miércoles, 5 de noviembre de 2025

Padre nuestro - parte 2 (VIII)

 


Retomo el rollo de Kiko, que dejé en el momento en que, tras advertir que quién no bendice a Dios cada vez que habla convierte su vida en una maldición, se dedicó, precisamente, a lo que suele hacer, es decir, hablar para censurar, no para bendecir.

Y sigue en lo mismo, es decir, en cuestionar la vida de los demás y vaticinar desgracias:

 «¿Cómo es posible que, habiendo encontrado al Señor, habiendo conocido su amor inmenso, habiendo recibido la naturaleza de Dios, tu vida no esté llena de luz, del amor de Dios? ¿Cómo es posible que todavía pienses que todo es horrible: tu mujer es un asco, tu marido un desastre, tus hijos insoportables, tu suegra un monstruo, etc.? Hijo del demonio, hijo maldito, dilo claramente, blasfema contra Dios, grita: "¡Dios es un monstruo que nos odia a todos, que todo lo ha hecho mal!"

¿Sabes lo que pasa? Que, queriendo matar a Dios, te estás matando a ti mismo, que eres obra de Dios, más aún, ¡hijo de Dios! A nuestro alrededor hay personas que viven siempre maldiciendo, siempre quejándose, porque no han conocido el amor de Dios; a lo mejor no tienen culpa, porque quizá no tienen luz, porque son ciegos».

Kiko es un ejemplo de persona que vive siempre maldiciendo, siempre quejándose de los demás. Y los kikotistas le imitan. Así salen todos ellos.

«Pero nosotros, hermanos, no podemos hacer como ellos; ¡nosotros hemos sido llamados a ser hijos de Dios y hemos conocido la luz, hemos conocido el amor de Dios manifestado en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros!

Nuestras concupiscencias tratan de destruir nuestra poca fe para meternos en situación de pecado, para que abandonemos al Señor y busquemos otros amores que no nos dan absolutamente nada. ¡Por eso dice S. Juan que la primera condición para vivir como hijos de Dios es romper con el pecado!

Hermanos, estamos haciendo aquí una pequeña vigilia. La vida del cristiano está hecha de vigilias nocturnas».

¡Nos ha fastidiado! ¿Alguien sabe de vigilias matutinas?

«Nuestro Señor Jesucristo pasaba noches enteras rezando y luego, sin haber dormido ni un minuto, se iba al trabajo, a su misión (cf Lc 6,12-13). Jesús se pasaba noches enteras hablando con el Padre. En esta pequeña vigilia el Padre nos está hablando a través del Espíritu Santo que nos ilumina interiormente».

En el lenguaje eclesiástico, el termino vigilia se refiere a la tarde que precede a una festividad. Trasnochar por escuchar el rollo de Kiko no es una vigilia, es un desperdicio. Y es mucha pretensión eso de que es el Padre quien habla cuando los sufridos presentes no tienen ocasión de hacer silencio interior debido a la verborrea de Kiko.

«Oír al Señor es una gran gracia. El problema es que quizá muchos de vosotros no tenéis oídos para oír la voz del Espíritu. Venís aquí pero no escucháis nada. No os llega nada. Estáis aquí bostezando, esperando que esto acabe».

Benditos sean los que no se dejan seducir por cantos de sirenas y no escuchan el discurso lleno de maldiciones de Kiko.

«Otros en cambio estáis viendo que la Palabra es verdaderamente profética, que os está iluminando profundamente, que os está diciendo lo que os pasa en vuestra vida, que está describiendo la situación en la que os encontráis. Esto es un milagro de Dios; es Dios el que os está dando esa luz».

Kiko, calla ya para que la audiencia pueda centrarse en la Palabra. No les hace falta tu verborrea, o ¿crees que tú vas a mejorar la Palabra de Dios?

«Hemos oído: "Todo el que permanece en Él, no peca. Todo el que peca, no le ha visto ni conocido". ¡Hermanos, si pecamos, salimos de la vida divina y nos hacemos hijos del demonio! Por eso mañana por la mañana tendremos una celebración del sacramento de la penitencia.

Hemos escuchado también: "Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros". El que no ama al hermano, aunque tenga defectos, aunque sea un malvado, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor, ¡porque Dios nos ha amado cuando éramos malvados y pecadores! Tú demuestras que has conocido a Dios, que eres hijo de Dios, si, cuando alguien te hace alguna injusticia, algo terrible, lo cargas sobre ti y le perdonas, como Dios te ha perdonado a ti. ¡Si no estás dispuesto a hacerlo, se ve con claridad que, a pesar de haber hecho no sé cuántos años de Camino, has perdido la gracia divina y eres presa del demonio!».

Aquí hay una falacia, que es que Kiko siempre carga la responsabilidad y la falta de cristianismo sobre la víctima. Si en una comunidad se produce «alguna injusticia, algo terrible», es al injusto a quien primero habría que explicar que «a pesar de haber hecho no sé cuántos años de Camino, eres presa del demonio», lo que por desgracia es usual en el CNC. Pero no, dónde se cometió una injusticia, el kikismo comente otra mayor, y es a la víctima a quien reclama que ame al malvado y a quien acusa de ser presa del demonio si opta por mantener las distancias con dicho malvado.

 

lunes, 3 de noviembre de 2025

Kiko el "excomunilgador"

 

En esta entrada voy a revelar lo que Kiko considera nada menos que el secreto de todo el cristianismo. Y es especialmente importante porque tiene mucho que ver con el debate acerca de si el Camino, a través de kikotistas, expulsa o no expulsa a neocatecúmenos. Ascen ha reconocido que potestad para expulsar de sus filas no tienen ninguna, pero cosa muy distinta es lo que a Kiko, que es muy sensible, le da la gana hacer de vez en cuando.

Lo siguiente procede de uno de los mamotretos del paso del Padre Nuestro.

«Lo que voy a hablar ahora, hermanos, es muy simple; que Dios os de la gracia de escuchar lo que voy a decir. Es muy simple, pero es el secreto de todo el cristianismo, si queréis.

Sobre la corrección fraterna quiero decir una cosa. "Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele a solas. Si te escucha habrás ganado a tu hermano; si no te escucha, toma a tres o cuatro testigos (para que vea que no es una cosa tuya) e id a hablar con él. Si no os escucha, decídselo a la comunidad. Si no escucha a la comunidad, sea para vosotros como gentil y publicano". "Con ése, ni comer" dice San Pablo. Jesucristo dice que hay que amar a los enemigos; sin embargo, a ése no se le puede ni saludar por la calle, ni comer con él ¡curioso!

Esto hace falta entenderlo porque nos ha pasado en alguna comunidad. Y ningún hermano puede ser más papista el Papa; si vemos en una comunidad un hermano que adultera con otra hermana o algo por el estilo, y abandona a su mujer, un escándalo para sus hijos, y vamos a hablar con él y no quiere escuchar -como ha sucedido en alguna comunidad- nosotros le decimos: tú aquí no puedes venir más y lo entregamos al Mundo.  Ningún hermano puede llamarle por teléfono… Es que siempre hay en la comunidad un neurótico que lo fastidia. El que se compadece y le va a hablar, ése no le está amando, le está destruyendo … por un sentimentalismo absurdo, sensiblero, entendiendo mal lo que es el amor.

Y luego dice Jesucristo: "Lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo".

Dios ha dicho: "Lo que atéis en la tierra, Yo lo ato en el cielo". ¿Te han dicho los catequistas que tú no puedes entrar en el cielo? tú aquí no entras; que te desaten los catequistas.

Gracias a Dios, en este sentido hemos tenido pocos casos, pero los hemos tenido. Hemos tenido algún sinvergüenza que fornicaba con ésta y con aquella de la comunidad, y se iba cargando los matrimonios; y le hemos excomunicado, y nadie podía acercarse a ése. Y en Italia también, otro caso que tuvimos de unos catequistas, uno que se enamoró de una secretaria guapísima; estaba casado y con tres hijos. Se cargó el matrimonio de la secretaria y se cargó su matrimonio. Y no hubo razones para convencerle (sic). Sus hijos están fuera de la Iglesia todos; su mujer, que era catequista también, por orgullo también se juntó con otro. O sea, cuatro matrimonios destruidos, ellos y los hijos.

Esto lo digo porque es muy importante cuando esto suceda que la comunidad sepa estar unida.

Esto es muy importante. Fijaros aquí en La Paloma, que vienen drogadictos y homosexuales, etc. y tantos chavales y chavalas jóvenes; y hay que tener mucho cuidado con las comunidades sobre esto de la sexualidad. Porque ha dicho Jesucristo: "El que destruya mi Cuerpo, Yo le destruiré a él". Imagínate tu hijo o tu hija con 13 años que entra en una comunidad y aquí viene gente que ha estado a lo mejor en la cárcel, y las comunidades en lugar de ser un lugar de salvación se pueden transformar en un lugar de condenación, sería catastrófico. Eso Dios no lo permite, absolutamente; ni los catequistas tienen que permitir eso. Eso sería destruir toda la Iglesia. Aquí se viene a buscar a Jesucristo, a buscar la salvación; si quiere pecar, abusar, vete fuera, aquí no se puede hacer eso, absolutamente. Y si no obedece ya Dios se encarga, porque fijaros lo que sería transformar la Iglesia en un lugar de perdición en vez de un lugar de salvación».

¿Queda claro?

Es doctrina kikil que Kiko y los kikotistas, sin consultar con el obispo al que dicen servir, vean cuando hay que expulsar gente del CNC, entregarlos al mundo y dar órdenes de que a los expulsados no se les llame, no se les hable, no se acerque nadie y no se coma con ellos. Pues es curioso, porque a Jesús se le criticaba por juntarse y comer con publicanos y pecadores. Juntarse y comer con ellos. Tampoco rechazó a la samaritana que estaba con un hombre que no era su marido, quiso como discípulo a un publicano, se dejó lavar los pies por una prostituta... Nada que ver el cristianismo con el kikismo.

Kiko, para dar peso a sus palabras, que no tienen ninguno, hace uso de una cita tuneada, para no variar. La verdadera cita puede encontrarse en el capítulo 17 del Evangelio de Mateo, a partir del versículo 15. Y, por supuesto, lo refiere a pecados muy serios, tan serios como para informar de ello al obispo y que sea él quien diga como actuar. Pero lo de servir al obispo es algo que no se ve nunca en la praxis real del CNC, aunque el estatuto diga otra cosa.

El caso del padre Eugenio es más sangrante. No pueden decir de él que sea un pecador espantoso…, es decir, pueden, porque es lo que han aprendido en la casa de su padre, y lo están haciendo, pero son, chismes y habladurías, si es que no son calumnias. En realidad, no tienen ninguna razón objetiva para la expulsión, pero como quitar de en medio al que les molesta es praxis habitual del Camino -sin contar con el obispo, por supuesto-, lo han hecho.

Han actuado con Eugenio exactamente igual que con montones de neocatecúmenos que resultaban fastidiosos a alguien de la esfera de poder local, regional, nacional o internacional, y no lo han hecho por un pecado inexistente (aunque a posteriori se ponga en marcha la máquina del fango para sumar a la expulsión la difamación), lo han hecho porque es lo que les sale de dentro.

La novedad de este caso es que les ha salido rana.

Y otra cosa quiero subrayar: El Evangelio que Kiko tunea a su antojo dice en realidad: «si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos», es decir, hay que tener pruebas objetivas y fidedignas antes de acusar, y también dice que el poder de atar y desatar pertenece a la Iglesia, no dice que sea de Kiko, por más que él así lo quiera porque es muy sensible.

Aunque también es praxis del Camino considerar que la Iglesia son ellos y nadie más, que Kiko es su Papa y que ya Dios se cuadrará y se pondrá al servicio de Kiko si alguien osa no obedecer sus antojos.

Total, que para Kiko el secreto de todo el cristianismo es el sometimiento absoluto a sus dictados.