Como es usual, tras la proclamación de una
palabra, Kiko acapara el atril para impartir una kikotesis. Se suponía que se
habían juntado todos a rezar “los” laudes, pero hacen con “los” laudes lo que
les da la gana, que para eso no es el rezo de las laudes de la Iglesia.
Y arranca Kiko dándose unos aires que…
«Los
catequistas podemos deciros lo mismo que dice S. Pablo: "Volver a deciros
las mismas cosas, a mi no me es molestia, y a vosotros os da seguridad".
Estáis en un momento muy importante del Camino. Ya sería muchísimo que
nuestras pobres catequesis sirviesen para que uno solo de vosotros empezase a
vivir verdaderamente la filiación divina recibida en el bautismo».
En otras palabras, Kiko parece convencido
de que absolutamente nadie vive como hijo de Dios, porque a nadie le sirve de
nada el bautismo recibido antes del CNC.
«¿De qué
nos sirve haber sido bautizados, ser hijos de Dios, si seguimos haciendo las
obras del demonio? En cambio, cuando aparece un verdadero hijo de Dios en el
mundo, en el barrio, en la familia, inmediatamente aparece allí la luz, porque
en él aparece verdaderamente el Hijo de Dios encarnado.
No todas
las criaturas son hijos de Dios. Las piedras, los árboles, los animales, los
ángeles, no son hijos de Dios; son creación de Dios. Ni todos los hombres son
hijos de Dios. Todos los hombres son llamados a ser hijos de Dios, pero no
todos son hijos de Dios. Son hijos de Dios los hombres que han recibido la
naturaleza divina mediante el bautismo. Y el hombre que tiene la naturaleza
divina debe demostrarlo con sus obras. Por eso dice Jesucristo: "¡Si sois
hijos de Abraham, haced las obras de Abraham!".
¿Tú dices
que eres hijo de Dios, que eres cristiano? Muy bien. Entonces muestra en tus
obras quién te ha engendrado, quién te ha dado su naturaleza; ¡muestra fuera de
ti la naturaleza de Dios que hay dentro de ti! Muéstrame tus obras y te diré si
eres verdaderamente cristiano o no. ¿Eres cura, eres catequista? Muy bien. Pero
eso aquí no cuenta: ¡si eres hijo de Dios, haz las obras de hijo de Dios!».
No hagas como Kiko, que envía a sus
servidores a cerrar canales sociales para que nadie cante kikirikantos sin su beneplácito.
«Es
semejante en cierto sentido a lo que dice S. Pablo: "No todos los
descendientes de Israel son Israel. Ni por ser descendientes de Abraham, son
todos hijos suyos. No son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los
hijos de la promesa se cuentan como descendencia". Y también: "Tened,
pues, entendido que los que viven de la fe, ésos son los hijos de Abraham.
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor,
sino solamente la fe que actúa por la caridad. Porque nada cuenta ni la circuncisión,
ni la incircuncisión, sino la creación nueva"».
¿Es cosa mía o lo que quiere transmitir,
erradamente, es que ni bautismo ni no bautismo tienen valor, sino solamente la
fe? ¿No sabe Kiko que también el demonio cree en Dios?
«Jesucristo
afirma: "Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no
creéis que 'YO SOY', moriréis en vuestros pecados". Este "YO
SOY" es muy importante ante la celebración penitencial de esta mañana.
Cuando Dios se le aparece a Moisés le dice: "Yo soy el que soy. Así dirás
a los israelitas: YO-SOY (YAHVEH) me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre
para siempre, por él seré invocado de generación en generación". Entonces
está claro lo que dice Jesucristo: "Si no creéis que 'YO SOY' moriréis en
vuestros pecados". Es decir: Si no reconocéis que yo soy YAHVEH, DIOS,
moriréis en vuestros pecados, porque sólo Dios puede perdonar los pecados.
El nombre
de Dios: "Yo-Soy, Yo soy el que soy", significa que Él es el único
que es, el único que tiene el ser por sí mismo y que hace que todas las cosas
sean. Nosotros no somos Dios; es Dios el que nos da el ser».
¿A qué dedican el tiempo en la comunidad
para que tras tantos años haya que explicarles hasta lo más básico?
«Por eso
decimos siempre que el pecado destruye las raíces de nuestra persona, porque
pecar es aceptar la mentira que dice el demonio: "¡Dios no te ama! ¡Dios
no existe! ¡Tú eres dios!". Muchos hermanos dicen que, antes del Camino, no se sentían personas, y
que el Señor, a través del Camino, les ha hecho ser personas».
Cierto es que hay mucha gente con
trastornos en el Camino. Unos traían los problemas de antes, otros se
trastornan mentalmente en el CNC.
«Con eso
están diciendo una cosa muy profunda. Porque vamos a ver: ¿Quiénes somos
nosotros? ¿De dónde venimos? ¿Quién nos ha creado? ¿Para qué hemos sido
creados?
Nosotros,
como todas las cosas, como toda la creación, hemos sido hechos por Dios por
medio de su Hijo, de su Palabra eterna, de su Verbo.
¡Pero la
maravilla más grande de la creación somos los hombres, que hemos sido creados a
imagen y semejanza de Dios! Lo dice la revelación: "Y dijo Dios: 'Hagamos
al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra'. Creó, pues, Dios al
ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los
creó". ¿Y cuál es la imagen de Dios? ¡Su Hijo!».
El Génesis no dice eso. Dice que el ser
humano está hecho a imagen de Dios. Y su Hijo tiene esta misma imagen en cuanto
que hombre.
«Como dice
S. Pablo: "Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la
creación". Por tanto, los hombres llevamos dentro la imagen del Hijo de
Dios; hemos sido creados por Él y para Él».
Y dale, hemos sido creados a imagen de
Dios, no llevamos esa imagen escondida dentro, es lo que somos por designio
divino.
«Pero ¿qué
ha pasado? Que, dado que hemos sido creados libres -sin libertad no hay amor-,
la imagen de Dios que llevamos dentro ha sido sometida a prueba, a la tentación».
Si no fuésemos libres, no seríamos imagen
de Dios.