El siguiente tema que tratan, con todos los presentes vestiditos de gala porque han ido para una uka, lo cuenta Kiko así:
«La Santa Sede nos ha invitado a rejuvenecer los equipos demasiado mayores. Por este motivo integramos algunas parejas más jóvenes en equipos formados por personas ancianas».
El doctor Frankenstein listo para rejuvenecer los equipos de kikotistas |
Ascen insiste en ello:
«En todas las parroquias hay que ver si los equipos están formados por personas mayores y en este caso hay que rejuvenecerlos. Si no es posible en la misma comunidad, tomamos un matrimonio de otra comunidad que haya terminado el Camino, que sean hermanos confiables, que puedan actuar como katekistas junto con los de la primera comunidad».
Confiable: eufemismo para designar a quien tiene una dependencia de la kikotina insuperable.
El resto es más propaganda del itinerario inútil que no lleva a ninguna parte: que Kiko ha hecho una segunda sinfonía solo para neocatecumenales que se estrena en noviembre en el teatro Verdi de Trieste, evento al que solo están invitados neocatecumenales, porque ningún otro se deja engañar y toma por sinfonía unos cuantos acordes mal conjuntados; que su sensibilidad no soporta que los salmistas del Camino usen versiones del cancionero neocatecumenal ajenas a él, por lo que han subido a la página web del Camino todos los cantos chirriados por Kiko, tanto en español como en italiano.
¿Pero no habíamos quedado en que internet era del demonio?
Pues unas veces sí y otras no, para unas cosas sí y para otras no, según le dé la gana al sensible.
Y la última noticia es que de la domus Jerusalén no se sabe nada de nada, pero el CNC tenía en alquiler un terrenito fuera de las murallas para que los seminaristas hiciesen retiros o algo así. Se conoce que no hay seminaristas suficientes para atender de camareros en la domus Galilaeae y además ocupar el terrenito de Jerusalén o quizá sea que con la guerra con Palestina los que estaban por allí han preferido regresar a su tierra, porque todos eran extranjeros; el caso es que necesitan incautos que vayan a hacer bulto para que no les rescindan el contrato. Por supuesto, Ascen lo cuenta de otra forma:
«Los Hermanos que trabajan en la domus, el padre Rino y Francesco Voltaggio, trabajaron mucho y consiguieron abrir una casa de formación en Jerusalén, especialmente para presbíteros, que pueden ir a hacer un año de inmersión en Tierra Santa, como quería Carmen. Los sacerdotes que deseen tener esta experiencia deben hablar con sus catequistas y con su rector, para que puedan juzgar si consideran conveniente que tengan esta experiencia. Si tienen el permiso de sus catequistas, comuníquese al padre. Francesco Voltaggio, responsable de esta casa en Jerusalén. Él preparará una lista que luego nos presentará, porque no hay lugar para todos. Veremos quién puede ir cada año. Cuando hayamos aceptado esta lista, el presbítero habla con el obispo para pedirle permiso para ir a Jerusalén».
La jerarquía de poder está clara, ¿no? Pues
eso. Las cosas se hacen a gusto de Carmen la amarga o de Kiko el sensible, no al servicio de la parroquia, la diócesis o el obispo.
Y tras la uka, las bolsas negras para pagar los puros que se fuma Kiko, digo, para la kikotización de esta generación y las peticiones de vocaciones: de presbis sumisos, de chicos para el seminario, de chicos para la itinerancia, de familias para extender la kikotina en zonas no contaminadas, de chicas para salmonetas o para el monasterio (da idea de la poca consideración que tienen las chicas en el Camino que se juntan ambas cosas, aunque nada tiene que ver la vocación monástica con la de chacha neokika, si es que chacha es una vocación) y de maduras solteras o viudas para chachear en algún seminario.
Para acabar, Kiko se despide: «Buen viaje a todos, hasta la próxima convivencia, Sed buenos, rezad por mí».
Si fuesen obediente por una vez, no habría próxima convivencia para todos los que están caducados, que incluye al pésimo Mario y la bruta de Tudela, por los que nadie pide oraciones.