jueves, 15 de enero de 2015

Catequesis de inicio. Día 1 (I)



Fragmentos de las llamadas “Catequesis iniciales”. El primer día de lo que se trata es de dar a conocer cómo surgió el CNC.

Kiko:
Uno de los catequistas empieza dando su experiencia personal. Conviene, tal vez, que alguien más del equipo dé su experiencia. Exponed vuestra experiencia: como habéis conocido este camino, cómo entrasteis y qué significa hoy para vosotros. Que nadie se presente diciendo: "Yo soy ya cristiano...", porque no es así: todos los hombres estamos en camino, en continua conversión. Presentaos con mucha sencillez, sin decir que sois mejor que nadie.
Sin duda se dirige a un auditorio que no es “ya” cristiano, porque a un cristiano no hay que recordarle que no es mejor que nadie. Significativo también que la presentación haya de girar alrededor del CNC.

Carmen:
En la primera catequesis, más que presentar a las personas, se trata de presentar el camino neocatecumenal, explicando de donde viene y a donde va, para que la gente entienda qué es lo que se va a hacer. Se trata de presentar que el camino neocatecumenal es como el camino de conversión a través del cual Dios guió al pueblo de Israel a lo largo de toda su historia. Tu historia concreta debe quedar en el fondo, para que aparezca en primer plano el camino neocatecumenal: como una persona concreta se ha encontrado con Dios, con su Palabra que lo ha llamado, como en esta llamada se junta con un pueblo, una comunidad… En otras palabras, aparece todo el camino neocatecumenal, pero no de una forma intelectual, sino entrelazado con tu vida concreta. Digo esto porque relatando experiencias se corre el peligro de colocar al individuo en primer plano, cuando de lo que se trata es de poner en primer plano el camino neocatecumenal.
Queda claro, la vida de las personas concretas al servicio del CNC y no al revés.

A continuación viene el rollo de siempre sobre las chabolas de Palomeras, se omite, salvo aquellos detalles que suelen permanecer ocultos.

1988
Carmen:
Yo había estudiado en la renovación cristiana que la palabra “comunidad” en religión siempre se refería a la comunidad del pueblo elegido, a personas consagradas con votos, célibes, llamados por Dios para un servicio, un ministerio para los otros (aunque el padre Gauthier había supuesto un progreso porque hablaba de grupos de niños y niñas, juntos). Por eso, provocó en mí una impresión enorme, en Palomeras, que Kiko, que hablaba a todas horas de la comunidad, llamara comunidad a aquello: gente extrañísima, el uno loco, el otro borracho, el otro delincuente, etc. Todos ellos llamaban a aquello “comunidad” como una esperanza… Por eso me sorprendía que hablasen tanto de comunidad, yo había hablado mucho de predicar el Evangelio, pero hacer una comunidad… Qué te puedo decir, que en aquella comunidad de Palomeras apareció el Espíritu. Se daba. José es testigo de que entre esa gente tan miserable descendió el Espíritu Santo. En la oración había una sinceridad tremenda, porque veías el pecado de todos como en una fotografía, porque todos sabían lo que era cada uno. Pasé varios meses sin ser capaz de hacer una oración, porque ante la sinceridad de la gente me veía como una farisea. La oración de Mariano, por ejemplo, un borracho, era algo impresionante por su sinceridad.
Parece que desde el principio les ponía lo de las confesiones públicas.

(Kiko)
Era gente realmente pobre. Había un cierto Felipe, vagabundo que había visto matar a su padre, un niño completamente destruido; había dos maleantes; una prostituta; familias gitanas; Joaquín, un borracho que golpeaba a su esposa y le hizo la vida imposible; un niño paralítico con muletas. Eran tan pobres que no se defendieron ante la Palabra de Dios, porque no tenían nada que defender. Eran tan pobres, tan pobres que creyeron todo lo que les dijimos, creyeron en el Evangelio letra a letra, porque no se defendían de él. Y porque creyeron en el Evangelio, el Espíritu actuó en ellos. Para mí, la maravilla más grande es que comenzó a surgir entre nosotros una comunión, una koinonía, entre gentes que humanamente no eran siquiera humanos.
Ser pobre no implica miseria moral, pero parece obvio que lo que se describe es ante todo, miseria moral; con todo, un cristiano, no negaría la humanidad a nadie.

Allí vi a un gitano que trabajaba cinco días, sí y veinticinco, no, que enviaba todos los días a su hija a mendigar con el culo al aire y a su esposa a vender flores artificiales por las casas, cambiar radicalmente su vida. Cuando no trabajaba, venía a mi barraca a escucharme tocar la guitarra y más tarde veía a oírme hablar. Recuerdo que un día le dejé las Florecillas de San Francisco. ¿Quién le dijo a este hombre que tenía que ir a trabajar y enviar a sus hijos a la escuela y no mandar a su mujer a dar vueltas? Nadie se lo dijo. Yo no se lo dije nunca porque lo respetaba mucho. Nunca hice moralismo en las barracas, exigiendo a la gente que cambiase su vida. ¿Quién hizo entonces que ese gitano comenzase a trabajar y enviase a sus hijos a la escuela? El ESPÍRITU SANTO.
Si un hombre no trabaja y vive de la limosna que piden sus hijos, es porque no ama a los hijos. Pero si Dios le cambia el corazón y le da un corazón que ama, entonces envía a sus hijos a la escuela y se pone a trabajar, porque ya no desea su propio bien, sino el bien de sus hijos.
Curioso que Pako no se haya puesto a trabajar en su vida.

Carmen hace mucho; el metacritalo, como ayer mismo
Todo lo que vosotros habéis recibido nació en las chabolas. El trípode en que se basa el catecumenado surgió allí. La gente quería una palabra, querían que yo les hablase de Jesucristo. Recuerdo cuando José Agudo me llevó a su cueva, una cueva oscura en la que había reunido a toda su familia y dijo, "háblales acerca de Jesucristo." "Pero ¿qué puedo decir yo?" Le respondí. Todo lo que yo sabía eran los discursos de "Cursillos de Cristiandad", y empecé con el pecado original. Entonces la madre de José Agudo, que estaba allí en contra de su voluntad y estaba caliente, a los pocos minutos de charla dice: “Todo lo que has dicho es mentira; mi padre murió y nunca volvió a casa. ¿Tú has visto a mi padre? Bueno, yo no. ¿Conoces a alguien que haya vuelto de la muerte? Yo no”.
Se revela que desde el principio se practicaba la imposición, por encima de la voluntad del otro.

Entre esa gente tan pobre surgió una liturgia como respuesta a esta Palabra escuchada y aceptada. Y el Espíritu Santo actuó en esa gente, haciendo nacer la koinonia entre ellos.
Alguien debería decirles que ni pueden ni deben inventar liturgias.

Entonces, explicad cómo nació este camino en las chabolas, y como después nos llamaron de las parroquias (Arguelles, Zamora, etc.) y fuimos de parroquia en parroquia por España, Italia y Portugal, abriendo dentro de las parroquias este camino
neocatecumenal.

Carmen:
Tened en cuenta que este camino no fue preconcebido sino que es el fruto de una experiencia vivida. Kiko descubrió en las chabolas una palabra que llegaba a la gente: un Kerygma vivo, fruto del diálogo con la gente. Kiko abría la Biblia y preguntaba: "¿Y a ti qué te dice esto?" Así surgieron una serie de preguntas tales como "¿Quién es Dios para ti?" Cuando fuimos a Arguelles, no sabíamos nada del catecumenado. Anunciábamos a Jesucristo y esto creaba un clima de unidad, una comunidad. Allí, con gran sorpresa, se presentó ante nosotros el Bautismo. Por medio de los fracasos de Arguelles descubrimos que no hay Bautismo sin camino catecumenal.

Aquí queda eso: una frase que niega validez al Bautismo de quienes no han recorrido el mentado camino.

martes, 13 de enero de 2015

SACERDOTE O PRESBÍTERO, ¿AMBOS SON VÁLIDOS?




Entre los judíos de la época de Jesús había tanto sacerdotes como presbíteros. No eran lo mismo.

Sumo sacerdote
Sólo el sacerdote (del lat. sacerdos, -ōtis, de sacer, sagrado) tenía encomendadas tareas sagradas. Los sacerdotes eran la oligarquía de más alto rango. Los presbíteros (del lat. presby̆ter, -ĕri, y este del gr. πρεσβτερος, más anciano) eran los ancianos, respetados, afamados y con presencia en el Sanedrín, pero no eran sacerdotes. Lo cual no impedía que de vez en cuando trabajasen codo a codo con los sacerdotes, sobre todo en tiempos de crisis y dominación extranjera; por ejemplo, juntos, sacerdotes y ancianos, es decir, sacerdotes y presbíteros, acordaron la muerte de Jesús: “Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte” Mt 27,1.

Años después, en tiempos de las primeras comunidades, el término sacerdote se arrincona en favor de apóstoles y presbíteros. Los apóstoles, con cometidos claramente sacerdotales, son los de mayor rango, los presbíteros son sus ayudantes, sus delegados, sus responsables de comunidad, para entendernos. En estas primeras comunidades aún hay presbíteros no ordenados, es decir, sin funciones sacerdotales, pero desde muy pronto son una rareza.

Ya en los primeros siglos del cristianismo los presbíteros son sacerdotes, pero no son apóstoles, sino que están a las órdenes de los apóstoles.

Con el paso del tiempo, cae en desuso la palabra apóstol. Desde el punto de vista jerárquico, los dos grados de sacerdotes ahora se llaman obispos –con las funciones de los primeros apóstoles- y presbíteros –sujetos a las órdenes de los primeros-; desde el punto de vista sacramental, todos ellos son sacerdotes.

Presbíteros del Sanedrín
Hoy en día, se considera que sacerdote y presbítero son términos sinónimos, de forma que tanto da usar una como otra palabra. Algunos incluso consideran que la segunda es más acertada que la primera.

Pues bien, la Santa Sede se pronunció en 1997 sobre el particular, para aclarar que el término correcto es… SACERDOTE, no presbítero: 

Entre los problemas destaca la decisión de los traductores de romper con el uso católico común y traducir el latín "presbyteri" no como "sacerdotes", sino como "presbíteros". Esto no es aceptable para la Santa Sede, debido al riesgo de que sea mal entendido por el pueblo y debido a que representa una tendencia teológica errónea. En particular, constituye un retroceso de un término que conlleva un sentido de sacralidad, que conlleva la historia del desarrollo de la fe en favor de un término que no lo contiene.” (de la Carta de la Congregación del Culto Divino para el presidente de la NCCB sobre los defectos en el rito de Ordenación.

Para quien quiera comprobarlo, en http://www.adoremus.org/98-01_cdwletter.htm está la carta original en inglés que no tiene desperdicio, pues se llega a aconsejar al presidente de la NCCB que prescinda del equipo de traductores que ha realizado tal chapuza sobre el Pontificale Romanum titulado De ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum, que archive en la papelera las traducciones de los mismos y que retomen la tarea a partir de los originales en latín con un nuevo equipo de traductores que entienda que su trabajo no es innovar, sino respetar la tradición de la Santa Iglesia Católica.

viernes, 9 de enero de 2015

Desunión propiciada por el Camino neocatecumenal



Publicado el 11.03.2011

Una veintena de religiosos crea una nueva institución vinculada al Camino Neocatecumenal

JOSÉ RAMÓN NAVARRO PAREJA. VALENCIA | El Arzobispado de Valencia, a través de su pastoral educativa, acogerá a una veintena de religiosos de la Provincia Escolapia de Valencia que, tras un proceso de discernimiento, en el que ha intervenido la Santa Sede, crearán una nueva realidad eclesial. La decisión cierra un proceso de división que amenazaba desde hace unos años a esta provincia, donde un grupo de religiosos pretendía vivir de forma distinta el específico carisma escolapio.
La problemática surgió hace más de una década, cuando dentro de los escolapios de Valencia se fue constituyendo un grupo de religiosos con una sensibilidad muy vinculada al Camino Neocatecumenal. De hecho, la mayoría de ellos seguían vinculando su formación a la realidad eclesial iniciada por Kiko Argüello. En la práctica, a los problemas que supone esta doble obediencia, estos religiosos fueron introduciendo en los colegios una serie de prácticas pedagógicas y pastorales que, para el resto de escolapios, se alejaban del carisma de “piedad y letras” heredado del fundador, san José de Calasanz.
Padre general de los escolapios
La situación de división en la provincia llegó a tal extremo que fue analizada por el 46º Capítulo General de la Orden, celebrado en 2009 en Peralta de la Sal (Huesca). Una de las proposiciones instaba al Padre General a intervenir “decisoriamente en este asunto, cuanto antes”. Tras varias visitas a la Provincia, y tras entrevistas con los religiosos, el General, Pedro Aguado, realizó una primera propuesta con la que pretendía enviar a algunos de estos escolapios a otras demarcaciones, a la par que pedía que se acogiera desde la Orden la experiencia vivida por estos religiosos, de manera que se pudieran “discernir” las claves “desde las que estos hermanos desean vivir su vocación”.

Sin embargo, la propuesta chocaba con las pretensiones de los religiosos vinculados al Camino, que pedían que se dejaran en sus manos dos colegios de la provincia (el del barrio valenciano de La Malvarrosa y el de la localidad de Algemesí) en los que ellos pudieran desarrollar lo que consideraban que era el “auténtico carisma escolapio”.

Así, ante la negativa de los religiosos a aceptar la solución propuesta, el Padre General les pidió obediencia con el fin de que quedara claro que la fidelidad como escolapios está centrada en la orden “y no en ninguna experiencia educativa y eclesial concreta, por rica que esta sea”.

Roma dicta sentencia
Pero en ese momento, los miembros de este grupo entendieron que las decisiones tomadas por el Padre General “no respondían a la voluntad de Dios para ellos y para la Provincia”, por lo que, alentados por varios obispos españoles, solicitaron la mediación de la Santa Sede y expusieron la problemática a Kiko Argüello.
cardenal Franc Rodé

En un primer momento, el entonces prefecto para la Vida Religiosa, el cardenal Franc Rodé, exhortó a los religiosos a la obediencia al General. Sin embargo, en julio de 2010, tras el estudio detallado del caso, el cardenal Rodé ordenaba la realización de una visita apostólica a la provincia, que encomendó a Esteban Escudero, por aquel entonces obispo auxiliar de Valencia.

Tras la visita, este firmó un decreto por el que dejaba a la Provincia de Valencia en una situación de “espera e interinidad”, pendiente del pronunciamiento definitivo de la Santa Sede, y anulaba las decisiones tomadas hasta entonces por el Padre General. Este pronunciamiento llegaría a finales de octubre del año pasado y, en él, se reconocía la existencia de un grupo de religiosos “con una sensibilidad eclesial muy marcada y que quiere vivir de forma distinta el estilo de vida y el carisma escolapio”. Por esa razón, instaba a este grupo a “salir de la Orden” y comenzar un nuevo camino “desde un ente diferente de la Orden de las Escuelas Pías” y con una identidad “clara y distinta”.

La carta de la Santa Sede marcaba la fecha del 25 de noviembre de 2010 como límite para comunicar al Padre General la decisión de abandonar la Orden. Según las fuentes consultadas por Vida Nueva, 23 escolapios (dieciocho ordenados y cinco novicios) habrían optado por dejar la Orden para integrar este nuevo carisma. De acuerdo también con las disposiciones vaticanas, el presidente de CONFER, el jesuita Elías Royón, es el delegado pontificio que debe acompañar y asesorar a este grupo en el proceso de constitución del nuevo ente.

Según el documento de la Santa Sede, este nuevo instituto comenzará su andadura el curso 2011-2012, cuando estos religiosos se inserten “en la pastoral educativa del Arzobispado de Valencia”. Mientras, aunque ya han sido destituidos de sus cargos, seguirán colaborando con las obras escolapias hasta que finalice el actual curso.

Por su parte, la provincia continúa con su ritmo habitual. El pasado 26 de febrero, Francisco Montesinos era reelegido como superior provincial, y el capítulo nombró también a los escolapios que cubrirán las vacantes dejadas por quienes han formado el nuevo grupo.

En el nº 2.745 de Vida Nueva.
http://www.vidanueva.es/2011/03/11/division-en-los-escolapios-de-valencia-2/#sthash.6aeHVQrD.dpuf