Convivencia de inicio de camino (XXIV)

¿Llevarlo a la gente? Para empezar nos encerramos a solas

«¿Cómo llevar a la práctica este Concilio? Este es nuestro problema: llevar en Concilio a las parroquias, a la gente. Esto es lo que nosotros buscamos desde nuestra pequeñez. ¿Cómo traer el Concilio a la parroquia?

Nosotros hablamos de catecumenado, de comunidad cristiana catecumenal para responder a esta realidad.

Una comunidad neocatecumenal inserta dentro de la parroquia, presidida por el párroco, que comienza a crear dentro de la parroquia algunos interrogantes.

Si el camino neocatecumenal es un camino de fe, en la medida en que los miembros comiencen a tener fe, comenzarán a crear signos para los hermanos que les rodean, ya sean religiosos naturales o auténticos cristianos. 

Esto sin duda responde a la crisis de fe: una comunidad heterogénea, formada por casados, solteros, jóvenes, viejos, ricos y pobres, instruidos e ignorantes, hombres y mujeres, entre los que se dan el amor y la unidad como un signo de la existencia de Dios entre los hombres, para que estos crean viendo los signos de la fe.

Responde a la descristianización porque esta comunidad neocatecumenal empieza un camino de fe partiendo de su fe infantil a través de un largo catecumenado de años, en el que será iniciada en el cristianismo, en el que revivirá el bautismo por etapas, como la Iglesia primitiva.

Responde a la desacralización, porque, en la medida en que comienza a nacer en nosotros la fe y el amor, esto se manifiesta en signos, en sacramentos, se darán respuestas. Entonces aparece una liturgia viva, que ya no será un caparazón vacío sino que será un cuerpo exterior que nace de una realidad viva en lo profundo de nosotros mismos.

Este era el preámbulo de lo que quiero decir... ¿Cuál es la misión de esta comunidad? Es de esto de lo que voy a hablar. Hemos dicho que esta comunidad quiere hacer del Concilio una realidad dentro de la Iglesia.

Nueva estructura que trivializa los Sacramentos

Poco a poco este camino hace surgir una nueva estructura de Iglesia, transformando la comunidad parroquial masiva en una estructura de pequeñas comunidades, que nacen las unas de las otras y que forman la Iglesia local.

Esta nueva forma, semejante a la estructura celular del cuerpo vivo, responde mejor a las condiciones del mundo actual.

Una estructura en la que cada comunidad tiene su propio presbítero, su diácono, y en la que aparecen todos los demás carisma que forman el Cuerpo. Os puedo decir que hay parroquias donde ya hay seis comunidades nacidas unas de las otras y que camina todas en comunión. El hilo conductor en el camino neocatecumenal es una obediencia perfecta. Porque si no hay obediencia al catequista no hay camino neocatecumenal. Es como si aquí nadie quiere seguir el camino que nosotros trazamos... simplemente nos vamos»

¿Cómo era eso de "en tu libertad, hermano, en tu libertad"? Ya recuerdo: en tu libertad siempre y cuando obedezcas perfectamente a lo que el kikotista diga.

«Esta Iglesia ve aparecer los carismas». 

Es decir, según el kikismo antes no había carismas.

«A través del catecumenado cada uno de vosotros encontrará su lugar en la Iglesia, con un carisma determinado. No existen cristianos de tropa, por así decir. La Iglesia se compone de carismas diversos que hacen presente el misterio pascual de Jesucristo en un Cuerpo orgánico. Uno será diácono, otro presbítero, habrá apóstoles, profetas, cónyuges (el matrimonio cristiano es signo del amor de Jesucristo por su Iglesia y en este sentido tiene una misión que no tiene ningún otro tipo de matrimonio, un matrimonio que no sea cristiano no puede sobrevivir: sólo el cristiano ama hasta dejarse matar por el otro como Jesucristo se ha dejado matar por su Iglesia. Cuando no se da este amor, el matrimonio es una farsa y es por eso que un porcentaje altísimo de matrimonios son un fracaso. El divorcio se impone como una necesidad en todos los países, porque el amor humano tiene un límite, que es el amar al otro en lo que te destruye: esto es imposible a menos que tengas el Espíritu de Jesucristo vencedor sobre la muerte. Por esto el matrimonio cristiano es un signo para el mundo). Surgirán también las viudas, como ya se están levantando en otras comunidades; viudas no sólo en el sentido físico, sino porque tienen un servicio específico que es el carisma de la hospitalidad, del servicio a los apóstoles, de visitar a los enfermos, de ayudar a los pobres; surgirán en la comunidad apóstoles y profetas (que son sus colaboradores), que irán a predicar la Buena Nueva a cualquier parte del mundo a la que sean llamados; surgirán las vírgenes, que descubrirán su carisma de virginidad para continuar viviendo con sus familias. Esto fue lo que ocurrió en la comunidad primitiva. Y esto es lo que se nos presenta hoy a nosotros en forma de maravillosa floración adaptada a nuestro tiempo».

El verdadero altar al fondo, ignorado por todos

Está describiendo a las chachas y salmonetes-hembra neocatecumenales imprescindibles en toda misión ad gentes que se precie.

«El párroco preside la comunidad más adulta y es como el obispo en su iglesia local; tiene su colegio de presbíteros que gobiernan sus respectivas comunidades».
¡Qué buen chiste! Presbíteros que gobiernan sus comunidades. Jajaja.

«Este cuerpo que aparece dentro de la estructura parroquial va absorbiendo lentamente las especializaciones que existen en la parroquia. Sin atacar a nadie ni oponerse a cualquier tipo de movimiento. No habrá comunidades especializadas, sino carismas dentro de cada comunidad, que nacen de la fuerza del Cuerpo de Cristo resucitado que es su Iglesia.

La Iglesia local llama a los alejados. Esto entre nosotros es un hecho. Hemos experimentado que los que forman la primera comunidad son generalmente personas muy cercanas a la parroquia (aunque no lo estén físicamente); pero la segunda, tercera y demás contienen gente que había dejado la iglesia, gente que se había alejado. Pueden ser familiares, amigos, compañeros de trabajo de los de la primera comunidad. Porque las actitudes que están empezando a ver en ellos les sorprenden y les llaman la atención.

Esta comunidad comienza un nuevo tipo de espiritualidad: no una espiritualidad de tipo místico; sino una espiritualidad que se manifiesta en la vida. Una espiritualidad histórica, basado en la historia de la salvación, en la Palabra de Dios.

Descubriréis que Dios habla a través de vuestra historia, a través de los hechos concretos de cada día: ellos son el lugar donde Dios está presente, en los que dialoga contigo y donde tú tienes que dar tu respuesta. Porque ahora deja de haber una espiritualidad del templo, en la que está lo sagrado y lo profano, sino una espiritualidad de la vida, de la historia».

¿Qué clase de cristianos serán los que no saben dialogar con Dios si no se lo explica el kikotista?

«Déjame decirte una cosa. Muchos pensarán: y ¿qué sucede con los que no están en comunidad?

Me gustaría explicarte cuál es la misión de la Iglesia en el mundo. LA IGLESIA SALVA AL MUNDO.

Todos partiendo pan consagrado

La Iglesia local, una comunidad de comunidades implantada en un determinado territorio, en una ciudad, nace porque un apóstol lleva la Palabra, que es el esperma del Espíritu».

No, no le está echando flores a los párrocos ni a los sacerdotes, porque para Kiko los párrocos no son apóstoles.

«Los que la aceptan y custodian esta Palabra inician un camino catecumenal en comunidad para formar la Iglesia, porque sobre ellos desciende el Espíritu Santo. Así nacen como hijos de Dios y son la Shekiná, la presencia de Dios en el mundo, la Iglesia: una comunidad de hermanos».

En el kikismo no se nace como hijo de Dios por ser bautizado, sino que sólo se recibe la filiación divina cuando el kikotista lo dispone.

«Este es un misterio impresionante: un grupo de hombres son deificados y forman el Cuerpo de Cristo resucitado, el Hijo de Dios. Si esto se da en un lugar, allí se da la victoria sobre la muerte. Esto es un anuncio constante de la Buena Noticia de que la vida eterna ha llegado ya, que el Reino de Dios está cerca. Y esto salva al mundo.

Por esto para nosotros es muy importante que esto suceda, que el mundo vea esto y no algo parecido, o un sustituto. Por esto, aquí seréis elegidos para renovar vuestro Bautismo, cuando adquiráis el Espíritu Santo. Aquellos que no lo adquieren no siguen adelante».

Ellos, sucedáneo de la Iglesia

Muy importante que el mundo les vea a ellos y no a ese sustituto llamado Iglesia en la que los Sacramentos son eficaces per se e imprimen carácter.

«San Juan Crisóstomo dice, ¿cuántas veces repetiré que quien no hace las obras del Espíritu Santo, quien no practica la virtud sin esfuerzo, no puede ser admitido al Bautismo? Quien no hace obras de vida eterna no puede ser bautizado.

¿Por qué? Porque lo que nos interesa es la sal, no la sal mezclada con arena que no sirve para salar. Porque sacos de sal mezclada con arena en una sopa, sólo echan a perder todo. En cambio, se echa sólo un poco de sal y lo sala todo.

Y a quién no sigue adelante no le sucede nada: será una patata salada. Porque lo importante no es ser sal, sino que exista la sal que salva al mundo, que el Reino de Dios llegue a todos los hombres, que todos reciban el anuncio de la Buena Noticia. Para esta misión Dios elige a su Iglesia. Y Dios elige a quien quiere y como quiere; no somos nosotros quienes elegimos a Dios».