domingo, 3 de agosto de 2025

Itinerante NO es misionero

 


Este comentario expone la diferencia entre misionero e itinerante pata negra, que es el de antes de que se inventasen las llamadas familias en misión. 

Es un comentario largo, por eso lo copio-pego en lugar de sacar pantallazo.

 

Lapaz
 Publicado: 27 Abr 2010 14:06

Me estoy acordando ahora de alguien que escribió ´sobre la confusión que se da en el camino entre itinerantes y misioneros.

Los itinerantes no son como los misioneros. No confundamos. Que ellos le llamen misión a ir a otro lugar a anunciar las catequesis en una parroquia y a dar las catequesis del camino para formar comunidades en ella, eso no es ir de misiones tal como siempre se ha entendido en la Iglesia ser misionero.

Ellos van con la misión de anunciar el camino en parroquias, punto pelota. No van a nada más. Y si no se tercia empezar a dar las catequesis porque nadie les deja hacerlo (los párrocos, obviamente), pues a esperar la ocasión. Y a hacer la tradicio por las casas, estilo los jeovases, para invitar a la gente a las catequesis del camino.
No es otra cosa.

Los misioneros de la Iglesia son personas que realmente abandonan todo, TODO. Cuando regresan de la misión ocasionalmente no tienen su casita esperando, su coche, etc.
Los itinerantes regresan, tienen todo lo que habían tenido hasta el momento de marcharse. Incluso si su casa está hipotecada, se encuentran al corriente de pago porque su comunidad la paga mensualmente, etc.

Es un matiz muy importante. No son conceptos siquiera parecidos. Kiko está metiendo de nuevo un gol con el lenguaje, hace como si las palabras fueran buñuelos, los vacía y les mete otro concepto, pero conservando la misma carcasa. Total, que al final la jugada le sale de p.m. porque el resultado es que confunde, confunde y al final la gente cree que una cosa y la otra son la misma cosa. Es una táctica muy utilizada en su psico-filosofía-teología.

También él es itinerante, él es del equipo itinerante internacional. ¿Véis a Kiko sin sandalias y comiendo coles? Nooo. No lleva bolsa, pero cuenta con la bolsa que lleva el de al lado. Dios provee, él no lleva dinero encima, pero otro le lleva la bolsa. Una bolsa llena de diezmos y otros donativos.

Los itinerantes no van durmiendo por las calles porque no tengan dónde dormir cuando llegan al lugar de destino. Los que si acaso duermen en los bancos son los seminaristas, a quienes les obligan a hacer la experiencia de ir predicando y sin nada durante unos días. Pero las familias de itinerantes tienen casas donde vivir al llegar a su destino, tienen colegios para los niños, servicio para la casa, etc. Y me estoy refiriendo a familias que han ido a lugares muy pobres de América Central y del Sur. Allí donde el resto vive en la miseria, los señoritos itinerantes tienen hasta una chacha que les cuida a los niños, otra chacha que les hace la colada, etc. etc. Y el padre de familia encuentra un trabajo para poder llevar dinero a casa.
Así que menos lobos, Caperucita.

Todas estas historietas que publican sobre experiencias tan, tan maravillosas de los itinerantes me recuerdan a las experiencias tan, tan impresionantes que te cuentan en la convivencia del paso de la Traditio, a partir del cual la comunidad se chupa dos años mínimo llendo de dos en dos a tocar el timbre de las casas de un determinado barrio para dar su experiencia de fe al que les permita echarle el rollo.

Buenoooo, íbamos a tener unas experiencias a-co-jo-nan-tisimas, te lo ponen de tal modo que parece que vas a notar al mismísimo Cristo a tu lado no ya contándole tu rollo al que abra la puerta, sino corriendo escaleras abajo y escondiéndote en los rincones para que el portero de la casa no te eche. Yo, sinceramente, me tomé aquello como un mero trámite. No me aportó nada. No nos abría ni rita la cantaora, encima en la comunidad era un desparrame, porque los hay que salen muchos días y otros no salen ni uno. Es una chapuza de mucho cuidado. Eso sí, con un envoltorio místico de la nueva evangelización precioso, muy bien estudiado.

Los catecumenales que dan experiencias tan, tan, tan maravillosas me recuerdan a los que venden productos alternativos que uuuuuuffffff, curan todo, todo, todo. ¿Qué te van a vender ellos? Pues que maravillosísimo.

 

 

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