EN EL CAMINO, SIEMPRE ERES CULPABLE

En una ocasión, Sepul esbozó en el hilo en tiempo real un tema que, por su carga de profundidad, era acreedor de una entrada.

El tema es el empleo de la culpa como palanca de manipulación.

Por su interés, unifico y reproduzco aquí los comentarios de Sepul:

9 sep 14, 04:59

sepul: El planteamiento del bi doctor es el siguiente: "Reconoce que eres tú culpable, que nunca estás contento:" Justo antes ha usado el miedo, instalando que "tus" hijos no tendrán "fe". Pero remarca el uso de la palanca más antigua: La culpa.

¿Nunca estás contento? Está claro, protestas demasiado (por poco que lo hagas, sabe que al fondo hay más queja de tu parte contra el atolladero de la que manifiestas; SIEMPRE) En este estado de cosas hay que desactivar el pensamiento crítico. ¿Cómo se hará? Fácil, se plantea la cuestión de tus anhelos, tu aspiración es ser cristiano, y claro, la figura de Jesús es eje central para esto. Solución guiada la comparación: "entonces no has conocido nunca al Señor, ¿es que no te ha dado su gracia?" Dicha solución es como todo lo demás en el atolladero: Un callejón sin salida.

¿Por qué digo esto? Bien, se puede ver. Estás en un sitio para cristianos ¿no? Pues algo tendrás de eso que llaman fe. Sino no se entiende que estés ahí mismo donde estás. Peeeero resulta que es fundamental "demostrarte" que no tienes fe (recordemos que estas palabras de k son para todos, pero empiezan por los más antiguos del lugar).

Sigue preguntando:" ¿es que no te ha dado su Espíritu? ¿Qué te pasa?" Son preguntas para no responder, pues han de iniciar una reacción interna, "tu respuesta" ha sido "preparada" justo antes (recuerda, siempre estás descontento). Tranquilo de los tranquilos, el mago se saca el conejo de la chistera, te dará la respuesta adecuada (a sus intereses, claro): "No eres humilde"

Comienza el alambique del miedo a destilar: "algo te pasará". -Insiste en lo de la respuesta-: "no eres humilde". Aquí echa mano de lo que venimos "buscando": "y Dios, que es misericordioso, te mandará alguna enfermedad". ¡Eh! ¿Has visto? Mira tú, que por estar descontento en la comunidad... El "Señor" te va a mostrar su misericordia... te va a poner malito, muy malito...

El desparrame sigue: "te meterán en la cárcel" (una broma: todos sabemos que a los enfermos, los meten en la cárcel) Y sigue con la palanca del miedo, pero esta vez deja la puerta abierta a que elijas el que más te acojone: "Algo te sucederá".....pero claro, existe un ¿motivo?: "para salvarte del infierno" (tócate, pero no mucho).

Ya sabemos que esto que te regala gratis el pintor de castillos en el aire, vendedor de humo por más señas, tiene un sentido práctico: "para que aprendas la santa humildad de Cristo, para que te conozcas a ti mismo y empieces a desear la fe," ¿Ves? Es evidente, 40 años de camino y NO tienes fe... Y ahora viene cuando cierra el círculo a ninguna parte, estás atrapado, kolega... porque todo esto de tu posible rebeldía mira donde ha ido a parar. Y si sigues por esos derroteros de cuestionar el atolladero, ya sabes o imaginas lo que pasará. Pero pedirás, suplicarás… buscarás por fin "ayuda a Cristo". Si te fijas bien, verás la gran venta del producto "comunitario". Pues acaba de definir qué si te vas (o protestas) de donde el Señor te está -y quiere seguir- ayudando... ¿ves? Es fácil, k ha puesto la comunidad en el lugar que debiera estar Nuestro Señor: tu corazón. Ya procurará que también sea en tu mente, tu alma y todas tus fuerzas.

Esta es la turbo predikación: Miedo, culpa, anulación de una respuesta coherente… todo ello aliñado con la "Misericordia". Se puede ser más blasfemo, pero con esto parece que se "apañan".

La culpa es un arma de los manipuladores que saben que la culpa provoca sumisión. En el caso del CNC, sus líderes son conscientes de que obedecerles y hacer lo que ellos proyectan que han de hacer los demás, es ocasión de conflictos, de enfrentamientos y de mucho sufrimiento.

En consecuencia, hay que convencer a las víctimas de que el origen de su sufrimiento no está en haber seguido unas malas directrices, sino que es culpa y responsabilidad de las propias víctimas que, dicho sea de paso, son unas desagradecidas al CNC. Por eso nunca están contentas, por eso el diosecillo que predika Pako tiene que tomar medidas drásticas, para que espabilen y se konviertan, como mandarles un cáncer y que les metan en la cárcel, o algo peor… que dicho sea de paso es otra palanca de manipulación: la intimidación.

Pero el primer paso de esa konversión que va a destruir el hombre viejo para dar lugar a un hombre nuevo kikianizado de arriba abajo es el reconocimiento de la culpa, la gran culpa, la grandísima culpa.

 

Como siempre, lo mejor es ilustrarlo con ejemplos.

¿Qué consuelo recibirá de Pako la triste kikotista que ve como su amada hija, harta de que se pisotee su libertad y se le imponga un camino que no quiere, para poder abandonar la casa de sus padres y sentirse libre, opta por irse a vivir con un divorciado?

Ninguno. Lo que recibirá es una reprimenda: Qué mal lo has hecho, maruja. La culpa es tuya, Maruja. El fallo no ha sido nuestro, esto no ha sucedido porque nosotros te hayamos dicho que a los hijos hay que obligarles a caminar sí o sí y que el que no quiera caminar se tiene que ir de casa, ni mucho menos. Esto no ha sucedido porque guiada por nuestros desatinos hayas convertido el hogar de tus hijos en una cárcel que ellos odiaban, no, el fallo ha sido tuyo, sólo tuyo, enteramente tuyo, Maruja; porque no has hecho suficiente, porque has sido tibia. Por eso te pasa lo que te pasa. Y además serás responsable de la muerte de tu hija:

 

“El otro día me decía una hermana que su hija ha dejado el Camino y se ha ido con un señor. Digo: pero ¿has sabido explicar a tu hija lo que significa dejar el Camino y volver a entrar en el infierno, que va a volver a vivir todo para ella? ¿Tú sabes que nosotros hemos conocido el Reino de Dios? Cuando Adán y Eva estaban en el paraíso viven en una situación impresionante. Cuando son expulsados viven en un mundo de espinas, de cardos, que es el egoísmo, que es la envidia, que es el odio, que son las rencillas, que es el no amor. Pero tú sabes que Cristo anuncia el Reino de Dios y hemos entrado en su Reino y los cristianos no vivimos más para nosotros mismos; y el yugo de Cristo es suave, ligero, y nos ayuda siempre. ¿Sabes lo que significa que, de pronto, un hermano del Camino rechace todo esto y de nuevo entre en el mundo? Que va entrar de nuevo en el mundo de las espinas y los cardos donde el pecado original cobra fuerza en su interior. Y será frustrada con el señor este con el que se va, y frustrada con los hijos. ¿Cómo es posible que no sepamos explicar a nuestros hijos esto?” (Anuncio de Adviento 2006)

 

¿Qué consuelo se le da a la pobre katekúmena que descubre que se ha casado con un violento?

Se le dice que deje de dar patadas contra el aguijón, que su etapa de niña ñoña pasó, que diosito (el que predika Pakito) quiere hacer de ella una mujer madura y adulta en la fe, que asuma su papel como esposa, madre y ayuda adecuada. Y que se someta a su marido, porque la culpa de la violencia es de ella, por ir de listilla, por no someterse a su marido como al Señor.

¿Qué explicación se da en el CNC a la maldad de un hombre que mata a sus propios hijos o al primero que le recuerda al sujeto que detesta?

Que la responsable de ese acto injustificable fue la esposa, por abandonarle, por no someterse a él: “Es horrible eso del chico que en una iglesia de Madrid —viene hoy en los periódicos— ha disparado a una mujer embarazada. Lo que decíamos ayer: su mujer le abandonó y vivía como un indigente en la calle; ayer ha entrado en una iglesia de Madrid con una pistola, y a una señora gallega que estaba embarazada, le ha puesto la pistola en la cabeza y le ha matado; después ha seguido para adelante y a otra persona que estaba en la Misa —había unas cuarenta personas— le ha pegado otro tiro en el pecho; ha seguido hasta llegar al altar donde el cura estaba horrorizado, se ha vuelto de cara ala gente, se ha puesto de rodillas y se ha pegado un tiro en la boca. Viene hoy en el periódico. ¿Por qué ha matado a esa señora embarazada? Porque quería matar a su mujer que está con otro y está embarazada ¡un pobrecillo!” (Convivencia de inicio de curso 2011-2012).

Conclusión: por defecto, la culpa es tuya; y en caso de duda, aplica la opción por defecto.