7 cardenales y 120 rabinos en camino

Dice la nota de prensa de Alvarito, que desde el martes 5 y hasta el jueves 7 de mayo de 2015 ha tenido lugar el n-simo primer Encuentro Internacional entre Rabinos, Cardenales y Obispos (el orden es importante, se empieza por los de mayor dignidad) organizado por el Camino Neocatecumenal, en el marco del 50 aniversario de la Declaración Nostra Aetate y en recuerdo del 70 aniversario del fin de la Shoah.

Encuentros entre cristianos y judíos ha habido innumerables en fechas y lugares variopintos. Sin ir muy lejos, el movimiento de los focolares también hace ese tipo de encuentros ‘ecuménicos’, con marco y sin marco, en recuerdo del xx aniversario del inicio, del final o del primer tercio del algo que venga a mano y tenga que ver con el Holocausto y desde hace varios años.

Por primera vez, aquí

Pero como en esos encuentros no se encontraba presente quien nos lo cuenta, no cuentan. Así que por primera vez ha acontecido un hecho histórico porque se juntan los de siempre bajo la batuta del CNC.

Echando cuentas han participado siete cardenales, unos 20 obispos más o menos (la cuenta la hizo uno de letras) y  cerca de 120 rabinos de 30 países de cuyo nombre no quisieron acordarse al redactar la nota, así como personalidades que nadie conoce de la docencia, el arte y la cultura de las dos confesiones religiosas.

Los Cardenales participantes han sido: 

Card. George Pell, prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede

Card. Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos

Card. Arz. Telesphore Placidus Toppo, Ranchi (India)

Card. Arz. Christoph Schönborn, Viena (Austria)

Card. Josef Cordes, presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unum

Card. Arz. Andrew Yeom Soo-jung, Seúl (Corea del Sur)

Card. Arz. Paolo Romeo, Palermo (Italia)

En el evento iba a participar el cardenal español Antonio Cañizares, pero a último momento debió atender otros asuntos.

El arzobispo de Boston (Estados Unidos) y miembro del Consejo establecido por el papa Francisco para ayudarle en el gobierno de la Iglesia y la reforma de la Curia, cardenal Sean O`Malley, envió un mensaje, porque al igual que el card. Cañizares tenía cosas más importantes que atender.

En primera fila, los Emmºs y Revmºs Srs. Cards. Toppo, Schönborn, Yeom Soo-Jung, Romeo y Pell en pleno mitin kikil

¿Ven bien a sus eminencias?

Como dice un sacerdote culto, muestran que no les gusta parecer lo que son. No merecen, ergo, que se les tenga por lo que no les agrada. La displicencia que demuestran por ser como debieran ser, y estar y aparecer, es el trato que merecen: Tráteseles como a cualquiera.

Tiene maldita gracia ver en las fotos a unos cuantos judíos con su kipá y a ninguno de los Cardenales con su solideo. Quizá consideren que el pileolo cardenalicio pueda irritar la sensibilidad de algún rabino presente, y por eso no los llevan puestos. O será por otras razones, por el calor, o por los piojos, o ellos sabrán por qué. El caso es que hay cinco cardenales, ninguno con atalaje de cardenal. Hasta llevan la cruz pectoral vergonzosamente oculta en el bolsillo de la chaqueta, con ese acomplejado pudor que raya la blasfemia, ellos que recibieron la investidura cardenalicia con la admonición expresa de estar dispuestos a derramar su sangre por la fe.

El evento, señalan los que por primera vez organizan estas cosas, es una iniciativa sin precedentes –el que se realicen este tipo de reuniones desde hace años y por diferentes grupos, a los organizadores se la refanfinfla- avaladisisisisisisisisísima por el Vaticano y el Papa Francisco (pero de la que no hay referencia en páginas vaticanas), que envió un mensaje para reconocer esta convivencia como un instrumento de hermandad entre los 2 pueblos, las 30 naciones, los casi 120 rabinos, los digamos 20 obispos y los 7 cardenales.

Lo seguro es que es la primera vez que el encuentro de los de siempre fue guiado por el equipo internacional del Camino, Kiko Argüello, Carmen Hernández y el P. Mario Pezzi, junto al Director de la Domus Galilaeae, el P. Rino Rossi.

Para dar espectáculo a este encuentro que dicen primero aunque haya habido muchos con los mismos, asistieron numerosos catequistas itinerantes del Camino Neocatecumenal y presbíteros, en total unas 400 personas (estos de letras, con lo fácil que es contar las sillas –de metacrilato de primera, claro- que se necesitaron).

A lo largo de cuatro días (el hecho de que de martes a jueves sólo haya tres días y que la nota de prensa diga cuatro, revela lo laaaaargo que se les hizo el mitin), los participantes hablaron (es decir, Kiko les habló) de algunos desafíos comunes y corrientes del quehacer diario: la misión salvífica del pueblo judío y de la Iglesia católica en el mundo de hoy; la transmisión de la fe a la siguiente generación; el contraste entre la antropología judeo-cristiana y las antropologías que tienen como premisa la negación de Dios; y el resurgir del antisemitismo y el fundamentalismo xenófobo.

El sufrimiento, sin más

Como tuvieron cuidado de no plantear ni una medida pequeñita para favorecer al pueblo palestino, aplastado por la xenofobia de otros, o a los cristianos de Oriente Medio, lo de los desafío comunes y corrientes les llevó nada más que un rato, lo que permitió que uno de los momentos fundamentales del encuentro fuese la ahora apodada Sinfonía de Homenaje y Oración “El Sufrimiento de los Inocentes” interpretada por aquellos de los 400 participantes que para eso estaban porque son la llamada Orquesta y el Coro sin ánimo de lucro del Camino.

Precisamente, dicen que este encuentro es fruto de que muchos hebreos (unos 120 si el de letras contó bien) se hayan sentido identificados con la música y el mensaje que transmite y hayan expresado en diferentes ocasiones la emoción que les produce al escuchar la música y recordar a los asesinados en la Shoah y a la abuelilla que murió de gripe el pasado enero y al perrito que tenía cuando era niño y tantos otros recuerdos tristes que les trae el lastimoso sonido de los sin ánimo de lucro.

El ortodoxo, el reformado y el reconstruccionista

El último día, los rabinos han dado la experiencia de este encuentro y han expresado su sorpresa de la presencia de Dios en una comunión maravillosa: “Ha sido un encuentro histórico. Nunca en el judaísmo nos habíamos reunido tantos rabinos de todas las diferentes expresiones: ortodoxos, conservadores, reformados, reconstruccionistas, etc”.

Todos han hablado de la comunión con los Cardenales y Obispos y han dado las gracias al Camino Neocatecumenal, que ha logrado un verdadero milagro. Reléase: el CNC ya hace milagros, no Dios, sino el CNC. ¿Se entiende bien?

La nota de prensa no aclara qué hicieron los 7 cardenales y los casi 20 obispos durante esos 3 días que les parecieron 4, salvo intentar no parecer cardenales ni obispos. Por su parte, los rabinos asistentes, además de estar encantados de encontrarse entre ellos, redactaron un comunicado final:

“El homenaje sinfónico y de oración, compuesta por Kiko Argüello, que recuerda la tragedia de la Shoah, nos ha ayudado a meditar sobre el sufrimiento de los inocentes, que hoy continua también entre los cristianos en algunos países de África y de Oriente Medio” (a los palestinos que les den, que no son ni judíos ni cristianos).

El 'hacedor de milagros'

“Hemos expresado nuestro común empeño por la presencia de Dios en el mundo y en nuestro común deseo de trabajar en el tikkun olam, en reparar el mundo, para toda la humanidad, incluyendo la creciente preocupación por el sufrimiento de los pobres, un respeto aún mayor por la creación y por el refuerzo de la familia”.

“En cualquier caso, se ha dado un inmenso cambio de los prejuicios y las divisiones del pasado y este evento hace presagiar una nueva primavera de amor entre el Hebraísmo y el Cristianismo”.