Irrelevancia de los proyectos del CNC

Érase una vez, hace ya un par de años, que se produjo un acontecimiento sideral que iba a transformar el universo tal y como lo conocemos, pues  iba a traer consigo la Parusía ni más ni menos.

Por supuesto, ese acontecimiento fue proyectado (¡con lo malísimo de la muerte que es proyectarse!), buscado y propiciado por el sensible líder del movimiento estático más reconocido de cuantos hayan podido ser reconocidos desde antes de la creación.

 

Y así sucedió que el proyecto proyectado por uno que nunca ha dado menos de 50 euros a un pobre (incluso antes de que se inventase el euro) se materializó en una concentración internacional de rabinos en una misma ubicación geográfica que, por su relevancia, quedó automáticamente constituida en centro del universo.

 

Los rabinos concentrados y reconcentrados en el centro del universo se pasaron un par de días calentando sillas de metacrilato, bailando en corro para conmemorar alguna fiesta cabalística rabínica o cosa por el estilo, degustando manjares y licores importados de contrabando por los tunicados visitantes del centro del universo y sufriendo lo indecible con los ruidos emitidos por cierta orquesta kikofónica.

 

En suma: fue espectacular que gentes que se empecinan en odiar al padre, a la madre, al hermano, a la hermana, al esposo, a la esposa, al hijo y a la hija se derritiesen ante un rabino y fuesen incapaces de enseñarle el “odio evangélico” que predican para todos los demás. De hecho, fue tan fructífera la concentración rabínica en el centro del universo que cuando pocos meses después los representantes de los judíos emitieron un escrito de reconocimiento a la Iglesia Católica con motivo de la conmemoración de los 50 años de la declaración “nostra aetate” (http://cruxsancta.blogspot.com.es/2016/02/que-desconsideracion-hacia-el-camino.html), no hubo ni sombra de mención a los irrelevantes amores judaicos por parte de los seres más sensibles del planeta.

 

Con todo, en aquella ocasión hubo alguna repercusión en los medios de comunicación amigos de los sensibles seres que predican el odio a todos menos a los amados judíos.

 

Han tenido que pasar dos años para que se decidan a repetir la concentración rabínica en la finca en el centro del universo, solo que…

 

Sólo que esta vez no ha habido saludo del Papa, para que nadie piense que esas juergas amoroso-cabalísticas están amparadas por el Vaticano.

Sólo que esta vez los sacerdotes asistentes, si los ha habido, se han cuidado de dejarse fotografiar escondiendo lo que son.

Sólo que esta vez ningún medio de comunicación, ni amigo ni primo, se hace eco de semejante evento cósmico-sideral.

Sólo que esta vez no ha corrido el bulo de que la Parusía vaya a ser inminente porque el peso de los rabinos en el centro del universo va a provocarla.

Sólo que esta vez no presumen de inexistentes e imaginarias cienes y cienes de conversiones de queridísimos judíos.

Sólo que esta vez sólo una página holandesa recuerda un hecho concreto cosmico-sideral carísimo sin la menor trascendencia. 

En suma, no ha pasado nada relevante, salvo que los inocentes oídos de los amados judíos convocados han sufrido un disparate.