martes, 12 de noviembre de 2024

Inicio de curso 2024-25 (VII)

 

Desfile de presbikikos y ayudantes

Como advertí en la entrada precedente, de improviso Kiko cambia de registro para lanzar una ¿advertencia? ¿reconvención? a los presbikikos:

«Para que un cristiano sea santo es imprescindible saber vivir en castidad. ¿Es posible que un joven viva hoy en castidad? Es posible, con la ayuda del Señor, aceptando que hay sufrimiento (…). Y los chicos quieren ver esto sobre todo en los presbíteros».

Por desgracia, como de costumbre hay errores de base en la cháchara de Kiko. Para empezar, es un error garrafal haber alentado y permitido el acceso al presbikikado de quien no aprendió antes a vivir en castidad. Para seguir, el asunto de la castidad no es solo para jóvenes ni solo para solteros, cuanto daño hace la falta de castidad de los casados. Mucho le falta por aprender a Kiko para poder dar lecciones.

Continúa Kiko con un par de descubrimientos que no le harán acreedor de premio nobel alguno:

«Dios nos ha dado una nave espacial que es nuestro cuerpo, que es muy complejo y perfectamente articulado. Tiene un mecanismo tal que si tú tocas una palanca roja todo un engranaje se pone en movimiento. Estamos programados por el Señor, por la naturaleza (…) Entonces digamos que si un sacerdote mira a una mujer a los ojos, una vez, otra vez, se pone en marcha este mecanismo llamado libido. Y si tú sigues con esa mujer, llega un momento en que esa palanca hace clic por sí sola».

En suma, hay un defectillo en el diseño nave espacial del varón que hace que con un par de miradas a los ojos a una mujer se le descontrole la libido. Se empieza con estas tonterías y al final algún lumbreras decreta que la mujer se cubra con un burka para no alterar la sensible libido masculina. Pues mejor que los sensibles se pongan una venda en los ojos.

En el siguiente párrafo queda meridiamente claro lo que preocupa a Kiko:

«También le puede suceder a un hombre casado, con una secretaria, con cualquiera. Cuando todo este mecanismo se pone en marcha estás perdido, porque la naturaleza tiene un poder tan grande que la libido se impone y ya no quieres ir a la comunidad, simplemente tienes una necesidad urgente de estar con esa mujer. Hay barreras que vienen en nuestra ayuda, como el pensamiento de la familia, de la comunidad... Pero si se pone en marcha, podéis abandonar el Camino, la familia, el presbiterio, todo. Entonces, si una persona se enamora, es como una catástrofe, incluso para un casado».

Obsérvese la escala de valores, primero el Camino y la comunidad, ya después todo lo demás, sea la familia o la presunta vocación.

A continuación aclara que la pornografía nada tiene que ver con el enamoramiento (¿Será posible que los kikos no sepan esto y haya que explicárselo?) y concluye:

«Y debemos decirles a nuestros hijos: "Cuidado, si estáis preocupados, destrozados, medio deprimidos porque vuestros padres o en el colegio no os entienden, es muy fácil que el demonio -porque el demonio existe- os invite a gratificaros [con la pornografía]". Es importante, poder hablar con los padres o con la comunidad».

Y así se lanzan balones fuera. La epidemia de adictos a la pornografía que hay dentro del CNC no es porque la kikotina sea nociva, la culpa es de los padres o del ambiente del colegio; y el falso remedio es contarlo todo en la comunidad:

«En un instante, se juega todo y el organismo entra en un mecanismo que ya no se controla. Y salta todo, la fe, la comunidad, los estudios, todo. Cuando esta cruz [la afición a la pornografía] se manifiesta, una cosa que ayuda es decirla en la comunidad. Y también hablar de ello con el equipo de katekistas».

No tiene nada de particular que a continuación exprese que el objetivo es preservar a la comunidad:

«Di desde lo más profundo de tu ser: “¡Señor, yo no puedo, ayúdame tú!”. “Señor, si no me ayudas tú, yo estoy perdido”. Y te ayuda. Y Él te dice a tu corazón: “¿De verdad quieres que te ayude? ¿No quieres ver más pornografía? ¿No quieres pecar?”. “No, no quiero traicionarte, no quiero destruir a mi familia, no quiero dañar a mi comunidad. ¡Ayúdame!"».

Y a continuación insiste en que el presunto remedio está precisamente en entregarse al kikismo a jornada completa todos los días:

«Sois katekistas y todos habéis experimentado esto: la castidad es facilísima cuando estáis en misión, pero cuando uno va a casa a descansar y no evangeliza... ¿Qué pasa? Esto lo hemos experimentado todos. Es facilísimo, uno empieza a ver la televisión, o se conecta a internet...».

En suma, lo que Kiko reconoce es que nada tiene que ver la vida de los kikotistas con el teatrillo que representan cuando salen a kikotizar.

 

domingo, 10 de noviembre de 2024

Inicio de curso 2024-25 (VI)

 


El siguiente rollo, que se supone es un comentario a la lectura recién proclamada, es lo que los neocatecumenales toman por una kikotesis impartida por el gran líder.

Y sucede que el gran líder empieza por reconocer que en los sesenta años de calentamiento de metacrilato nadie, ni uno de los presentes, ha recibido la Gracia que cambia la existencia de manera radical, lo fía todo a que por fin el acontecimiento tenga lugar el 2024:

«Esperemos que Dios nos dé una palabra, siempre y cuando haya una palabra para ti y para mí: el Señor puede decir "No hay palabra", porque es una gracia recibir una palabra capaz de cambiar nuestra vida y de fortalecer nuestra voluntad, de mover nuestro ser interior hasta el punto de cambiar, para que se dé en nosotros un cambio real, profundo, que produzca una verdadera mutación: ¡es una gracia grandísima! Dios lo está deseando para nosotros».

No hay nada raro en que Kiko conozca la voluntad de diosito para todos los demás, una ojeada a la bola de cristal y se le manifiesta dicha voluntad de forma clarísima.

A continuación, con el pretexto de la lectura de Hebreos 12 (en la que no hay ni asomo de mención a Jacob), dice:

«En todos nosotros está Esaú y está Jacob: los Padres de la Iglesia dicen que Esaú es el hombre que siempre está fuera de casa, Jacob se queda en casa con su madre, con la familia. Esto significa que en el fondo el cristiano tiene una vida interior con el Señor, con la Virgen María y con Jesucristo. El pagano por dentro está vacío, por eso debe estar siempre conectado a internet, le aterra la soledad, siempre está afuera, siempre debe divertirse, estar siempre en el exterior».

El pagano que describe Kiko me recuerda al neocatecumenal promedio, el más común, que siempre debe estar en las cosas de la comunidad y, por ello, siempre está fuera, sin tiempo para la familia ni para tener una vida interior, siempre debe anteponer la comunidad y estar disponible para los akikolarres comunitarios. Dudo que se divierta mucho, pero prioriza lo exterior porque ha comprado la moto de que así compra la salvación.

Tras describir a este Esaú presente y dominante en tantos neocatecumenales, Kiko asegura, que fue Dios quien provocó en Esaú un hambre voraz, para que no pudiese sobreponerse a ella.

Es la teoría de siempre del kikismo: el hombre no puede evitar el pecado, así que mejor que lo asuma, no se preocupe por ello y peque con tranquilidad, sin amargura ni remordimiento, porque es diosito quien, como a Esaú, le provoca esas ansias pecaminosas.

Peeeeeero…

De repente, sin hilo conductor racional (crucifica la razón, hermano), Kiko salta del hambre insoportable enviada por Dios, dice él, a Esaú, hambre que le fuerza a entregar lo que sea con tal de alimentarse, a un vicio muy presente en las comunidades:

«Esta tentación, esta prueba, que es una de las más importantes, es la tentación del hambre, hambre de afecto, de una mujer, hambre de amor, hambre de comer, de sentirnos bien con el cuerpo. Es la tentación del hombre que murmura: con el corazón se murmura, con el corazón se ama. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón": con el corazón se juzga, y el juicio destruye el amor. Si en una comunidad los hermanos empiezan a juzgarse unos a otros, todo se destruye».

Y un pasito más para llegar a lo que le interesa: «si empezáis a juzgarnos todo se destruye, si juzgáis a vuestros katekistas se acaba el Camino».

Traducción: el que incordie y ose pedir explicaciones a los kikotistas, será anatemizado y expulsado del Camino. Faltar a la comunidad es pecado grave, pretender que un kikotista responda por sus hechos concretos, no es que sea grave, es que es imperdonable.

Y no podía faltar la advertencia / amenaza a quienes se niegan a dejarse pisotear por los kikotistas o los amorosos hermanos de comunidad:

«¡Que nadie venda su primogenitura por un plato de lentejas! Ojo, porque dice San Pablo que, después, Esaú lloró pidiendo de nuevo su primogenitura, porque se dio cuenta de que se había quedado sin nada, que otro había ocupado su lugar».

Neocatecúmenos, daos cuenta de que el plato de lentejas es el gueto y no vendáis la primogenitura de ser hijos de la Iglesia.

Fijaos en lo que se le escapa a Kiko poco después:

«Entonces si sufrimos una persecución o un conflicto, o un problema con tu marido o con tus hijos, miramos a Esaú que ya está protestando, ya está en crisis».

¿Entendéis lo que dice? Dios es justo, el Dios verdadero no soporta la injusticia y no está allí donde se te invita a tolerar el abuso, la humillación, la injusticia, los revolcones del marido con otra (Kiko lo menciona más adelante) y lo que sea con tal de mantener ocultas las miserias de la comunidad en particular y del CNC en general.

¿Acaso no es el mismo Kiko quien sostiene que tienes que contar tus vicios y pecados en la comunidad no solo para que los hermanos te quieran tal y como eres sino también para que puedan ser sanados esos defectos? Y ahora pretende que lo tapes todo, que calles, que dejes que el problema se enquiste hasta pudrirse y emponzoñarlo todo, porque de lo contrario herirás la ya pésima reputación del CNC, que es lo único que le importa. Y por eso equipara denunciar la realidad del CNC con vender la primogenitura.

No os dejéis engañar más, neocatecúmenos.

 

El rollo kikil prosigue, pero corto aquí, porque a continuación salta a otro tema que nada tiene que ver.

 

viernes, 8 de noviembre de 2024

Inicio de curso 2024-25 (V)

 


A continuación le toca a Ascen, la caducada de Tudela, que tendría que hacer una monición breve, pero se dedica a proclamar su confianza en la magia que emana presuntamente de la reunión kikil. Según ella, aunque todos los convocados sean un desastre que predican una cosa y viven otra distinta, la solución es la reunión que magikikamente lo va a arreglar todo para que la vida de los asistentes sea consistente con lo que dicen, en suma, la magia de la kikonversión:

«Esta convivencia es la ayuda que necesitamos este año para nuestra santidad, para entrar en el plan de Dios».

«No puede ser que prediquemos algo que no vivimos, nuestra vida debe manifestar esa santidad a la que Dios nos ha llamado a vivir en Jesucristo. Y por eso es tan importante esta convivencia, para volver de nuevo al amor de Dios».

Ya sabéis, para la conversión la receta es la kikotina, pero nada de esas cosas de beatos de domingo que se dedican a frecuentar los sacramentos y la oración y que predican el esfuerzo e incluso la mortificación, que es palabra tabú en el CNC, donde no entienden la mortificación, pero les entusiasma la humillación, siempre que sea la humillación de otros.

Luego Ascen menciona la corrección:

«Esta palabra [la que se supone que está presentando], que es muy rica, habla también de la educación que el Señor hace con nosotros, de la corrección».

Y ahí se lanza, porque en el CNC la educación y la corrección no vienen de Dios, vienen de unos pobrecillos muy ignorantes que pretenden tener autoridad de catequistas cuando nadie se la ha dado. Y si hay problemas serios de dependencias y se deja el tratamiento de los enfermos en manos de ignorantes la cosa solo puede ir cada vez peor.

No es que Dios falle, no es que sea su voluntad que nadie se cure, es que no buscan al verdadero médico de almas.

Y en esta ocasión se han buscado una lectura para pretender justificar la mano dura y la expulsión sumarísima carente de misericordia antes que reconocer que los frutos del CNC son agraces.

Dice Ascen:

«En esta palabra aparece una figura que conocemos muy bien y que viene muy bien para los jóvenes. Él es la figura de Jacob y Esaú. Esta palabra recuerda la pérdida de Esaú de su primogenitura por un plato de lentejas. El Señor nos invita a ver con temor de Dios la llamada que nos ha hecho, porque podemos perderlo todo.

Esto lo digo especialmente para los jóvenes que son tan tentados».

En realidad, en la lectura que se hace a continuación (Hb 12, 1-24) solo hay una mención a Esaú y ninguna a Jacob. Y la realidad es que no es el plato de lentejas lo que priva a Esaú de la bendición de su padre, sino el engaño de su madre compinchada con su hermano menor.

De modo que conviene estar atentos, no sea que los hermanos impostados de la comunidad recurran a engaños y traiciones contra otros.

Y el remate de Ascen es de lo más deprimente:

«En definitiva, esta palabra nos presenta el Sinaí, la Alianza del Sinaí. (…) ¿Quieres ser feliz? Y nos dio esta palabra que el mundo hoy no conoce. De hecho, la legislación de algunos países dice lo contrario de lo que Dios manifestó en el Sinaí».

Sinaí, Sinaí y solo Sinaí. Habrá que disculparla porque es de Tudela, que ya dice Kiko que se puede ser bruto, más bruto y de Tudela, y quizá por eso pone como referencia una alianza caducada y sustituida por la Nueva Alianza, que es la que debe importar a los cristianos… Espera, los kikos no son cristianos hasta que no acaban el camino que no termina nunca… Eso lo explica todo.