«La
Iglesia primitiva tenía plena consciencia de esto cuando dice en el Evangelio:
uno se acerca a Jesús y le dice, te seguiré adondequiera que vayas; Jesús le dice,
¿quieres venir conmigo? ¿Por qué? ¿Por qué te parece maravillosa esta vida bohemia de ir de aquí para
allá, sin trabajar, viajando, visitando países? Dice: ¡Fantástico! Me
voy contigo... Jesús le dice: ¿Sabes quién soy yo? Soy uno que va a Jerusalén
para ser asesinado.
Nadie,
por sí mismo, puede querer ser arrastrado a la muerte si Jesús no lo llama. Por
eso Jesús le dice a este hombre: las aves del cielo tienen nidos y los zorros madrigueras,
pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. Se lo dijo, y el
otro debió comprenderlo bien porque en el Evangelio no vuelve a decir nada.
Nadie
puede seguir a Jesucristo simplemente porque lo desee. Porque seguir a
Jesucristo significa seguirlo a la muerte, a Jerusalén, para ser asesinados por
el mundo».
Eso del libre albedrío, un cuento chico. Ahora ya lo sabéis, Dios predestina a quien le da la gana y los demás...
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Te elijo a ti |
«Es
Dios quien elige. Por eso, al poco tiempo, Jesús dijo a otro: tú, ven y
sígueme. Y este le dice: ¿yo? ¡Si tengo que enterrar a mi padre! ¡Cómo podría
dejarle sin haberlo enterrado! Y Jesús le dice: Deja que los muertos entierren
a sus muertos; tú ven y sígueme, sígueme para proclamar conmigo el Reino de
Dios.
Es
Jesús quien le llama.
Todos
vosotros que estáis aquí, habéis sido señalados por el dedo de Dios, habéis
sido llamados por Dios, el cual os dará la Vida Eterna. Iréis a conquistar la
muerte, porque se os dará Jesús resucitado. Moriréis a vuestra propia familia, por
tu esposa, por los amigos, por los niños...
¿Hoy
en día, qué sucede? Que muchos jóvenes quieren realizarse en la política o en lo
que sea y tal vez en su casa no aceptan a su padre. Aquí no. Aquí, a quien primero
aceptarás es a tu padre, que es un fascista... si no son todo rumores y
mentiras. Conocí a uno que se buscaba a sí mismo en hacer discursos y su esposa
le ponía los cuernos (perdonadme) porque no era capaz de amar, porque no se
ocupaba de ella. Como les sucede a tantos que se dan al dominó, al ajedrez o la
caza y abandonan a la familia. Aquí no».
Aquí sólo se permite darse al Camino, todo lo demás es una abominación.
«En Italia hemos experimentado que si en
la primera comunidad hay una chica, en la tercera están los padres. ¿Sabes por
qué? Porque los padres han visto en ella actitudes que no se puede explicar; la
hija, después de la comunidad, ya no es la misma de antes.
Y,
a la inversa, si hay un adulto, después entran la esposa y los hijos. ¿Por qué?
Porque manifiesta unos signos que llaman la atención. Estos son los signos que
llaman a otros a escuchar el kerigma, porque han visto en otros actitudes que
no pueden explicar.
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Dejarás que se llame arte a unos cristales pintados feos |
¿Qué
actitudes? Las del Siervo de Yahvé: que se deja juzgar por todos, sin juzgar a
nadie, que responde al mal con el bien, que toma sobre sí el pecado de los
demás. Este es el Siervo de Yahvé.
Y
esto se dispone a hacer el Espíritu con vosotros para que seáis signo para los
hombres. Te dejarás matar».
Por supuesto, el Espíritu está al servicio del gran Pako, faltaría más.
«Esto
es revolucionario y escandaloso en el mundo de protesta y justicia social en el
que vivimos.
Sin
embargo, esta es la misión del cristiano: dejarse matar. Así se manifestará el
amor que se os ha entregado. Esto lo hará en vosotros el Espíritu de Cristo.
En
lugar de juzgar a los demás, que es lo único que sale de ti, te dejarás matar por
sus pecados, sin juzgarles, remitiendo el juicio a Dios».
Quien conozca a algún kiko que no juzgue al universo entero, que nos lo presente, por lo que más quiera.
«S.
Pablo dice que los esclavos cristianos deben obedecer a los amos justos y a los
injustos. Porque al mal que se le hizo, Jesucristo respondió con el perdón.
Cuando
le dieron una bofetada no la devolvió, aunque la había recibido injustamente.
Cada
vez que un cristiano hace esto en el mundo, está haciendo un acto escatológico:
hace presente el juicio final, cuando Dios vendrá a juzgar a los vivos y a los
muertos.
Esto,
en cualquier nivel. No juzgues. Esta mañana hemos visto que esto es lo que hace
el hombre nuevo: acepta al otro, le comprende, le ama tal y como es, aunque sea
su enemigo. Y esto, no como táctica o con esfuerzo, sino por el don gratuito de
Dios.
Y
¿cuándo tu esposa, tus hijos, tu colega, tu jefe son tus enemigos? Cuando
tienen actitudes que te destruyen, cuando no son como te gustaría a ti. Y ¿en
que, de hecho, se demuestra que tú has vencido a la muerte? En el hecho de que
tú pasas a través de la muerte, dejándote matar por el defecto del otro que te
destruye. No haces más violencia. Si son trece años que tu marido no te lleva
al cine, ya no necesitas ponerle una cara así de larga para que te lleve: entiendes
que si no te lleva es porque no le gusta o no quiere; sin duda es un pecador
que te deja sola, pero tú le amas, allí donde te mata. Ya no te preocupa que te
quiera a ti: ahora eres tú quien ama a los demás. Porque esta es tu salvación: te
ha sido dado el Espíritu para que puedas hacerlo, has nacido de nuevo. Ahora no
te importa que no te amen: tú amas y lo comprendes todo. Asumes el pecado de los
demás.
Esta
es la actitud de Jesucristo: asumir los pecados de todos los hombres, como
hemos leído en Isaías, soportar el resentimiento, el egoísmo, los pecados de
todos los hombres. Él no juzga, sino que deja que le crucifiquen, obteniendo la
salvación para nosotros.
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Card. Pell en algo llamado santuario de la palabra |
Pero
Cristo quiere que se siga haciendo en el mundo. ¿Cómo se darán cuenta los
hombres de hoy de que Cristo sigue perdonando los pecados y nos da
gratuitamente la vida eterna? ¿cómo se darán cuenta de que Dios les perdona aunque sean pecadores?»
Nótese que habla por los demás,
no por él, que está en otro plano. Nótese también la tontería, ¿qué habría que
perdonar si no fueran pecadores?
«Ningún
ángel se lo dirá por la noche. Por eso el mundo piensa que Dios estará con un palo
así de grande para castigar todo pecado que cometamos.
Y
por eso van a Misa cuando necesitan de alguna forma rezar a Dios. ¿Cómo se darán
cuenta los hombres de nuestra generación de que Dios nos ama como somos? ¿Cómo conocerán
la Buena Nueva? ¿Cómo se dará cuenta tu marido, que es un tremendo egoísta, que
cuando regresa del trabajo no quiere saber nada de ti y enciende el televisor
para ver el boxeo, que Dios le ama así? SI TÚ LE AMAS ASÍ: PECADOR.
¿Y
quién es capaz de amar de esta manera, cuando todos nosotros, apenas uno nos
ataca lo hacemos pedazos? ¿Quién quiere estar con un egoísta, con un borracho,
con un explotador de pobres? Quien está con un egoísta, se vuelve egoísta... ¿Quién
ama al enemigo? QUIEN HA VENCIDO A LA MUERTE, quien ha recibido el Espíritu de
Jesucristo vencedor de la muerte: la Iglesia, los cristianos.LA IGLESIA SALVA
EL MUNDO ASUMIENDO EL PECADO DE LOS HOMBRES.
Esto
escandaliza. “¿Cuál es vuestro compromiso político y social frente a las estructuras
injustas?", se preguntan. Y dicen: estas comunidades angelicales y
místicas... todo el día rezando y sin hacer nada. Quieren ver obras de
inmediato.
Nosotros
decimos que no; que para hacer obras deben ser cristianos; que ahora estamos en
camino; que cuando seamos cristianos Cristo vivirá en nosotros, y entonces el
cristiano en una fábrica hará botones como todos los demás, y si los demás se revuelven
contra el dueño, que es un burgués malísimo, él amará a los trabajadores, pero también
amará al patrón injusto, y continuará haciendo botones.
Estamos
absolutamente convencidos de ello.
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R.M.Brasilia. ¿Se gastaron las horribles vidrieras? |
Yo,
hoy, en una fábrica, como no soy Jesucristo, digo: ¡puerco y maldito caradura! ¡desgraciado!
Y tengo un grupo en la parroquia con el que me reúno y digo: así no se puede
continuar; los hombres están oprimidos, y tal y cual y maldita miseria...
Necesito grupos de acción más eficaz. Es evidente: tu acción no es cristiana,
porque tú no eres cristiano.
El
día que tú seas cristiano, también tu acción lo será y no tendrá ningún tipo de
compromiso porque será Jesucristo quien actuará cuando tú actúes.
Hoy
en día hay una crisis de acción. ¿Por qué? Sencillo: porque no somos
cristianos. Pero si verdaderamente tú fueras cristiano, te aseguro que tu
actitud en la familia, en el trabajo, en todas partes sería la de Cristo. Lo
que pasa es que no nos lo creemos y nos parece una utopía. S. Pablo dice: no
soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí».