Iniciación a la oración (I)

Extractos del kikotreto de Iniciación a la oración.

En el kikismo, tan reductor como reducido, parece ser que la voluntad de Dios es algo que ya está cumplido en Jesucristo… tal vez por eso, una vez que la de Dios ya fue atendida, el gurú tenga tanto interés en hacer valer su voluntad sobre cualquier otra.

¿Cuál es la voluntad de Dios?
¿Qué significa adorar a Dios en espíritu y en verdad? Salir a predicar el Evangelio. La voluntad de Dios es una sola, dice Jesús en el Evangelio de Juan: "He venido para hacer la voluntad de mi Padre, y la voluntad de mi Padre es que no se pierda ninguno de los que me ha dado, sino que yo les resucitaré en el último día". Esta es la voluntad de Dios. ¿Sabes cuál es la voluntad de Dios para ti? Que tú no vayas al infierno, porque puedes ir allí. Esta es la voluntad de Dios, la única voluntad que tiene sobre ti. La voluntad que Dios tiene sobre el mundo, sobre ti, es que tú vivas, salvarte del infierno, salvarte de la muerte.

Leo lo que sigue y no puedo evitar pensar en una legión, no precisamente angélica, por la de cosas que algunos dicen llevar dentro.
¿Qué es la fe?

El Espíritu de Jesucristo resucitado que testifica a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Tenemos dentro a Jesús, tenemos dentro la fuente de la vida. Necesitas tener el Espíritu Santo dentro de ti, el don de Dios. "Si conocieras el don de Dios...": ¿y este don cómo lo recibes? A través de la oración.

Jesús le dijo a la mujer samaritana: "Dame tu agua", para hacerte ver que no tienes agua, hermano, que no tienes agua para dársela a nadie. Necesitas que Él te dé esta agua.

Sobre la “magia” del canto para interrumpir el pensamiento en los acomplejados
Isaías 55 dice:

"Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié "  (Is. 55, 10-11).

Así es la Palabra de Dios, que desciende del cielo y cumple su misión en nosotros. Una misión de juicio: es decir, para el que no quiere la escuchar ni recibir, esta Palabra descubre la dureza de su corazón; para los que quieren recibirla, para quienes la acogen, nace una nueva vida y se transforma..

Cantar salmos significa decirle a Dios: tu Palabra ha cumplido su misión en medio de nosotros. ¿Cuál es la misión de la Palabra de Dios? Hacer de nosotros, que no éramos un pueblo, un solo pueblo, hacer de todos nosotros, que somos personas llenas de conflictos, renegados, llenos de complejos, de problemas, hacer de nosotros un solo corazón. Cantando todos a una sola voz, con el mismo espíritu, expresando de forma sacramental, con un signo externo (el canto) lo que la Palabra de Dios está haciendo en nosotros...

Sobre la visión interestelar que permite a algunos saber de casitas en la playa de los publicanos y de condenaciones por rezar de forma distinta a como el CNC y su gurú ordenan

Condición para la oración
La oración puede transformarse para nosotros en condenación, puede condenarnos en lugar de salvarnos, como el fariseo que decía: "Señor, te doy gracias porque no soy como los demás, porque hago dos horas de oración al día, ayuno, no tengo relaciones sexuales, no bebo, no hago esto y lo otro...", el Señor detestó esta oración, mientras que la del otro, que era un ladrón, un publicano, un traidor a la patria, un traidor político, un canalla, un sinvergüenza: se había hecho una casita en la playa sobre los hombros de la gente robando un poco de los impuestos (Roma decía que había que pagar una cierta suma de impuestos y él exigía un poco más), ni siquiera tuvo el coraje de alzar los ojos, sino que se golpeaba el pecho allí al fondo y decía: "Señor, Señor, ten piedad de mí, que soy un pecador, sé propicio a mí, ten compasión de mí que soy un canalla, un desvergonzado, un pecador". ¡La Escritura dice que Dios escuchó esa oración!

Cómo se reza
Ahora vamos todos a rezar en silencio. No se reza caminando, no se reza fumando. Cuando llegues a tu habitación, cierra la puerta, arrodíllate (busca un lugar solitario), levanta las manos al Señor y grita: "¡Señor, ten piedad de mí!". Llámalo, míralo con los ojos del espíritu; tengo ojos que ven el techo, pero mi corazón tiene otros ojos que ven más allá del techo y con mi corazón digo: "Señor, me estás viendo. Ten piedad de mí, que soy un pecador, Señor, ¡ayúdame! ". Estarás media hora. Ahora son las 12.25, a la 1 y cuarto volveremos aquí. Ahora os arrodilláis, levantáis las manos y clamáis al Señor... repasa a tus enemigos y perdónalos. Después, en el abrazo de la paz, si tienes algo contra un hermano, debes decírselo, debes pedirle perdón. Esta mañana debemos limpiarnos, hermanos, porque de lo contrario el Señor no nos escuchará.

Es curioso, al publicano traidor no le puso como condición que derruyese la casita de la playa, en cambio a los pobres kikines, no les vale de nada rezar si no obedecen primero a lo que su gurú les impone. ¡Qué pena me dan!

Otro ejemplo más de que las cosas hay que hacerlas como el gurú dice y cuando el gurú dice, so pena de que toda la vida del kiko desobediente se vaya al garete

Ira

San Pablo dice que los cristianos discuten pero se perdonan: "¡No dejes que el sol se ponga sobre tu ira!" Cuando un cristiano no quiere perdonar hasta el día siguiente, ha pecado, le ha dado ocasión al demonio; quizás quiera perdonar mañana y no pueda... La esposa pensó que podría perdonar a su esposo al día siguiente, pero su esposo se enojó tanto que se levantó a las 5 am y se fue... y hace 5 días que no ha vuelto a casa. "En la ira no debes pecar", dice la Escritura. Significa que si te irritas, no pecas, pero irritado puedes pecar. Es decir: una cosa es la irritación, que es normal, que uno tiene un arrebato y grita, esto no se puede controlar, por esto no pasa nada. Pero cuando vuelves a estar lúcido, cuando el arrebato ha pasado, entonces vuelve la libertad: ¿quieres continuar o ceder? Debes decidirlo tú mismo. Si decides continuar, das una ocasión al demonio y sale un desastre... Y lo que pensaste que duraría un poco se convierte en algo absurdo: no has hablado con tu esposa durante 15 días y ni siquiera puedes controlar sus reacciones.

A veces se le escapa al gurú que lo que persigue es el control sobre el otro. A quien no ama a nadie es lo que le queda: el poder del control.

Por eso dice San Pablo: "Si te irritas, si tienes ira, no peques, ten cuidado, no le des una ocasión al demonio", porque entonces la cosa termina mal y entonces es inútil llorar y decir: "No quería". Ya lo sabías, el Señor te lo había advertido.