristo en vida cotidiana de forma heroica, es decir,
como verdaderos virtuosos de la santidad, no por lo que hicieron de extraño a
la vida humana, sino por haberla vivido en la presencia de Dios y en fidelidad
a toda prueba a la voluntad divina y al discipulado de Cristo.
La comunión de
los santos es transversal al tiempo y a la historia y es, por eso mismo,
comunión con los hermanos que nos precedieron y van delante de nosotros a la
luz de Cristo resucitado, en quien se recapitula la historia y quien la atrae a
sí, y por la acción del Espíritu Santo consumarla en Dios Padre.
Que el Dios de
las misericordias que nos llama a la santidad de vida y nos ofrece este
acontecimiento de gracia para seguir nuestra marcha hacia él, fortalezca el
testimonio de la fe cristiana con la palabra y el poderoso ejemplo de los
mártires y de los santos. Con la oración de la Iglesia, concluyo esta
información que os transmito cuando se llega el día feliz de la beatificación
de los mártires, testigos de Cristo, a cuya intercesión nos encomendamos:
«V/. Preciosa es ante el Señor
R./ La muerte de sus santos.
V/. Santa María
y todos los santos
intercedan por
nosotros delante del Señor,
para que
merezcamos nos ayude y nos salve
el que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén».
Almería, 13 de noviembre de 2016
San Leandro, Obispo
San Leandro, Obispo
+ Adolfo González Montes
Obispo de Almería
Obispo de Almería
Sí que tiene que ver con el cnc. En las catequesis dicen que desde Costantino hasta el cnc todo fue de religiosos naturales.En los siglos en los que hubo catecumenado hubo muchos mártires pero también miles de apóstatas. Durante la persecución religiosa de los años 30 en España 10.000 mártires y ni una apostasía.
ResponderEliminarEl cnc es un souflé que está bajando al ritmo al que subió. Una impostura
Es lo que tiene la realidad, que por costumbre, una y otra vez, deja por mentiroso al cnc.
Eliminar-sepul-
En las catequesis «dicen» .... bla bla bla ...., vaya forma de mentir de Gloria que firma como anónimo y más patético Meripe que avala la mentira.
EliminarPor qué no publican en que parte del Directorio Catequético dice lo que afirman muy sueltos de huesos.
Mentirosos por vocación.
Carmen:
Eliminar"vaya forma de mentir de Gloria que firma como anónimo"
¡Qué obsesión con Gloria, la veis hasta en los comentarios anónimos!. Cuándo no decís que es Cristian, que es Sacerdote..... bla, bla bla. ¡Qué cansinos!
"más patético Meripe que avala la mentira"
Sigues mintiendo. El comentario anterior está firmado por Sepul. Meripe, que soy yo, no me he pronunciado hasta ahora y coincido totalmente con Sepul.
"Mentirosos por vocación".
Muestra las mentiras de tus acusaciones, bonita.
" Por el hecho de que haya un sacerdote que toque las campanas para llamar a Misa y que la gente vaya, no existe todavía la Iglesia de Jesucristo. Son todos elementos para la reunión, para que se pueda dar a la iglesia. Pero la Iglesia se puede dar o no. Lo mismo por el hecho de que en un lugar se hagan unas catequesis y se forme una comunidad no existe la Iglesia. Si los que están no dan los signos de fe, no se da la Iglesia".
" La Iglesia debe salar y eliminar esta religiosidad natural. El Evangelio debe ser proclamado a esta gente religiosa natural".
http://cruxsancta.blogspot.com.es/2015/03/catequesis-de-inicio-dia-4-iii-y-final.html
Pues mira lo que han hecho estos religiosos naturales. ¿Realmente crees que no se habían enterado de nada? ¿Qué necesitaban que se les proclamase el Evangelio? ¿Hay que eliminar esta religiosidad natural, no estaban salados?
¡Por Dios y por la Virgen!!!!!!!!
Meripe
Carmen, que ves fantasmas en los anónimos, ¿por qué no cuentas tú qué es eso del directorio catequético, porque en el estatuto aprobadísimo del cnc no se menciona tal directorio catequético, luego debe ser que no está aprobadísimo o que no existe.
EliminarDios te oiga, anónimo 17.22. Ojala este maldito soufle del CNC se desinfle más rápido de lo que se infló.
ResponderEliminarQue se desintegre!!!!!!
Y deje de hacer tanto mal!!!!!!
Pues aunque no tenga que ver con el CNC, aquí tenemos que hablar del camino, si no nadie comenta, eso es lo que le pone sabor al blog.
ResponderEliminarSaludos
Atte. Matatías
Y si no se hablase del cnc, los kikillos que pululan por aquí de día y de noche, no tendrían a quién lanzar mordiscos y ninguna razón para ir de víctimas.
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