jueves, 8 de junio de 2017

Paso del shemá (XXII)




«Monición al “canto de las criaturas”
Vemos a estos tres jóvenes en el horno. Les han querido obligar a adorar la estatua del rey Nabucodonosor y, no queriendo hacerlo, han sido condenados al fuego ardiente en un horno. Dios envía una brisa suave que les preserva y no se queman; y ellos, viendo este milagro de Dios, en medio de las llamas, que siguen en aumento y alcanzan a quemar a los que están fuera del horno, empiezan a alabar al Señor con este cántico, que les inspira el Espíritu Santo, en el que invitan a toda la creación, comenzando por el agua, la tierra, las nubes, los animales, los hombres a adorar al Señor con ellos. Estos tres jóvenes, que cantan y alaban al Señor junto a toda la creación, han sido representados muchas veces en pinturas en las catacumbas, porque en la Iglesia primitiva estos tres jóvenes eran una imagen, que expresaba lo que es la Iglesia. El número tres es símbolo de la Trinidad de Dios, es símbolo de la comunidad, es símbolo de la Iglesia. Estos tres jóvenes, que bendicen a Dios con las manos alzadas en medio de las llamas son la imagen de la Iglesia en medio del mundo.»
¡Vaya, vaya! Así que desde el inicio de la Iglesia, desde la época de las catacumbas, se usaron representaciones pictóricas propias... Que luego viene alguno, que dice ser muy sensible, con el cuento de que la Iglesia no ha tenido estética propia hasta que llegó él. Cuentistas que hay por ahí.

«El mundo es un fuego; nosotros vivimos en medio de este fuego y los cristianos reciben de Dios esta brisa suave gracias a la cual nosotros, en medio de este fuego no nos quemamos. Allí donde los demás se queman, nosotros pasamos a través del fuego sin quemarlos, alabando al Señor en medio de las naciones y recapitulando en Cristo, que vive en nosotros, todas las obras de la creación, que adquieren su sentido en la Iglesia. Sin Jesucristo los árboles, las montañas no tienen sentido. De hecho para los ateos todo es absurdo y no entienden el por qué de la existencia de las cosas. Porque sin el hombre no tiene sentido, no tienen ningún sentido la naturaleza.»
Ha estado a un pelo de proclamar dogma de fe kikótica que los ateos no pueden ser biólogos, geólogos, médicos, ingenieros de montes, de minas, forestales, genetistas, veterinarios, ganaderos, agricultores... porque para ellos no tiene ningún sentido la naturaleza.
Cerdito sin sentido para un ateo

«Yo os invito ahora, hermanos, a alabar verdaderamente a Dios. Este cántico de alabanza es una realidad, que cantamos junto a toda la Iglesia y todos los árboles, todos los ríos, todos los peces alaban con nosotros verdaderamente.
Monición a la lectura del Deuteronomio (shemá)
Ahora, hermanos, escuchamos la palabra del Shemá.
Sabéis que la palabra “shemá” en hebreo significa “escucha”, el “shemá Israel”, “escucha Israel”. En el antiguo testamento el pueblo hebreo se llama el pueblo de la escucha precisamente por este “shemá”. Es el primer mandamiendo que tiene este pueblo: cuando preguntan a Jesucristo cual es el primer mandamiento de la Ley, Jesucristo dice así: shemá Israel, es decir, “escucha, Israel”.
Lo primero que debe hacer este pueblo es escuchar a Dios, si no se escucha a Dios no se puede saber qué es lo que debe hacer. Esta palabra con la que comenzamos esta mañana es la palabra con la que la sinagoga abre todos los días el servicio religioso, es la primera oración que debe hacer cada israelita cada día, este shemá.»
¡Qué manía tan insana de mezclar el judaísmo con el cristianismo! Algunos parecen no entender que el judaísmo es la antigua alianza, superada por la Nueva.
«Shemá, Israel; escucha, Israel, Dios es el único, no existe otro Dios fuera de mí, el único Dios soy yo; amarás por tanto a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas. Este monoteísmo de Israel es verdaderamente un milagro: a través de la historia, en una época en la que todos los pueblos eran politeístas, la fidelidad de Israel, el monoteísmo de este pueblo, es absolutamente un milagro.
Por tanto, hoy escucharemos esta palabra que es para nosotros, esta palabra que el Señor ha mandado observar a Israel su pueblo, que la escriba en el corazón, que la enseñe a sus hijos, que la comente en casa, cuando camina por la calle, cuando se acuesta y cuando se levanta; grábala en tus manos como memorial, como algo precioso; la escribirás sobre las jambas de las puertas y en tu casa.
Si habéis visto alguna fotografía de un rabino orando, sabréis que cuando rezan llevan un cinturón de cuero en el brazo y tienen una cajita de cuero en las muñecas: en la cajita de cuero viene escrito exactamente este shemá; y llevan otra cinta de cuero sobre la frente, con una cajita sobre los ojos, que tiene un escrito en hebreo: shemá Israel, Dios es el único Dios, amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda la mente, con todas tus fuerzas. Sabéis también que en todas las casa israelitas de Roma en la puerta tienen colgado una especie de tubo, un cilindro que dentro tiene escrito el shemá; para obedecer a pie de la letra esta palabra.»
Una mezuzá, que no es ni ha sido nunca propio de cristianos, pero que los kikianos son invitados a adquirir para poner en sus casitas, como si fuese un objeto mágico capaz de conferir el don de la fe a quienes crean en él... es decir, politeismo larvado.
«Por esto sabéis que uno de los primeros cometidos que el pueblo de Israel tiene es el mandamiento primero de transmitir su fe a sus hijos, si no transmiten la fe a sus hijos… esta fe de amar a Dios con toda su mente, con todas sus fuerzas, sólo a Dios; NO SE PUEDE AMAR A OTRO DIOS: POR ESTO QUIEN AMA EL DINERO MÁS QUE A DIOS ES UN IDÓLATRA, QUIEN DA CULTO A LA FAMILIA, A LOS HIJOS, AL TRABAJO, AL DINERO, EL CULTO QUE SE DEBE A DIOS, QUIEN LO HACE ES UN IDÓLATRA. También nosotros debemos transmitir la fe a los hijos.»
Quien da culto a la comunidad, al CNC, al iniciador del camino que no lleva a ninguna parte es un idólatra.

martes, 6 de junio de 2017

Falacia neocatecumenal del guía de la caravana (y II)




Hay un aspecto en la manida falacia del guía de la caravana, tan repetida por los kikines loritos de razón crucificadita, que intencionadamente dejé a un lado en la primera entrega de esta entrada.

Para situar la acción en su contexto, conviene recordar que de lo que se trata es de conducir a un pueblo –una comunidad- desde su situación presente de presunto alejamiento de la Iglesia, de tibieza, de no sentirse Cuerpo de Cristo a un estado futuro en el que sean piedras vivas que edifiquen la Iglesia de todos.

Ese es el objetivo. Y esa es la situación de partida: presuponer que entre los integrantes de la caravana, no hay ningún docto en la materia, ninguno cuya fe interese a nadie, ni uno solo que no sea un moralista, un apegado al dinero, un religioso natural que sólo busca su beneficio y piensa, por pura superstición heredada de los ancestros cromañones, que para que Dios le beneficie tiene que ser buenecito, como suele decir el guía supremo de la Kikandad. Que tanta suposición sea un compendio de juicios de intención, y por tanto, sean contrario a la Justicia, que es atributo divino, y que sea errado, toda vez que los caladeros donde prueban suerte en la pesca de caravaneros son las mismas parroquias que tanto se afanan por ver vacías, al gran jefe le importa un churro, porque lo de no juzgar al otro, que es Cristo, es para los demás, no para él.

Es más, para que la karavana se ponga en marcha no es sólo que se presuponga que todos los que van en dicha caravana son unos idólatras iletrados desconocedores de Dios y carentes de fe, es que es requisito fundamental que todos asuman que esa es su realidad: que por más que hayan estado en la Iglesia toda la vida, por más que se creyeran cristianos, es decir, seguidores de Cristo, tienen que descubrir que en realidad no tienen nada de fe para poder marchar con la karavana.

Y el que no quiera admitir su paganismo, que se vaya, que ya sabe donde está la puerta.

Esta es la primera simplificación falaz en la falacia del guía de la caravana. No la única.

Otro aspecto insostenible de esta falacia tan popular en el Camino es que: el guía se conoce todos los pasos para atravesar las montañas. El jefe de la caravana, por el contrario, no los conoce.

Ahí queda eso. Recuerdo que el jefe de la caravana no es uno que pasase por allí, sino el párroco de la parroquia en la que se instala en Camino, es decir, es alguien a quien Dios ha elegido para ser su ministro, una persona con un carisma especial y unos cuantos años de estudio a sus espaldas… Pues aun si fuese tri-doctor en Sacra Teología, pudiera ir guardado sus títulos en la papelera más próxima y asumir humildemente que su fe no interesa a nadie, porque es una fe infantil, como un barniz cuarteado, como un trajecito de Primera Comunión ajado por el tiempo.

Pero que no se preocupe ese jefe de la caravana desconocedor de cuantos pasos existen para atravesar las montañas, porque hete aquí que el guía, que no es el jefe, se los conoce TODOS, sin que se le escape ninguno.

En consecuencia, pudiera pensarse que el inventado carisma de guía conocedor de los pasos es más importante que el carisma sacerdotal, puesto que el primero es el único que se conoce TODOS los pasos que conducen a la ansiada meta, mientras que el segundo no los conoce. Pudiera pensarse, ¿no? Pues eso es exactamente lo que se hace pensar en el CNC: que lo mismo que hay santas de categoría superior, al menos una, y santos del montón, también hay un carisma superior a todos los demás, que es el del guía de la caravana de carentes de fe, entre los que se encuentra el propio jefe de la caravana.

Pero, y este es el meollo del asunto, el motivo por el que la caravana quiere atravesar las montañas es para alcanzar la fe adulta, para llegar a ser cristianos adultos, para ser transformados en piedras vivas de la Iglesia.

Es decir, la falacia es afirmar y asegurar que el jefe de la caravana -el párroco-, cualquier jefe de caravana -todo párroco-, no solo carece de fe, es que además es un ignorante incapaz de conducir a nadie a la fe verdadera; no así ello, no así, que son como la paja que se lleva el viento, digo, que son los guías que se conocen TODOS los pasos que conducen al auténtico Cristianismo.

Bueno, esa afirmación es una falsedad, porque conocerse todos los pasos tendría que significar que dominan todos los innumerables caminos previstos por Dios para conducir a sus criaturas hacia él. Y resulta ser todo lo contrario, puesto que estos guías “sabihondos” desprecian cuantos caminos han sido, son y serán en la Iglesia y sólo reconocen el suyo.

Y así se llega al único lugar al que puede conducir tanta falsedad: quien se deja guiar por tales guías no alcanza la meta deseada, es decir, no queda transformado en cristiano adulto por la “fuerza mágica” del trípode, por el embrujo de la nefasta obediencia ciega al guía, por el poder de las bolsas y más bolsas ni por los sortilegios melosos, bailongos y demás, sino que queda transformado en un tristísimo adicto a la “kikotina” que es un ser que se caracteriza por su incapacidad para amar al otro, por ver enemigos en todos sus hermanos y por la virulencia con que emite juicios y condenas cada vez que abre la boca.

Todo lo cual demuestra que quien pone su vida en manos de tales guías no sólo no adquiere fe, sabiduría y prudencia, sino que además destruye su vida y se vuelve un ser amargado de quien surge la maledicencia como fruto natural.

Tomen nota los jefes de las caravanas, porque por sus frutos los conoceréis y los frutos de estos guías son agraces.

domingo, 4 de junio de 2017

Kiko, Carmen, el Camino, sus milagros y todo lo demás

 
Carmen Hernández Barrera puede ser el primer caso en la Historia de la Iglesia católica que ha alcanzado la santidad "porque sí y porque yo lo valgo", mejor dicho, "porque sí, porque tú lo vales, porque yo lo digo. Firmado: Kiko Argüello".  

Apenas fallecida y ni siquiera enterrada (tardó varios meses en recibir cristiana sepultura, porque Kiko no le tenía la tumba preparada) Kiko Argüello dio el notición en la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Polonia en verano del 2016: Carmen ya había realizado uno o varios milagros. El primero, estando de cuerpo presente en la Catedral de la Almudena, Madrid. 

Según anunció, Carmen milagrosamente salvó a una muchacha que se hallaba en estado de coma y a quien los médicos habían desahuciado. Su padre, viendo el funeral de Carmen corpore in sepulto mientras se retransmitía por el canal 13TV (propiedad de la Conferencia Episcopal Española, aunque reciba fondos públicos), al parecer rezó a Carmen cuando el Padre Mario Pezzi realizaba su semblanza al final de la ceremonia. Como a la fundadora le corría prisa ayudar, dicho y hecho. 


Kiko en Polonia también mencionó que Carmen iba a hacer ipso facto otro milagro con los neocatecumenales... A la espera del anuncio del nuevo milagro, si es que produce, Kiko ha vuelto a demostrar que los cauces ortodoxos para hacer las cosas como Dios manda no le hacen demasiada gracia. Como sabemos todos, él ya ha declarado a Carmen santa. Y no una "santa cualquiera", no, sino "santa de categoría superior", en sus propias palabras.

A lo mejor el milagro consiste en que a Kiko le toque la lotería sin comprar ningún boleto. Ha pedido a Carmen su intercesión para que los neocatecumenales de Europa aflojen 500 mil euros y se lo hagan llegar los responsables a su cuartel general en Roma, no mediante transferencias bancarias a nombre de la Fundación Familia de Nazaret para la Evangelización Itinerante, sino mediante lo que podríamos llamar "valija interna" del Camino: dinero fresco en sus bolsas correspondientes. 

Debe ser que Carmen sabía mucho de generosidad y de bolsas. Y si no, tiren de hemeroteca virtual. En Cruxsancta ya se publicó que en 2013 Carmen puso su dinero y el de su hermana Petra Elisa en sendas fundaciones del Camino Neocatecumenal, para financiar hasta el infinito y más allá la nueva evangelización de los itinerantes. Es una fórmula muy pía para eludir impuestos por transmisión de bienes patrimoniales, etc. quedando estupendamente con el César y con Dios. 


Lo extraño es que Carmen no le explicase a Kiko cómo convertir un denario en dos, tres o cuatro a través de fórmulas de ahorro e inversión para poder disponer siempre de unos ahorrillos para un descubierto. Carmen, como heredera de un potentado, podía disponer del asesoramiento de expertos en grandes finanzas. Digamos que su fortuna no cabía debajo del colchón de su cama. Que sepamos, ella no renunció a la herencia de su padre. No renunció ni a la de su hermana, viendo cómo dispuso de ella. Kiko podría haber aprendido algo si quiera de rebote. 

Quizá esta Carmen-santa-de-categoría-superior pudiera ser nombrada "patrona de los millonarios". Ella era una de los suyos. Su padre figuró en la Lista Forbes, cosa que no le es concedida a cualquiera. ¡Con razón Kiko dice de ella que "no es una santa cualquiera"!  Es verdad que Carmen jamás hizo ostentación pública de su poderío económico, aunque tampoco pueda decirse de ella que viviese como una hermanita de los pobres, pues vivía de forma bastante holgada, como Kiko, aunque vistiese camisetas de Adidas para visitar al Papa. 


El carnet de "itinerante internacional" no hace al monje, como el hábito. Pese a los mitos que ellos mismos han construido siempre acerca de su condición de "precarios", perdón, de personas que viven en y de la precariedad, lo cierto es que en Roma vivían en un casoplón, cerquita del Vaticano. Se dice que su nivel de vida era un tanto chocante, incluso escandaloso. Que algunos, viéndolo, les habían dado un toquecito de atención. A Kiko le perdió siempre la calidad. Es decir, de lo bueno, lo mejor. Y de lo mejor, lo superior. Lo supremo... para él, claro. Para los demás, lo que Dios disponga.

¿Para qué iba él a aprender a ahorrar? Eso de ahorrar significa prever. Y eso de prever no va con el cristiano, tal como dicen en el Camino. El cristiano auténtico, el de pata negra, tiene que vivir al día y sin preocupación. ¿Que hoy no se come?, pues no se come, ¡ea! ¿Que hoy no se paga la hipoteca?, pues no se paga y listo. Por eso Kiko predicaba que los itinerantes no podían tener hipotecas, ¿has visto qué sencillo? ¡Molto facile e divertente, Kiko!

Lo malo es que Kiko no ha entendido nunca las cosas al derecho. Él las entiende al revés que los demás. Si los demás no tienen dinero, no comen. Si Kiko no tiene dinero, come y después pide limosna para pagar la deuda. Hay que dar ejemplo para que los aspirantes a cristianos de pata negra aprendan haciendo. 

Bromas aparte, todos sabemos que si Kiko fuma los mejores cigarros puros es porque se los regalan. Si vive en un casoplón en Roma es porque seguro que alguien le invita al alquiler. Si tiene que coger un avión privado para llevar a Carmen a operar de la pierna a España, pues ya lo pagará algún ser caritativo. A Kiko Dios le basta para aviones privados. Es cuestión de fe. 

Y si Dios dice que Carmen es santa sin hacer papeleos innecesarios, pues Dios lo certifica en el corazón de Kiko y él lo comunica a sus hermanitos en la fe en vivo y en directo desde Polonia. Cuando haya que poner un sello en las oficinas del Vaticano pues ya se hará. ¿Alguien del Camino Neocatecumenal necesita que el aparato de la burocracia le certifique lo que Kiko predica? ¡No! Pues andando, que es gerundio. 

¿Cómo ha funcionado el Vaticano con el Camino y sus fundadores? Primero Kiko y Carmen se aproximan al Papa de turno, por ejemplo por un pasillo del Vaticano, se hacen alguna foto con él; luego le hacen algún regalito para que el Papa sepa que ellos lo llevan siempre in mente; luego se pone a un grupo de neocatecumenales a cantar y gritar debajo de la ventana por la que se asoma y finalmente se le invita a una eucaristía para pillarle in fraganti con el paz ácimo en las manos. Voilá: "El Papa acepta apoya a celebra con los neocatecumenales". 


Pues con la canonización de Carmen pasa algo parecido. En Polonia fue "estupendo-maravilloso" descubrir a un grupo de neocatecumenales de Estados Unidos, si no recuerdo mal, que portaban un retrato de la doña en actitud orante y el letrero "Carmen, santa subito". Kiko los invitó a subir al estrado y allí se quedó el póster, presidiendo junto con los cardenales y obispos presentes. "Un regalo del Señor inmenso". Como dice él, "para el cristiano no existen las casualidades". 

Mira qué no-casualidad que Kiko hiciera público el primer milagro de Carmen y aparecieran esos hermanos con esa foto tan preciosa. Y qué no-casualidad que esa foto tan preciosa estuviera tan photoshop-eada, siendo esos hermanos de un país donde el photoshop se usa tan a menudo como la pasta dentífrica. Si hubieran llegado de Etiopía con semejante despliegue de medios pues ya podría pensarse que había tongo, no? Gracias a Dios que los norteamericanos están a la última en tecnología punta, menuda foto tan conseguida...si Carmen parece incluso buena y pacífica. Le han copiado unas manos de mujer suave y ha quedado muy lucida. 

Camen antes del fotoshop

Kiko sabrá que en España todos los homenajes los hacemos a destiempo, cuando el vivo muere, no antes. Y tú, con eso de "predicar a tiempo y a destiempo", pues estás empeñado en mostrarnos el perfil de la Carmen de andar por casa, la que escribía en un diario todo lo que se le pasaba por su cabeza y no decía. Todo lo demás, lo que pensaba y no se callaba, éso, ya nos lo sabemos o nos lo imaginamos. Porque ver a Carmen en vivo y en directo era una experiencia religiosa, nunca mejor dicho. 

Carmen era un torbellino, no de alegría precisamente, sino de mal genio. Algunos dicen que tanta mala leche se debía a su gran inteligencia. Digo yo que los muy inteligentes tendrán días buenos y malos, como todos los mortales. A Carmen, en cambio, nunca se la vio en público echándose una carcajada saludable, aunque casi siempre provocaba risas, risas inapropiadas, risas de burla, risas de mofa. En internet han quedado varias muestras para la posteridad. 

Otros dicen que su mal genio se debía a que en realidad estaba enferma. No de una pierna ni de dos. Enferma de la mente. Parkinson, trastorno bipolar, no sé y creo que nunca sabremos. Ya quedó claro y cristalino que murió por las complicaciones de una dolencia sin diagnosticar o sin tratar, no recuerdo textualmente cómo lo decías en aquel comunicado público anunciando su muerte. Ese matiz sobraba. Excusatio non petita, acusatio manifiesta.


Desde luego, para nosotros como público sí había síntomas de que algo no iba bien en esa cabeza. Esas explosiones de ira que se recogen en tantas anécdotas, esa ingobernabilidad para no bajarse nunca del burro, esa falta de empatía o de habilidades sociales dada la transcendencia pública de su "carisma", en fin, pobre Carmen, tan lista para discutir cuestiones litúrgicas al más alto nivel y tan torpe para desenvolverse con normalidad a simple pie de calle. 

No me extraña que en sus diarios, que tú ya has previsto serán futuro best-seller del Camino, se descubra a una Carmen enamorada de Jesucristo capaz de dedicarle palabras dulces en la intimidad. Lo que me extraña es cómo pudo pasarse la vida entera criticando en público a quienes veían en las imágenes de los santos y de la Virgen un elemento sacramental. Para ti, Carmen, todo eso era una tontería, qué digo...aún peor: una superchería. Lo odiabas. 

No es caricatura, es un retrato de Carmen maquillada

Y no solo eso: como tú lo odiabas, todos teníamos que saber que tú estabas contra ello. Y si tú estabas contra ello, entonces nosotros también teníamos que aborrecerlo. Porque Kiko y tú nos habéis enseñado en el Camino que por vosotros habla directamente el Espíritu Santo. Y que sois nuestros primeros catequistas. Que vosotros sois para los neocatecúmenos los intérpretes directos de Dios. Que en el Camino nada se hace si Kiko y Carmen no lo dicen. Y que todo lo que se hace es porque hay que hacerlo, porque sí, porque Kiko y Carmen así lo dicen. 

Si Carmen le montaba un escándalo a un cardenal, es que Dios se servía de Carmen para llamar a la fe a ese cardenal. Si Carmen corregía al Papa, es que Dios se servía de Carmen para corregir al Papa. Si Carmen fumaba en la sacristía durante el rito de la paz en la eucaristía, entonces es que Dios...Dios, ¿qué? A mí no se me ocurre ninguna excusa, pero seguro que la había.Porque la sensación que tengo, como persona que estuvo en el Camino Neocatecumenal mucho tiempo, es que Carmen y Kiko siempre han estado por encima del bien y del mal. Ellos dirigían y mandaban en el Camino aunque luego no cumplieran las leyes y normas santas que nos daban al resto cual revelación directa del Espíritu Santo. 

¿Alguien podría mostrarnos una foto de Kiko y Carmen rodeados de una montaña de niños, quizá hijos de sus hermanos de comunidad? ¿Y alguna de Kiko y Carmen con sus túnicas blancas proclamando el Credo a pleno pulmón un Domingo de Ramos cualquiera en una parroquia cualquiera con sus palmas de la victoria en la mano? 

¿En qué comunidad pagaban ellos el diezmo? ¿Han barrido y fregado las salas alguna vez con sus hermanos de comunidad antes de la celebración de la comunidad? ¿Se han llevado a su casa montañas de platos para fregar después de una cena de Alianza en la parroquia? ¿Tenían garantes? ¿Quiénes eran sus garantes? ¿Quién escrutaba a Kiko y a Carmen? ¿Por qué ellos vivían en una misma casa si no estaban casados? ¿A quién le pedían ellos permiso para hacer las cosas?

En fin, muchas preguntas sin respuesta. Muchas preguntas que ni siquiera pueden ser formuladas en el Camino Neocatecumenal. Pertenecen a una zona de silencio sepulcral donde las mentes neocatecumenales no se atreven a entrar. 

A Kiko se le permite de todo, que te pida dinero, que se lleve tu coche, que sea el amo y señor de tu casa, de tu familia, de tu vida conyugal. Lo que no se le permite es que se muestre más humano de lo necesario. Porque entonces se terminaría el circo. Los neocatecumenales necesitan imperiosamente a un Kiko y a una Carmen que sigan viviendo en un milagro eterno y sin fin. Duele...es que duele mucho, es que duele demasiado saber la verdad. 

Porque si la Mercabá tiene que parar, entonces tendremos a un millón y pico de cristianos que se nos mueren porque no saben dónde ir. Por más que ellos digan con la boca grande que son católicos, todos sabemos cuán católicos son. 

Son católicos de eucaristía con la comunidad porque no soportan la misa de 12. Son católicos que sienten más hermanos de fe a los judíos que a los fieles que asisten a misa de 12. Sólo se acercan a los sacramentos que pueden neocatecumenalizar (las penitenciales con la comunidad, la unción de enfermos con la comunidad, la boda, la comunión, el bautizo...todo con la comunidad, con liturgias, rituales y signos neocatecumenalizados).

Como siempre nos ha enseñado Kiko, el dinero es lo más fácil dentro de todo aquello a lo que uno tiene que renunciar en el Camino. Sí. El dinero, si no lo hay y hace falta, se pinta. La dignidad, no.  

viernes, 2 de junio de 2017

Paso del shemá (XXI)



DOMINGO POR LA MAÑANA
LAUDES
«Monición Ambiental
Estamos reunidos hoy aquí, en domingo. Domingo significa “día del Señor” y junto con la muerte y resurrección de Cristo, nosotros celebramos nuestra resurrección. La Eucaristía de ayer ha inaugurado el domingo, el día de reposo, el día del reposo escatológico.
La kikotina es muy nociva, ya os lo he dicho
El salmo 21 dice que Dios habita en las Laudes de su pueblo. Nosotros hoy podemos bendecir al Señor por lo que está haciendo en nosotros. Dios habita aquí, en esta oración de agradecimiento y de bendición por las maravillas que Él ha hecho no sólo en la creación; sino por aquello que está haciendo en nosotros.
Os invito a obedecer al Señor, a escuchar esta palabra; a acercaros a esta palabra que hoy será larga y maravillosa, del mismo modo en que se acerca la Iglesia oriental, es decir, en la certeza de que esta palabra tiene el poder de exorcizar vuestros demonios, motivo por el cual ya sólo escucharla es una gran cosa. Pasaremos la mañana, antes del almuerzo, escuchando esta palabra, cantando al Señor y también rezando en los Laudes, en una asamblea que bendice al Señor.
Yo os invito, esta mañana a escuchar esta palabra, a poneros en contacto casi físicamente con ella, dejando que te ayude, cantando con el corazón, dejándote transportar por los cantos, los salmos y la oración. Comenzamos.
Monición al canto de respuesta al primer salmo
Como respuesta al 1º salmo cantamos: “Os conjuro, hijas de Jerusalén”.
Me gustaría decir dos palabras sobre este canto. Este canto que es todo él palabra de Dios, dice: “Cuando dormía, más mi corazón velaba, la voz de mi amado sentí”. “Cuanto dormía” significa cuando me alienaba, cuando perdía la vida durmiendo; “pero mi corazón velaba”, es decir, no era feliz. Mi corazón, que ha sido creado por Dios (como dice san Agustín) sólo podrá reposar en Dios; por tanto buscaba alguna otra cosa.
Entonces, en esta situación en que me encontraba, sentí la voz de mi amado. Todos nosotros nos encontramos en esta situación: caminando, trabajando, con nuestras cosas, con nuestros problemas cotidianos, sintiéndonos poco satisfechos interiormente, de manera que la voz de mi amado, la voz de Jesucristo, por medio de la catequesis, por medio de esta convivencia, sentí.»
Nada de eso. El canto no dice "Cuando estaba de convivencia" ni tampoco "Estando en la sinagoga escuchando al rabino", que hay que ver el gusto que le cogen algunos a tergiversar lo que viene en la Biblia.
«Y esta voz me ha dicho: “Ábreme, paloma; déjame entrar, hermana mía”. Los hebreos dicen en el Talmud que el Señor necesita que nosotros abramos un poco la puerta, aunque sea una abertura tan pequeña como un alfiler; porque si nosotros no abrimos la puerta (dice el Talmud, que es el comentario rabínico a la Torá, a la Escritura), no somos nosotros los que permanecemos cerrados; sino que es Dios el que permanece cerrado.»
Obsérvese el intento de hacer pasar la torá por la Escritura, como si el NT no contase.
«Puesto que Dios es amor, tiene necesidad de transmitirse, de entrar en nosotros. Si el hombre le cierra la puerta; le cierra su corazón, Dios permanece cerrado. Dios no se realiza (si se puede decir así). Dios tiene necesidad absoluta de entrar en ti, porque Dios te ama con todo su corazón.»
¡Qué diosito tan rarito el que predica en CNC, tan necesitado de que la criatura haga caso al creador para poder realizarse y ser!
«Dios, para convencerte de que le abras la puerta, no sólo te tienta diciéndote: “Ábreme, mis rizos están cargados del rocío de la noche, quiero hacer el amor contigo”. En esta imagen, que presenta a Dios como un esposo, que quiere entrar donde la esposa, es también Dios mismo, que trata de abrir introduciendo la mano por la abertura de la puerta, tratando de alcanzar el cerrojo de la puerta para abrirla. Cuando la amada ve la mano de su amado, todas sus vísceras se estremecen e inmediatamente se levanta para abrir la puerta y sus manos destilan mirra exquisita, sobre el pestillo.
Pero al abrir la puerta sucede una cosa extraña, que quizás no entendamos: el amado se ha ido, ya no está. Este acontecimiento en lugar de desalentar a la amada, le hace morir todavía más de amor; el alma se viene abajo, se siente destruida; después de haber sido capaz de despertar del sueño, que ha sido capaz de ponerse en marcha, sucede que el amado se ha marchado. Y entonces sale a buscarlo a la carrera, pregunta a todos los que se encuentra, porque se muere de amor, porque comienza a sentir amor, un amor que ha nacido tal vez para el placer.»

La coherencia no es el fuerte de Kiko, por eso no le da igual que muera de amor o que empiece a sentir amor; que no se desaliente y que se venga abajo; que Dios esté necesitadísimo de que alguien le haga caso y que desaparezca cuando precisamente le hacen caso.

«Lo llama, lo busca por las plazas y por los campos y el amado no aparece; entonces la encuentran los guardias que hacen la ronda de la muralla, la golpean, la desnudan, la violan.
Esto es algo que nosotros tenemos que experimentar. ¿Por qué?
Aunque tal vez alguno de vosotros, hoy y en este camino ha sentido que esta palabra se tiene que cumplir, porque la esposa, al final del canto dice: “Oh, si tú fueses mi hermano, te podría abrazar sin provocar escándalo” y entonces yo te podría besar como una hermana besa a su hermano cuando regresa de un largo viaje y le encuentra en la puerta. “Os conjuro, hijas de Jerusalén, si encontráis a mi amado decidle que muero de amor”. Porque, hermanos, lo que nos cura no es ser amados, sino ser capaces de amar. Esta es la obra del Señor: os pone en marcha hasta que sintáis amor, con persecuciones, etc., y buscaréis a Dios.
No importará que te encuentres a los guardias de la muralla y que te desnuden, que te hagan sufrir, que la vida se transforme en un drama, cuando te des cuenta que en ti ha nacido un amor inmenso hacia Jesucristo, que se expresa en el amor a los hermanos. Esta frase: “Si tú fueses mi hermano…” se realiza en la comunidad cristiana. En Jesucristo. Dios se ha hecho nuestro hermano; y en la Iglesia podemos besar a Jesucristo en el beso de la paz, porque sabemos ontológicamente que los hermanos de la Iglesia son los hermanos de Jesucristo, son el mismo Jesucristo.»

Ese amor todavía no se ha manifestado en ninguna comunidad del mundo.

«Si vosotros no entendéis esto ni que lo importante no es ser amado, sino ser capaces de amar, entonces no entenderéis nada de nuestra existencia y por qué en un cierto punto sentimos y después de improviso ya no sentimos, porqué suceden ciertas cosas que nos parecen horribles. Cantamos, hermanos, este canto.»