«Pero hay un enemigo peor aún que el mundo y que la carne: ¡el demonio! El demonio que es un espíritu sutil, muy astuto e inteligente; lo aprovecha todo para hacer la guerra contra el resto de la descendencia de la Mujer, de la Virgen María, de la Iglesia, contra los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús (cf Ap 12,17).
Estáis en la etapa del "Padre Nuestro". Jesucristo os ha dicho que, para que Dios sea verdaderamente vuestro Padre, tenéis que renunciar a vuestro padre que es el demonio, padre de la mentira, padre del pecado (cf Jn 8,44)».
Aquí Kiko manipula la Escritura sin miramiento. Jesús se enfrenta a unos judíos que han intentado matarle. Es a estos a quienes dice que hacen las obras de su padre el demonio. No se lo dice a sus discípulos, que en medio de dudas y vacilaciones, de errores y de caídas, le siguen.
Kiko, en cambio, generaliza una acusación que en boca de Jesús está limitada a quienes actúan de una forma concreta. En breve, Kiko miente.
[…]«Hermanos, nosotros llegamos a esta convivencia cansadísimos; tenemos que hacer una convivencia tras otra y no tenemos ni un día de descanso. ¡Pero no nos quejamos! El Señor nos ha "encadenado" a vosotros -digamos así-, nos guste o no nos guste».
En ningún mamotreto falta la queja Kika de estar cansadísimo y de tener que hacer, le guste o no, lo que su diosito le impone. ´
Cansados quienes tras un día de trabajo y tras acomodar a su descendencia se han ido de viaje para escuchar las monsergas de Kiko; pretender que él, que vive de balde, está más cansado que los demás y descansa menos que nadie me parece de pésimo gusto. Y en cuando a que no hace lo que quiere él, sino lo que quiere otro… No sé quien será ese otro, pero Dios no es, porque Dios no se contradice a sí mismo.
«El que es cristiano de verdad, cuando habla, siempre da gloria a Dios; no murmura contra Dios diciendo: "Todo -mi marido, mi trabajo, etc.- es un asco. ¡Dios no existe!".
En el mamotreto hay una nota en “gloria a Dios” que explica que toda oración cristiana empieza dando gloria a Dios. Nada dice de lo que habla o deja de hablar un cristiano, sino de cómo es el rezo cristiano. Es decir, no sirve para sostener, como se desprende del mamotreto, que o das gloria o murmuras y reniegas de Dios, sin término medio.
Pretender que quien no da gloria es indefectiblemente murmurador y enemigo de Dios es una falacia.
Además, Kiko no muestra piedad por quienes murmuran contra Dios, solo vierte acusaciones contra ellos:
El que murmura, el que constantemente se lamenta contra Dios y dice: "¡Dios no existe porque, si Dios existiese, me amaría y no permitiría que mi vida fuese un asco!", contribuye a quitarle la fe a la gente, a destruirla (como hacéis quizá algunos de vosotros). Otros, en cambio, aunque estén en el hospital con sufrimientos tremendos, le dan gloria a Dios. ¿Cómo es posible que haya una chica, que lleva muchos años paralítica, que cuando habla siempre da gloria a Dios, mientras tanta gente que tiene las piernas perfectamente sanas no da gloria a Dios, sino que blasfema contra Dios cada vez que habla?»
¿Por qué juzga Kiko la actitud de la gente “con las piernas perfectamente sanas”? ¿Qué sabe él de sus circunstancias y de sus problemas, de sus sufrimientos y de sus penas? De Kiko sale la acusación, no la disculpa. Como diría él, eso no es dar gloria a Dios, eso es murmurar.
«Esperamos que, si alguno de vosotros se encuentra en esa situación [de “blasfemar cada vez que habla”], el Señor, pasando en la convivencia, lo pueda sanar, curar. El Señor pasa en esta convivencia para todos nosotros, también para mí, para que podamos salir de aquí, como ha sucedido ya tantas veces, dando gloria a Dios. En esta convivencia el Señor te quiere dar gratuitamente su paz. Tener la paz y la felicidad que viene del Señor, aunque sólo sea por un día, es ya una cosa estupenda. Pero espero que esa paz os dure un poco más...»
Y fuera de cualquier convivencia y lejos del Camino también te quiere sanar Dios y darte gratuitamente su paz. Ser del CNC no es condición necesaria para nadie para recibir gracias y bienes del Padre.
«Cada día tiene su propio mal; cada día tiene su combate. En la vida no todo es "buen tiempo", ¿verdad? Se lo decía a una hermana: "¡Eres una necia!»
¡Que no falte la descalificación de la hermana! Así es como se tratan los kikos: a mordiscos.
«Mira el tiempo: hay días preciosos, pero hay días de frío, de lluvia, de tormenta; si siempre hiciese buen tiempo, sobrevendría la sequía, las plantas morirían y ya no darían fruto; todo quedaría destruido; por tanto, hacen falta también las nubes, la lluvia, el frío, etc. ¡Sin embargo tú, si no hace buen tiempo en tu vida, ya no quieres jugar! ¡Pero mira que eres necia!" ¡Hay gente necia y estúpida que sólo quiere estar siempre bien! ¡No hay nada peor que el necio! Dice la Escritura: "Mejor topar con osa privada de sus cachorros que con tonto en su necedad" (Pr 17,12). El necio no entiende nada; no se deja corregir nunca.
En un momento Kiko deja a la pobre hermana de necia, de estúpida, de no dejarse corregir y, por tanto, de errada y desobediente. En público. Y lo que menciona del mal tiempo da a entender que la hermana tenía un problema serio y real, ante el cual la respuesta de Kiko es la descalificación.
¿Dónde está la misericordia de Kiko? No se sabe, nunca se la ha visto.