*Parroquias cercanas a "Fundición" |
En este blog jamás podríamos afirmar que de lo kikos no se puede aprender algo, en este caso aprenderemos de una familia en misión en Perú, aparentemente en el barrio llamado Fundición* en el departamento de Lima. Nos vamos a servir de las fotos de esta familia en misión para que todos podamos aprender un poco más sobre la Santa Misa , especificamente sobre el lugar donde puede celebrarse una Eucaristía según lo que nos enseña la iglesia por medio de las normas litúrgicas y el derecho canónico.
Del estatuto Neocatecumenal extraemos:
El Camino Neocatecumenal no es un movimiento o una asociaciòn, sino un instrumento EN LAS PARROQUIAS al servicio de los Obispos para conducir a la fè tantas personas que la han abandonada.
San Juan Pablo II a los neocatecumenales
Los movimientos eclesiales, que se caracterizan precisamente por su impulso misionero, están llamados a un compromiso especial con espíritu de comunión y colaboración. En la encíclica Redemptoris missio he escrito a este propósito: «Cuando se integran con humildad en la vida de las Iglesias locales y son acogidos cordialmente por obispos y sacerdotes en las estructuras diocesanas y parroquiales, los movimientos representan un verdadero don de Dios para la nueva evangelización y para la actividad misionera propiamente dicha.
S.S. Benedicto XVI a los neocatecumenales
La maduración progresiva de la persona y de la pequeña comunidad en la fe debe favorecer su inserción en la vida de la gran comunidad eclesial, que tiene su forma ordinaria en la celebración litúrgica de la parroquia, en la cual y por la cual se actúa el Neocatecumenado
S.S. Francisco a los neocatecumenales
Y precisamente en nombre de la Iglesia, nuestra Madre, nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica, como le gustaba decir a san Ignacio de Loyola, en nombre de la Iglesia quisiera proponeros algunas sencillas recomendaciones. La primera es la de tener el máximo cuidado por construir y conservar la comunión dentro de las Iglesias particulares en las que iréis a trabajar. El Camino tiene un carisma propio carisma, una dinámica propia, un don que, como todos los dones del Espíritu tiene una profunda dimensión eclesial; esto significa ponerse a la escucha de la vida de las Iglesias a las que vuestros responsables os envían, a valorar sus riquezas, a sufrir por sus debilidades si es necesario, y a caminar juntos, como único rebaño, bajo la guía de los Pastores de las Iglesias locales. La comunión es esencial: a veces sucede, a veces puede ser mejor a renunciar a vivir en todos los detalles lo que vuestro itinerario exigiría, con tal de garantizar la unidad entre los hermanos que forman la única comunidad eclesial, de la que siempre debéis sentiros parte.
Un sacramento jamás puede ser “mi sacramento”: mi boda, mi eucaristía ,la comunión de mi niña. Un sacramento es siempre celebración de Cristo y de la Iglesia y es en consecuencia la misma Iglesia la que dice cómo celebrarlo para que quede más patente su significado.
Es tradición de la iglesia que los sacramentos se celebren en los templos, según recoge el mismo derecho canónico: “El matrimonio entre católicos o entre una parte católica y otra parte bautizada no católica se debe celebrar en una iglesia parroquial; con licencia del Ordinario del lugar o del párroco puede celebrarse en otra iglesia u oratorio.”
La razón de fondo está en no trivializar el sacramento dejando que tome la razón principal de la celebración la estética del momento o la comodidad, y asegurar el carácter sagrado de la celebración en un templo adecuado, donde se suele desarrollar la vida de fe de las personas, y que deja más clara la unión entre sacramento puntual y vida de fe personal y comunitaria. Además no olvidemos que en el templo nos acompañan las imágenes de Jesús y María y está el Señor presente especialmente en el sagrario.
Por eso, y por esa unión de sacramento y vida ordinaria del cristiano, el primer lugar que se recomienda es el de una iglesia parroquial, y si no es parroquial, en otra iglesia u oratorio pero siempre con licencia del párroco. En cualquier caso, celebrarlo en lugar digamos “no sagrado” es algo siempre muy excepcional y necesita permiso expreso del ordinario del lugar, es decir, el obispo o el vicario que tenga esas facultades.
¿Cuál es pues el lugar ideal para celebrar un sacramento? La parroquia de cada uno, el mismo lugar donde vive su fe. ¿Y el campo, la playa, el arroyo, el bosque? Está bien para una película, pero no es lo que más favorece un auténtico clima de oración y comunión con toda la Iglesia. Ya sabemos que la naturaleza nos habla de Dios, pero los católicos tenemos la tradición de celebrar la fe en nuestros templos. ¿Tendría sentido que justo momento especiales en la vida de una persona, una pareja, como es por ejemplo el matrimonio, lo llevamos fuera del templo y la comunidad por razones de estética o comodidad? Parece claro que no.
fuente: http://infocatolica.com/blog/cura.php/1303091153-casarse-en-la-playa-el-campo
¿Se puede celebrar la Eucaristía fuera de la Iglesia?
Hay distintas ocasiones en las que las circunstancias impiden celebrar la celebración de la Eucaristía en en templo.
Lo ideal es celebrar siempre la Misa en un lugar sagrado: iglesia, ermita, oratorio... pero en caso de necesidad se puede autorizar su celebración en otros lugares, teniendo siempre en cuenta las orientaciones de la Iglesia.
Sobre el lugar de la celebración de la Eucaristía el Código de Derecho Canónico dice:
932 § 1. La celebración eucarística se ha de hacer en lugar sagrado, a no ser que, en un caso particular, la necesidad exija otra cosa; en este caso, la celebración debe realizarse en un lugar digno.
§ 2. Se debe celebrar el Sacrificio eucarístico en un altar dedicado o bendecido; fuera del lugar sagrado se puede emplear una mesa apropiada, utilizando siempre el mantel y el corporal.
En la Instrucción REDEMPTIONIS SACRAMENTUM dice:
[108.] «La celebración eucarística se ha de hacer en lugar sagrado, a no ser que, en un caso particular, la necesidad exija otra cosa; en este caso, la celebración debe realizarse en un lugar digno». De la necesidad del caso juzgará, habitualmente, el Obispo diocesano para su diócesis.
[109.] Nunca es lícito a un sacerdote celebrar la Eucaristía en un templo o lugar sagrado de cualquier religión no cristiana.
¿Puede y es lícito celebrarse la Misa fuera de un templo, al aire libre, en un edificio o en un domicilio particular?
La respuesta es sí, pero con unos requisitos que ahora analizamos.
El sacrificio del Señor se ofrece, como norma general, en un lugar sagrado, entendiéndose por tal un templo debidamente consagrado. Ahora bien, por justa causa o necesidad se puede celebrar en otro lugar, que debe ser adecuado (por ejemplo un cementerio al aire libre o las llamadas misas de campaña). Vemos ahora qué significa adecuado y qué requisitos requiere la celebración fuera de un templo.
La Misa se celebra normalmente en un altar que ha debido ser dedicado o bendecido; fuera de un lugar sagrado puede celebrarse en una mesa apropiada pero siempre con ornamentos de altar (mantel) y con corporal.
Por tanto, para no perder el significado de la celebración eucarística, el celebrante debe asegurarse de que se cumplen todos los requisitos necesarios para oficiar la Misa fuera del lugar sagrado: deberá determinar en primer lugar si es realmente necesario usar ese lugar como lugar sagrado. Si hubiese una iglesia o capilla cercana nada puede justificar el uso de otros lugares (una clase, sala de conferencias, auditorio y similares).
no deben utilizarse para la celebración comedores y mesas en los que de ordinario se coma |
Los requisitos básicos para la Misa son: lienzos dignos para el altar, vasos para el vino y el agua, un cuenco para lavar las manos del sacerdote, una toalla de mano y en o cerca del altar, un crucifijo y velas. Por lo general, el sacerdote aportará el pan y el vino, cáliz, patena, corporal, purificador y los ornamentos: alba, estola y casulla, misal y leccionario.
Donde el Ordinario lo permita y con el permiso del párroco, la Misa podrá celebrarse en un domicilio particular. Durante una Misa doméstica (generalmente por causa de enfermedad grave de algún residente) deberán ayudar como lectores y ayudantes algunos de los miembros de la familia. Se exhortará a todos los familiares a preparar las mejores ropas, vasos, etc., para el honor de Dios. Pueden, de acuerdo con sus recursos, colocar flores frescas en o cerca del altar y si es costumbre también se puede colocar en el altar una imagen sagrada a la que tengan gran devoción.