domingo, 21 de febrero de 2016

El cardenal Pell se resiste al mal




El cardenal australiano George Pell, prefecto de la Secretaria para la Economía del Vaticano, negó las acusaciones de pedofilia contra él publicadas por la prensa de su país, indicó en un comunicado su oficina del Vaticano (ver el comunicado al final de esta entrada).
Ese documento no va con él, lo encontró por casualidad
Se trata de acusaciones "sin fundamento y completamente falsas", sostiene la nota, que considera que las noticias que lo involucran personalmente en casos de abusos sexuales han sido lanzadas "para perjudicar al cardenal y a la Iglesia católica".
Acusado de haber encubierto a un sacerdote pedófilo en la década de los 80, el cardenal australiano había sido convocado para que declarara por la comisión gubernamental que investiga la respuesta institucional a los casos de abusos sexuales en el seno de las organizaciones religiosas, estatales y públicas. Y diez días antes de su audición, diarios australianos han publicado información adicional en la que lo acusan de haber cometido personalmente abusos sexuales de menores cuando era cura.

El cardenal exigió una investigación sobre tales informaciones, en particular de la fuga que proviene de sectores de la policía.

En 2013 la Iglesia católica de Australia admitió haber ocultado durante décadas los abusos sexuales a menores de edad cometidos por miembros de la congregación eclesiástica y confirmó la existencia de 620 casos de abusos sexuales contra menores, incluidos niños de 7 y 8 años, cometidos por sacerdotes desde la década de 1930.
La asociación de víctimas de abusos sexuales SNAP (Red de Supervivientes de Abusos por Sacerdotes), pidió el 19 de febrero la suspensión del purpurado de sus funciones en el Vaticano.

"Más de una docena de policías, tras más de un año de investigación, sostienen que hallaron de cinco a diez víctimas presuntas de uno de los principales asesores del papa Francisco. Se trata de denuncias serias y creíbles. Hay que suspenderlo", sostiene  el responsable de SNAP.
Pell declarará a la Royal Commission (la institución encargada de la investigación de abusos sexuales a menores en Australia) el 29 de febrero a través de videoconferencia desde Roma. Inicialmente estaba previsto que viajase a Melbourne en diciembre a declarar en persona, pero canceló el viaje en el último momento, cuando sus abogados aportaron documentos médicos a la comisión que decían que Pell estaba demasiado enfermo para volar.
No sin mis puntillitas
La Comisión esperó hasta febrero para ver si la condición de Pell mejoraba lo suficiente para que pudiese hacer el viaje, pero después de que los abogados de Pell aportaran nuevos documentos médicos diciendo que estaba demasiado enfermo, el presidente de la comisión, el juez Peter McClellan, acordó permitir a Pell testificar desde Roma. Entonces se impulsó una campaña pública dirigida por las víctimas de abuso sexual infantil y sus partidarios para recaudar dinero para enviar a las víctimas de la iglesia a Roma para presenciar la declaración de Pell. La campaña ga recaudado casi $ 200.000.
Las víctimas de abuso sexual esperan oír a Pell responder a las preguntas sobre la forma en que la archidiócesis de Melbourne actuó ante las acusaciones de abuso sexual infantil, y sobre su supuesta participación en los cambios de parroquia de un cura pederasta de Ballarat, en el tiempo en que él era un sacerdote auxiliar en Ballarat entre 1973 y 1983, un período en que varios sacerdotes católicos agredieron sexualmente a niños pequeños.
Una víctima de abuso, D.R., alegó que Pell le animó a guardar silencio sobre los abusos que había sufrido.
La reacción dentro del Vaticano a la noticia fue silenciada. Pero la iglesia se puso a la defensiva la semana pasada, tras el informe de un controvertido monseñor francés para instruir a los obispos recién nombrados sobre que no necesariamente tienen que informar de las acusaciones de abuso sexual a las autoridades civiles si no son requeridos a hacerlo en virtud de la ley.
Peter Saunders, un abierto crítico tanto de la actuación de la Iglesia en casos de abuso sexual como del cardenal Pell, recientemente fue obligado a abandonar la comisión vaticana establecida en 2014 para manejar el enfoque de la iglesia sobre el abuso sexual.
El año pasado, Pell amenazó con emprender acciones legales contra Saunders después de que dijese que el cardenal carecía de compasión hacia las víctimas de abuso y era casi un "sociópata".
Francisco intervino en la controversia sobre las enseñanzas de la iglesia sobre el abuso cuando en una conferencia de prensa dijo que cualquier obispo que transfiera a un cura después de descubrirse un caso de pedofilia "es un inconsciente" y que "lo mejor que puede hacer es presentar su dimisión".

Tampoco sin mis bordaditos
Comunicado de la oficina del cardenal George Pell

El cardenal Pell debe aportar pruebas a la comisión real en poco más de una semana.
El calendario de estas filtraciones está claramente diseñado para hacer el máximo daño al Cardenal y a la Iglesia Católica y socava la labor de la comisión.
Las acusaciones carecen de fundamento y son totalmente falsas.
Es indignante que estas acusaciones hayan llegado al cardenal sólo a través de una filtración a los medios de comunicación. Estas acusaciones no detalladas no han sido planteadas al cardenal por la policía, y las falsas acusaciones investigadas por el juez Southwell han sido ignoradas por la policía durante 15 años, a pesar de la máxima transparencia con que esos temas fueron afrontados por el cardenal y por la Iglesia Católica.
¿Transparencia en "esos temas" hace 15 años? Alguien parece no saber que mentir es pecado.
El cardenal ha pedido una investigación pública sobre la filtración de estas afirmaciones espurias por agentes de la Policía de Victoria de un modo claramente diseñado para perjudicar al cardenal, en un caso en el que los históricos fracasos de la policía victoriana han sido objeto de sustancial evidencia. Estos ataques injustos desprestigian el trabajo de los buenos oficiales de policía que trabajan diligentemente para hacer justicia a las víctimas. 
Las acusaciones de Phillip Island han estado en el registro público durante casi 15 años. El informe Southwell que exoneraba al cardenal Pell es de dominio público desde 2002.
La policía de Victoria no ha tomado medidas en todo este tiempo para perseguir las falsas acusaciones hechas, sin embargo, el cardenal ciertamente no se opone a la revisión de los materiales que llevaron al juez Southwell a exonerarlo. El cardenal está convencido de que la policía va a llegar rápidamente a la conclusión de que las acusaciones son falsas. 
La Policía de Victoria nunca ha tratado de interrogarle en relación a las acusaciones de abuso sexual infantil y aparte de las falsas acusaciones investigadas por la Justicia de Southwell, el cardenal no tiene constancia de reclamaciones o incidencias que se relacionan con él.
Él niega rotundamente las acusaciones. Si la policía desea interrogarle, cooperará, como ha hecho en todas y cada una de las consultas públicas. 
Por otra parte, el cardenal entiende que varios medios de comunicación han recibido información confidencial filtrada por alguien dentro de la Policía de Victoria. Que alguien de la policía ataque públicamente a un testito en el mismo caso en que quedó en evidencia una grave falta de acción y errores policiales, es indignante y debe ser visto como lo que es. 
No os resistais al maaaal, no os resistais al maaaaaal... pero no dice nada de no poner en marcha el ventilador de mierda, ¿verdad?
Dada la gravedad de esta conducta, el cardenal ha reclamado una investigación en relación a la actuación de los agentes de la Policía victoriana que están socavando la labor de la comisión.
El cardenal pide al primer ministro y al ministro del Interior que se investigue de inmediato la filtración de esas acusaciones sin fundamento.

2 comentarios:

  1. Cuando yo era estudiante, alguien me dijo que la estadística es la ciencia de mentir a partir de datos correctos.

    Lo he recordado porque quiero compartir una lamentable noticia que, si se extrapolase el porcentaje de 3 sobre 8 al total de cardenales de la Iglesia Católica, el resultado sería estadísticamente impoluto, pero quiero pensar que no dejaría de ser una gran metira basada en hechos concretos y muy reales.

    Los hechos son que el cardenal Pell no es el único miembro del G8 del papa Francisco que ha sido acusado de inacción (por decirlo suave) ante los actos pedófilos llevados a cabo por sacerdotes bajo su responsabilidad.

    El detalle de quienes son los otros, puede leerse aquí: http://pruebas485.lamarea.com/2013/03/07/victimas-de-la-pederastia-piden-al-vaticano-que-retire-a-12-papables-del-conclave/

    Sin duda es pura casualidad que la presunta inacción ante los "pecadillos" de los demás sea notoria en quienes muestran afinidad hacia el cnc, porque cuando les pinchan a ellos, bien que se revuelven contra todos.

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    1. La estadística como disciplina muy poco tiene que ver con el arte de mentir a partir de datos concretos y mucho con la evaluación de la confianza que se puede otorgar a factores aparentes de causalidad, de potencial predictivo, etc.

      Por lo contrario, es cierto que el uso abusivo de estadísticas hace parte del arte de manipular, apalancándose en una sesgo que hace percibir como probablemente cierto algo que presente un barniz pseudo-científico.

      En el caso del gurú, es mucho más simple: parte de que TODOS hacen dicen, son, para inferir lo que le salga de los huevos. Lo mejor del todo es que parte de sus zombis suscriben sin mover una ceja.

      Si tomamos la palabra ‘corrupto’ y si miramos con Ngram Viewer la evolución de su frecuencia en la base documental de Googlebooks para el período 1960-2008, veremos que ha ido creciendo por un factor de 12 veces hasta 2003 y se estabilizó a este nivel en los años siguientes.

      Usando algo de mala fe básica, podríamos atribuir ese uso creciente de ‘corrupto’ a los efectos del Concilio Vaticano II, y, ¿por qué no? a la extensión del CNC en el mundo hispanohablante, la estabilización correspondiendo perfectamente al estancamiento del chiringuito.

      https://books.google.com/ngrams/graph?content=corrupto&year_start=1960&year_end=2014&corpus=21&smoothing=3&share=&direct_url=t1%3B%2Ccorrupto%3B%2Cc0

      En el pasado, el blog apuntó al cardenal Pell en varias ocasiones, una de ellas siendo al respecto de un aborigen que había denunciado a un presbi RM estampillado “PP” (Puro Palomeras) por haberle dicho (ante testigos) que no era cristiano y haberle empujado fuera de la parroquia neoinfestada. Pell contestó a lo grande, con toda la autoridad que confiere un guardarropa bien provisto, que tales cosas no pueden pasar en la Iglesia católica.

      Lo que sugieren tanto la entrada como el comentario de Gloria es que, en la Iglesia latina, sigue vigente el excepcionalismo de la clase dirigente. C.V. II o no, prevalece el estegano imperio, con absurdas concesiones de superficie a la demagogia.

      La amable historieta de una Iglesia pobre y para los pobres, con repentina vocación ecologista se basa pura y meramente en la ficción según la que el consumidor a través de lo que gasta tiene un poder político. Si bien es cierto que con tres o cuatro litros de agua uno puede laverse perfectamente, cabello incluido, más del 90% del agua que se usa lo es por la agricultura y la industria. El 10% restante lo gastan los municipios de tal manera que el consumo final por los individuos es aún menor.

      El fondo del problema no es el despilfarro a nivel individual sino el modelo global en el que se encuentran los individuos. Preparar los no ricos a una vida más estrecha, con menos agua, con menos energía, con menos comida natural es igual de relevante como invitarles a acoger todas las víctimas de sus exacciones colonialistas.

      Ya que el tema de la entrada es otra denuncia del encubrimiento, sería bueno que estemos algo más conscientes de que ciertas formas de buenismo pueden ser otras formas de encubrimiento. La línea de fractura está en la posibilidad o en la imposibilidad de elegir algo que realmente sea un factor de cambio.

      Otra cosa es que esos jerarcas sean suficientemente conocedores de la realidad o simplemente aficionados a acariciarse los lóbulos encerrados en su torre.

      Irlanda provee un fuerte indicio en cuanto al nivel de credibilidad otorgado a la jerarquía católica. En muy pocos años ha caído a la nada. La Iglesia de Irlanda se agarra a la educación (posee una mayoría de colegios) como el inmigrante se agarra de la borda de la patera.

      Hasta prestando al Papa Francisco toda la sinceridad del mundo, seguiría el riesgo de una gran pantalla de humo porque él no es la jerarquía, no es eterno y la Iglesia no se ve a punto de cambiar de un día para otro.

      Es sumamente triste que predicando lo que predican necesiten la ayuda del siglo para ir sorteando un poco por encima sus escándalos.

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