«Y con los dones nos da
también sus frutos, de los que habla San Pablo en la carta a los Gálatas 5,22:
“El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio de sí”.
Ofrecer tu cuello como
Isaac: “Aparecerá en el cielo un cordero degollado”, frente a los hombres».
La cita
debe ser de la correspondencia privada entre Kiko y su legión o su diosito, que
tanto monta, porque no es de ningún libro conocido de la Biblia.
«Es la obediencia.
Obediencia siempre significa darse: esto es el cristianismo. No hay nada más
sublime sobre la tierra, es la verdadera felicidad. Aparentemente parece que
no, pero si Dios te da el Espíritu Santo, la capacidad de amar a tu marido,
donándote, perdiendo un poco la vida, allí encontrarás la verdadera felicidad,
que es la vida eterna».
Cuando el
que menos sabe pontifica pasan estas cosas: la única utilidad que ve a la mujer
es la de satisfacer los instintos masculinos, incluso por encima de su propia
vida. Pues no, no es eso lo que estaba y está en el plan de Dios, eso es obra
del demonio contra la mujer.
«Nosotros sabemos que
cada pecado que cometemos, de egoísmo de violencia, etc. quita su raíz a
nuestra fuente de felicidad, entonces tenemos necesidad de más televisión, etc.
y cada vez tenemos menos felicidad.
Ya sabes,
cuando te apetezca ir al cine a ver una peli, plantéate si no será que has perdido
la raíz de tu fuente de felicidad. ¡Qué chorrada!
«Por eso, ánimo, tenemos
todos necesidad del Espíritu Santo, ésta es una fiesta grande, fiesta de la
Iglesia, es la fiesta del nacimiento de la Iglesia. Gracias a la Iglesia
vosotros habéis encontrado al Señor, sin la Iglesia no estaríamos aquí».
Eso es
verdad, puesto que parasita a la Iglesia.
«Ésta es la fiesta más
grande, la vigilia de Pentecostés es un fruto de la Pascua: Cristo ha subido al
cielo, ha ofrecido al Padre sus llagas gloriosas y el Padre ha mandado su
Espíritu Santo».
No. La fiesta
más grande es la Pascua, nada puede equipararse a ella, ni siquiera Pentecostés,
ni la Navidad.
«Es un misterio
maravilloso también lo que se cumple en nosotros, porque ¿qué es el Camino
Neocatecumenal? El Espíritu Santo nos está donando la comunión, haciendo que
estemos juntos durante tantos años, todos con el mismo lenguaje, la misma
comunión. Éste es el gran milagro, porque ha llegado el Mesías sobre la tierra.
El Señor ha hecho verdaderamente milagros con nosotros, verdaderamente: “Gustad
y ved qué bueno es el Señor”, que nos ha sacado de nuestra Babilonia. Sabéis
que Babel, Babilonia, significa “confusión de las lenguas”, es decir, significa
que no hay comunión; como en nuestra sociedad en donde no hay comunión, los
jóvenes no encuentran un lenguaje interno que les sacie.
Nosotros hemos visto, sin
embargo, qué bueno ha sido el Señor con nosotros, que nos ha dado de su
Espíritu, que nos ha dado la comunión: viejos y jóvenes. Tenemos todos una
comunión nueva que no es un fruto psicológico, sino una obra del Espíritu Santo
en medio de nosotros».
Lo que tenéis
es un discurso aprendido fruto de la manipulación ejercida a través de las
palancas del miedo y de la culpa. Por eso destiláis mala hiel. Y la mala hiel
es prueba de la ausencia del Espíritu Santo.
«¡Los designios del amor
de Dios para nosotros! Como comunidad nos ha salvado; es algo bellísimo,
impresiona muchísimo ver una comunidad unida; es decir sois un testimonio».
La
pendejada se las trae. Ni la salvación es para comunidad, congregación, orden,
asociación, corporación, sociedad, cofradía o movimiento ni mucho menos la comunidad
salva. Que diga lo contrario solo es una trampa para mantenerte atrapado, para que
pienses que si te vas la pifias.
«Individualmente, quizás,
sois un desastre, pero unidos, como comunidad, sois un espectáculo. Un
espectáculo porque un grupo que se mantiene unido es dificilísimo, porque somos
todos distintos y es facilísimo destruir la comunión, hay divisiones, envidias
o se hace una comunión ficticia de aquellos que se reúnen para cenar, etc. pero
con el tiempo siempre acaba deteriorándose».
¡Anda que
no hay grupos en la Iglesia! Los religiosos naturales tienen cofradías a punta
pala. Y se mantienen unidos sin creerse el último refresco del desierto.
«Los Papas han dicho que
el Camino Neocatecumenal viene del cielo para la salvación de la Iglesia:
tienen este carisma de discernimiento».
Ningún Papa
ha dicho tal cosa. Pero ya tardaba en falsear a todos los Papas del universo.
«Nosotros somos todos
privilegiados porque Dios ha mostrado en nosotros esta obra, que no es nuestra,
porque la comunión la construye Jesucristo, constantemente, gracias al Espíritu
Santo, por lo que nos da esta lengua única que es la comunión de los santos,
que es maravillosa y que nos permite perdonarnos».
La comunión
de los santos nada tiene que ver con la imposición de unos mantras de uso común
ni con el pensamiento único, pero cuando el que no sabe va de sabio, la lía.
«“Amaos como yo os he
amado”, es decir, aceptando que el otro tenga sus defectos, como Cristo ha
aceptado nuestros pecados y los ha perdonado».
Yo leo aberraciones
como que Cristo acepta nuestros pecados y no puedo evitar preguntarme qué clase
de (de)formación reciben los presbis de los RM. Dios no deja de amar al
pecador, pero NO ACEPTA el pecado, ni lo trivializa. Esto no es un “ji ji ja ja
no pasa nada porque Dios me quiere y me perdona”. Dios no perdona a quien no se
arrepiente ni pide perdón, porque no se inmiscuye donde no se le busca.
«El mundo no puede
perdonar, le parece una locura perdonar, porque si se perdona se continúa a hacer
el mal y no soporta que exista el mal, está escandalizado».
No sé en
que mundo vive este individuo. En el que yo vivo, el mundo no se escandaliza
del mal, convive muy tranquilo con las hambrunas crónicas que podría remediar,
pero como no lo escandalizan no hace nada; con la guerra, e incluso decide que
hay guerras malas y guerras buenas; con la explotación humana, y con “cienes y
cienes” de situaciones similares.
«Ved la situación del
mundo hoy, en tiempo de la pandemia del coronavirus: como una mujer en parto,
grita, jadea, lleno de sufrimiento. Pero el Señor destruye estas tinieblas con
su aparición, con su resurrección, el Señor ha mostrado los signos de su amor.
¡Ánimo! Que Dios tiene para vosotros signos todavía más grandes, todavía os
mostrará cosas mayores. Habéis visto que de Pentecostés en Pentecostés, Dios
está bendiciendo vuestra comunidad. No miréis a vuestra debilidad, sino al
proyecto, al diseño que Dios tiene para la salvación de esta generación».
¡Y dale con
las pendejadas! Dios no bendice piedras, coches ni comunidades, por poner solo
tres ejemplos. Este tipo lo trivializa todo, pero la bendición es para las
personas, no para las entelequias.
«Esperemos que todos
recibamos la potencia del Espíritu Santo: esta lengua de fuego sobre la cabeza
que no nos hace estar tranquilos, pensando que tanta gente no conoce a
Jesucristo, gente sola, tantísima gente que está en el infierno. Nosotros
tenemos este don inmenso de haber encontrado al Señor. El que ha encontrado al
Señor Jesucristo y tiene el Espíritu Santo dentro, no está nunca solo; aunque
una mujer se quede viuda está unida al Señor: dos en una sola carne.
Si estáis angustiados, si
tenéis una pena, el Espíritu Santo os consuela. ¡Llamad al Espíritu Santo! ”Al
que me llama, le abro, y vendré a él”».
Otra cita
inventada. O tal vez sea de los diálogos de Kiko consigo mismo.
«Te llama Dios y te
invita a amar. Sabemos que Él es Amor. Es impresionante que Dios siendo amor,
te invite a ti a que ames tú, o sea, a que participes en lo más grande que
existe en la vida, que es el amor».
Date cuenta:
No te invita a que “tripodees” ni a que diezmes, sino a que ames. Así que
puedes quitarte las cadenas de la comunidad, porque lo único importante es el
Amor (y de Amor saben poco en lugares donde invitan a hacer volar sillas).