Falta poco para celebrar el Corpus Christi (y no en una piedra, como se le ocurrió a Carmen, sino en un pedazo de pan).
Y con tal excusa, en un ejercicio práctico -acá praxis- que nada tiene que ver con el Cristianismo, la tradición ni la fe, esta semana los neocatecúmenos tunicados dedicarán una noche a la bibliomancia.
Pero antes rezarán un rosario en comunidad, de rodillas sobre el suelo, porque así lo dispone Kiko.
Yo siempre me he negado a participar en este sarao. Con tranquilidad total expliqué a quién quiso saber el motivo de mi negativa que Dios no me pedía que pasase la noche en vela (con la consecuencia de ser una zombi en la oficina al día siguiente) ni le importaba la postura adoptada por mí para orar. Por descontado, mi respuesta me valió miradas de conmiseración por mi rebeldía y falta de discernimiento para ver la presunta bondad y conveniencia de las kikadas.
Pero yo insisto en que jamás Dios me ha hecho saber que esperase de mí que participase en un ejercicio comunitario de bibliomancia.
Y si bien para rezar el rosario suelo aprovechar los desplazamientos, sean en coche o pedestres, desde hace años y cada vez más rezo tumbada, en la cama, cuando me despierto en la noche o cuando me relajo antes de dormir. Por eso me ha hecho gracia dar con el siguiente vídeo.
En Kikónides, donde la libertad es un mito, está reglado desde qué paso, cómo, dónde y cuándo rezar. Se exige el rezo de las laudes vestidos, nada de hacerlo en pijama y zapatillas, se exige partir la noche cuando a Kiko le peta y en tales casos, por supuesto se exige saltar de la cama y arrodillarse. Y además los cónyuges han de rezar juntos y la voz cantante la tiene que llevar él y muchísimas normas y formalidades más. Todo está reglado a capricho de Kiko, no hay nada espontáneo, no hay inspiración ni deseo personal de intimidad con Dios, sino que todo es obligación, moralismo y esfuerzo.
Nada más triste que la oración moralista que nace de los puños, no del deseo de Dios.
Recién sacado del horno. El candelabro no está, sin embargo, el agradecimiento al Papa Francisco, sí, y no sabe decir "elección", sino "nombramiento" del nuevo Papa. Y alardear de evangelizaciones, plazas llenas, ect., cuando la verdad es que las plazas estaban vacías, iban pocos hermanos al espectáculo y las catequesis no sale nadie salvo extranjeros para pedir cosas. Están vacíos, son sepulcros blanqueados.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/live/3c01yQb51S4?si=Xr3Q8Jq3tI4zLnKf
Al pelo de cómo son las ukas en Kikónides, rescato la siguiente entrada:
Eliminarhttps://cruxsancta.blogspot.com/2022/07/el-pan-gordo-de-cada-dia-en-la-domus.html
¡Ojo al "pan gordo, no ácimo!
Santa Carmen metiéndose con el Santisimo? Imposible! Ella es o era una beata. Cada vez agradezco al Señor haberme sacado del atolladero, lo triste es que siguen engañando a incautos, con el permiso de la Iglesia. Triste.
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