jueves, 3 de marzo de 2022

Tostón publicitario. Cuaresma 2022 (II)

 

Retomo la arenga donde la dejé, después de berrear el shemá, el abuelete anima a los chicos para que no se duerman:

«Bueno, hermanos, ánimo. Esta es la palabra que el Señor Jesús dice al escriba que le pregunta: “Maestro, ¿cuál es el primer mandamiento de la Ley?”, Jesús dice: “¿Qué lees en la Torá?”. El escriba dice: “Shema, Israel, escucha, Israel, el Señor es Uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo. Haz esto y tendrás vida eterna”. Jesús dice: “Has respondido bien, haz esto y también tú tendrás vida eterna”. ¡Vida eterna! Dios aparece en el monte Sinaí y muestra al mundo el camino de la felicidad. ¿Cuál es el camino a la felicidad? Amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma...».

Y ahora, a desfacer los entuertos que este tipo tan sensible lía en cuanto abre la boca.

Primero. La pregunta del escriba es “Maestro, ¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?”. Esa otra pregunta de cuál de todos los mandamientos es el más grande, el más importante, el primero de todos NO ESTÁ en Lucas 10, está en Mateo 22 y quien la formula NO ES UN ESCRIBA, sino un doctor de la ley.

Segundo. Ni a la pregunta del escriba ni a la del doctor de la ley Jesús responde con una invitación a leer la torá. A NINGUNO DE LOS DOS. Al primero le responde así: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees? Y entonces el escriba le cita el shemá. Al segundo, al doctor, es Jesús quien le recita el shemá para concluir que toda la ley y los profetas están incluidos en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo.

Es decir, en Lucas un escriba pregunta por la vida eterna y Jesús le pide que se conteste él mismo a su pregunta, lo que da lugar a que el escriba recite el mandamiento del amor a Dios y al prójimo. Y en el diálogo la torá no está ni se la espera.

En la tergiversación de Kiko, la pregunta es la que hace un doctor de la ley al cual Jesús contesta que toda su ley que tantos años lleva estudiando está sometida al mandamiento del amor de Dios y del prójimo.

Tercero. Jesús alaba la respuesta del escriba y le marca el camino: Haz esto y vivirás. En cambio, al doctor de la ley no le dedica una palabra más.

Lo importante en la respuesta de Jesús al escriba -al escriba, no al doctor de la ley- es que se carga el enorme mastodonte de la ley judía: los sacrificios, los holocaustos, los diezmos de la menta y el comino, las lavativas rituales, los animales impuros, los días especiales y demás parafernalia. La respuesta de Jesús es que nada de eso es lo importante, que nada de eso garantiza la vida eterna, que lo único que conduce a la vida es amar a Dios y al prójimo.

Y esa declaración suya VA EN CONTRA DE TODA LA LEY JUDAICA. Por eso dejó que el escriba se contestase a sí mismo.

En cambio, la tergiversación de Kiko parece que trata de encaminar a que se busque la vida en la torá… Pues pobrecitos los que lo intenten.

Pero sus tergiversaciones y esfuerzos por llevarlo todo al Judaísmo no han terminado:

«Me ha impresionado que Jesús dice: “No os regocijéis porque los demonios se os sometan, más bien regocijaos porque vuestros nombres están escritos en los cielos”. En ese mismo momento Jesús se llenó de alegría y no pudo evitar aclamar a Dios, como hacen los judíos cuando sienten una emoción del Espíritu: dejan todo, se ponen de pie, levantan las manos y se regocijan como lo hace Jesús. En ese mismo momento Jesús exultó de gozo en el Espíritu Santo y dijo: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has decidido en tu benevolencia. Todo me ha sido dado por vosotros, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”».

Dos apuntes.

Primero. Los judíos -o hebreos, como dice Kiko- no creen en el Espíritu Santo. Así que poco parecido hay entre los ritos “emocionales” judíos y el gozo de Jesús.

Segundo. La presunta cita está manipulada y es falsa. Donde dice “todo me ha sido dado por vosotros”. La verdadera cita es “Todo me ha sido entregado por mi Padre”.

A partir de aquí, empieza el acostumbrado desbarre para convencer a la audiencia de que lo único bueno en sus vidas es la comunidad, que no se la carguen con el juicio y la murmuración, que se sometan a los loros, etc.:

«Debemos estar contentos de ser cristianos, que Cristo habita en nosotros: nos ha elegido, nos ha dado una comunidad, nos ha dado catequistas, nos ha dado una misión de salvación para esta generación. Algo grande y maravilloso, que no sabemos cómo agradecerle; demos gracias al Señor si somos humildes, siendo humildes los unos con los otros: esta es la mejor forma de agradecimiento. “Señor, por tu amor y tu bondad nos sometemos unos a otros”.

La gente debe volver a decir lo que decía la Iglesia primitiva: "Mira cómo se aman" y el amor se expresa en la humildad. El Señor nos invita a ser humildes unos con otros, en el servicio, en el amor, en el no juzgar. No podemos juzgar, debemos obedecer al Señor que dijo: "No juzguéis, no juzguéis", no podemos juzgar, haríamos mal al Señor que nos dijo: "No juzguéis". Incluso si vemos hermanos cometiendo errores, no podemos juzgarlos. “Considerado el último y el peor de todos”, dicen los padres del desierto, que son aquellos cristianos que, viendo las dificultades de vivir la fe en las ciudades, decidieron ir al desierto, buscar una cueva y quedarse allí con una Biblia».

Lo que no puede hacerse con un hermano “cometiendo errores” es dejarlo en el error. Corregir no es juzgar, corregir es amar.

Lo de el aislamiento de los padres del desierto para “vivir la fe” es otra incoherencia en un gueto que tiene como principio fundacional que la fe no se puede vivir sin una comunidad. Pues nada, Kiko insiste:

«Estos Padres del desierto están entre los primeros frutos de Cristo, porque tocados por el Señor dejaron el mundo, lo dejaron todo y se fueron al desierto para estar solos, solo con el Señor y la Escritura, su Palabra. Es una cosa hermosa que yo también hice una vez, fui a una cueva con las Escrituras, es hermoso estar en la presencia del Señor, dentro de ti, y el Señor está feliz de que dejes todo por él (sic), ¡qué felicidad!».

¡Cómo te pasas, Kiko! Se metió en una cueva una vez para huir del sol de Murcia y en cuanto le entró hambre se acabó la cueva y se fue a buscar un aperitivo.

«Hermanos, ¡qué gran cosa ser cristianos, qué gran cosa es que Cristo habite en nosotros! Cristo está en ti, pero también está en el hermano, en la hermana, y cuando la comunidad se reúne, entonces Cristo se agranda, estalla por el Espíritu Santo, se manifiesta en el amor recíproco, para que seamos un espectáculo para el mundo. : “¡Mira cómo se aman, mira cómo se aman!”. Si no tenemos amor por nuestros hermanos, debemos ser humildes para reconocerlo y pedirle al Señor que nos dé amor por nuestros hermanos. No un amor sensible, para sentir amor así, sino un amor verdadero, un amor cristiano profundo. Debemos aprender a amar a los hermanos. El Señor nos enseñará. Somos un espectáculo, hermanos, es una cosa enorme: sois personas a las que Dios ha llamado para vivir en nosotros este amor: nos ha dado una comunidad, una comunidad en la que, cada vez que se reúne, Cristo se expande, crece en nosotros. Es una cosa maravillosa: ¡ser cristianos, Cristo en nosotros!» .

Después de cincuenta años, todavía no han aprendido a amar a los hermanos. Mejor que se convenzan ya de que la kikotina no funciona.

martes, 1 de marzo de 2022

Tostón publicitario. Cuaresma 2022 (I)

 

Se acerca el momento -ha llegado ya- de destripar el tostón publicitario neocatecumenal que uno muy sensible coloca a todo el que puede por Cuaresma.

De momento lo que sigue procede del tostón en itañolo, si después me llega el equivalente en espaliano, también será subido en forma de entradas, porque, como explican los amigos del blog italiano, todo el secretismo que se traen los kikos, todas sus neuras de que no se publique nada, de no subir a internet en modo alguno y demás, responde a su humildad, a su deseo de no destacar y no es por ocultar nada de nada ¡Faltaría más! Y puesto que yo carezco de esas cortapisas, no tengo el menor reparo en sobresalirlos, aunque mucho me temo que año tras año en lo único que destacan es en errores, pifias y abusos.

A por el rollo.

Imaginaos la escena: un bosque de cabezas calvas y canosas, lentes de culo de vaso, barrigas pronunciadas, todos envejecidos y con un rictus de tristeza, sumisión y resignación en sus caras arrugadas y Kiko coge el micrófono y suelta:

«¡Buenas noches, chicos, buenas noches!»

El problema es que no lo dice como chascarrillo, es que trata a su audiencia como a niños pequeños, ingenuos, ignorantes, desconocedores de las verdades de la vida. Por eso, lo siguiente que hace es enseñarles el caramelito que les ha llevado:

«Ánimo que llega la Pascua de 2022, y os he traído un regalo -los seminaristas lo pueden repartir-».

En el CNC los seminaristas son camareros de gratis, ese es su gran papel en los saraos.

«Es un dibujo sobre la lucha de Cristo con el demonio: a su izquierda estamos contemplando esta batalla que Cristo está haciendo por nosotros. Es un diseño precioso, es original». 

Es un dibujo horrible con un colorido deplorable -es decir, como tantos otros suyos-, que muestras una escena estática que en nada recuerda una lucha, más bien pudiera ser una reunión de vecinos.

«Es un dibujo hecho en 1985, un dibujo grande que reduje para dároslo».

¡Es más currante! ¡Todo lo hace él! Dibuja el original, lo pinta, lo reduce, lo recorta, escribe la dedicatoria… Y luego pone a los camareros a repartirlos.

«Vemos al diablo que está a la diestra de Cristo insinuando tentaciones, la batalla que el diablo hace contra Cristo, en la que también nosotros participamos. Y esta figura verde de la izquierda somos nosotros, impresionados por esta batalla que el Señor está haciendo por nosotros, ¡por nosotros! El pobre rostro de Cristo está un poco sufriente, pero está bien. Soy un artista y pongo mi arte a vuestra disposición, Dios quiso que yo fuera artista y pongo mi arte a vuestro servicio».

¡Cuánta humildad! En lugar de reconocer que es un churro, se lanza flores a sí mismo.

«Espero que este diseño os sea de ayuda en esta Cuaresma, que sea de ayuda para todos. Este encuentro es para preparar la Cuaresma, cuarenta días de lucha para preparar la Semana Santa, Semana Santa 2022 -3 veces 2–.

Kiko tiene una obsesión malsana con la numerología, que no es una disciplina cristiana, pero tiene mucho fan en el judaísmo.

Tras la invocación al Espíritu Santo -que a la vista de los resultados sospecho que no acudió a la llamada-, Kiko prosigue su discurso para niños pequeños:

«Estoy feliz de veros, estoy feliz de estar con vosotros. Este día nos invita a reflexionar sobre cómo nos estamos preparando para la Vigilia Pascual del 2022, que nos está invitando a la conversión, a recibir al Señor que pasa en la Vigilia Pascual resucitando, a dejar el hombre viejo en las aguas de nuestro Bautismo, negar al demonio. Es muy importante. En este dibujito está presente el demonio, pero también está presente el sufrimiento de Cristo. Dios quiso que nuestra vida fuera una batalla, una pelea con el demonio».

Como comentan también en el blog italiano, hace tiempo que es notable que alguien revisa el mamotreto antes de ponerlo en circulación, es más, es evidente que se ponen de acuerdo entre España e Italia e introducen los mismos contenidos, palabra a palabra. Pero se dedican a añadir algo que pueda ser repetido por los sufridos lorokistas de segundo y tercer orden más que a corregir las… kikadas -me niego a insultar a los burros, así que se queda en kikada- que suelta el gran lumbrera de Palomeras. Como la de arriba.

A ver, kikos ignorantes, tomad nota: Dios no quiso que nuestra vida fuera una batalla. Dios ideó un paraíso. El demonio es quien en su afán por hacer la guerra contra Dios arrastró a todas las criaturas a la batalla. Así que la guerra la provocó el demonio, no la quiso Dios.

Y tras la primera kikada mayúscula sigue la perorata para niños:

«Vamos a presentarnos: os nombro y os poneis de pie y os acogemos con un aplauso, con amor».

Y os podéis lanzar besitos con las manos, muy bien, niñitos, muy bien.

Tras las presentaciones -necesarias porque cincuenta años después siguen sin conocerse y, por tanto, sin amarse-, se proclama un evangelio y se berrea el shemá.

Es importante hacer notar que el evangelio, según figura en el mamotreto, fue el siguiente: Lc 10, 16-28 que narra el regreso de los setenta y dos que fueron enviados por Jesús y concluye con un escriba que hace una pregunta al Maestro: ¿Qué he de hacer para tener vida eterna? Jesús, le contesta con otra pregunta, que el escriba responde tan bien que se gana una lisonja.

Es importante retener estos detalles, insisto. Más adelante se verá el porqué.