viernes, 14 de septiembre de 2012

Jesucristo está en el suelo...

No se pongan a bailar encima de él, deberíamos recordarles a algunos...



Si esto sucede con las 'hostias' imaginemos cuantas partículas más se desprenden de el pan que usan en el Camino Neocatecumenal.  Si no les gusta hacerlo como lo quiere la Iglesia, les suplicamos, al menos revisen sus manos !





El Concilio de Trento enseña que: «Si alguno negare que en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real, y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema».
Doctrina que recoge el reciente Catecismo de la Iglesia Católica: «Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Ro 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre (Mt 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos, en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, “sobre todo (está presente), bajo las especies eucarísticas”.
«La Presencia Real»
1. Verdadera, real y sustancial
Nos enseña la santa fe católica que Nuestro Señor Jesucristo está verdadera, real y sustancialmente presente, en el Santísimo Sacramento del altar. Es sacramento porque es signo sensible –pan y vino–, y eficaz –produce lo que significa–, de la gracia invisible y porque contiene al Autor de la gracia, al mismo Jesucristo nuestro Señor.
  • ¿Qué quiere decir verdadera?
    Verdadera quiere decir que su presencia no es en mera figura (como en una foto), como quería Zwinglio, sino en verdad.
  • ¿Qué quiere decir realmente?
    Realmente quiere decir que su presencia no es por mera fe subjetiva (no porque uno así lo opine), como quería Ecolampadio, sino en la realidad.
  • ¿Qué quiere decir sustancialmente?
    Sustancialmente quiere decir que la presencia del Señor en la Eucaristía no es meramente virtual (como la usina eléctrica está virtualmente presente en el foco de luz), como quería Calvino, sino según el mismo ser de su Cuerpo y Sangre que asumió en la Encarnación.
    El Concilio de Trento  enseña que: «Si alguno negare que en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real, y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema».
    Doctrina que recoge el reciente Catecismo de la Iglesia Católica: «Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Ro 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre (Mt 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos, en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, “sobre todo (está presente), bajo las especies eucarísticas”.
    El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella “como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos”. En el santísimo sacramento de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero.” “Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente”».
    De tal modo, que Nuestro Señor Jesucristo está presente en la Eucaristía con el mismo Cuerpo y Sangre que nació de la Virgen María, el mismo cuerpo que estuvo pendiente en la cruz y la misma sangre que fluyó de su costado.

17 comentarios:

  1. Tú eres Pedro y sobre esta piedra... Parece ser que Pedro nos conoce, estamos con el y el con nosotros.
    http://www.youtube.com/watch?v=SP_7UmiipNo

    Gracias Señor por ser un perseguido y no un perseguidor.

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    1. Claro que los conoce por eso tuvieron que pasar 14 años después de ese video para que el papa les hiciera sendas exhortaciones a ajustarse a la doctrina de la la Iglesia y a la fidelidad a los libros liturgicos, para que les dieran una aprobación Ad experimentum. Tenemos que recordarles las palabras que Cardenal Arinze en nombre de su Santidad (en el 2005) les envió en la cual les dice :
      "En la celebración de la santa misa, el Camino Neocatecumenal aceptará y seguirá los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia, sin omitir ni añadir nada. "

      Pero claro eso no les importa total ustedes ya tienen un video de 1988 para justificar su desobediencia.

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    2. Nadie puede decir que está con Pedro al que no trata, si no está con Jesús Eucaristía al que tan malamente trata.

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    3. Vade Retro. Te recuerdo que, primero, que el Cardenal Arinze duró poquito en su cargo; segundo, que hay una excepciones APROBADAS POR LA SANTA SEDE.

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  2. En el camino, se transmite la idea de que el sacramento de la Eucaristía no tiene el mismo valor fuera del camino que dentro:

    "los niños del Camino Neocatecumenal que se preparan a la Primera Comunión con la parroquia (Nosotros no hacemos una preparación aparte) ésta tiene una misa para los niños de la Primera Comunión y quisiera (se refiere al párroco, a cuyo servicio está el camino) que fueran los nuestros a esa misa, con lo cual nosotros no estamos de acuerdo. Porque nuestros niños no viven la situación de los otros niños que vienen a las catequesis, absolutamente, es completamente distinto. Sería pasarles de una cosa que vale cien a una cosa que vale como veinte."
    http://www.camino-neocatecumenal.org/neo/CARISMAS/didascalos/Catequesis%20didascalos.htm

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    1. Lo que Kiko dice en ese extracto, clarísimamente, es que una Misa vale sólo veinte comparada con una Eucaristía del camino, que vale cien. En otras palabras, la Iglesia no le da la altura al camino. ¡Qué humildad!

      Estas catequesis son antiguas, por supuesto. Si actualmente dijese eso públicamente, se le acabaría el chollo, por eso se cuida de hacerlo. Pero antes lo decía abiertamente.

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    2. Eso es mentira. En el camino no se transmite la idea de que el sacramento de la Eucaristía no tiene el mismo valor fuera del camino que dentro, sino que la forma de vivirla, ya solamente por el hecho de conocer a los que tienes al lado no solo de verlos una vez a la semana y de compartir tu vida con ellos

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  3. De todos es sabido que mi relación con el camino no es que digamos buena.

    Pero hoy si tengo que decir algo que podíamos decir les conviene a ellos.

    Cuando estaba dentro si me preocupaba el tema de la transubstanciación y que pasaba con las partículas que caían al suelo así que me puse a investigar.

    ¿Por qué se purificaban los cálices y las patenas con tanto cuidado y se descuidaba los trozos que quedaban en las manos y la gente se las sacudía?

    Pues bien, después de consultar con teólogos expertos en liturgia y sobre todo en la eucaristía (cosa que desconocía que existía personas con tanta especialización), de mi diócesis, me dijeron que no me preocupara.

    Os intentaré transmitir lo que me dijeron, si me acuerdo.

    Lo mismo que existe la transubstanciación existe la des transubstanciación, es decir, cuando en una forma se produce el milagro de la transubstanciación, es cierto que se encuentra Jesús en ese trozo de pan y que se convierte en el cuerpo y la sangre de Jesús.

    Pero la utilidad que tiene ese milagro es que podamos comulgar, por eso están presenten durante la eucaristía.

    Ahora las partículas que caen al suelo sufren otro milagro que se llama las des transubstanciación, es decir que dejan de ser cuerpo o sangre de Jesús.

    Con lo cual no tienen más importancia.

    Ahora, si sería conveniente que esas partículas fueran tratadas con respeto, no porque sean el cuerpo de Jesucristo, sino porque han sido portadoras de el, y deben ser barridas y volcadas a una planta viva.

    En algunas parroquias se barre la zona de la comunión cuando se termina la eucaristía, con la idea de recoger aquellas partículas que han caído y el contenido se vuelca sobre una planta (no se tira a la basura).

    En la parroquia donde yo estaba en el camino no se hacía esto y ni creo que se haga en ninguna parroquia del camino.

    Con esto no defiendo al camino, (Dios me libre de hacerlo), pero a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.

    Bueno espero haberme explicado en un tema tan escabroso como es este y más sin ser un teólogo pero os aseguro que es un tema fascinante cuando se profundiza, aunque es muy muy muy difícil de entender.

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    1. Has explicado perfectamente que afirmais una herejía condenada sobre la Eucaristía. Sería bueno conocer la diócesis para denunciar a esas personas, obispo incluído si permite tal cosa.

      Si en el Camino se comparte esa herejía a denunciarlo también.

      La permanencia de la presencia eucarística de Cristo es una verdad de fe definida en Trento contra la herejía protestante.

      Si alguno dijere que, acabada la consagración, no está el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo en el admirable sacramento de la Eucaristía, sino sólo en el uso, al ser recibido, pero no antes o después, y que en las hostias o partículas consagradas que sobran se reservan después de la comunión, no permanece el verdadero cuerpo del Señor, sea anatema

      Concilio de Trento, Sesión XIII, canon 4



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    2. Al pronunciar el sacerdote las palabras de la consagración, su fuerza es tal, que Cristo se hace presente tal cual, bajo las substancias del pan y del vino. Es decir, vivo, real y substancialmente. En Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, por lo tanto, donde está su Cuerpo, está su Sangre, su Alma y su Divinidad. Él está presente en todas las hostias consagradas del mundo y aún en la partícula más pequeña que podamos encontrar. Así, Cristo se encuentra en todas las hostias guardadas en el Sagrarios, mientras que el pan, signo sensible, no se corrompa.

      Está presencia real de Cristo, es uno de los dogmas más importantes de nuestra fe. (Cfr. Catec. n. 1373 –1381).

      Según la doctrina católica, la Presencia real dura mientras no se corrompen las especies que constituyen el signo sacramental instituido por Cristo. El argumento es claro: como el Cuerpo y la Sangre de Cristo suceden a la substancia del pan y del vino, si se produce en los accidentes tal mutación que a causa de ella hubieran variado las substancias del pan y del vino contenidas bajo esos accidentes, igualmente dejarían de estar presentes la substancia del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Por eso, cuando el sujeto recibe el sacramento, permanecen en su interior la substancia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, hasta que los efectos naturales propios de la digestión corrompen los accidentes del pan y del vino.

      Si una hostia cae al piso se destransubstaciona? no eso no sucede la presencia real esta encada fragmento y no deja de estar alli hasta que se corrompan las especies.

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    3. El Catecismo recoge esta verdad de fe:

      "La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsisten las especies eucarísticas" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1377).

      Pero el Camino no.

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    4. Soy del camino y teólogo. Eso de la destransustanciación no es verdad, el cuerpo de Cristo está presente de modo verdadero, real y sustancial desde la consagración. Otras cosas son:
      - gente que no se preocupe de recoger las migas que puedan quedar en su mano (en mi parroquia no pasa eso). De todas formas, creo que con las hostias consagradas mucha gente ni se preocupe de eso.
      - que no seas consciente (como puede pasar en cualquier misa) de que alguna partícula apenas visible haya caído al suelo, entonce no hay pecado puesto que no hay conciencia del acto cometido.

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  4. Ustedes tienen el culo en el Concilio Vaticano Segundo y la mirada en el Concilio de Trento.

    Pasen a la fe Fariseos.

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    1. Eso fuelo que nos dijo un Presbitero del Camino Neocatecumenal cuando quisimos comulgar de rodillas , "ustedes se han quedado antes del Vaticano II", lo cual demuestra el profundo error en el cual se vive en el Camino Neocatecumenal. Oramos por ustedes

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    2. La deformación neocatecumenal es profunda.

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    3. Lo de estar de pie o de rodillas no creo que sea una cuestión de haberse quedado o no en el Concilio de Trento, sino distintas formas de ponerse delante de Cristo, igual que uno puede rezar de pie, sentado, de rodilla, postrado...según la actitud que desee mostrar o sienta. (por cierto, soy del camino)

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  5. Insultados, Bendecimos; Perseguidos, Lo Soportamos; si somos Difamados; Respondemos con Amor. (San Pablo) Somos miembros de la Iglesia Santa y Catolica, la Eucaristia es el culmen de los Cristianos, es nuestra vida, nuestro centro, los mas grande, es donde el Señor se entrega por nosotros. Estamos aprobados por el Papa y la Iglesia.

    Que el Señor nos haga uno. por que el odio destruye, que hasta paginas web hacen.

    Pas y Bien.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.