APROBADA NUEVA CONSTITUCIÓN EN HUNGRÍA
Entre tantas noticias más o menos apocalípticas, nos alegramos mucho de poder dar alguna noticia positiva, que nos llena de alegría y esperanza de futuro.
Como quizás sepan, Hungría está experimentando un notable despertar de su vida religiosa, que hasta los turistas que llegan desde España han reseñado con sorpresa, y muchas veces, agradecimiento.
Habiendo elegido por mayoría absoluta un nuevo gobierno y Parlamento del partido Fidesz, se han puesto manos a la obra y han elaborado una nueva Constitución, que ha entrado en vigor este Domingo.
Resumiré brevemente algunas de sus particularidades:
Se suprime la apelación “República de Hungría” para pasar a denominarse simplemente, Hungría.
La Constitución incluye una referencia explícita al origen de todo poder: “Dios bendiga a los húngaros” o, por ejemplo: “Nos declaramos orgullosos de que nuestro Rey san Esteban haya establecido al Estado húngaro sobre firmes fundamentos hace mil años, y de que haya convertido nuestro país en una parte de la Europa cristiana.”
Restablece los fundamentos de la moral natural: “La dignidad humana es inviolable. Cada uno tiene derecho a la vida, y a la vida humana, la vida del feto será protegida desde su concepción. Las prácticas eugenéticas tendentes a la selección de las personas, y a transformar al cuerpo humano y sus partes en fuente de beneficios, así como la clonación reproductiva de seres humanos quedan prohibidos.
Más aún, reserva el matrimonio “a un hombre y una mujer”, protege la familia, la propiedad, la herencia, la natalidad. Asegurando la independencia de las Iglesias, precisa: “El Estado cooperará con las Iglesias en orden a la consecución de objetivos que beneficien la comunidad”, (Se supone, nacional, y no para ayudar a las ideologías mundialistas.) No por casualidad, el antiguo gobierno ayudaba a 300 asociaciones religiosas, casi todas anglosajonas, protestantes o judías, cuando no auténticas sectas, mientras el actual las restringe a 14 confesiones cristianas, las que verdaderamente tienen implantación y obran para el bien de Hungría.
Imputa claramente la responsabilidad de los crímenes comunistas cometidos hasta 1989 a los propios dirigentes comunistas, hoy reciclados en socialistas…
En otro orden de cosas, están recuperando su soberanía financiera con una serie de medidas tendentes a retomar el control de su Banco Central, de modo que su pueblo deje de estar, como nosotros, en situación de esclavo por deudas ilegítimas hacia la gran plutocracia luciferiana que nos domina desde hace siglos gracias a la usura generalizada.
Ellos, mientras tanto, exigen ahora una mayoría de dos tercios del Parlamento para poder crear un nuevo impuesto, igualito que aquí.
Podéis apostar a que el gobierno de ocupación de la nueva Unión Soviética europea que nos tiraniza ya ha puesto el grito en el Cielo, amenazando con todo tipo de inspecciones y sanciones, no menos que una Hillary Clinton.
Ojalá haya más países de Europa que los imiten, y sirvan de catalizadores para sacudirnos la sórdida esclavitud luciferiana que atenaza a casi todas las partes del mundo.
Ojalá Hungría, que fue fundada como nación cristiana por un Rey santo, Esteban, que mereció el nombre de Majestad Apostólica, y tuvo como último Rey a otro santo, el Emperador Carlos de Austria Hungría, consiga de la Divina Majestad un nuevo Rey que encabece ese movimiento salvador.
Recemos con toda el alma por esa intención.
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