Chismosos, detractores, inventores de maldades... no son del agrado de Dios

El título, sacado de un comentario al que puede accederse aquí, tiene muchísimo que ver con el CNC.

 

Auténtico trípode: chismolabra, liturreo y comuchismosidad

El chismorreo es parte consustancial al catecúmeno; forma parte del famoso trípode: vas a la palabra y chismorreas; vas a la Misa que no quieren que se llame Misa sino ’uka’ y chismorreas; vas a la convivencia de mes y chismorreas. Y si no chismorreas, te llaman la atención, porque para que tu comunidad pueda conocerte de verdad, y a través del conocimiento de tu realidad se dé 'el amor neocatecumenal', que no es como el de los demás, sino 'en tu realidad de pecador', tienes que chismorrear.

Y a los demás qué más les da lo que se haga en la comunidad, podrá pensar alguno. Al que no le guste, que se vaya, podría agregar con esa típica condescendencia despectiva que los catecúmenos tienen para con el resto del mundo cuando están de buenas y no toca amenazarles con las penas del infierno.

Si alguien pesase así, que sepa que tal pensamiento no es cristiano, puesto que el chisme y la murmuración no son cristianos: “Un cristiano antes que murmurar debe morderse la lengua"  (Papa Francisco, 25 de septiembre de 2013). Pero además se da la circunstancia de que el chismorreo no se restringe a ‘los de dentro’, porque en el CNC se chismorrea de todo hijo de vecino.

Recuerdo el caso de un matrimonio; él recibía tratamiento psicológico para superar la inseguridad que le hacía ser violento con su esposa. Por supuestísimo, para poder hablar de todo y sincerarse en todo con el psicólogo y que éste no se escandalizase por su modus-vivendi, eligieron un psicólogo del Camino (por cierto más carillo que los demás psicólogos). El tratamiento duró años y abundantes sueldos. Pero a lo que voy, en tantos años, el tratado y el tratante tuvieron ocasión de hablar mucho…y las partes más jugosas de tales conversaciones eran transmitidas por el tratado a su costilla y luego eran retransmitidas a toda la comunidad de hermanos en la fe. Es así como llegó a mi conocimiento, por mencionar sólo un caso, que el tratante, en un ejercicio de cotilleo impropio en un buen profesional, aseguraba que cierto político en activo era paciente suyo porque cuando se estresaba, el político zurraba a la esposa. A mí me llegó con nombre completo y dos apellidos del político, datos que, por supuesto, no pienso revelar ni he comentado nunca con nadie. Pero en la comunidad, donde todo se comparte, el nombre de este político fue la comidilla de todos.

El CNC por encima de la deontología profesional

En otra ocasión, uno de los seminaristas que tenía la Comunidad, hijo de padres caminantes, vino a contarnos la ‘heroica’ intervención que había tenido un hermano de la comunidad de sus tunicados padres. Elijo este recuerdo para resaltar que los seminaristas R.M. que he conocido, que se suponen reciben una formación más esmerada, practican el chismorreo con el mismo entusiasmo que los demás. El caso es que nos contó que este hermano de la comunidad de sus padres, ginecólogo de profesión, había atendido a una mujer muy agobiada porque con cuarentaytantísimos se había quedado embarazada sin esperarlo del quinto hijo (la mujer no era ni es del CNC, lo que demuestra que los de fuera también tienen hijos).

En su agobio por lo inesperado del embarazo, por la edad, por la situación laboral del marido, por los cuatro hijos adolescentes que ya tenía etc., la señora pidió información sobre plazos de aborto. El médico se mostró muy amable, se interesó por la situación familiar y personal de cada uno de los hijos. Y cuando supo que el más rebelde y problemático de todos era el mayor, espetó: “¿Y qué le parece si, en lugar de matar a este inocente que no ha nacido ni ha hecho nada malo, matamos al mayor?”

Un prodigio este médico. Se sentía tan orgulloso de su acción para que la pobre madre se replantease lo del aborto que lo contó en la comunidad. Y sus hermanos, se lo repitieron a sus hijos. Y los hijos lo transmitieron en cada una de sus comunidades… Y me sorprende que Pako el doliente no lo haya comentado en algún anuncio, porque así funciona el chismorreo en el CNC.

Farikikos expulsando a un tal Jesús de su iglesuca

Sobre los detractores de todo y de todos, lo mejor es acudir a los archivos de CruxSancta para observar la obsesión que tienen los amados hermanos catecumenales, esos que aspiran a ver a Cristo en el otro, por disponer a su conveniencia del derecho de adminisón en la Iglesia y en el Cielo:

“Los personajes como tú sobran en el CNC y en cualquier otro sitio de la Iglesia” (http://cruxsancta.blogspot.com.es/2014/10/el-regreso-de-los-muertos-vivientes.html?showComment=1414853122977#c6827133713713361607)

Otro ejemplo de detractor fatuo que se cree llamado a decidir quien tiene derecho a ser Iglesia y quien no: http://cruxsancta.blogspot.com/2014/10/el-regreso-de-los-muertos-vivientes.html?showComment=1414926221935#c5715409042400292124

 

Y sobre los inventores de maldades, lo mejor es atender las palabras del sumo profeta de la malignidad total que, sin despeinarse, convierte el trabajo de una mujer en el ordenador en un adulterio digital (y es que para él siempre hay motivo para desconfiar de la mujer y hacerla responsable si el marido -un suponer- es un sanguinario):

“¿Ves ese joven? Ha comenzado a mirar a la mujer de aquel, ha dejado el Camino. Aquella mujer destruyó su matrimonio y se han largado. Mira, ha vendido su primogenitura por un plato de lentejas, por acostarse en la cama con una mujer desnuda. Y se está jugando su salvación eterna; ha destruido su matrimonio; esos hijos, mañana en el Juicio le denunciarán: a mí me destruyó la vida cuando vi a mi madre que abandonaba a mi padre. ¡Nos ha dejado sin madre! Mi madre desapareció de casa durante cinco años. Yo tenía siete años y mi hermanito de diez lloraba: ¡mamá, mamá! y no hubo nada que hacer, se largó. Me contaban de un hermano, que jugaba en la selección nacional de rugby, que tenía una chica monísima, que tonteaba con el YouTube en el ordenador: se ha largado con un tío; le ha dejado con cinco niños pequeños en casa. Y se acabó. ¿Cómo es posible que una madre deje cinco niñitos pequeñitos? Y este hermano, que jugaba en la selección nacional de rugby, pues no entiende nada. -Si yo creía que me amaba, si nos queríamos anteayer… Y se ha largado de casa, no ha vuelto más. Por el ordenador. ¿Está tu mujer con el ordenador en casa? ¿Y la tuya también? ¿Está trabajando con el ordenador o está liándose con un tío? Se están diciendo cosas monas: ¿qué tal? ¿qué pasa hoy? ¡Esto es así! La primera tentación: no permitáis que ninguno venda su primogenitura por un plato de lentejas. Tenemos que ser todos tentados” (Anuncio Cuaresma 2011).