lunes, 21 de mayo de 2012

El Camino Neocatecumenal debe observar estrictamente la IGMR

Circular del Arzobispo de  Lingayen Dagupan (Filipinas) que tiene por fecha 14 de mayo 2012

Fiesta de San Matías, Apóstol
Circular 2102-16
RE: Liturgia del Camino Neocatecumenal


Mis queridos hermanos sacerdotes:

Con respecto a las preguntas que los sacerdotes de la parroquia han planteado acerca de las prácticas del Camino Neo-catecumenal en la celebración de la Eucaristía, he buscado la ayuda de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia de Obispos Católicos de las Filipinas. Adjunto a esta circular  la posición de la Comisión Episcopal,  sobre este asunto.

Por favor, tenga en cuenta que el permiso que se concede al "Camino" solo es la transferencia del Rito de la paz después de la oración de los fieles y la recepción de la Sagrada Comunión bajo las dos especies ya sea de rodillas o de pie, pero no sentado.

Aparte de estos dos permisos, las misas celebradas por los miembros del Camino Neocatecumenal deben observar estrictamente la Instrucción General del Misal Romano y las otras instrucciones de la Congregación para el Culto Divino. En particular, las hostias y el vino a ser utilizados para la Eucaristía debe ser el mismo que los utilizados en las diócesis de las Filipinas. Los fieles laicos pueden ser admitidos a predicar en la iglesia o en la oratoria fuera de la Misa ( Redemptionis Sacramentum , 161).

Os encomiendo estas aclaraciones a la información de tipo y la fiel observancia. Tenga la seguridad de mi solicitud pastoral.


Atentamente,


SÓCRATES + B. VILLEGAS
Arzobispo de Lingayen Dagupan
 

Ver Circular en la Página del Arzobispado de  Lingayen Dagupan o aquí


Actualización :

Ver tambien :
Aprobación del Papa a Camino Neocatecumenal no se aplica a su modo de celebrar Misa
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=35842
2005 El Cardenal Arinze prefecto de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos les envia una carta (ver:http://www.zenit.org/article-17875?l=spanish ) en esta carta les exhorta a "En la celebración de la santa misa, el Camino Neocatecumenal aceptará y seguirá los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia, sin omitir ni añadir nada. "


En el 2008 se Aaprueba el estatuto definitivo del Camino Neocatecumenal. En los Estatutos del 2008 las particularidades aprobadas son dos.
  • La primera se refiere a "la distribución de la Santa Comunión bajo las dos especies" y "siempre con pan ázimo",  que los neocatecumenales deben recibir "de pie, permaneciendo en su lugar".
  • La segunda es el cambio “ad experimentum” del "rito de la paz luego de la Oración universal", es decir, antes del Ofertorio, como de hecho acontece desde siempre en el rito ambrosiano, en uso en la arquidiócesis de Milán.
2012 El Papa se reune con el CNC y no aprueba la liturgia como ellos lo esperaban sino que les dice (otra vez) el Papa ha confirmado que "la celebración en las pequeñas comunidades" debe estar "regulada por los libros litúrgicos que se deben seguir fielmente", también "con las particularidades aprobadas en los estatutos del Camino".

miércoles, 16 de mayo de 2012

Leche y miel neocatecumenal

 

Entre las estrambóticas ocurrencias neocatecumenales está la de distribuir leche y miel al final de las misas de la octava de Pascua a los miembros del Camino que ya han concluido todos los pasos  (esto fue destripar un arcano) , o sea a esos que ya tiene el honor de llevar las túnicas blancas. Esta muestra de creatividad litúrgica ellos la justifican diciendo que es como signo de la Tierra Prometida, donde "mana leche y miel".

 Antes de acabar la Misa con la bendición final se acerca el "ministro" y hay que recitar ,cuando te presentan el copón de leche (que es similar al de vino pero de plástico trasparente, para poder calentarlo en el microondas). El ministro se planta delante del neocatecúmeno con el copón y dice "Gustad y ved que bueno es el Señor", a lo que se debe responder "Dichoso quien se acoge a Él", antes de dar el sorbo.

 

Pero la instrucción Redemptionis Sacramentum es muy clara en el número 96:

[96.] Reprobandus est usus, quo contra librorum liturgicorum praescripta, sanctae Missae celebratione durante vel ante eam, ad instar Communionis sive hostiae non consecratae sive alia edibilia vel inedibilia distribuantur. Qui usus enim cum traditione Ritus romani minime concordat et periculum secum fert confusionem inducendi in christifideles quoad doctrinam eucharisticam Ecclesiae. Ubi aliquibus in locis exstet, ex concessione, particularis consuetudo panis benedicendi ac distribuendi post Missam, magna cum cura de hoc actu recta catechesis detur. Ne vero alia similia introducantur nec ad hunc usum hostiae non consecratae umquam adhibeantur.

[96.] Se reprueba la costumbre, que es contraria a las prescripciones de los libros litúrgicos, de que sean distribuidas a manera de Comunión, durante la Misa o antes de ella, ya sean hostias no consagradas ya sean otros comestibles o no comestibles. Puesto que estas costumbres de ningún modo concuerdan con la tradición del Rito romano y llevan consigo el peligro de inducir a confusión a los fieles, respecto a la doctrina eucarística de la Iglesia. Donde en algunos lugares exista, por concesión, la costumbre particular de bendecir y distribuir pan, después de la Misa, téngase gran cuidado de que se dé una adecuada catequesis sobre este acto. No se introduzcan otras costumbres similares, ni sean utilizadas para esto, nunca, hostias no consagradas.

 

Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Instrucción ‘Redemptionis Sacramentum’ sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía (23 de abril de 2004), n. 96.

 

«Las normas que se contienen en esta Instrucción se refieren a cuestiones litúrgicas concernientes al Rito romano y, con las debidas salvedades, también a los otros Ritos de la Iglesia latina, aprobados por el derecho». Redemptionis Sacramentum, n. 3.

 

Ya sabemos quién se considera fuera.

El Camino Neocatecumenal y los obispos japoneses


fuente: http://infocatolica.com/blog/sacroprofano.php/1103030401-title


El contencioso entre los obispos japoneses y el Camino Neocatecumenal permanece abierto. Pese (y contra) el abierto deseo de Benedicto XVI de mantener a esa realidad eclesial vigente en tierra niponas el obispo de Takamatsu, Osamu Mizobe, decidió pedir el cese de sus actividades en su demarcación eclesiástica, al menos hasta el nombramiento de un delegado pontificio que deberá mediar entre las partes. En Roma y otras partes aseguran que esa decisión es riesgosa (además de poco inteligente), pero debe ser acatada. Los “kikos” deberían abandonar allí su labor, al menos por ahora.

Pero el asunto de fondo parece de cada vez más complicada solución, sobre todo porque los obispos japoneses en grupo rechazan a la obra fundada por el laico español Francisco “Kiko” Argüello la cual, en sus diócesis, opera desde hace al menos 30 años. En este espacio ofrecimos algunos antecedentes del problema aquíaquí y aquí.

El arzobispo de Tokio, Peter Takeo Okada, intervino hace unos días con un artículo publicado por el semanario católico “Katorikku Shinbun”. El escrito había sido publicado, a inicios de febrero, por la agencia UCA News. Ambos artículos difieren en algunos de sus pasajes pero, en general, contienen el mismo mensaje. Para ofrecer más elementos a un debate abierto compartimos con los lectores de Sacro&Profano una versión en español de dicho texto:

 

QUISIERA QUE NOS COMPRENDIESEN
Por Takeo Okada / 13 de febrero de 2011

En estos últimos 20 años la conferencia episcopal japonesa ha dedicado una gran cantidad de tiempo y energías al Camino de las comunidades neocatecumenales. No obstante, lamento decirlo, la situación para nada se ha desarrollado de la mejor manera.

No dudo mínimamente sobre el celo y la buena intención de las personas involucradasAún así no se puede ciertamente decir que los resultados de su actividad en estos 30 años signifiquen un éxito. La realidad y las actividades del Camino no logran acoplarse con la Iglesia y con la sociedad japonesas. Personalmente pienso que el Camino necesita un periodo de freno en las actividades para repensar y examinarse, y sobre esta base abrirse al diálogo con la Iglesia japonesa.

El porcentaje de católicos en Japón no supera el 0.4 por ciento de la población entera. Que al interior de esta exigua minoría existan división y confusión, y que los interesados deban acumular por esto cansancio sobre cansancio, es triste. Nosotros tenemos el deber de dirigir la mirada a la sociedad japonesa y a la realidad de todos aquellos que viven cargados de tantos pesos, para anunciar a ellos la buena nueva y llevarles luz y alivio. No es ciertamente el momento de malgastarnos en conflictos internos.

En el Japón de hoy, desde hace 30 años, son más de 30 mil aquellos que se quitan la vida. Quisiera que también quienes se empeñan en el Camino mirasen a esta realidad. Quisiera que diesen importancia prioritaria a estudiar qué cosa es posible emprender par tales personas. Si el Camino desarrollará actividades que obtengan comprensión y simpatía de parte de la sociedad japonesa, entonces obtendrá también confianza.

Quisiera que colaborasen en una evangelización que responda a los necesitados de los japoneses. Nosotros en realidad nos estamos empeñando con todas las fuerzas y a precio de enormes cansancios en la pastoral misionera. Y, aún así, los miembros del Camino dan la precedencia a las directivas de los superiores de la Casa Generalicia de Roma más que a la guía de los obispos. Por este motivo los obispos se sienten, a menudo, inciertos sobre cómo actuar y presa de dilemas y sufrimientos. Esto quisiera que entendiesen.

La situación de la diócesis de Takamatsu es particularmente grave. Les pido ardientemente prestar atención a la voz del obispo Mizobe. La Iglesia japonesa fue fundada gracias a tantos santos y excelentes misioneros. Nos nacieron muchos mártires y pasando mediante la época de la prohibición de enseñar religión, han pasado ya 140 años de la reapertura de la evangelización.

El actual (prepósito) general de los jesuitas, P. Adolfo Nicolás, así como el actual (superior) general de los claretianos, José Abeya, han trabajado como misioneros hasta hace poco tiempo en Japón. Y no obstante todo esto, la vía para llegar a la evangelización del Japón parece aún lejana. Quisiera que el fundador del Camino, Kiko, y los otros miembros, se den cuenta de esta situación.

De parte mía comprendo el significado de la fundación del Camino. Escucho hablar de la gran contribución que ellos han aportado al educar en la fe a aquellos que han recibido el bautismo pero no practican. Pero quisiera que comprendan que existen también diversidad de situaciones. Escucho que, en otros lugares, ellos se hacen cargo de los enfermos y de los discapacitados. Quisiera que hicieran también esto en Japón. Nutro además expectativas en lo que respecta al crecimiento de una Iglesia pluriétnica. ¿Qué es necesario para la evangelización del Japón? Sobre esto quisiera que pensemos y recemos juntos.