Lo que queda de los católicos en Italia:
Marzano luchando con la crisis de la Iglesia
La editorial Feltrinelli publicó un ensayo-investigación del sociólogo italiano que investiga la conexión entre la jerarquía eclesiástica y las parroquias.
La portada del libro de Marco Marzano
Marzano ha optado por describir en profundidad uno de los más poderosos y activos: el Camino Neocatecumenal. El cuadro general que emerge es el de una jerarquía acosado por una secularización que no sabe cómo tratar y que ha aceptado en su interior la multiplicación de los grupos dsitintos grupo que reclaman para sí el espacio público, la relación con el Palacio, los medios de comunicación y políticos, la conquista de nuevos miembros y el reclutamiento del clero.
Este libro contiene una investigacion en la cual se alterna estadisticas, testimonios , estudios de casos en donde se intenta dar una evaluacion general de un fenómeno complejo que confronta la realidad eclesial de Italia en la actualidad, fenámenos como el secularismo y el postmodernismo.
De este libro , gracias al blog italiano Osservatorio sul Cammino Neocatecumenale secondo Verità extraemos este fragmento interesante que habla sobre el tema que nos interesa, el Camino Neocatecumenal.
Al hablar sobre los problemas del Camino Neocatecumenal hemos escuchado tantas veces las mismas respuestas:
"pero vamos, no puede ser!"; "pero vamos, es imposible!", pero vamos"; "¿crees que los obispos lo permitirían? Si las cosas fueran como tu dices dices", "¿crees acaso que los obispos no harían algo?"
El padre Salvatore, un sacerdote de una parroquia al extremo sur de Italia, en una breve entrevista responde a estas preguntas a través de su propia experiencia.
Su temor no parece justificable, pero al menos es humanamente comprensible por todos los que han colaborado de cerca lo suficiente con un sacerdote para conocer los problemas de la vida sacerdotal (e incluso por aquellos que han sufrido la vendetta neocatecumenal).
...El párroco, Don Salvatore, [es] un joven sacerdote en ascenso dentro de la diócesis. El sacerdote nos recibió en una sala apartada del oratorio. Hace mucho calor en la habitación y un olor estancado como de "guardado", sin embargo, tan pronto como Aldo y yo entramos, Don Salvatore cierra la ventana para asegurarse de que está todo herméticamente sellado. "Ya sabes, con todos los topos que hay ahí fuera", susurra, invocando a nuestra cómplice comprensión, "hasta las paredes tienen oídos aquí... Hay que tener cuidado, porque ¡yo no quiero problemas!".
Los problemas a los que se refiere Don Salvatore son los que podrían venir de los neocatecumenales si se enteraran de lo que iba a decir sobre ellos. Sus palabras podrían comprometer sus ambiciones de carrera. Una vez sentado, inmediatamente me pregunta si llevo una grabadora conmigo. El Padre Salvatore tiene una figura alta y delgada, tiene la frente empapada de sudor. Es evidente que tiene miedo de hablar libremente, incluso encontrandose en su casa, en su parroquia. Por desgracia, no es el único sacerdote en esta situación. Me encuentro con otros, a los que no seré capaz de arrancar más de la mitad de una palabra, el esbozo de un juicio. Una vez me también sucedió que tuve que utilizar un intermediario para llegar a un sacerdote romano que no aceptaba a los neocatecumenales, me llamó por teléfono desde un número secreto y prometió una reunión que nunca llegó.
Don Salvatore empieza a contarme que en su parroquia el Camino es el legado fuerte y desagradable de un párroco anterior, que permitió su insersión y expansión."En el camino hay un rechazo sustancial de la iglesia", dice Don Salvatore. "Es una experiencia que debe llevar a Cristo y la iglesia, pero no lo hace. Por el contrario te lleva a Kiko, y sólo a él." El sacerdote me confirma lo que Aldo ya me ha referido, y es que hay tantos sacerdotes en la diócesis dentro de el camino, y que si un sacerdote cultiva ambiciones, no puede explícitamente tomar partido en contra de los seguidores de Kiko, ya que puede ser etiquetado como un "coñazo" y "ver cortada su carrera". "Pero el hecho es, Marco", dice Don Salvatore, sin disimular su sufrimiento ", que se consideran "la verdadera iglesia". El párroco, cuando hay, para "ellos", no tiene importancia, se convierte en un administrador de los sacramentos . Nada más. porque "ellos" toman todo en sus manos. "Y obedecen solamente a los catequistas".
Si Don Salvatore organiza alguna iniciativa abierta a toda la parroquia, los neocatecumenales no participan. Lo hacen todo por cuenta propia, separados del resto de la comunidad cristiana. Incluyendo la Vigilia de Pascua. Ellos no quieren mezclarse con los demás fieles ni en esa ni en otras ocasiones. Tampoco están interesados en los problemas sociales, por ejemplo, para ayudar a tantas personas pobres que viven en el barrio. Podrían hacerlo, ya que tienen muchos recursos y militantes Pero el hecho es que los que no están en el Camino, los que no se convierten en seguidores de Kiko, no importan nada, reafirma el sacerdote.
"Y luego lo que hacen en sus reuniones... ¡Marco, no te digo!" exclama el Padre Salvatore. "La forma en que sondean la vida de las personas... cosas que yo ni soñaría hacer con mis feligreses y ¡¡los niños!! ¿Quieres hablar de los niños? El Camino es una cosa para mayores. Sin embargo, se involucra a los niños. Hay una tristeza en los rostros de esos niños que no pueden divertirse, jugar, hacer las cosas propias de su edad, que se ven obligados a seguir el triste catecismo neocatecumenal. Entonces tanto es así que a veces ocurre que alguien haga alguna locura, como le pasó a este joven - le conoces ¿no, Aldo? -. Dos semanas después de la boda ha dejado todo para escaparse al Norte con su amante . Bueno, los niños se convierten en adultos demasiado deprisa y los adultos se vuelven niños, dependientes para todo de sus superiores".
Le pregunto por qué sufrir todo esto a pesar de la aflicción que visiblemente le produce. Me confiesa que si él comenzara a combatir de manera activa "y fuera al obispado, él sería un "hombre acabado", en el sentido de que sería inmediatamente marginado dentro de la diócesis. "Y yo, Marco", continúa nuestro nuevo Padre Abbondio , "Tengo un cuerpo y un alma, y me siento cómodo. Busco la paz, la vida tranquila. Y yo no quiero problemas".
El único que podría hacer algo de verdad, que puede detener el ascenso del movimiento, parece ser el obispo. "Y ¿por qué no lo hace?", le pregunto yo. "Eh, ¿por qué no lo hace, Marco?" Don Salvatore hace una mueca elocuente en su cara y dice: porque está ''aceitado". Yo no tengo tiempo para hacer que el párroco explique los detalles de este "aceitado", un joven irrumpe en la estancia reclamando la presencia del párroco en el oratorio. El tiempo de nuestra reunión ha terminado y don Salvatore se despide apresuradamente...
(citado de : Marco Marzano, «Quel che resta dei cattolici. Inchiesta sulla crisi della Chiesa in Italia», Feltrinelli, 2012, pagg. 182-184)
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Una profecía de la beata Catalina Emmerich:
ResponderEliminarhttp://1.bp.blogspot.com/_S5G9RB88Y-o/S_ln6ACdUkI/AAAAAAAAABs/LyJ8N578ePA/s1600/DSC04905-vi.jpg
Vi sobre una verde pradera muchas personas, entre los cuales había sabios, reunirse aparte...
... y apareció una nueva iglesia en la cual ellos estaban reunidos. Esta iglesia era redonda con una cúpula gris y tantas personas afluían que yo no comprendía como ese edificio podía contenerlas a todas. Era como un pueblo entero.
Sin embargo esta nueva iglesia se volvía cada vez más sombría y negra (al comienzo solo era gris) y todo lo que se hacía en ella era como un vapor negro. Estas tinieblas se extendieron fuera y todo el verdor se marchitó; varias parroquias de los alrededores fueron invadidas por la oscuridad y la sequedad, y el prado, a una gran distancia, se volvió como una sombría ciénaga.
Vi entonces varios grupos de gentes bien intencionadas corres hacia un lado de la pradera donde había todavía verdor y luz.
No puedo encontrar palabras para describir la acción terrible, siniestra, mortífera, de esta iglesia. Todo verdor se marchitaba, los árboles morían, los jardines perdían su aderezo. Vi, como se puede ver en una visión, las tinieblas producir su efecto a una gran distancia; por todo donde ellas llegaban, se extendía como una cuerda negra. No se lo que pasó con todas las personas que estaban dentro de esa iglesia. Era como si devorara a los hombres: se volvía cada vez más negra, semejaba totalmente al carbón de forja y se descamaba de manera horrible.
Interesante libro,
ResponderEliminarCuando se publicará en español ? O acaso intentarán prohibir su publicación
Ah se me ha olvidado.
ResponderEliminarMe ha encantado el comentario del sacerdote.
"El único que podría hacer algo de verdad, que puede detener el ascenso del movimiento, parece ser el obispo. "Y porque no lo hace?" le pregunto yo. "Eh, porque no lo hace, Marco?" Don Salvatore hace una mueca elocuente en su cara , y dice: porque es '' Aceitado "."
Lo de aceitado es cierto en mi ex comunidad nos han llegado a pedir un donativo para ayudar a un obispo a tomar decisión, claro el problema es que el resto de la comunidad lo negará y solo los que nos hemos salido lo podremos decir.
Pero yo siempre digo lo mismo, es verdad que no se puede servir a dos señores y el camino ya ha escogido claramente el Dios Dinero, para pagar los caprichos de su líder.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue en las diócesis haya sacerdotes con temor a represalias no es por culpa del Camino. Es porque así es como funciona el mundo clerical desde hace siglos y mucho más en este y a partir del Concilio. Si vas contra la línea predominante del obispo o los vicarios (que suelen mandar más que el obispo muchas veces) pues la llevas clara. Esta línea predominante puede ser el Camino como cualquier otra cosa, por ejemplo el querer celebrar la Misa tradicional cuando hay una orden no escrita de impedir que se instaure en la diócesis. Incluso puede ser el mero vicio de los que mandan que quita de enmedio a todo aquel con la integridad moral suficiente como para denunciarlo.
ResponderEliminarTodo depende de la buena voluntad del párroco.
ResponderEliminarAllí donde el párroco se está calladito y deja que mande el responsable del camino, todo va sobre ruedas. Pero donde el párroco tiene ideas propias, que está muy bien que las tenga, y se empeña en que sus ideas sean no sólo escuchadas, sino tambien, respetadas y obedecidas por todos, incluyendo los neocatecumenales, las cosas se tuercen.
Porque un catecumenal primero obedece a kiko, después a kiko y en caso de duda, a kiko.
¡Cuanto hacen sufrir los sacerdotes a kiko!
¡Cuánto hacen sufrir los neocatecumenales a los Sacerdotes! KIKOS: ¡Que no queremos vuestra "misa"! ¡A ver cuándo os enteráis!No voy a cejar en el empeño hasta que desaparezca esta secta. sí "secta", no os dais cuenta, pero hay muchísimas sectas con características muy similares a las del "Camino Neocatecumenal". Vamos, es que si el Papa no disuelve esta secta lo haré yo judicialmente.
ResponderEliminarCuántos pájaros en la cabeza tenemos!!
EliminarComo le de por intentar disolver el Carrefour judicialmente porque no le gusta su marketing...Chalao...
Que que?..Osea que el marketing de kiko es la tortura, reventar la paciencia y los nervios de todo ser vivo que este cerca? Mmm...interesante
ResponderEliminarParecerá mentira, pero a mi si me ponen de los nervios.
EliminarEn las únicas celebraciones que el CNC se une a la parroquia (que se cuentan con los dedos de la mano para todo el año) hay que escuchar al de la guitarra imitando a Kiko. El problema no está en que kiko desafine, el problema es que hasta el propio fiel súbdito crea que lo mejor es imitar incluso en el error.
Nota: en esas misas tenemos ración extra que 'en tiempos de los primeros cristianos...'
Ninguna sorpresa en las palabras de este sacerdote. Aunque duela, pero el Párroco es el responsable. y si no está de acuerdo con el tipo de apoyo que brinda un grupo en la Iglesia, tiene todo el derecho de impedir sus reuniones en la parroquia. Así de fácil.. y si ese grupo está muy bien "relacionado" en la Diócesis, se le debe enviar una carta previa al Obispo y las razones por las cuales lo amonesta.. Sin duda el Obispo le dará la razón, ya que son sus feligreses, no son del Camino.
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