En el libro parece publicada una nota con el título "Reflexiones finales sobre mi misión en Japón", del 15 de agosto de 2011, escrita, al final de su misión, por Alberto Bottari, nuncio apostólico en Tokyo. En ella se habla de la Iglesia en Japón y del Camino Neocatecumenal, y explica las razones por la cual el Camino Neocatecumenal fue suspendido en Japon:
"En todos estos años he escuchado dentro de mí y se me ha dirigido con frecuencia esta pregunta: "¿Cómo es que este mundo encantador aún está lejos del Evangelio?¿Por qué sólo medio millón de japoneses de entre 128 millones son católicos?" He dirigido también yo la pregunta a obispos, misioneros y laicos y las respuestas han sido diferentes. Japón tiene una elevada cultura, una historia gloriosa, una fuerte identidad nacional ligada a ciertos símbolos (el emperador) y expresiones religiosas (shintoísmo, budismo). Hacerse cristiano es romper con aquel mundo, aparecer (e incluso percibir en lo profundo) que se es "menos japonés". Hay un sentimiento común de que Japón se ha convertido en uno de los países más grandes del mundo con sus fuerzas, con los valores recibidos de los siglos. Están orgullosos de su identidad, no sienten la necesidad de enseñanzas venidas de fuera... Son abiertos y curiosos: integran cosas nuevas en su mundo cultural, pero no quieren abandonarlo.(...) Hasta el punto de que se llega a pensar que cada conversión al Evangelio es casi un milagro (...). Algunas imágenes y modos de vida del mundo occidental, difundidos continuamente por los medios: violencia, materialismo, corrupción, son percibidos como parte del mundo cristiano, muy difícil, por eso, de aceptar.
(...)
Aquí, diria, está el punto controvertido y las dificultades puestas por el método de los miembros del Camino Neocatecumenal. Por lo que se ve, ellos vienen y aplican aquí literalmente un método nacido y preparado en Europa, sin preocuparse de adaptarlo al mundo local. He encontrado entre ellos aquí en Japón el mismo estilo que he visto en Camerún, donde estuve como misionero hace veinte años: los mismos cantos (con la guitarra), las mismas expresiones, la misma catequesis, todo transmitido con un estilo más impositivo que propositivo. Se entienden entonces las tensiones, los sinsabores y las reacciones que, encontrando a veces poca disponibilidad para el diálogo, llegan al rechazo. Es ciertamente admirable en ellos la intención, la buena voluntad, pero falta la inserción en la cultura local: esto -en mi modesta opinión- es lo que les están pidiendo los obispos japoneses: despojarse del vestido europeo para presentar el corazón del mensaje de un modo purificado y cercano a la gente."
Sin dejar de ser una opinión particular, me parece que ese texto permite cierta mirada "profesional" sobre lo que ha pasado en Japón con el Camino Neocatecumenal (con el traslado de todos los seminaristas de los Redemptoris Mater fuera del país después de la negativa de los obispos japoneses a acogerlos).
Articulos relacionados:
El Camino Neocatecumenal y los obispos japoneses
http://cruxsancta.blogspot.com/2012/05/el-camino-neocatecumenal-y-los-obispos.html