Segundo escrutinio (XXXV)

«Cualquiera que no renuncie a todas sus bienes para recibir de Jesucristo una nueva criatura, porque el dinero, los afectos no te salvan del ataúd, de la muerte, pero la nueva naturaleza entra contigo en el ataúd y te salva, la vida eterna entra en el ataúd vida que no puede morir.

Lo que dice el cristianismo es que la muerte ha sido vencida y ha sido destruida en la resurrección de Jesucristo. Por eso el día que hagamos el paso al catecumenado recibiréis un cristal de sal, esa piedra blanca que, dice el Apocalipsis, tiene un nombre que nadie conoce, solo aquellos que la reciben. ¿Por qué hablamos de sal? San Agustín dijo que la sal era el sacramento de los catecúmenos; es un signo que expresa un contenido. Haremos una catequesis sobre la sal y verás que expresa el contenido del sufrimiento. En este momento debes probarte a ti mismo si estás dispuesto a sufrir. Durante el precatecumenado comenzaste a ver en ti al monstruo, al hombre del pecado, por esto tus pecados han sido muy importantes porque te han ayudado.»

Y como los kikotistas son  muy pobrecillos necesitan que se les cuente con detalle esos pecados, para que ellos determinen si han sido suficientemente importantes para serte de ayuda o si tienes que esperar hasta que te decidas a contar pecados más “importantes”. ¿Entiendes?

«Entonces el Señor debe destruir a este hombre del pecado, este hombre de la arrogancia, de la soberbia, este hombre arrogante, este hombre de corazón duro que no se inclina, que no dice delante de su esposa: Tienes razón.»

Exactamente como todos los kikotistas que conozco, que no hay uno solo que reconozca sus errores.

«Bien, este hombre debe ser destruido porque es absolutamente lo contrario del niño que entra en el Reino de Dios. En el Reino de Dios entran sólo los niños y aquellos que se hacen como ellos. Esta es la Palabra del Señor. Porque nosotros estamos llamados a ser corderos todos los días, a este sacerdocio, a ser todos los días como ovejas llevadas al matadero. San Pablo dirá que todos los días somos ovejas para la matanza por causa de Cristo, llevando siempre en nuestro cuerpo la forma de morir de Jesús, para que se vea en nuestro cuerpo que Jesús vive y que cuando en nosotros actúa la muerte, en vosotros actúa la vida Esto, 2 Cor 4, es un resumen perfecto de lo que es el cristianismo en la práctica. Veremos si tú en tu vida puedes cargar unos pocos pecados. En otra carta dice San Pablo: cumplid la ley de Cristo y cargar sobre vuestros hombros las cargas, el peso de los hermanos más débiles. Esta es la ley de Cristo: cargar con los pecados del mundo en esta generación. Porque el mal siempre genera una cadena de maldad. ¿Dónde se detiene esta cadena? Se detiene en el costado de Jesús porque no ha respondido a este mal que fue su muerte con el mal, sino con el perdón y la vida. Esto es Cristianismo.

Os digo que aquí hay personas que nunca en toda su vida han respondido al mal con el bien. Y han tenido el descaro de ir a misa y llamarse cristianos.»

Si alguien pensaba que Kiko no está al tanto de todo lo que ha hecho todo ser vivo, desde el primero hasta el último, acierta plenamente. Lo suyo son juicios inmisericordes sin fundamento alguno.

«Quien hace esto significa que tiene el Espíritu de Dios, porque sin el Espíritu estas cosas no se pueden hacer y estas personas son aquellas a quienes Dios ha elegido para ser cristianos. Por esto debe caer sobre vosotros la injusticia, la murmuración, la calumnia, el trabajo que no os paguen y luego trabajar con un deseo interior porque el dinero es muy importante, es un símbolo.

Supongamos que este hombre te roba 1000 pesetas: ¿por qué te roba? ¡Porque es un ladrón! ¿Y por qué es un ladrón? Porque nadie nunca lo ha amado, como a él le han robado también él roba. Comienzas a no juzgarlo, a amarlo, y romperás esta cadena; si le llamas ladrón, él se defiende, ha entendido que en el mundo aplica la ley del más fuerte porque siempre le han atormentado de niño y entonces piensa: "Así que yo también, ahora estoy por encima de alguien".

Nosotros estamos llamados a romper esta cadena. Entonces ese tipo que siente que alguien le comprende se siente interpelado. Primero, piensa que tú eres una excepción entre todas la gente que ha conocido, pero si tú eres una excepción, sabe que su primo conoce otra excepción; y dice: "¿Pero quiénes son estos? Dicen que son cristianos, ¡pásmate! Y dicen que no deben juzgar porque también ellos son ladrones como tú, piensan que también ellos si hubiesen vivido como tú y hubiesen tenido tu infancia y tus circunstancias, habrían hecho lo mismo que tú y por eso te entienden profundamente. También aman al verdugo que los mata. Entonces, si todos pensasen así, ¡desaparecían las guerras, desaparecía todo! Sí, es una gran sabiduría".»

Sí, sí, no hay más que ver las intervenciones kikiles en este blog para apreciar el amor sin par de algunos kikotizados. No quiero pensar lo que dirán de uno que les robe.

«¿Es esta la sabiduría del mundo? Esta es la sabiduría de Jesucristo, la sabiduría de los primeros cristianos: todos los odiaban, pero todos decían: "¡Mirad cómo se aman!" Los filósofos paganos estaban disgustados por la actitud de los cristianos frente a la muerte, decían que estaban locos, gente que despreciaba la vida, que iba cantando a la muerte, decían que esta era una doctrina bárbara, y les odiaban.»

Otra salida de pata de banco. Los soldados y los gladiadores también se enfrentaban a la muerte cotidianamente… ¿por qué no les odiaban los filósofos esos?

«Decía un filósofo que nos transformamos en lo que odiamos: de hecho, el Imperio Romano odiando el cristianismo se transforma en cristianismo. Cuando odiamos fuertemente a alguien es porque nos está diciendo algo que no nos deja vivir, no nos deja en paz. De hecho, dicen los Padres de la Iglesia que los primeros cristianos eran odiadísimos: "Todos nos odian porque no nos conocen". Si preguntas por qué nos odian, no saben decir por qué, pero los que nos conocen se convierten.»

Debe ser eso lo que les pasa a los kikitos que tanto odian este blog.

Si tenemos algo de verdad, un poco del Espíritu de Jesucristo comenzarán a odiarnos a todos. Esto está revelado en la Escritura: han juzgado a Jesucristo sin motivo, y comienzan a juzgar las intenciones, que vendemos los bienes porque los hemos robado, que lavamos el cerebro a la gente, que quitamos la libertad a las personas. La extrema izquierda dice que somos el arma de la Iglesia para hacer de nuevo del pueblo unas ovejas, para que los ricos continúen explotando a los pobres: somos el arma fascista a favor de los ricos. ¿Estás dispuesto a pasar por fascista? ¿No? Entonces no hagas el escrutinio, no lo hagas. Porque lo primero que te pasará será pasar por fascista. Después de eso será otra cosa y después otra peor.»

Juicios y más juicios contra todos, para que quede claro lo que sale de la boca de Kiko. Porque de lo que abunda en el corazón, habla la boca.