Encuentro "kikocional" Cracovia 2016

No escribo de primera mano, puesto que ni he ido al rollo ese que llaman encuentro que tiene lugar una vez finalizada la JMJ, ni tampoco he visto el mentado rollo en directo ni en diferido a través de ninguna cadena de televisión o web de internet.

Así que transcribo lo que me han contado otros, y lo hago tan literalmente como recuerdo los comentarios.

Curiosamente, sólo una de las personas que me han proporcionado información ha tenido una mención a la difunta Carmen, y fue para asegurar sin ningún fundamento que ella también estuvo presente en la acampada, digo, en el encuentro, aunque fuese desde el Cielo.

Sois propiedad del CNC, pues le debéis la vida, dice uno

Lo que es mucho suponer, puesto que no se le ha aparecido Dios, ni Carmen ni santo alguno para hacerle saber que la susodicha ya haya purgado sus pecados.

Otra ausencia ¿inexplicable? es que al parecer no hubo ni la menor mención a los “miles” de judíos que se están convirtiendo “como moscas, gracias al Camino”, con la consiguiente aceleración de la Parusía y bla bla bla… Será que los miles de judeo-conversos no se enteraron a tiempo de que había una reunión de estas características y por eso no acudió ni uno solo.

Entonces, ¿qué escucharon los "jóvenes" catecúmenos durante horas?

Pues lo de siempre: que Europa ha apostatado, que los paganos europeos no pueden entender nada de lo que les pasa, que viven sólo para sí mismos, suicidándose una y otra vez cuando no están fornicando una y otra vez o abortando una y otra vez, porque el pecado esclaviza y el sensible Kiko ha dispuesto que todo el que no forma parte del CNC es esclavo… bueno, también los del CNC, porque otra cosa que ha dicho es: "Siamo tutti schiavi delle nostre concupiscenze" (así que se puede garantizar que en el autobús de vuelta se va a preguntar a todos si ya han descubierto que son esclavos o si aún se creen que son buenecitos. Y que digan hechos concretos, claro, cuanto más concretos, mejor).

Luego ha seguido con que los únicos que no abortan y tienen hijos son los catecúmenos, de tal forma que todos los allí presentes, todos, todos, sin excepción, le deben la vida al Camino, pues es obvio que todos ellos han nacido porque sus progenitores han obedecido al Camino, que no por gracia de Dios, ni porque libre y responsablemente sus padres así lo decidiesen.

Esto es duro de asumir, pero es mejor saberlo que permanecer toda la vida en la ignorancia, pensando que uno ha sido un hijo deseado. Nada de eso, que sepan todos que le deben la vida al CNC, que si llega a ser por sus padres... ni uno nace.

El parto de los montes, el del CNC va con retraso

Pero la traca mayor está por llegar, que es cuando usurpando la misión encomendada por Cristo a la Iglesia y la razón de ser de los Sacramentos, el humilde de Palomeras ha declarado que el Camino tiene la capacidad de gestar un hijo de Dios ("Il Cammino ha la capacità di formare un figlio di Dio") que, cuando es embrión recibe el alimento y la vida a través de un cordón umbilical que es ¡la obediencia al kikotista! ("cordone ombelicale che è la obbedienza al catechista").

Ahora bien, que nadie piense que gestar un hijo de Dios se hace en el mismo tiempo que la naturaleza precisa para gestar al hijo de un pagano. Porque, ¿cuánto tiempo vivió Cristo de forma anónima, en su familia, sin hacerse notar?  Pues eso, si Cristo pasó 30 años en familia, que menos que el Camino dure 30 años, que hay que pasar muchas bolsas y no puede ser que se acabe antes.

Así queda establecida una artificial gestación de obediencia obligatoria al kikotista de unos 6 lustros de nada. Y que nadie proteste, porque el diezmo es vitalicio, no acaba nunca.

De obispos y cardenales invitados no han sabido darme señas. Sé que estuvo el cardenal emérito Rouco y el también cardenal O'Malley, impertérrito cuando se pidió por un obispo acusado de pedofilia. Lo sé porque les he visto en una imagen, en animada charla el uno con el otro, en lugar de atender al sensibilísimo Kiko (menos mal que éste estaba de espaldas y no se dio cuenta).

Y de espantadas, digo, de levantadas, todos dicen que muchas, muchas, pero curiosamente nunca nadie conocido. Una casualidad, por supuesto.