El cristiano no se defiende

La frase completa sería: El cristiano no se defiende a si mismo de la injusticia.

Pero lo típico es que en la comunidad se haga una generalización y se convierta en El cristiano no se defiende, sin más, ni a si mismo, ni de la injusticia ni de nada.

Ejemplo práctico y verídico: En un escrute, el catequista emite una aseveración totalmente infundada sobre la vida y los actos del catecúmeno, ante lo cual éste intenta explicarle que su afirmación no es correcta. Entonces el catequista le interrumpe, le pone la mano sobre el brazo, le mira paternalmente y sentencia:

“El cristiano no se defiende. ¿Por qué te defiendes?

¿No crees que estamos aquí, en nombre de la Iglesia y de Dios, para ayudarte?”

El catequista ha captado al vuelo que ha metido la pata, pero no lo reconocerá, ni en público –en público la metió-, ni en privado.

Estos no saben que el cristiano no se defiende

El catecúmeno, confuso, agacha la cabeza. Si insiste en contar la verdad y dejar las cosas claras delante de los que han escuchado como se hacían falsos supuestos sobre su vida, será acusado de no ser cristiano… Por lo que no pasará el escrute. Si quiere tener posibilidades de pasar, debe humillarse, aceptar el infundio que se ha vertido sobre él, o tal vez sobre su familia.

Recuerda: El cristiano no se defiende a si mismo de la injusticia.

Quien practica la injusticia no es cristiano.

El catequista acaba de practicar un acto no cristiano. Y alguien que así actúa, ¿es un guía para llevar a otros hacia Cristo?

¿Qué harías tú en una situación así?

La frase también es muy socorrida para lanzársela unos a otros en las amorosísimas convivencias de mes. Pues no es infrecuente que quien siente que ha sido pisoteado por un hermano de la comunidad, saque el tema en la ronda de experiencias. De hecho, uno de los motivos de la existencia de la ronda es precisamente ese: disponer de un espacio, tiempo y ambiente ¿adecuados? para exponer los trapitos sucios de la comunidad en presencia de todos y no en un discreto tête à tête sólo para los involucrados. De forma que todos los amadísimos hermanos lo sepan todo de todos, e incluso sepan más de esos todos que de su propia familia.

Ahora bien, hay dos formas la plantear un problema inter-comunitario en la ronda de experiencias: la normal y la del manual.

La normal es la de quien reclama que se haga justicia y que se repare el daño cometido. Esta postura en el CNC está muy mal vista. Lo menos que le puede pasar a quien de tal manera plantee algún agravio sufrido en primera persona o presenciado sobre otro es que le tiren a la cara el consabido:

“El cristiano no se defiende”

Estos tampoco se han enterado

Con el que le vienen a decir que ha quedado patente su carencia de cristianismo y que mejor se calle y no intente dar lecciones a los demás hasta que no asuma ser el último y el peor de todos.

Pero está también el planteamiento de manual (de manual kikiano, claro), que es del siguiente modo:

“Hermanos, os hago partícipes de lo que sucedió el otro día con Merenganito que hizo tal y dijo cual y entonces, aquello y después lo de más allá. Y yo me daba cuenta de que Dios me estaba pidiendo que disculpase, porque Merenganito se ha dejado engañar por el demonio y es el maligno quien le hace ser un mal bicho, un tal y un cual. Y Dios me pedía que no juzgase, cuando lo que salía de mi interior era escupirle a la cara. Y por eso lo tengo que contar aquí y dar gracias a Dios que me sostuvo para que no le abofetease por ser re-que-te-tal y ultra-cual y blablabla”.

Y así, bien planteado, no sólo toda la comunidad se entera de la maldad de Merenganito, sino que además Merenganito recibirá un rapapolvo de cuidado a cargo de ventitantas gargantas (treintaytantas a lo sumo, porque las comunidades ya no son lo que eran), y además será a Merenganito a quien le costará contar su versión porque el cristiano no se defiende, que le dirán en cuanto intente hablar.

Pero es importante tener en cuenta que esta táctica de manual no siempre es aplicable. Por ejemplo, si Merenganito es el responsable o el amiguito del alma del responsable, entonces sacar un agravio de Merenganito en una ronda de experiencias es medio suicidio. Y si es un catequista, es un suicidio completo.

Una anécdota. Recuerdo una ocasión, en que una hermana de comunidad se acercó muy excitada a contarnos en qué consiste eso de “el cristiano no se defiende”. Esta hermana huye y rehúye de la grandilocuencia y reclama ejemplos prácticos y sencillos para todo lo que se le dice que tiene que hacer -¿no era que en el CNC todo era gratuidad, sin moralismos?- para ser cristiana. Así que fue al catequista y le pidió hechos concretos sobre la no defensa.

¿Dónde quedó lo que corregir al que yerra?

El catequista, para aterrizárselo, le dijo que en el supuesto de que la dependienta de la frutería se equivocase al hacer la cuenta, tenía que dejarlo pasar y pagar lo que le pidiese sin chistar, porque el cristiano no se defiende.

Y esta hermana, excelente persona que piensa bien de todos y no cuestiona nada que diga un catequista, se lo compró sin pensar. Nunca mejor dicho sin pensar. Sin pensar que la dependienta ha cometido un error, no era su intención el hurto y sin pensar que si presencias como se comete un error o injusticia sobre otro que no seas tú y no defiendes a la víctima, estás cometiendo un error mayor o siendo cómplice de la injusticia. 

Ahora bien, salvo esta hermana, que está convencida de saber como debe aplicar la no defensa, ¿cómo aplican los demás kikines la máxima de la no defensa del cristiano en su vida diaria y cotidiana, cuando no están levitando o poniéndose zancadillas en la comunidad?

Pues a la vista de cómo arremeten contra todo y contra todos los queridos kikines que nos visitan, queda comprobado que no la aplican para nada, es decir, que los kikines que de tal forma actúan no son cristianos. 

Que no es lo mismo que decir que estén mal kikiatizados, están kikiatizados conforme a la kikiatización estándar del CNC que, desgraciadamente, no produce cristianos sino… esteeee, bueno… produce kikos.