Hace unos días he recibido una serie de imágenes que no por casualidad, sino porque Dios lo ha querido, están muy relacionadas con el abuso muy kiko de reclamar obediencia a los neocatecúmenos.
La primera imagen es de una biblia vieja y desgastada, tiene sus añitos y ha sido usada.
Dentro de la biblia, un par de papeles. Uno de publicidad de las mejoras de esa edición concreta y otro con notas manuscritas de una sesión de kikotesis.
La biblia pertenecía a alguien que “hizo” las kikotesis en el año 1983, el diagrama en las notas manuscritas permite situar las observaciones en la primera de las sesiones de kikotesis que es cuando, según el mamotreto, se dibuja la escalera descendente.
Para ser precisa, lo que dice el mamotreto es:
«Este Camino es un catecumenado. Podéis hacer este gráfico del catecumenado: el Bautismo se representa como un descendimiento de siete peldaños que conduce a una piscina.
En el Bautismo el cadáver del hombre viejo queda sepultado dentro del agua, que significa la muerte. De la misma forma que Jesucristo ha entrado en la muerte y ha sido sacado de ella por Dios como hombre nuevo resucitado, tú, entrando y saliendo del agua, mueres y resucitas, realizándose en ti la muerte y la resurrección de Jesucristo. El que sale del agua es un hombre nuevo, el mismo Jesucristo resucitado, el hombre que ha nacido del Espíritu Santo.
El catecumenado es este descendimiento hasta las aguas del Bautismo. Es un camino de conversión para tocar con las manos tu pobreza y tu impotencia, para que conozcas tu realidad profunda de pecado y de miseria.
En las barracas, como la gente era pobre de verdad y sus pecados estaban a la vista de todos, acogieron esta palabra de salvación y el Espíritu Santo actuó en ellos. Nosotros en cambio somos gente muy vacunada y con el colmillo retorcido. Necesitamos un largo período de tiempo para ser realmente conscientes de nuestra pobreza.
En este Camino Neocatecumenal aparece una comunidad como Cuerpo donde se visibiliza, se concretiza y se realiza la Iglesia. La Iglesia es el signo visible para el mundo del Misterio de Pascua, de Jesucristo resucitado de la muerte».
En el mamotreto no hay partes resaltadas, por lo demás la cita es literal. En otras palabras, el engaño y la mentira están reflejados de forma literal sin otro añadido que el coloreado.
Primera mentira.
Dice Kiko (y dicen los loros) a los neocatecúmenos, que no son paganos sino bautizados: «El catecumenado es este … camino de conversión para tocar con las manos tu pobreza y tu impotencia, para que conozcas tu realidad profunda de pecado y de miseria».
Es decir, según el kikismo todos viven en el pozo, incapaces de salir de él, esclavos del pecado, pero ánimo, porque aunque ellos te harán entender que la Iglesia no te ha podido rescatar, el kikismo viene en tu ayuda para sacarte del agua y hacer de ti un hombre nuevo nacido del Espíritu Santo.
Frente a esta paparrucha, dice el Catecismo de la Iglesia (1213): «Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión».
Es decir, ya has sido rescatado al precio de la sangre y la vida del Hijo. No tiene que venir ningún salva-generaciones a venderte a incómodos diezmos lo que te pertenece por el Bautismo y la gracia de Dios.
Segunda mentira.
Dios no pertenece al Camino, Dios no está al servicio de Kiko y Dios es fiel. Ningún kikotista tiene poder para obligar a Dios a abandonar a su pueblo, que es la Iglesia, Cuerpo de Cristo, para inventarse otro cuerpito y otra iglesita al tamaño del Camino Neocatecumenal.
Kiko miente cuando pretende apoderarse del Cuerpo y de la Iglesia para hacer creer que la comunidad es ese cuerpo y esa iglesia fundada en Cristo.
Y esa falsedad es precisamente lo que se desprende de las notas manuscritas localizadas dentro de una biblia vieja: si se vende la mentira de que la comunidad es la iglesia y es en la comunidad donde se abre y descifra la Palabra de Dios y donde se reciben los sacramentos de conversión, entonces se deduce que hay que OBEDECER a quienes dicen tener el poder y la autoridad de tales prodigios, es decir, de abrir e interpretar la Palabra y la voluntad de Dios y de entregar al pueblo -la comunidad- sacramentos eficaces (no como el Bautismo recibido de bebés, que Kiko desprecia y califica de inútil para la conversión y la salvación).
Lo que pasa es que lo que pretenden Kiko y sus loros de repetición es mentira. Vuelvo a decir que Dios no les pertenece ni pueden manipularlo a su antojo, que ya quisieran.
Por sus frutos los conoceréis. Y los frutos del CNC son abusos y adicciones de todo tipo.