S.E. Mons. Bommarito y el “movimiento neocatecumenal”
Durante el Adviento del 2007 , en una Carta a los hermanos y hermanas de las comunidades neocatecumenales que no ha perdido vigencia , el arzobispo de Catania, Luigi Bommarito, expuso sus “perplejidades” relativas a ese movimiento que fomenta, según escribe, «perplejidades e impaciencias varias en el seno del pueblo de Dios», por lo que «considero oportuno hacer una lista de algunos aspectos de vuestro ‘camino’ que me parecen faltos de clarificaciones necesarias, pertinentes y urgentes».
He aquí, en rápida síntesis, el catálogo de los aspectos “oscuros” del “camino” neocatecumenal destacados por el arzobispo de Catania, cuyas perplejidades datan «de siempre», dice, «o sea, desde que en Monreal, como sacerdote, frecuentaba la catequesis del ‘camino’».
1) «Se advierte que en muchas comunidades neocatecumenales se le reconoce al presbítero comúnmente, o como que se le ‘concede’, nada más que la dimensión ‘cultual y funcional’ del orden sagrado [...]. En efecto, a menudo es el catequista quien se apropia indebidamente de la potestad jurisdiccional propia del sacerdocio ministerial».
2) «A lo largo del itinerario catequético del ‘camino’ se hace hincapié rígida y machaconamente en la nadidad del hombre, incluso del bautizado, y, por ende, en la incapacidad del mismo cristiano para abrirse -sin la contribución de la comunidad neocatecumenal- a la gracia redentora de Cristo».
3) «Se continúa celebrando de manera reservada y privada, por parte de las comunidades neocatecumenales, la eucaristía del sábado por la tarde y, desde luego, la víspera de la pascua del Señor [...].
Se divide al pueblo de Dios en dos como bloques compuestos de rangos y categorías distintos, el uno de primera clase y el otro de segunda, esto es, cual si fueran ejércitos separados y enemigos, formados en orden de batalla. ¿Se equivocan realmente quienes piensan que las comunidades neocatecumenales constituyen una iglesia paralela?».
4) Las comunidades neocatecumenales, «como también algún otro movimiento eclesial», instrumentalizan «el bien común para abonar su propia carisma, absolutizando sus elecciones e imponiendo su método como si fuera insuperable, único respecto a todos los demás y, para algunos, nada menos que el único salvífico».
5) «En consecuencia, no es raro constatar que, en las parroquias donde están presentes de manera consistente las comunidades neocatecumenales, no siempre es fácil la convivencia, y aún menos la colaboración, con las otras realidades eclesiales que operan en el lugar». De aquí la urgencia de «redimensionar la convicción según la cual presumen que su método es el más perfecto, hasta el punto de gozar de precedencia sobre todos los demás, como si llevara el imprimatur del Espíritu».
6) «Divisiones y separatismos varios», que crean «inevitablemente pequeños ghetos o peligrosas ‘iglesitas’ en el ámbito de la misma Iglesia de Dios, la cual nació, por el contrario, para ser una única y gran familia del Padre».
7) «Escrutinios» y «confesiones públicas», las cuales monseñor Bommarito menciona nada más que de pasada, bien que deplorándolas grandemente: «Preferiría no hablar de los exámenes que sajan las conciencias a menudo con preguntas que ningún confesor haría. Pero ¿cómo puede permitírsele eso a un laico, aunque sea catequista? Tampoco quisiera hablar de las confesiones públicas... Pues ¿quién puede autorizar un estilo que la Iglesia, en su sabiduría y prudencia maternales, abolió hace siglos?» (1)
Monseñor Bommarito no es el único obispo que señala las desviaciones de los neocatecumenales:
«Puedo confirmar -escribe al inicio- que las perplejidades de tipo teológico-pastoral que voy a referiros encontraron por doquier, empezando por mis hermanos en el obispado, una perfecta consonancia tanto en el plano de las ideas cuanto en el de las experiencias concretas vividas con algo de pena en el ámbito de muchas iglesias locales italianas, y no sólo italianas». En efecto, adjunta a su carta unas «intervenciones y testimonios» de «muchos obispos» que confirman sus gravísimas observaciones [...].
Notas
(1) De hecho, no lo adoptó jamás, porque la denominada “confesión pública” era una admisión genérica y pública de culpabilidad sin revelación pública alguna de los pecados cometidos; los abusos que se dieron en algunos lugares, como en Campania, al hacer obligatoria la declaración pública de los pecados de los penitentes, fueron condenados por San León Magno como «costumbre deplorable», «contraria a la regla apostólica», responsable de que muchos se alejaran del remedio de la penitencia (Epist. Ad Episcopos Campaniae, in PL t. LIV, col. 1211). Por ello se puede concluir, con los entendidos, que la única publicidad que la Iglesia impuso a los penitentes de los primeros siglos fue la publicidad, no de la confesión, sino de la penitencia: v. Dictionnaire de Théologie Catholique, t. III, col. 855-59.
Cf Catecismo de la Iglesia Católica, 1447: «A lo largo de los siglos la forma concreta, según la cual la Iglesia ha ejercido este poder recibido del Señor ha variado mucho. Durante los primeros siglos, la reconciliación de los cristianos que habían cometido pecados particularmente graves después de su Bautismo (por ejemplo, idolatría, homicidio o adulterio), estaba vinculada a una disciplina muy rigurosa, según la cual los penitentes debían hacer penitencia pública por sus pecados, a menudo, durante largos años, antes de recibir la reconciliación. A este “orden de los penitentes” (que sólo concernía a ciertos pecados graves) sólo se era admitido raramente y, en ciertas regiones, una sola vez en la vida. Durante el siglo VII, los misioneros irlandeses, inspirados en la tradición monástica de Oriente, trajeron a Europa continental la práctica “privada” de la Penitencia, que no exigía la realización pública y prolongada de obras de penitencia antes de recibir la reconciliación con la Iglesia. El sacramento se realiza desde entonces de una manera más secreta entre el penitente y el sacerdote. Esta nueva práctica preveía la posibilidad de la reiteración del sacramento y abría así el camino a una recepción regular del mismo. Permitía integrar en una sola celebración sacramental el perdón de los pecados graves y de los pecados veniales. A grandes líneas, esta es la forma de penitencia que la Iglesia practica hasta nuestros días».
He aquí, en rápida síntesis, el catálogo de los aspectos “oscuros” del “camino” neocatecumenal destacados por el arzobispo de Catania, cuyas perplejidades datan «de siempre», dice, «o sea, desde que en Monreal, como sacerdote, frecuentaba la catequesis del ‘camino’».
1) «Se advierte que en muchas comunidades neocatecumenales se le reconoce al presbítero comúnmente, o como que se le ‘concede’, nada más que la dimensión ‘cultual y funcional’ del orden sagrado [...]. En efecto, a menudo es el catequista quien se apropia indebidamente de la potestad jurisdiccional propia del sacerdocio ministerial».
2) «A lo largo del itinerario catequético del ‘camino’ se hace hincapié rígida y machaconamente en la nadidad del hombre, incluso del bautizado, y, por ende, en la incapacidad del mismo cristiano para abrirse -sin la contribución de la comunidad neocatecumenal- a la gracia redentora de Cristo».
3) «Se continúa celebrando de manera reservada y privada, por parte de las comunidades neocatecumenales, la eucaristía del sábado por la tarde y, desde luego, la víspera de la pascua del Señor [...].
Se divide al pueblo de Dios en dos como bloques compuestos de rangos y categorías distintos, el uno de primera clase y el otro de segunda, esto es, cual si fueran ejércitos separados y enemigos, formados en orden de batalla. ¿Se equivocan realmente quienes piensan que las comunidades neocatecumenales constituyen una iglesia paralela?».
4) Las comunidades neocatecumenales, «como también algún otro movimiento eclesial», instrumentalizan «el bien común para abonar su propia carisma, absolutizando sus elecciones e imponiendo su método como si fuera insuperable, único respecto a todos los demás y, para algunos, nada menos que el único salvífico».
5) «En consecuencia, no es raro constatar que, en las parroquias donde están presentes de manera consistente las comunidades neocatecumenales, no siempre es fácil la convivencia, y aún menos la colaboración, con las otras realidades eclesiales que operan en el lugar». De aquí la urgencia de «redimensionar la convicción según la cual presumen que su método es el más perfecto, hasta el punto de gozar de precedencia sobre todos los demás, como si llevara el imprimatur del Espíritu».
6) «Divisiones y separatismos varios», que crean «inevitablemente pequeños ghetos o peligrosas ‘iglesitas’ en el ámbito de la misma Iglesia de Dios, la cual nació, por el contrario, para ser una única y gran familia del Padre».
7) «Escrutinios» y «confesiones públicas», las cuales monseñor Bommarito menciona nada más que de pasada, bien que deplorándolas grandemente: «Preferiría no hablar de los exámenes que sajan las conciencias a menudo con preguntas que ningún confesor haría. Pero ¿cómo puede permitírsele eso a un laico, aunque sea catequista? Tampoco quisiera hablar de las confesiones públicas... Pues ¿quién puede autorizar un estilo que la Iglesia, en su sabiduría y prudencia maternales, abolió hace siglos?» (1)
Monseñor Bommarito no es el único obispo que señala las desviaciones de los neocatecumenales:
«Puedo confirmar -escribe al inicio- que las perplejidades de tipo teológico-pastoral que voy a referiros encontraron por doquier, empezando por mis hermanos en el obispado, una perfecta consonancia tanto en el plano de las ideas cuanto en el de las experiencias concretas vividas con algo de pena en el ámbito de muchas iglesias locales italianas, y no sólo italianas». En efecto, adjunta a su carta unas «intervenciones y testimonios» de «muchos obispos» que confirman sus gravísimas observaciones [...].
Notas
(1) De hecho, no lo adoptó jamás, porque la denominada “confesión pública” era una admisión genérica y pública de culpabilidad sin revelación pública alguna de los pecados cometidos; los abusos que se dieron en algunos lugares, como en Campania, al hacer obligatoria la declaración pública de los pecados de los penitentes, fueron condenados por San León Magno como «costumbre deplorable», «contraria a la regla apostólica», responsable de que muchos se alejaran del remedio de la penitencia (Epist. Ad Episcopos Campaniae, in PL t. LIV, col. 1211). Por ello se puede concluir, con los entendidos, que la única publicidad que la Iglesia impuso a los penitentes de los primeros siglos fue la publicidad, no de la confesión, sino de la penitencia: v. Dictionnaire de Théologie Catholique, t. III, col. 855-59.
Cf Catecismo de la Iglesia Católica, 1447: «A lo largo de los siglos la forma concreta, según la cual la Iglesia ha ejercido este poder recibido del Señor ha variado mucho. Durante los primeros siglos, la reconciliación de los cristianos que habían cometido pecados particularmente graves después de su Bautismo (por ejemplo, idolatría, homicidio o adulterio), estaba vinculada a una disciplina muy rigurosa, según la cual los penitentes debían hacer penitencia pública por sus pecados, a menudo, durante largos años, antes de recibir la reconciliación. A este “orden de los penitentes” (que sólo concernía a ciertos pecados graves) sólo se era admitido raramente y, en ciertas regiones, una sola vez en la vida. Durante el siglo VII, los misioneros irlandeses, inspirados en la tradición monástica de Oriente, trajeron a Europa continental la práctica “privada” de la Penitencia, que no exigía la realización pública y prolongada de obras de penitencia antes de recibir la reconciliación con la Iglesia. El sacramento se realiza desde entonces de una manera más secreta entre el penitente y el sacerdote. Esta nueva práctica preveía la posibilidad de la reiteración del sacramento y abría así el camino a una recepción regular del mismo. Permitía integrar en una sola celebración sacramental el perdón de los pecados graves y de los pecados veniales. A grandes líneas, esta es la forma de penitencia que la Iglesia practica hasta nuestros días».
Los puntos 1 y 2 son serios en cuanto a la doctrina. Sospecha de herejía es lo que está diciendo el obispo.
ResponderEliminarLos demás puntos son disciplinares y relativos a la vida parroquial (3 al 6)
Pero el punto 7 destaca por su especial gravedad y en la Iglesia posconciliar, donde no persigue mucho a la criptoherejía, sí que se atiende cuando consta el abuso de los fieles en temas relativos a la confesión y dirección espiritual.
Ya estamos confundiendo otra vez.
ResponderEliminarEl las celebraciones del sacramento de la reconciliación, hay una confesión y absolución INDIVIDUAL, en el contexto de una celebración colectiva, como muy bien esta expuesto en el Catecismo. Leete el Catecismo y mira lo que dice al respecto.
Lo que es publica es la CONFESION DE LA FE (el credo), que no tiene nada que ver con la CONFESION DE LOS PECADOS, y el sacramento de la Penitencia.
Confundirlo a propósito es MANIPULAR.
Respecto al Punto 1: Falso. Si hasta hay Seminarios Diocesanos según el camino.
Respecto al Punto 2: falso. Reconocerse pecador se llama humildad. Como bien sabes Sta. Catalina de Siena ya lo dijo mucho antes que llegara Kiko: "soy la nada mas pecado". Menos mal que existe la gracia redentora de Cristo, a través de la Santa Madre Iglesia!!!!!
No digamos medias verdades ni confundamos. Eso es mentir y calumniar. Y son pecados muy feos, sobre todo cuando atentan contra la Iglesia.
El punto 1: lo que dice es que se está negando la potestad de jurisdicción inherente al sacramento del orden, que es una verdad de fe. Nada tiene que ver con que tengan seminarios o no. El pastor y encargado de la cura de almas de las comunidades y con poder de gobierno sobre ellas es el sacerdote designado por el obispo (el párroco normalmente), no un catequista. Del mismo modo es el único que puede predicar y perdonar los pecados, etc.
EliminarEl punto 2 lo que dice es que están negando dogmas definidos en Trento y en el Concilio Vaticano I que establecen que el hombre puede realizar actos naturalmente honestos, sin ayuda de gracia alguna. O sea, lo que es lo mismo, la división adecuada de los actos humanos no consiste en división en actos que se realizan con la gracia, y en actos malos. La naturaleza del hombre no está totalmente corrompida como afirmaban los protestantes.
La fracesita que pone en labios de Santa Catalina de Siena la he visto atribuir a medio santoral. Sospecho que es una exageración propia de los místicos, como esa otra frase que dice "todo es gracia" y que obvia que si todo es gracia nada es gracia, porque entonces lo gratuito resulta debido al hombre. Esas afirmaciones tienen contextos místicos muy delimitados, como pueda ser humillarse ante Dios tal como un hombre se humilla ante otra persona para ganar su perdón. De que alguien diga a su esposa, perdóname que soy un miserable y un gusano por olvidarme de nuestro aniversario, no se sigue que los hombres son miserables y gusanos. Pues algo similar pasa con los místicos en oración ante Dios. De hecho muchas de nuestras oraciones son de buena voluntad aunque de pésima definición teológica. Dios sabe suplir eso. Pero aquí y enseñado a la gente como doctrina, es herético. La naturalea humana no está totalmente corrompida de modo que todo lo que hace sin la gracia sea un pecado.
Siendo catolica y practicando mi fe dentro de la Comunidad Neocatecumenal tengo la libertad de amar el sacramento de la penitencia por que el camino me lo ha ensenado, me confieso individualmente y en el escrutinio prefiero eso a un sicologo o psiquiatra por que a parte que este paso ilumina me lleva a ver a Dios en mi historia, amar mas a nustra Santa Madre la Iglesia y respetar a nuestros presbiteros por que si en los pecados sexuales se excusa que son hombres como todos por que cuando se someten a la obediencia a un catequista donde muestran humildad y grado de madurez en la fe seria un delito? Mas bien creo que todos los que promueven el rechazo a un charisma inspirado por el Espiritu Santo y bendecido por 4 Papa atravez de la Iglesia espor que : 1-permitido por Dios para que El sea glorificado en martires de este tiempo o 2- por que los que Juzgan arrastran pecados muy graves ya sean de dinero ya sea de una doble vida o peor aun APOSTASIA dentro de la Iglesia como lo anunciaba la Virgen en las apariciones de Fatima
EliminarYa empezaste mal. Practicar la fe del Palomeras Way to Crap no es ser católico. Católico es estar en comunión con la Iglesia, y lo que les instalan en el kaminito no es eso. Libertad? Si solo son libres para obedecer a sus karteristas. Mas bien creo que los katekumenales promueven el rechazo a tooooooodo lo que no le sale a kiko de las pelotas por que: 1. De verdad creen que el kamino viene de Dios, o 2. Se creen superiores a los demás y sienten que tienen una iluminación especial para decidir y juzgar a los prójimos de pecadores, vividores, idólatras y apóstatas, como si su pinche líder y muchos de ellos no lo fueran.
EliminarLa Confesion publica no esta hablando de sacramento de la penitencia sencillamente lo catecumenos se confiesan publicamente (fuera del sacramento ) sus pecados y son "escrutados" en cuestiones muy intimas en los escrutinios tambien .
ResponderEliminarCosa que alejó a un TÍO MÍO de las comunidades neocatecumenales, porque de su vida pasada anteriormente marcada por el alcoholismo, muchas comadronas se reunían en convites para murmurar de él y hacerle chismes. Y es que esto de la confesión púlica es reservado para el sacramento y a la libre voluntad de confesar a la pareja los errores del pasado si se desea, no como una rutina u obligación. Prácticamente el matrimonio se lo cuadró de oídas el catequista y un cura con otra neocatecúmena (secretaria del Padre) y el matrimonio ha sido un tormento para ambos. DOY FE Y TESTIMONIO VERÍDICO DE ESTO. AFhobbieq
EliminarMuy cierto...por un lado se la tildan de muy modernos y por el otro impera el llamado JUICIO DE LA COMUNIDAD...que castiga y destruye a los hermanos más débiles.
EliminarParecen iglesia de pueblito....
Sr. Crux Sancta,
ResponderEliminarDisculpe por este off-topic, pero leyendo las entradas de su blog, puedo suponer que ud. sabe italiano, y dado que el tema del celibato aparece muchas veces para ser usado como ataque, contra la Iglesia católica, y que el sitio web de la Congregación para la Educación Católica, mantiene un documento que parece llamarse "Orientaciones educativas para la formación al celibato sacerdotal" de fecha 11 de abril de 1974 que dicha congregación solo tiene publicado en italiano, pero que probablemente sería de muchísima ayuda para tantos católicos, formadores, seminaristas que desconocen aquella lengua, si usted tan gentilmente accediera a preparar una traducción del documento que se encuentra aquí:
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_19740411_celibato-sacerdotale_it.html
Espero no molestarlo con mi sugerencia y que Dios le conceda el tiempo para poder llevarla a cabo
Dios le pague.
Lo tiene en español aquí, seguramente el blogger lo tradujo cuando era un niño:
Eliminarhttp://ebookbrowse.com/orientaciones-para-la-educacion-en-el-celibato-sacerdotal-doc-d160335030
Y en los escrutinios también te pueden recomendar que vayas a pedir limosna a la puerta de la iglesia. Todo el camino es una aberración.
ResponderEliminarTe pueden "recomendar" cualquier cosa, por ejemplo, que salgas de la casa de tus padres y te vayas a vivir solo, que dejes a tu novio/a, que te vayas una semana a un convento o monasterio para discernir si Dios te llama a la vida consagrada, que cambies de trabajo, que te "abras a la vida", que cambies de barrio...
EliminarEntendiendo que si no sigues su "recomendación" no aprobarás, digo, pasarás, el paso que toque. Pero eso sí, a la misma vez te aseguran que todo se hace en la libertad de los hijos de Dios... debe ser que el sentido que los catequistas del cnc le dan a esa expresión no es el que cualquier lego en la materia capta a simple vista.
Quien obedece . No se equivoca.
ResponderEliminarCrucifica la razón.
Odia a tu padre y a tu madre , y a tu mujer , y a tus hijos, y a todo aquel que de una forma u otra
Te aparte del CNC........
Tu no estás aquí para pensar , para eso estamos nosotros.
Si te repiten estas cosas.....una y otra vez......
¿ quien puede decir que vienen de Dios ?.
Es más lo invisible que lo visible.
El Obispo está bien clarito...pero claro los Cats diran "es su opinión" no somos así.
ResponderEliminarLas "confesiones públicas" se dan...me consta. Presión de grupo. En los "ecos", en la comunidad, en las "experiencias"...si no lo haces no te "abres"....no se llamarán "así" pero de que las hay...las hay.
Es más, hay una tendencia a nivel de "chiste" (no le veo la gracia) a decir "soy un ladrón, soy un fornicario, soy un soberbio..." y el Señor me perdonó...como si los pecados fueran "medallas olimpicas"....triste y patetico.
La Profesión Fe es según los propios catequistas el momento de "DAR GLORIA".
Entonces son dos cosas diferentes...
Pero ambas existen.
Personalmente me ha llamado la atención esto:
"Se divide al pueblo de Dios en dos como bloques compuestos de rangos y categorías distintos, el uno de primera clase y el otro de segunda, esto es, cual si fueran ejércitos separados y enemigos, formados en orden de batalla. ¿Se equivocan realmente quienes piensan que las comunidades neocatecumenales constituyen una iglesia paralela?»."
TOTALMENTE CIERTO...Y SI LO DICE UN OBISPO SE DEBERIA PRESTAR ATENCION!
También hay muchos otros obispos que están de acuerdo. Y como alguno ha dicho el camino esta respaldado por el Papa (van 4 ya, los que lo apoyan), creo que tiene más importancia el Papa que el obispo de Catania.
ResponderEliminarPor otro lado esta todo explicado a vuestra manera, normal en este blog,... Solo me centraré y muy brevemente en la Confesión de Fé.
No son medallas el decir los pecados, es más, no se va a eso, se va como bien se dice, solo a Dar Gloria a Dios.. Diciendo únicamente donde tú has podido ver en tu vida el amor de Dios, sencillo no? Pues solo es eso. Nada de confesarte en público ni chorradas que he leído. Y este se hace dentro del contexto del Credo. Que es una oración donde se dice que crees es Dios, en su hijo, en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, etc, etc... No es un credo del camino neocatecumenal especial ni nada.
Un abrazo a todos y la paz del señor este con vosotros.
Ciertamente sucede que no es el Credo del cnc. Sino una más de las deformaciones de la doctrina católica dentro de un neo invento.
EliminarPor desgracia, la aceptación se da primeramente por políticas de "hechos consumados " ; como casi todas las demás. A lo que hay que sumar la venta de que todo es en la libertad.
Esta última apariencia confunde mucho, y a muchos.
A las exposiciones públicas de las propias vidas les viene a pasar como a los escruticios, que no se podrían aceptar sin la preparación previa mediante la reforma del pensamiento y el cambio de referencias.
El juego de aprobaciones en otras instancias se observa inoperante, pues en las cosas neo inventadas no se realizó la secuencia racional. No se preguntó primero si se podía hacer o no.
Primero se hizo, después se vendió como bueno. Y cuando no quedó más remedio, se buscó aprobación. .... cualquiera puede entender que es muy fácil para algunos quitar o añadir detalles. El lenguaje de k es muy dado al salto dentro de sus enunciados.
Por eso es tan difícil leer sus mamotretos sin llegar al dislate, unas cosas mezcladas con otras y al final te vende siempre la moto que guarda en el garaje porque no vale para otra cosa. Y todos contentos, fantástico, maravilloso, estupendo. ...
-sepul -
Tener el visto bueno de un Papa (al actual me da que no le sois muy simpácticos), no es ni ha podido ser nunca sinónimo de estar en la verdad.
EliminarDaré sólo un ejemplo de lo que sostengo:
Gálatas 2.11-14
11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.
13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
¿Estás afirmando que no hay que obedecer a los Papas por si están equivocados? ¿Estás afirmando que los papas no tienen la verdad? ¡Y luego se quejan en cruxsancta cuando los llaman secta hereje!
EliminarAnónimo5 de marzo de 2015, 3:13
Eliminar¿Estás afirmando que los papas que aprobaron los Legionarios de Cristo sabían perfectamente lo que ocurría allí?
¿Qué la Diócesis de Tuy- Vigo sabía lo que ocurría en los "miguelianos"?
¿Es eso lo qué afirmas? ¿? ¿?
El hereje eres tú, anónimo de las 3;13
Eliminar"Hay que obedecer a Dios antes que al los hombres"
Te recuerdo un detalle. Los catequistas son hombres.
Otro regalito : K es sólo un hombre.
"Quiso Dios dejar al hombre en manos de su propia decisión "
(Catecismo )
Personalmente me gusta esto otro también :
"Sin libertad no hay Amor y sin Amor no hay Cielo"
-sepul -
Anónimo 3:13, ¿es boberíai natural o es afán tergiversador lo tuyo?
EliminarMejor hazle las preguntas a San Pablo, a ver qué opina él sobre qué es antes, si obedecer a la propia conciencia o a un hombre que abiertamente yerra.