Quiero empezar diciendo que hay muchas personas de buen corazón que estimo y aprecio que siguen allí y no tengo problema con eso.
Estuve varios años en dicho “itinerario de formación cristiana”, llegué hasta el Segundo Escrutinio abierto. Tampoco tuve problemas muy severos con los mal llamados catequistas. Y digo mal llamados porque no tienen formación. “Kikotistas” es más acertado.
En la comunidad no era más que un miembro común y corriente. A veces ayudaba en ciertas cosas pero no buscaba protagonismo. Estaba divorciado con un hijo.
Yo me retiré voluntariamente, sin tener problemas directos con nadie, más que nada por observar ciertos comportamientos:
1. La idolatría a los señores Francisco Argüello y Carmen (qepd) es enfermiza. Todo es lo que “Kiko dice” no lo que “Jesucristo dice” ni siquiera lo que el Papa dice. ¿Somos católicos o no lo somos?
2. El comportamiento sectario es notable. El párroco tenía varios problemas porque los catecúmenos no ayudaban en la parroquia. El murmullo catecumenal era de burlas y críticas absurdas: “Ese párroco es un cura pagano”, “ese párroco es un curita de parroquia campesina” y cosas así. Era una parroquia citadina. El catecumenado tiene esta onda de que si un párroco les pide ayuda o no hace lo que ellos quieren lo tildan de epítetos, y esto es auspiciado por los “kikotistas” de turno y muchos responsables “patas negras”.
3. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra. En mi comunidad había una pareja sencilla de señores ya mayores y muy buenas personas. No eran adinerados, ambos trabajaban de maestros, cada cual en su rubro. Los catequistas le exigían a la señora dejar su trabajo. Ella explicaba que no podía porque apenas sobrevivían con un salario en conjunto. Su único hijo había fallecido años atrás en un accidente de tránsito. Los kikotistas usaban esto para decir que no habían perdonado al Señor por haberse llevado a su hijo y no tenían fe. Encontré bastante despreciable aprovecharse de esta situación para “exigirles” hacer lo que ellos decían. Me parecía una canallada.
4. La presión psicológica es enfermiza e insensata. El responsable original de mi comunidad era un señor viudo que era manipulado por otro matrimonio patas negras con hijo cura. Cuando pusieron a este matrimonio de responsable, las cosas cambiaron. Eran dictatoriales, y a punta de favores se ganaron a ciertas personas de la comunidad para hacerle la vida imposible al viudo exigiéndole prácticamente que pensara en entrar al seminario. El señor dijo que esa decisión la pensaría pero que él prefería seguir viudo y vivir como un célibe. Lo atacaron diciendo que era un egoísta, que tenía que donarse. Lo defendí en varias convivencias alegando que las decisiones deben ser tomadas en libertad, pero había demasiadas personas en mi contra. El viudo termino retirándose de la comunidad y entró en otro movimiento apostólico.
5. No tendrás vida propia. Como he leído en comentarios de este blog, el Camino o como se llame, es como una boa constrictora que se enrosca en tu vida y te aniquila cualquier intento de hacer cosas inofensivas ajenas a dicho grupo. Algo tan simple como ir a un estadio de fútbol lo convierten en “pecado” usando la manipulación de que no amas a Jesucristo o a su Iglesia si no le dedicas toda tu vida a ese grupo.
6. A Kiko Arguello le encanta dar órdenes desde Roma como si fuera un Papa laico. Recuerdo la orden de evangelizar en las plazas o la imposición de poner una foto de Carmen (qepd) en cada celebración de Palabra. Es irónico, porque escuché muchas veces a kikotistas criticando cualquier oración a los santos, pero eso buscan con Doña Carmen. Kiko Arguello me recuerda más a un predicador protestante pidiendo diezmos y no le veo ni un ápice de humildad. No me crean a mí, escúchenlo hablar. Es notable su discurso contra el Papa Benedicto (qepd). Además de desearle la muerte indirectamente, hace ver que la Iglesia jerárquica lo perseguía. Este pensamiento coquetea con los protestantes.
7. Imposiciones ridículas. Acepto que hay algunas cosas buenas en el Camino, pero hay otras bastante estúpidas como exigirles a los matrimonios rezar antes de tener relaciones sexuales o hacer los Laudes más largos de lo que realmente son. Jesucristo nos vino a liberar de las cargas. El señor Arguello le impone a sus súbditos una soberana clase de reglas ridículas que ni él cumple. “Abiertos a la vida” siendo la principal. Mientras Arguello Wirtz se deleita en banquetes con obispos un padre de familia con 10 hijos intenta buscar pan en las piedras para dar de comer a su prole, pidiendo dinero prestado que después no paga o peor aún poner a sus hijos a pedir limosna. Y esto no es invento mío.
8. Drama y más drama. La vida cotidiana tiene de por sí drama, pero en el Camino la vida privada de cada persona es una telenovela en vivo y directo. Recuerdo un caso de un joven que salía con una hija de patas negras y terminaron la relación y toda la parroquia se enteró de la ruptura. Por supuesto, la niña patas negras es la blanca paloma y él, un joven sencillo que había entrado por ella es el pagano impío que la intentó corromper. Por lo que he leído aquí no es caso aislado.
9. Es retrogrado y misógino. El trillado “reina del hogar” es una fachada para poner a la mujer en una posición de desventaja ante el matrimonio. El hombre debe ser el proveedor principal, la mujer a la cocina. Aunque lo disimulan, no ven con buenos ojos que una mujer casada trabaje. Parece que al señor Argüello no le cuajan las mujeres profesionales.
10. El Kikoismo Catecumenal no respeta la libertad individual. Si opinas diferente al resto eres “un demonio” o algo en esa índole. Crean esa masa manipulada psicológicamente que piensa que porque sigue lo que dice el señor Argüello y sus secuaces, siguen a Jesucristo y no es así. Jesucristo nunca impuso su doctrina.
Podría seguir con más pero creo que ya captan mi idea. No se puede servir a dos señores, a Jesucristo o a Kiko Argüello. Y aunque Kiko se pasee con la cruz de metal, eso no lo hace cristiano ni católico, ni siquiera buena persona.
“Vendrán falsos profetas” (Mt 24,11)
R… (Perú)
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