«LOS ACÓLITOS CEROFERARIOS Y CRUCÍFERO
En este segundo artículo dedicado a los
acólitos vamos a pormenorizar las funciones que, dentro de la celebración
eucarística, desarrollan los acólitos ceroferarios,
o sea, los portadores de los ciriales y el portador de
la cruz (crucífero).
Unas observaciones previas sobre la cruz. No debe
faltar en ninguna procesión de entrada. Si es parroquia se llama cruz parroquial, en otro caso será simplemente cruz procesional. La del arzobispo lleva doble
travesaño y se llama cruz patriarcal. Suele
llevar tallada o añadida una imagen del crucificado por un lado y otra de la
Virgen por el reverso.
Como todos los acólitos, deberían vestir alba con
cíngulo. También puede ser apropiado sobrepelliz sobre sotana negra,
aunque ya sabemos que en las hermandades visten, impropiamente, dalmáticas.
En la procesión de entrada los ceroferarios serán
dos, que se colocarán a derecha e izquierda del acólito crucífero (portador
de la cruz). Van inmediatamente detrás del
turiferario y portador de la naveta, que siempre abren marcha.
El acólito crucífero deberá llevar la parte de la cruz donde suele haber un
crucificado mirando hacia delante. No obstante,
en la catedral de Sevilla y cuando en la procesión va el arzobispo
jurisdiccional (el ordinario del lugar) en ese caso se colocará la cruz de
forma que el crucificado mire al arzobispo, o sea, hacia adentro. Si es otro
obispo pero no el titular la cruz mirará adelante.
Al llegar al altar colocan los ciriales y la
cruz en el sitio previamente previsto y se retiran discretamente a sus sitios.
Los ceroferarios vuelven a prestar su servicio en la proclamación
del Evangelio. Durante el Aleluya van a por los ciriales y, encabezando
la procesión al ambón, se colocan a ambos lados del mismo, afrontados. Al terminar la proclamación del
Evangelio vuelven a su sitio. Aunque en los cultos de las hermandades es
costumbre tener los ciriales levantados durante la proclamación evangélica no
hay ninguna norma que lo indique de manera expresa» (Jesús
Luengo Mena, liturgista).
Cualquier día de éstos, nos sorprende proclamando una Bula Kikal para sus caminantes.
ResponderEliminarPor cierto, muchas felicidades y ánimo, por este magnífico trabajo sobre este camino de rosas.....
No proclamó el evangelio. El evangelio lo proclamó un sacerdote.
ResponderEliminarEn la foto se disponía a cantar el Aleluya antes del evangelio.
Pero no es de extrañar que te equivoques. No creo que lo hayas hecho a propósito. Pero está muy claro que NO buscas corregir nada, porque no te interesa la verdad de las cosas, solo quieres destruir al cnc. Destruirlo por odio. Está claro porque manipulas (o manipulais) en este blog TODO. Cosas sacadas de contexto, supercherias, comentarios capciosos, mentiras, burlas, etc. Además con una obsesión increible, propia de un sentimiento fuerte como es el odio.
En fin... no vayais a decir que lo haceis por amor, solo faltaba eso.