martes, 25 de junio de 2024

Incumplimientos del estatuto


Última entrada dedicada a la disección del caducado ECN. 

 

Palominos en un catecumenium que ya no existe porque así le plugo a Dios

No se ha mencionado hasta ahora que el proceso de elaboración del ECN arrancó en 1997, es decir, tardaron casi cinco años en recibir la autorización ad experimentum.

Ninguno de los proyectos que presentaba el CNC obtenía el visto bueno del Consejo para los Laicos por no ser conforme a la doctrina y disciplina de la Iglesia, y tanto se encalló el asunto que tuvo que intervenir el Papa Juan Pablo II con una carta al cardenal James Francis Stafford, presidente del Consejo para los Laicos, el 5 de abril de 2001, en que el Papa confirmaba la competencia del dicasterio en la aprobación del estatuto y llamaba a la «docilidad filial del Camino Neocatecumenal», a quien recordaba que de la validación era una de las «exigencias ineludibles, de las que depende la existencia misma del Camino», y se citaba que «ningún carisma dispensa de la relación y sumisión a los pastores de la Iglesia» (Christifideles laici, n. 24), a los cuales compete emitir el juicio sobre la autenticidad de los carismas y la regulación de su ejercicio (Lumen gentium, n. 12).

Es decir, ante las maniobras del CNC para quitar de en medio al Consejo para los Laicos el Papa contesta que se sometan o desaparezcan. Solo entonces los neocatecumenales bajaron la cabeza y pusieron por escrito lo que no querían. Para la sensibilidad de Kiko el ECN es insoportable, porque le ata las manos y lo somete a la autoridad de la Iglesia. Por eso se incumple sistemáticamente.

Esta entrada resume los principales pisoteos del estatuto por parte de los muy sensibles neocatecumenales.

1.     En la Misa no se respetan los libros litúrgicos

a.     Las moniciones, y la única que tiene cobertura legal es la ambiental, las demás son un abuso, no son breves, son pseudohomilías de laicos, en especial la ambiental.

b.     Se fuerza a los niños a hablar antes de los ecos de los adultos.

c.     Se comulga sentado y a la misma vez que el sacerdote.

d.     En la octava de Pascua se degusta leche con miel antes de cerrar la “uka”.

e.     Se baila, aunque la mayor parte de las veces se hace alrededor de una mesa, que no altar, y no en un templo, sino en una sala de usos múltiples.

f.      Se hacen peticiones espontáneas, que no están autorizadas en el ECN.

g.     No están autorizados los ecos tras la liturgia de la palabra.

h.     Solo los ministros de la comunión, ordinarios o extraordinarios, pueden repartirla.

2.     Las misas no son abiertas a todo el que quiera participar, sino que los kikotistas deciden quien puede o no participar en ellas.

3.     El ECN establece como requisito que la preparación de la “uka” sea guiada por un presbítero, SIEMPRE. No hay excepciones.

4.     El ECN admite la posibilidad de una monición ambiental. Nada más, no están autorizadas las moniciones a las lecturas pues, de haberlas, deberían ser realizadas por el presbítero.

5.     El neocatecumenado solo es para adultos, no para menores de edad (por eso hacen uso de la pastoral sacramental de las parroquias para la preparación de los niños para la primera comunión). Consecuentemente, el catecumenado bautismal que ofrece el CNC tampoco es para niños.

El estatuto permite que se invite a los hijos mayores de trece años a caminar, pero la praxis real es que muchos niños son obligados a caminar.

6.     Los kikotistas presionan a los padres cuyos hijos no caminan.

7.     El CNC no implementa una modalidad de RICA, aunque ellos sostengan lo contrario.

8.     El ECN no sustenta el diezmo, solo se admiten colectas para los que están en misión o cuando hay que comprar flores o pagar una convivencia.

9.     En los escrutinios se vulnera una y otra vez la libertad, la intimidad y hasta la conciencia del escrutado.

10. Ni la Iglesia ni el ECN reconoce, porque no existe, la obligación de que el neocatecúmeno obedezca a sus kikotistas.

11. Ni la Iglesia ni el ECN reconoce, porque no existe, la obligación del desprendimiento de bienes para pasar al catecumenado.

12. No existe ningún directorio catequético del CNC, solo existen unas orientaciones que no son de obligada lectura ni cumplimiento.

13. En relación con el obispo:

a.     El CNC no se pone al servicio del obispo, el CNC solo sirve al CNC

b.     Los neocatecúmenos no son iniciados en la fidelidad al sucesor de Pedro y al obispo

c.     Cuando nace una nueva comunidad, no se pide permiso al obispo, como es preceptivo, para que pueda celebrar “ukas” de las que valen 100. Por defecto, las “ukas” están prohibidas en favor de la Misa parroquial y sólo el obispo puede autorizarlas por el tiempo que estime, y siempre es autorización para una sola comunidad no para el CNC en la diócesis.

14. En relación con el párroco:

a.     No se cumple el mandato de que el párroco ha de aceptar al responsable, corresponsables y kikotistas en cada comunidad. Es decir, quien él no acepte no puede ser kikotista en su parroquia, se pongan como se pongan los sensibles.

b.     No se cumple que las comunidades caminen en comunión con el párroco, al contrario, se pretende siempre que el párroco se someta a los kikotistas, sin más.

c.     La única voz autorizada a decidir sobre la idoneidad de los neocatecúmenos a la hora de superar un paso es la del párroco.

15. Respecto a la parroquia:

a.     La praxis del CNC es despreciar a la parroquia, sus grupitos y sus religiosos de misa de 12. Hace todo lo contrario a  «promover un maduro sentido de pertenencia a la parroquia y de suscitar relaciones de profunda comunión y colaboración con todos los fieles y con los demás componentes de la comunidad parroquial».

b.     El CNC no ha recibido permiso papal para que los neocatecúmenos se adscriban a una parroquia distinta a la que jurídicamente les pertenece.

c.     La praxis coloca como primario el seguimiento del Camino y muy muy secundaria la pertenencia a la parroquia.

16. Jamás se ha cumplido que el presbítero sea quien, en nombre del obispo, dirige en Camino.

17. El CNC no tiene autorización para realizar el rito del effetá ni el de la inscripción del nombre con bautizados.

18. El CNC dice seguir el RICA y según el RICA solo a obispo compete fijar el tiempo total del catecumenado de adultos, que la Iglesia estima que no debe superar los cuatro años.

19. Según el RICA quien debe dirigir y decidir en los escrutinios es el sacerdotes o el diácono, no un kikotista laico.

20. Según el canon 1405 un presbítero solo puede ser escrutado por un superior, jamás por un laico, porque el laico, por más sensible que sea, no puede ser considerado superior.

21. El estatuto no autoriza al CNC a pescar neocatecúmenos en otras confesiones cristianas, pese a lo cual se ha intentado denodadamente con anglicanos y ortodoxos.

22. Respecto a las comunidades exneocatecumenales:

a.               El ECN no autoriza que las comunidades exneocatecumenales celebren “ukas” separadas.

b.              El ECN no reconoce papel director en los kikotistas respecto a las comunidades exneocatecumenales.

No es casual que haya tantos incumplimientos generalizados por todo el orbe. Desde el día 1 los que mandan indicaron que no había que cumplir el ECN, que solo era para la galería y para engañar a algunos: «¿Qué cambia para el Camino después de la aprobación de sus Estatutos?». «No cambia nada» (entrevista concedida por Kiko Arguello a Jesús Colina, Alfa y Omega, n. 314, 4-7-2002, p. 5).

Además, la praxis real del CNC contraviene las normas canónicas de la Iglesia en los siguientes aspectos:

23. La praxis neocatecumenal de retrasar el Bautismo de los hijos para hacerlo en Pascua contraviene el canon 867.1: «los padres tienen obligación de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras semanas; cuanto antes después del nacimiento, e incluso antes de él, acudan al párroco para pedir el sacramento para su hijo y prepararse debidamente».

24. La vigencia de los cargos “directivos”. Esta desobediencia surge del mandato expreso del Vaticano de que ningún cargo (kikotista en concreto) pueda ser ocupado por la misma persona durante más de cinco años, diez si es reelegido. Solo se puede optar a una reelección.

25. La predica neocatecumenal de la paternidad irresponsable contradice la doctrina de la Iglesia Católica.

domingo, 23 de junio de 2024

La "nueva teología" de Kiko

 

Esta es la penúltima entrada dedicada a analizar y diseccionar el estatuto que obliga al CNC, aquí toca resumir las conclusiones, pero primero un hecho (concreto): hay veces que a Kiko se le escapa una verdad entre tanto cuento como cuenta. 


Por ejemplo, en el siguiente párrafo:

«Tenemos un lenguaje neocatecumenal, claro. Como me decía Mons. Montero [obispo auxiliar de Sevilla]: es que si no tuvierais un lenguaje, tú no tenías nada que decir, Kiko, porque el idioma siempre produce la cultura. Si tenéis una palabra que decir en la Iglesia, estáis creando un nuevo lenguaje, una nueva Teología, nuevos términos. Si no dijéramos más de lo que han dicho los antiguos no aportábamos nada. Una forma nueva, un lenguaje, nuevos términos» (Convivencia con los obispos de América, Santo Domingo 1992).

Para Kiko todo lo que hay está obsoleto, él quiere imponer una teología a su medida, una religión a su medida, un diosito caprichoso ideado a su imagen y semejanza.

Esta es la verdad. Y para imponerla hace uso de una jerga no apta para no iniciados.

Sin duda, un importante problema en la construcción del lenguaje es el riesgo de incomunicación con la tradición teológica y espiritual y con el Magisterio de la Iglesia.

Por ejemplo, en el CNC, la palabra «resignación» se toma siempre en la tercera acepción de la Real Academia de «conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades» y se rechaza como actitud no cristiana porque se desconoce la primera acepción de «entrega voluntaria que alguien hace de sí poniéndose en las manos y voluntad de otra persona», con lo cual, por ignorancia kikil, se hacen ininteligibles los textos en que se alaba como virtud.

Es más, en el CNC la «resignación» no es solo un tabú a evitar sino que se convierte en un defecto gravísimo, casi peor que el pecado grave de faltar a la comunidad, por lo que es perseguida y corregida con dureza.

Además existe la tentación de una valoración desmedida del lenguaje deformado propio que hace que los neocatecúmenos no reconozcan el verdadero significado de los términos que ellos emplean con otro sentido.

Por ejemplo, los neocatecúmenos no entienden que Eucaristía es el sacramento, no la liturgia eucarística, que se llama Misa.

El ECN finge que esta disparidad en el vocabulario no existe, y cierto es que trata de evitar el argot neocatecumenal, que solo asoma en contadas expresiones. Es lógico puesto que el ECN tiene como destinatarios naturales a los obispos, que deberían tener un cabal conocimiento de aquello que aceptan en su diócesis.

Pero también se dice que el ECN aporta una «clara y segura regla de vida» (Juan Pablo II al cardenal Stafford) a los responsables del Camino. En suma, se les ofrece una vía de comunicación con un lenguaje eclesial más común y propio del Magisterio, cuyas citas literales entrecomilladas llenan el ECN. Así, el mismo ECN es un medio correctivo de eventuales abusos del lenguaje neocatecumenal; la insistencia en la formación en el Magisterio y en particular en el Catecismo de la Iglesia Católica deberá operar el resto.

Si de verdad los responsables leyesen esos documentos.

En cuanto al objetivo directo del estatuto, el de la inserción del Camino Neocatecumenal en el Derecho de la Iglesia Católica, cabe recordar que, pocos meses antes de la epístola Ogniqualvolta, José Luis Díez Moreno escribía:

«Es éste de los neocatecumenales un grupo que concilia filias y fobias. Para unos incomparable, para otros un cúmulo de excentricidades. Los primeros aseguran que con esta forma de vida se sigue a Cristo, se participa en la Iglesia y nada mejor puede hallarse para una auténtica renovación personal y comunitaria. Los segundos creen que entre los neocatecumenales abunda la cerrazón, faltan contenidos teológicos, sobra ritualismo y se vislumbra fanatismo».

Años después se podía comprobar que la carta de reconocimiento no había producido sus frutos en la necesaria labor de moderación de estas posturas extremas, demasiado comunes entre los neocarecumenales.

El haber situado el Camino como una más entre otras realidades y al servicio del Ordinario del lugar, no impidió que desde el equipo responsable internacional para abajo muchos siguieran proclamando: «somos la Iglesia que se renueva llevando a la práctica en las parroquias el Concilio Vaticano II».

Por eso no es raro que proliferaran las acusaciones de sectarismo («sois una Iglesia paralela»).

En cualquier caso, los obispos quedan libres (potestad discrecional, que no arbitraria) para autorizar y con qué márgenes la realización del Camino en su diócesis, mientras los responsables del Camino vienen obligados a la íntegra aplicación del ECN, adecuando la praxis en cuanto sea preciso, incluso renunciando a invadir en fuero interno de los neocatecúmenos.

 

viernes, 21 de junio de 2024

"Misioneros" al servicio de su amo

 

Mi reconocimiento a la persona que me ha hecho llegar esta noticia.

 

https://diocesisalmeria.org/esteban-y-almudena-con-sus-7-hijos-marchan-de-misioneros-a-japon/

Hay noticias que llevan a plantearse si los obispos son conscientes de la gravedad de sus actos.

No se puede enviar a una familia con siete hijos “de misioneros” a sitio alguno sin la preceptiva autorización del ordinario del lugar. Es decir, es una pena que se haga, porque entre obispos deberían mostrarse respeto y no enviar a nadie a un país que dejó bien claro hace años que el CNC no construye, sino que destruye, y que no se les quiere en ninguna diócesis.

Y además no existe el carisma de familia misionera, el de misionero es, por su condición, carisma de célibes.

Pero con el CNC todo es así: absurdo, ilógico, sin sentido, como la familia “misionera” que dice que “vive su fe en San Sebastián”, que debe vivirla por internet, porque antes ha estado en China y ahora se va a Japón, y se va a escondidas del ordinario del lugar, porque no va a servir a la Iglesia, sino al CNC.